domingo, 9 de noviembre de 2014

Hombre listo temporal o espíritu con Sabiduría Eterna

En Sueño Profético decían:

El hombre quiere hacer con el Elegido que Dios enseña y manda, lo que él no hace con otro hombre que sus estudios o conocimientos de trabajo le hayan dado un cargo respetable.

Al decirle: “haz esto así, o mejor es que pongas este ejemplo”, ya estás desvalorizando. Que puedes llevar razón, porque el cargo elevado otro antes lo ocupó. Y si era algún trabajo que tus manos lo hicieran, piensa cuántos hubieron antes, y muchos más que hay en espera.

Pues a pesar de saber esto, no se ha oído que un practicante le quite el bisturí al médico y le diga: “¡ves, así se hace!”.

Has pensado hombre listo –que tú mismo te estás engañando–, la entrada de un director en una empresa pequeña o grande, y un empleado le dijera: “Hoy, lo que se va a hacer, lo vas a hacer con mi mando. Si tú eres director, yo soy portero y te mando”. Piensa con justicia: si este caso lo hicieran, ¿cómo serían los resultados?

Pues, ¿cómo se atreve el hombre a darle consejo a uno que Dios le entregue el Mando? Si al llegar el Elegido, una vez confirmado, la primera figura de la nación que sea, tiene que oír y él estar callado. Porque lo que el Elegido habla, es Dios el que al espíritu está enseñando.

Este Saber tiene que ser aprovechado; y donde esté el Elegido, todos sentirse párvulos. El que así no se sienta, que se dé por fracasado.

Desperté, oí:

Todo lo que sabe un hombre,
hay muchos que mejor saben.

Lo que sabe el Elegido,
es de Dios Único,
para enseñar y mandarle.

El que cree y ama a Dios,
no puede rectificarle.

Y en los momentos
que al Elegido tenga delante,
corto se le hará el tiempo
para saber y preguntarle.

Comparaban en la Gloria:
hombre listo temporal,
o espíritu con Sabiduría Eterna.

Este espíritu no puede callar
el Mando que de Aquí lleva.
Y su misión es enseñar.

Enseñar y propagar
lo que en el arrobo
Dios le ha hecho ver, sentir.

Y darle Fuerza para derrotar
a los espíritus satánicos
que apartan de este “Enseñar”.

¿Qué reacción tendría
un dueño con una tienda
y vendedores pagados,
si se llenara la tienda,
hablando de todo,
sin nombrar los artículos?

¿Cómo comprarlos si de ello
no se habla diciendo:
“Esto es lo mejor,
el artículo lo está diciendo”?

Se han puesto comparaciones
sencillas de comprender,
para que no haya disculpa
para el que no quiera entender.

El que más hable de Dios,
más Lo tiene que querer.

Porque el Amor ya te empuja
a preguntar y saber.


***

Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - C7

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