sábado, 23 de agosto de 2014

El espíritu del mal

En Sueño Profético decían:

Hace falta enseñar y querer aprender a conocer lo que viene de Dios y lo que de Él no viene.

Hace falta preparar al espíritu para que conozca el perseguir del “espíritu del mal”, que éste siempre irá persiguiendo al que sigue la Palabra de Dios.

Estos espíritus diabólicos vienen de Satanás, que fue el primero en ir en contra del Creador del espíritu sin cuerpo. Y luego, después, del Creador del cuerpo como traje del espíritu. Dios Único, en tres veces Dios: Dios Padre en Espíritu, Dios Hijo con Cuerpo y Dios Espíritu, que es Poder y Sabiduría.

Esto es el mismo Dios: Poder y Sabiduría, invisible para el hombre; mares que puso y camino que en el mismo mar abre.

Esto es Dios Espíritu: Diluvio que ve el hombre, que solo el agua cae, que no hace falta Imagen.

Esto es Dios Espíritu: Huracán que barre pueblos y también grandes ciudades. Y porque su Mando a su Poder le da la orden de que pase, si no, el mundo, él mismo se enterraba envuelto en huracanes. Que no sería uno sólo, para que de unos a otros lo contaran, sería hasta acabar el mundo, diciendo: “Yo he visto a Dios Espíritu”.

Desperté, oí:

¡Cuántos hombres pierden la Gloria
por no querer aprender a conocer
lo que de Dios no viene!

Estos espíritus malignos
van siempre persiguiendo al hombre.

Y a cada uno le dan
aquello que menos note
que viene de Satanás.

Son espíritus con materia,
hipócritas, falsos, fariseos
y víboras, como les llamó el Maestro.

Que luego ellos mismos se descubren
con su mal comportamiento.

Que el Poder de Dios les exige,
como le pasó a Judas,
que se quedó al descubierto.

No podía quedar
como Discípulo del Maestro.

Por siglos sin fin
está por traidor a Dios,
único en la Tierra y en el Cielo.

Con este Mensaje sólo,
habría para prender
de la Gloria y del Infierno.


***

Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 45-46-47

1 comentario:

  1. Jesus nos enseño a decir LIBRANOS DEL MAL y nos recomendo POR SUS OBRAS LES CONOCEREIS.

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