domingo, 31 de agosto de 2014

Dios busca al hombre

En Sueño Profético decían:

Conocieron más a Dios Hombre por ir Él a que Lo conocieran, que por ir a conocerlo. Y buscaban más a los Discípulos, cuando Él hablaba de ellos. Y más se habló de Israel, cuando Dios se fue con Cuerpo, porque sin Cuerpo quedó.

Dijo uno:

Iban grandes caravanas
al sitio que Él puso sus Pies,
y aún siguen visitando
para que les hablen de Él.

Que el hombre nombra los siglos,
las piedras y la murallas,
y lo tiene grande rato
sacándote parentesco
y dando grande importancia.

Son menos los que visitan
sin nombrar las murallas,
y van hablando de Dios,
y resuenan sus Pisadas
en sus vidas,
que con secreto guardaban,
y en Israel
quedaron con sepultura.

Desperté, oí:

¡Es la Fe
la que te hace sentir
lo que Dios dice
sin habla y sin Cuerpo!

¡Es la Fe
la que te hace compaña
en malos o buenos momentos!

¡Es la Fe
la que te lleva a que pienses:
voy a seguir los pasos
que Dios nos dejó en la Tierra!

Cierto que Dios busca al hombre,
y el hombre siempre se niega.

Y Dios le guarda el Perdón
por si arrepentidos fueran.

Te hace pensar
el empiezo del Mensaje,
con estas cortas palabras :

“Conocieron más a Dios Hombre
por ir Él a que Lo conocieran,
que por ir a conocerlo”.

¡Si vas hablando de Dios,
haces servicio bien hecho!


***

Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Capítulo 3

sábado, 30 de agosto de 2014

La Tierra te dará desprecio

En Sueño Profético decían:

Tú manda cuando sea este Mando. Y según amen, será recibido el Mando. Pues el Mando que tú mandas, antes, a ti, te dieron el Mando.

Estos Mensajes sean leídos con reposo, y oídos con preferencia a todo lo material que Aquí no entra, cuando sean personas que conozcan esta Grandeza Divina. Cuando no la conozcan, tienes que utilizar otra Enseñanza que ya de Aquí baja a tu espíritu.

Dijo uno:

La Tierra, siendo Dios el Dueño, siempre va en contra de Dios.

De la Tierra, si no te despegas, no comprendes lo de Dios.

La Tierra, para apartarte de lo que es para el espíritu, te hará que de vanidad te llenes, ofreciéndote los títulos y medallas que da el hombre para que vivas pensando: “La Tierra es lo que vale. Lo del espíritu es oculto y para nada te vale después de los sacrificios”.

Desperté, oí:

Esta Enseñanza no es obligada.
Pero tampoco es ya,
a estas alturas,
ofrecerla con súplicas.

Si la Tierra te exige,
es para apartarte del Cielo.

Si tu Amor a Dios es grande,
tú a la Tierra no mimas
y le das desprecio.

Porque en la Gloria se queda
la medida de tu tiempo.

Y cuando el tiempo se cumpla,
la Tierra te dará desprecio.

Y lo que luego te amarra,
no te defenderá luego.

Coge el látigo para la Tierra
y haz lo que hace el cochero:

“Ir aprisa, o pararse
donde lo pare su dueño”.

¡Es lástima que la Tierra
haga del hombre un muñeco!

¡Y siempre sea manejado
para apartarlo del Cielo!


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Capítulo 8

viernes, 29 de agosto de 2014

Vivo para Dios

En Sueño Profético decían:

Esta es la Gloria, el Reino de Dios. Aquí está la Justicia de Dios. Aquí está el Juez que juzga a vivos y muertos. A los vivos que a Dios aman y cumplen sus Mandamientos, ya los tiene Dios juzgados, ya se pueden contar con éstos. Los vivos que no cumplen la Palabra de Dios, ya están muertos para Dios, aunque el hombre los vea vivos.

Todo el que ahí no vive Vida de Dios, no puede estar Vivo para Dios. El pecado es lo que Dios dijo que no se hiciera, y bajó de los Cielos a la Tierra para enseñar a vivir sin hacer pecado.

Dios que permite Lo crucifiquen, para enseñar al hombre cómo tiene que buscar el Camino de la Salvación. Ésta es la Gloria, donde no puede entrar el pecado. Aquí está el espíritu del hombre sin Libertad, con Puerta abierta y en adoración al que la Libertad quita y la Libertad da. Todo el que Aquí entra es porque quiere entrar, y ya él mismo abre la Puerta para más Vivos entrar. Esta es la Gloria de Dios, que sin carne ahora estás.

Desperté, oí:

Quien entra y sale de la Gloria,
¡cómo podría callar?

Si Dios hace esta Enseñanza
para bien de los demás.

Si Dios no sería Dios,
y Gloria no habría ya,
cuando Dios Aquí, a esta Gloria,
no trajera para enseñar.

¿Quién podría vivir esto,
sin vivirlo ni explicar?

¿Quién estaría seguro,
cuando fueran  a preguntar?

Es más fácil decir sí,
cuando se ve la Verdad.

Es más Gloria para Dios,
que lo quieras aceptar.

Estudia lo que hay Escrito,
y oyes Aquí cantar,
dando Glorias al Padre y al Hijo,
que todo es un Mismo Dios.

Unos adoran al Padre,
y otros, al Hijo de Dios.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Capitulo 1

jueves, 28 de agosto de 2014

Premios Celestiales

En Sueño Profético decían:

La orientación del que Dios como Portavoz utiliza, nunca puede ser de fracaso. Aunque el hombre no viera la realidad a su favor y creyera que era en su contra, el que Dios le da su Palabra, siempre estará en lo cierto. Esto no es persona premiada por Dios, esto es espíritu que Dios coge para su servicio.

Dijo uno:

Dios ha dado, da y dará Premios constantes con Visiones y con Apariciones. Éstos son Premios Celestiales que Dios da al que quiere, pero esta persona no puede salirse de lo que ha visto o ha oído, sin ser capaz de presentar una Enseñanza como el que Dios elige para enseñar con materia, pues en espíritu sólo, no comprendería la materia, y tratarían de anormal al que quisiera enseñar de sus Visiones; las dice, pero siempre son las mismas palabras.

Esto es Enseñanza para centros oficiales, Enseñanza con justificantes de esta Gloria, Escritos y temas para que el grande hombre en literatura de esa Tierra confirme que es Dios el Compositor y el que manda a esa materia que obedezca en lanzar la Sabiduría Divina, aceptando el hombre, que sea antes que la sabiduría material, por ser la que nunca se acaba. Esto le cuesta trabajo aceptar al hombre. El hombre quiere poner el zapato, y encima el calcetín; cabeza andando, pies con sombrero. Éstos Escritos, ellos solos hablan. Estos Escritos, nada más que en su abundancia, ves no es intuición del hombre.

Desperté, oí:

Yo creo que el hombre quiere
que entierren todo lo de Dios.

Yo creo que a más talento,
más desprecian lo de Dios.

¡Hace falta ser ya necios,
aún diciendo que no!

Esto es la gota de agua
desafiando a los mares.

Aún mayor diferencia,
por ser el Dueño de los mares
el que pide la Obediencia.

¡Hace falta amar poco!
¡Hace falta amar nada!
¡Hace falta no querer
que sea Dios el que Aquí habla!

El que lea estos Escritos
tiene que pensar despacio
del que antes los leyó
y sin querer aceptarlos,
que hay que repetir el nombre:
fue fracaso y más fracaso.

Todo el “no querer” del hombre
es falta de a Dios amarlo.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo III - Pag. 46-47-48

miércoles, 27 de agosto de 2014

Buscando para quitar de pecar

En sueño Profético decían:

El bueno sufre
porque existe el malo.

El bueno que es bueno,
busca al malo,
por si puede hacerlo bueno,
pero si éste no quiere,
es mejor pronto dejarlo
y rogar a Dios del Cielo
para que él deje lo malo.

Tan sólo el Elegido
puede salir sin contagio.

El malo, malo,
tiene defensa de malo.

Dijo uno:

Grandes fuerzas da Dios
al que Aquí traen.
Éste ya puede pisar
el cieno y el fango,
que lo verás sin mancharse,
y lo verás caminar,
siempre saliendo con aire,
que Dios guiándolo va.
Éste aplasta al pecado
que a él quisiera atacar.

Al malo hay que buscarlo,
sabiéndote tú guardar.

Hay buenos que van buscando
para quitar de pecar.

Dijo Agustín:

El que pecado hizo
y pecado no quiere,
éste busca
al que sabe que no peca.

A mí me buscaron más
los que habían pecado,
que los que iban a pecar.

¡Te da tanta alegría
que a él Lo llamen
y a ti te mande a buscar,
a ésos que hicieron pecado
y a ti confesión te dan!

Yo me quedaba pensando
en tantos premios que a mí
Dios me mandaba del Cielo.

¡Hacerme a mí confesión,
con el mal que yo había hecho...!
¡Y quitarlos de pecar
tan sólo con mis consejos...!

Éste era el premio mayor
que yo recibía del Cielo,
que le superó al Perdón.

Desperté, oí:

¡Es grande que el pecador
reciba el Perdón del Cielo!

Pero es alegría mayor,
que tú sirvas de consuelo
y hagas busquen a Dios.

Esto fue premio del Cielo,
que no lo merecí yo.

En este premio ya entra
la fuerza y el gran valor.

La fuerza es para ver
el pecado engalonado,
y repetir varios “noes”.

Y el valor es saber
que en varios momentos oirías
palabras sin compasión:

¿Tú eres el pecador
que quieres que diga el hombre:
¡es bueno, aunque pecó!?

En otros se oía a medias:
¿Es ése Agustín,
el que dice que no peca,
y que Dios lo lleva al Cielo,
y Palabras le encomienda?

¡Buenos estudios maneja
para explicar lo que lee!

En un Arrobo del Cielo,
se borraba el padecer.

Muchos me fueron buscando,
y a más, muchos más, busqué.

Y auque sigo a su Servicio,
nunca jamás pagaré
lo que a mí este Dios me hizo.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 31-32-33

martes, 26 de agosto de 2014

El odio se lo están poniendo al Cielo

En Sueño Profético hablaban de amar a Dios y de enseñar a amarlo; de buscar más Amor o de decir: “yo ya estoy enseñado”. Ponían ejemplos que silencio era aceptarlos. Decían:

Hay quien ama, pero no puede enseñar a que otro ame. Y hay quien enseña sin Amor y sale enseñanza pobre, y ya pierde su valor.

La palabra “yo amo a Dios”, no justifica el no acudir donde Él manda espíritus de su Gloria para dar Enseñanza a un espíritu que vive con materia y te explica Palabras y Visión que le hicieron.

Este espíritu tiene que tener una claridad y visión, que no tiene el que con cuerpo no puede decir: “Dios me lleva a su Gloria”. Sitio que los cuerpos no entran, y el espíritu entra con el Mando que Dios da.

Si este “Decir” que lleva el espíritu arrobado lo pensara el hombre al ponerse enfrente de este traje del espíritu...–cuerpo que acaba inservible hasta para estiércol, porque la maldad de la materia contaminaría a otros cuerpos–.

Esto es materia y espíritu. Piensa, y valorarás el saber del espíritu. Cuerpo que entierras, inservible para nada. Y espíritu que te lleva Enseñanza que te sirve para la Eternidad, como esto que Aquí hablan en espíritu nada más.

Si el hombre valorara Esto, tu presencia sería solicitada, dejando en nivel muy bajo toda clase de carreras. Al hombre esto le subleva y odia al Elegido.

Desperté, oí:

El odio que aquí le pongan,
se lo están poniendo al Cielo.

Ella es asta de bandera
que, el color, otro ha puesto.

¡Qué cierto que el hombre dice:
“Dios tiene muchos caminos”!

Pero no piensa:
“uno tiene que ser el más recto”.

Que tiene que ser el que diga:
“yo, día a día,
te presento un arrobo,
que en la noche Dios dejó
a mi cuerpo muerto”.

“Lee y piensa estas Frases,
que con fecha de hoy,
yo al Mando de Dios obedezco,
y tendría castigo aquí el silencio”.

Este Camino de Dios no es camino,
es que Dios viene a tu encuentro.

Ya, buscar otros caminos
es despreciar el más recto.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 10-11-12

lunes, 25 de agosto de 2014

Hablaba el tiempo

En Sueño Profético
hablaba el tiempo
al joven y al viejo:

El tiempo no se cansaba
de repetir a lo viejo,
que enseñara a vivir
poniendo a Dios lo primero.

También le decía al joven
que no olvidara del viejo
lo que siempre estaba igual,
porque arreglo no da el Cielo.

El tiempo se sentía joven,
y otras veces era viejo,
según quien tenía delante
para servirle consejo.

Ya le dijo al más joven:
vuelve cabeza hacia atrás
y mírate en el espejo
del viejo que necesita
coger apoyo en sus manos
para abandonar la silla,
y su cabeza está bien,
pero palabras no riman,
porque de palabra en palabra,
temblor le da y suspira
y acaba con lagrimones
y olvida por dónde iba.

Ésos son ya los noventa,
que se pasaron aprisa,
y aunque todo lo ves viejo,
hace poco vivía su juventud,
y cogía los consejos
cuando era como tú,
de otro así de viejo.
Por eso lo ves Aquí
en el camino del Cielo.

Yo soy el tiempo,
que hablo sin ser joven,
sin ser viejo.
Digo las Leyes de Dios,
y nunca me pongo viejo,
porque todo lo de Dios
siempre tiene el mismo tiempo.
Es el aire o es el sol
el que lo pone más feo.
Pero el Tesoro de Dios,
que va dentro de lo feo,
cuando llega a esta Casa,
ya empieza vida sin viejo.

Desperté, oí:

¡Qué empaque y autoridad tiene
el personaje del tiempo!

¡Cómo le habla al joven,
dando la lección en el viejo!

¡Cómo te dice que Dios
deja en la Tierra lo viejo!

Este Mensaje te hace
que olvides la juventud
y que piense el ser bueno.

Que mires siempre al que fue joven,
aunque hoy lo veas viejo.

Que si es hombre de Dios,
tiene que dar los consejos
para que llegue la muerte
y entierren ahí lo viejo.

El joven que no es de Dios,
es viejo ya para el Cielo.

Lo viejo no entra en la Gloria,
tan sólo entra el espíritu,
que le pasa lo que al tiempo.

El tiempo no cuenta años
porque el tiempo es lo Eterno.


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Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - Pag. 28-29-30-31

domingo, 24 de agosto de 2014

Donde conozcan el Sol, el aire y los mares

En Sueño Profético decían:

Ya tienen que cundir esta Verdad los que querían que esto llegara y los que no querían que Verdad fuera. Ya lo tienen que aceptar los que no querían que fuera, para seguir hablando de Dios cada uno a su manera; para decir que Dios hubo, pero que si hoy viviera, ¿cómo se morirían los hombres de hambre y de miseria?; para enseñarle al niño el mural de las iglesias, la arquitectura de antes, los arcos con esas piedras que se ponen a explicar, y horas delante se llevan con aquel vacío explicar, y a Dios jamás se lo nombran.

Dijo uno que Dios le da a su espíritu el habla, que la Palabra es de Dios:

Se hablará de este Elegido donde conozcan el Sol, el aire y los mares; y le hará pensar al hombre, que de su espíritu es él el responsable; que Dios es Eterno, y que el bien que le haga al espíritu es unión con Dios, y el mal, separación de Gloria.

Estas Enseñanzas con estas aclaraciones, hoy son únicas. Esto es diálogo de Dios, del Cielo al hombre en la Tierra, para que el que ame, ame más; para que el que peque, teniendo este diálogo, no pecará; y para que el que está pecando, si lee este “diciendo” de Dios, se quite del pecado. Por eso la Enseñanza de esto es mundial. Esto es resurrección de la Palabra de Dios en el hombre que vivía olvidado de la Existencia de Dios.

Desperté, oí:

El hombre no busca a Dios,
y Dios no deja al hombre.

El hombre ofende a Dios,
y Dios le da el Perdón, si quiere.

Esta Enseñanza es fácil
el aprenderla los hombres.

Porque Dios le habla al niño,
que es el que mejor comprende.

Que puede que sean niños
aunque se vean de hombres.

Amando a Dios no hay maldad,
y ya seguro que todo entiendes.

Esta Enseñanza hacía falta
que llegara a todo hombre
que vive de la enseñanza.

Para que enseñe de Dios,
antes que de lo que no hace falta.

De Dios se tendría que hablar,
de su Gloria y su Enseñanza,
hasta que Dios no dejara
ese mundo en Cielo y agua.

El Cielo, para el espíritu.
Y el agua, para cubrir
a los cuerpos que de Dios
no querían la Enseñanza.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Capítulo 1

sábado, 23 de agosto de 2014

El espíritu del mal

En Sueño Profético decían:

Hace falta enseñar y querer aprender a conocer lo que viene de Dios y lo que de Él no viene.

Hace falta preparar al espíritu para que conozca el perseguir del “espíritu del mal”, que éste siempre irá persiguiendo al que sigue la Palabra de Dios.

Estos espíritus diabólicos vienen de Satanás, que fue el primero en ir en contra del Creador del espíritu sin cuerpo. Y luego, después, del Creador del cuerpo como traje del espíritu. Dios Único, en tres veces Dios: Dios Padre en Espíritu, Dios Hijo con Cuerpo y Dios Espíritu, que es Poder y Sabiduría.

Esto es el mismo Dios: Poder y Sabiduría, invisible para el hombre; mares que puso y camino que en el mismo mar abre.

Esto es Dios Espíritu: Diluvio que ve el hombre, que solo el agua cae, que no hace falta Imagen.

Esto es Dios Espíritu: Huracán que barre pueblos y también grandes ciudades. Y porque su Mando a su Poder le da la orden de que pase, si no, el mundo, él mismo se enterraba envuelto en huracanes. Que no sería uno sólo, para que de unos a otros lo contaran, sería hasta acabar el mundo, diciendo: “Yo he visto a Dios Espíritu”.

Desperté, oí:

¡Cuántos hombres pierden la Gloria
por no querer aprender a conocer
lo que de Dios no viene!

Estos espíritus malignos
van siempre persiguiendo al hombre.

Y a cada uno le dan
aquello que menos note
que viene de Satanás.

Son espíritus con materia,
hipócritas, falsos, fariseos
y víboras, como les llamó el Maestro.

Que luego ellos mismos se descubren
con su mal comportamiento.

Que el Poder de Dios les exige,
como le pasó a Judas,
que se quedó al descubierto.

No podía quedar
como Discípulo del Maestro.

Por siglos sin fin
está por traidor a Dios,
único en la Tierra y en el Cielo.

Con este Mensaje sólo,
habría para prender
de la Gloria y del Infierno.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 45-46-47

viernes, 22 de agosto de 2014

Primera aparición

En Sueño Profético decían:

“Tú habla como tú eres, que tú hablas muy bien, y Yo sé cómo tú eres”.

Estas Palabras fueron dichas a ella en la primera aparición que Dios Hijo se comunicó cuando hace el Arrobo. Dios Padre manda al Hijo con el símbolo del Palomo, y le aclara las dudas que el hombre pudiera ponerle. Desde este día, Dios va enseñando y aclarando todo lo que luego ella contaría con fuerza de vendaval. Desde este día, Dios la presenta con las Palabras del mismo Dios. Dios y sus Palabras salen al mundo material, donde el pecado quiere hacerse dueño de lo que puede ser eterno para Dios. Desde este día, ya amaneció el Lugar que Dios elige, con cimientos Divinos, con cimientos de Palabras de esta Gloria. Dios manda a sus espíritus que comuniquen su Palabra. Dios manda su ejército, enseñando, guardando y apartando. Dios la ha preparado en los 20 años, como a un espíritu que siempre en la Gloria viviera, viendo a diario esta Gloria y llevando el Mensaje al hombre. Puede dar explicación del espíritu sin carne; da tantas explicaciones, que ves no es ella. Esta Enseñanza, por su firmeza, reposo y constancia, se ve es de Aquí dicha. Nunca le preguntarán y quedarán sin oír respuesta, respuesta dada de Aquí. Sus Comunicaciones te apartan la vista de ella, y ves a este Dios. Su resonancia aleja al hombre de esta Sabiduría. Y luzbel aparta al hombre del trato que pudiera tener con ella.

Desperté, oí:

Dios enseña
al que su Enseñanza quiere.

El que aprende de Dios,
sus Palabras no las mueve,
porque éstas, suyas no son.

Dios, cuando hace el arrobo,
siempre le recuerda igual:

“Di que Me ves hecho Hombre,
por hacer Yo la Visión”.

“Que todo lo de mi Gloria
es mi mismo Mando y Voz”
.

Esto lo dice esta Gloria,
que es Única,
por ser Único
este Inmenso Dios.

Nunca ha de saber el hombre
los trazos que da este Dios.

Es la mayor alabanza
decir: “¡Bendito sea Dios!,
que me trace mis caminos
y contenta corra yo”.

Éstos son los que Dios manda,
por aceptar lo de Dios.


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - Pag. 3-4

jueves, 21 de agosto de 2014

Alegría de espíritu o de materia

En Sueño Profético hablaban de la alegría del espíritu y de la alegría de la materia. Decían:

La palabra es la misma,
pero hay gran diferencia
en la alegría de adentro,
cuando te sale hacia fuera.

En cambio, notas corriendo
la alegría de la materia,
por ser alegría exigente,
alegría que te lleva,
como el caballo al jinete,
“pa” poder ganar la apuesta.

Ésta es lobo en el monte,
que para saciar su gusto,
no importa matar collera.

La alegría del espíritu,
tiene grande diferencia:

Hablando sólo de Dios,
haciendo lo que a Él contenta,
ya no te falta alegría,
y vas cayendo en la cuenta,
que alegría y caridad
es lo que menos te cuesta.

Y si vas profundizando,
esta alegría la llevas
a aquel que vive angustiado
por las cosas que no llegan,
que a veces se desbaratan
para librarte condena.

Desperté, oí:

¡Qué alegría es la alegría
del espíritu a materia!

¡Qué alegría manda Dios,
que después nada te llena!

El que vive sólo ahí
alegría de materia,
encuentra dificultad
en las cosas de la Tierra.

Ya le pueden dar lingotes,
ya brillantes por docenas,
que siempre tendrá un vacío
de la alegría por fuera.

A la alegría que es por dentro,
le oyes las alabanzas:
¡Dios mío, yo, cuánto tengo! 

Tengo el mayor caudal:
¡Vivo siempre tu recuerdo!     

Al que tenga esta alegría,
triste no verán jamás.

Porque Dios ya te alimenta
de Alegría Celestial.

La alegría de la Tierra,
es sepultura al final.

Haz que tu alegría sea
teniendo continuidad,
que alegría de materia,
es nube de temporal.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Capítulo 6

miércoles, 20 de agosto de 2014

Lo invisible

En Sueño Profético hablaban de lo Divino, de lo Sobrenatural, de lo Invisible, que todo es Espíritu.

Dijo uno:

Las cosas del espíritu, si amas a Dios, las ves y las comprendes sin verlas y sin oírlas; el Amor se encarga de transmitirlas a tu espíritu.

Si falta Amor, la falta de Amor hará en tu espíritu un mundo de contradicciones en contra de Dios.

Las cosas del espíritu son invisibles por estar después de la Libertad que Dios deja.

Visión es haber despreciado la Libertad. Visión es espíritu sin materia actuando, aunque esté presente la materia.

El arrobo es sin materia. Arrobo es dejar a la materia en desprecio hasta la llegada del espíritu. Arrobo es la máxima Enseñanza de este Mundo espiritual.

Espíritu y materia no pueden transmitir como espíritu sólo. Ya terminado el arrobo, el espíritu ordena a la materia que cumpla el Mando de Dios. La Divinidad de Dios no puede ser dada quitando la Libertad que Dios es lo primero que le da al hombre. Libertad vivida: separación de Dios.

El espíritu es el que tiene viva a la carne. El espíritu es una Palabra de Dios, un “Sí” de Dios.

La muerte de la carne es una Llamada de Dios al espíritu. Unas veces es una Llamada rápida; otras, con tiempo a despido; otras, Dios ordena que se cumpla lo que tú has querido.

¡Es tan grande este Señor, que no se sabe principio y nunca tendrá final!

Desperté, oí:

¡Qué lástima que se crea el hombre
que él ya todo lo sabe!

¡Qué lástima que el vivir
no viviera con desprecio
a lo que va en contra de Aquí!

¡Que lástima no pensar:
si un día me llama
el que me deja vivir
y me manda al camino
que yo he querido elegir…!

Las cosas de Aquí del Cielo,
son para aquel que las busca
apartando impedimentos.

Entonces, Dios que es Amor,
su Perdón ya viene luego.

Y te da su Intimidad,
Enseñanza de este Cielo.

Este Mundo sin pecado,
Libertad te da primero.

Luego, cuando Él te llama,
Libertad queda en el suelo.

Desmiente más el arrobo
el que vive Libertad,
porque Amor no tiene al Cielo.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Capítulo 2

martes, 19 de agosto de 2014

Con traje de un gran guerrero

En Sueño Profético decían:

Es alegría pensar: “Sabiendo lo que es pecado, yo no peco”. Es alegría en la Tierra y buena hucha en el Cielo.

Dijo Agustín:

Los pecados se revisten a veces con traje de un gran guerrero, te amenazan y te tratan de cobarde.

Yo traté a pecadores que no dejaban de pecar porque decían que se encontraban más fuertes haciendo el pecado, y más contentos. Que estaban tristes, y cuando estaban en todo el fango metidos, ya vivían sin pensar en la realidad de la vida, que era morirse, enterrarlos, y ya todo terminó. Que así vivían y se sentían fuertes, contentos y poderosos.

Un día, cuando éstos terminaron este relato, después de que los escuché como a otros que también hicieron pecados, les dije: “Ya que yo he oído vuestras palabras, quiero que un momento quedéis atentos a lo que os voy a pedir, y es, que cuando notéis la cobardía de querer pecar, miréis al Cielo y, sin voz, decid: “Dios mío, quítame este pensar y acción de pecado; que yo no ayude a ponerte a Ti Calvario”. Esto les hizo frenarlos, y ya empecé a contar algo de mi vida pasada. Terminé pronto de ésta, y empecé contando la que vivía cuando dejé de pecar, cuando le quite el Calvario al que yo nada Le daba ni para nada me quería. Tan sólo al decir mi nombre, la Gloria la ensuciaría. Les conté un arrobo de un día que yo me creía que me había quedado muerto porque a mi cuerpo lo veía rígido y sin movimiento; quería pedir Perdón por lo malo que había hecho, y no podía decir las palabras en este Cielo; tan sólo me veía Allí, sin llanto y contento de ver a la Gloria esperar al hombre sin merecerlo.

Desperté, oí:

No volvieron a pecar los hombres
que en el pecado vivían.

Cuando oyeron a Agustín
hablarles de sus dos vidas.

Una, cuando hacía pecados
como ellos los hacían.

Y la que estaba viviendo,
creyendo no merecía.

Es el hombre el que pone
a Dios sufrir noche y día.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Capitulo 1

lunes, 18 de agosto de 2014

Caridad hecha por Dios te da Paz y te da renta

En Sueño Profético decían:

Haz la Caridad por Dios y no la hagas por el hombre.

Levanta al que esté caído, pero nunca le reproches. Porque puede que algún día tú caído te encuentres.

Piensa quién está mejor: el que se sienta a la mesa y le sirven la comida, o el que va poniendo la mano, pasan y no lo miran. Pero aún es peor cuando lo ofendes y miras.

Si aquí no sientes Caridad, no mires nunca hacia Arriba.

Dijo uno:

El hombre le pone la Caridad al que el jornal necesita. También éste Caridad necesita, pero pon más cantidad en el que la Caridad sea al espíritu, no a la comida.

Si la Caridad se hiciera siempre con la Enseñanza de Dios, la Caridad contestaba con Mando que daba Dios.

La Caridad hecha por Dios te da Paz y te da renta. Si no está hecha por Dios, que Caridad también te tengan.

Desperté, oí:

Es la Caridad lo primero
que tienes que presentar
para decir: “Señor, mándame,
que yo quiero tu mandar”.

Porque te caerán mandos
que tú no quieras llevar
porque la Caridad no sientas.

¡Qué cierto
que el que se sienta a la mesa
y le sirven la comida
está mejor
que el que pone la mano,
pasan y no lo miran!

¡Que puede que tenga mesa
y esperando comida! 

Para tener Caridad
en esto que aquí dictan,
tienes que decir:

“Señor, yo acepto lo que Tú digas,
porque Tú eres el Dios
de la Verdad y la Vida”.


***

Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 52-53-54

domingo, 17 de agosto de 2014

Amor suave

En Sueño Profético decían:

Hasta que no creas, no amas.
Y hasta que no ames, no obedeces.
Que cuando ames,
tu seguir ya es Obediencia
y no vives otro mando
que el Amor que Aquí te lleva.
Te lleva sin que tú pienses:
“tengo que cumplir Obediencia”.
Te lleva con un llevar,
como ángel que alas lleva,
que no llevan las alas al ángel,
que es el ángel el que las lleva.

Pues con este Amor suave,
que Dios manda para el que quiera,
sigues las Reglas de Dios
sin que le llames Obediencia,
más bien sería Amor
el nombre que se le diera.

Dijo uno:

Yo, cuando viví con materia, sabía el que más amaba a Dios por su seguir en la Palabra de Dios sin cansancio y sin protesta. Vivíamos unos cuantos trabajadores en un caserío algo alejado del pueblo. Un poco antes de llegar, había una ermita, que la misa no faltaba los días que no había faena porque fiesta le decían. O sea: días señalados, domingos o tradiciones de tiempos antes pasados. Pues el que a Dios amaba, bien que se conocía el camino de la vereda hasta llegar a la ermita. A veces no iban mujeres, iban los hombres con sus hijos y la mujer quedaba con el chico o con algún enfermo que ese día hubiera en el caserío, pero el hombre no faltaba para ejemplo de sus hijos. La madre tenía disculpa a la vista de los chicos. El padre no la tenía, y retiraba a los hijos de las costumbres de amar lo que siempre era y será lo mismo: Amor a este Dios del Cielo. Y ya andas el camino de la vereda, contento, aunque no lleves al chico, que la madre está rezando y está con ellos lo mismo, porque Dios es ya Presencia de la verdad que tú has dicho.

Desperté, oí:

El que iba por la vereda
contento y con sus hijos,
no lo llevaba Obediencia.

Era Amor bien sentido
de querer que lo siguieran,
lo que sólo es un camino.

Si el padre queda en la casa,
le da mal ejemplo a los hijos.

A la madre la miraban,
cuando volvían con más cariño.

Había estado rezando,
cantando la nana al niño.

Y dando vuelta al enfermo,
y ya verían los niños,
cuando tuvieran razón,
los padres que habían tenido.

El Amor hacía Obediencia,
y la vereda iba llena,
sin llamarle penitencia.


***

Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - Pag. 61-62-63

sábado, 16 de agosto de 2014

Muerte y Caridad

En Sueño Profético hablaban de la muerte y de la Caridad. Decían:

Habla el hombre de la muerte como un chiste de la Tierra, y no sabe que es un Mando que sale de Vida Eterna. Si la muerte no llegara, el hombre le superaba a las fieras. Porque sabiendo que muere sin tener quien le defienda la vida, de la Caridad se aleja. Se aleja a tal extremo, que sus palabras condenan aquello que está bien hecho; aquello que si en la mano lo pones y lees los Mandamientos, por fuerza te hace pensar: “yo no lo estoy cumpliendo, y ya peco al no adorar al que cumpla el Evangelio”.

Dijo uno:

Es un deber de cristiano, copiar siempre de lo bien hecho. Ya lo dijo, y quedó escrito, Dios Hombre. Lo dijo y lo está diciendo, como ahora lo repiten, aquí en su Gloria, los espíritus sin cuerpo:

“Amaos como Yo os he amado y sigo amando en mi Reino. Cuando vayáis al Padre, Allí Me veréis con Cuerpo, porque Yo, por Mando de mi Padre en Mí, Me llevo el Cuerpo. Usad Caridad para que Caridad recibáis cuando os llegue el Juicio final. Sin Caridad no entenderéis mis Palabras, y al no entenderlas, faltáis al Prójimo, que mi Padre allí Me manda”.

Desperté, oí:

Por falta de Caridad
se agranda el mal
y el sufrimiento.

La Caridad la practicas pensando:
“aquello, a mí, hoy
me está ocurriendo.
Y a mí actuar,
a mi me están haciendo”.

Eran las primeras letras
que nos enseñaba el Maestro:

“Con Caridad levantas al caído.
Sin Caridad lo dejas en el suelo”.

“Si alguno de vosotros
no necesita Caridad,
pensad que Yo,
Caridad ya os tengo
por ese pensar”.

“La Caridad son las notas
para el Cielo ganar”.

“Con Caridad,
vas cortando”.

“Sin Caridad,
agrandas más”.


Éstas son las Enseñanzas
que nunca se cambiarán.


Un Discípulo del Maestro


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 117-118-119

viernes, 15 de agosto de 2014

Este Arrobo ha llenado de Libros el Universo

En Sueño Profético hablaban de estos Libros. Hablaban normal, como cuando se tienen en las manos y hablas de ellos. Señalaban puntos de temas, y decían:

Esto es escándalo, y por fuerza ponen silencio al querer desvalorizarlo.

Estos Libros se verán en todas las mesas donde enseñen de la vida sin cuerpo, de la Eternidad.

Estos Libros los conocerán los niños, y los besarán los ancianos como premio a la Enseñanza que les dieron.

La segunda edad preguntará a académicos. Esto, el que no ame o el Amor de Dios lo hay ensuciado. El que ame o quiera amar, ve lluvia del Cielo en Palabras, abundancia de cosecha porque grande fue la siembra, y mejor recolección hace Dios que haya.

Estos Libros, sus temas son Sagrados, dictados en Gloria cuando ya el espíritu vuelve al traje de la carne.

Dijo uno:

Tiene el hombre que retroceder, buscando lo que tanto ha dejado Dios que desprecie, con la gran diferencia, que habiendo sido los primeros, quedarán los últimos, y los últimos cogerán el sitio de los primeros.

Aquí verán cosas opuestas, sin llegar a veces a comprenderlas. Pero Dios enseña con Amor y por Amor, no como el hombre, que median intereses y cumplidos, a veces con grandes cambios de ganancias o pérdidas, pero los intereses los va llevando a un fondo de miserias.

En estos Libros, por su inmensa abundancia de aclaraciones de los porqués de Dios, que Dios contesta al hombre, ya sobra lo humano, si enseñan estos Dictados Divinos que tanta falta le hacen al hombre.

Desperté, oí:

No es el Instrumento
el que mueve al mundo
con estos Escritos.

Es el que manda dictarlos,
que es Dios Padre y Dios Hijo.

Es el Dueño de la Tierra,
donde el hombre se cree dueño.

Es el que manda Palabras,
que su nombre es Evangelio.

Es el que tiene la vida trazada
con breve o largo tiempo.

El Dueño de todo esto
es el que quiere que vaya
por el mundo este “Diciendo”.

Y el Instrumento será
“Faro de Luz” de este mundo Eterno,
pero sin cuerpo.

¡Cuánto tienen que llorar los primeros,
que le dejaron el sitio
a los que después vinieron!

Este Arrobo ha llenado
de Libros el Universo.


***

Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - Pág. capitulo 1

jueves, 14 de agosto de 2014

El Mensaje de Dios

En Sueño Profético decían:

El Mensaje de Dios retira del Comunicante al que no ama a Dios. El Mensaje de Dios no lo busca el vanidoso. El Mensaje de Dios huye de él, el que está pecando y no quiere soltar el pecado.

Dijo uno:

Ya se ha dicho el que lo desprecia. Ahora comparemos el que a Dios ama; el que pecó y le entristece el pensar en lo que hizo; el que vive en el pecado y si le hablan del Mensaje, ya no vuelve; el que sus ansias de amar no le cansa el buscar donde a Dios Lo oyen; el que creyó en los Santos; el que reconoce los dones del que Dios elige; el que se mira al espejo y se ve los defectos; el que en silencio dice: “¡Dios mío!, yo no hago lo que aquél ha hecho, yo no desprecié el bienestar por irme al sufrimiento”.

Ya lo abraza el que pecado hizo y no le dieron consuelo, el que se cree despreciado y condenado sin remedio; éste busca el Mensaje como agua en el desierto; éste se puede hacer Santo aunque pecador lo vieron; éste abraza el Mensaje a veces dándole celos al que quiere a Dios mucho, pero un Amor en silencio, en silencio tan silencio que no sirve para acarrear al Cielo, tan silencio que él espera cuál será el Dios Verdadero.

Desperté, oí:

Si esto te habla de Dios,
¿por qué no oyes, cristiano?

Si esto te enseña a que ames,
¡no puede ser nada malo!

Lo que tienes es que decir:
Señor, yo, eso que hacen, no hago.

Quítame mi vanidad
y que oiga tus Palabras
donde Tú las quieras dar.

¡Si los Elegidos son
hombres como los demás!

¡Si Tú eres Padre Eterno,
queriendo a todos amar!

Señor, dame tu Perdón
por todo lo que hice mal.

Y te prometo seguir
tu Camino nada más.

Si practicas esta Oración,
aún te puede salvar.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 242-243-244

miércoles, 13 de agosto de 2014

El hombre piensa al revés

En Sueño Profético decían:

Esta es la Gloria. Para venir Aquí, tienes que dejar el cuerpo ahí.

Para venir Aquí –cuando aún el hombre no ha enterrado la carne–, tiene que ser espíritu que Dios tiene Viviendo Aquí y que ahí deja para Enseñanza. Distinto de los demás que ahí viven, que si no aprenden a amar, Aquí mueren.

Esta Gloria, el que ya Vive, no pisa materia, va el espíritu pero sin materia.

El que Dios elige, viene Aquí sin materia, y luego vive vida normal de materia porque Dios hace que espere la materia sin protesta y sin movimientos normales. Esto es lo que el hombre desmiente sin causa justificada, haciendo un recinto de “noes” de un constante desafío a Dios.

Esta Gloria, cuando no es sólo para el espíritu arrobado, arroba y da explicación para que el hombre compare en la Visión que le hace y en el sentir que nota, cuando separa espíritu de materia, o cuando retorna el espíritu a su Sitio; Sitio que si el hombre lo estudiara, vería era Dios; carne viva que Dios deja muerta para cumplir su Misión; Misión que el hombre destruye y en cambio llama a este Dios; gallo que le canta al día sin saber por qué cantó. Tal vez ame a Dios el gallo que va despertando al hombre, para que empiece ya el día, abandonando la noche.

Desperté, oí:

Pues sí, que puede que el gallo
quiera hacer Servicio a Dios.

Es de tanta afirmación
decir: “Yo voy a la Gloria...”

Son palabras que al pensar,
pudieras volverte loca.

Esto no puede decir
aquel que vive la vida
que ya Dios manda de Aquí.

¿Has pensado, hombre de estudio,
lo que te podría venir?

Tan sólo con que quisieran
saber si Dios Vive Aquí,
te harían unas preguntas
sin repuestas para ti.

Pero al que Dios dice, “di”,
le explica de mil maneras,
para que tú digas, “sí”.

Debía el hombre pensar:
“Si el hombre se mueve algo,
es por dar Dios Caridad”.

El hombre piensa al revés,
creyendo que Dios se calla,
por Dios al hombre temer.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 37-38-39

martes, 12 de agosto de 2014

Eco Divino

En Sueño Profético se oían varias voces y parecía una sola. Alababan a Dios Hijo dentro de su misma Gloria. Eran voces humildes, pero llenas de Fuerza. Voces que te consolaban, y no ponían inquietud como pasa en la Tierra.

Eran unas voces de Paz, que de tener cuerpo, te unes a ellas:

¡Gloria a Dios en el Cielo, te damos Señor, por el sufrir que Te mandan los hombres en la Tierra!

¡Te alabamos Señor, y mándanos con tu Luz a la Tierra, para que el hombre tenga siempre presente tu Existencia!

¡Te alabamos Señor, y no te pedimos lo que no sabemos si el pedir te da sufrimiento!

¡Te alabamos Señor, y mándanos con tu Luz a la Tierra, que aunque muchos no Te aman, tu Nombre nombran y rompen el silencio, igual que aquella noche de tu Nacimiento!

¡Te alabamos Señor, los que ahí Te vieron nacer y los que en Ti creyeron!

Desperté, oí:

Sería tan difícil imitar estas Palabras,
con este Amor de Eco Divino,
como guardar un puñado de sol
y usarlo un día que amaneciera nublado.

¡Con qué Fuerza
–pero Amor iba delante–
alababan los espíritus en Gloria!

Querían un Nacimiento vibrante,
para que tuvieran en la Tierra,
los hombres, siempre su Imagen.

Daban alabanzas al Hijo,
y era Presencia del Padre.

Mandó la Luz a la Tierra
para enseñar a los hombres
cómo tenían que amarse.

Antes de su Nacimiento
manda con los Profetas Mensajes.

Si el hombre pensara esto,
¿cómo podría hoy extrañarse
de este Mando, que es el mismo,
porque otro Dios no hay?


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Libro 20 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Capítulo 3

lunes, 11 de agosto de 2014

Alcanza más la paciencia que la velocidad

En Sueño Profético decían:

Alcanza más la paciencia que la velocidad. Y la Fe te acerca a las Pisadas de Dios. Te acerca hasta el extremo, que ya no pisas detrás, porque Él te da la mano y juntas van las pisadas.

Dijo uno:

El descanso del cuerpo lo da la confianza en Dios. Hay quien siempre está cansado porque lo cansa la duda y el porvenir lo entristece. Esto es falta de Fe.

Dijo otro:

Hubo quien anduvo caminos largos, con sus subidas y bajadas, buscando a aquel Niño que era Dios, y su Fe lo llevaba como pluma en el viento.

Yo llevaba una cordera,
y si el animal se echaba,
mi mujer y otros que iban como yo,
me la cargaban en la espalda.

Pues yo llevaba aquel peso
para el que no lo llevaba,
porque yo iba sin peso.

Con mi Fe y mi zamarra,
me ayudaba hasta retirar el frío
que aquellos montes llevaban,
que más parecía aviso
o silencio sin palabras.

Todos se subían el cuello,
y el frío, con mucha calma,
blanco de nievecilla,
nuestras ropas las tapaba.

Pues ninguno se cansó,
pues ninguno protestaba,
por no sentir el cansancio
ni la nieve por su cara.

Todo era grande Fe,
porque a Dios ya Lo esperaban,
porque lo dijeron hombres
que Dios les dio sus Palabras.

Desperté, oí:

¡Qué hombre Santo nos habla,
enseñando a tener Fe!

Este espíritu vivió
y vio a Jesús nacer,
que a los diez años murió,
su carne, pero no él.

Cuando ya Jesús hablaba
a los hombres de saber
y los callaba en el Templo,
este hombre enfermó,
enfermedad sin remedio.

Dios se lo quiso traer
donde hoy cuenta el hecho.

Que antes de espíritu hablar,
Dios da Mando ya con Eco.

Es fácil para el que ame,
entender este Evangelio.

Y comparar lo de Dios
con hechos que ahí ocurrieron.

Si en Gloria, Dios no los dicta,
¿quién sabe cómo ocurrieron?

Y así, para que vea el hombre,
que el Vivo sigue viviendo.


***

Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - Pag. 127-128

domingo, 10 de agosto de 2014

Dios habla

En Sueño Profético decían:

Dios habla para la vida del cuerpo, y manda a la Vida del espíritu.

Dios no habla para los espíritus que ya están con Él.

Dios habla para que los que viven con cuerpo sepan que hay otro sitio, sin suelo, donde viven los espíritus que han tenido cuerpo.

Éste es el Mundo espiritual. Pero este Mundo no es como el material, que están juntos el bien y el mal, la injusticia y la caridad, la violencia y la Paz, el pecado y el recato, el pordiosero y el poderoso que a Dios no sigue y a Dios ofende.

Aquí viene el que ama a Dios. El que cree, si a Dios no ama, tiene otro sitio, donde no puede estar Dios.

Dios destruye el mal cuando tú Lo sigues y Lo llamas. Pero esto mientras vives vida de cuerpo. Una vez que el cuerpo desaparece, queda lo eterno, el espíritu. Este espíritu no puede ir al Infierno y luego ir a la Gloria, que es donde existe Dios en Espíritu y con Cuerpo.

Si los que ya están condenados –porque ellos quisieron. ¡Porque Dios no condena si el hombre no lo pide!– entraran en la Gloria, dejaría la Gloria de ser Gloria, porque Dios ya allí no estaría.

Desperté, oí:

No hace falta pensar mucho,
ni tampoco ser muy listo,
para ver que Dios habla
y se comunica al espíritu
para recordar que Dios no tiene cambio.

Que el bien y el mal
no pueden estar juntos
cuando materia
ahí dejaste enterrada.

Que la Gloria es Amor,
huir del mal y pedir Perdón.

Todo esto
tienes que quererlo tú,
sin obligarte Dios.

Por eso, Aquí, el silencio
está prohibido por Dios.

Si Esto es para Enseñanza,
tiene que ser publicar
y cundir como Dios manda.

Aunque el hombre no obedezca,
el Instrumento no calla.

Porque la Fuerza de Dios
ya subleva las Palabras.


***

Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. Capítulo 4

sábado, 9 de agosto de 2014

No digas nunca que es bueno, cuando no busque a Dios

En Sueño Profético vi mucha gente que entraba en sitios de importancia, o sea, de cargo, de responsabilidad, y hablaban de mí. Decían:

Ella debe exponer esta Grandeza que Dios le da a diario para el mundo, en Palabras, a espíritu; y en Dictado, a espíritu con carne, para que luego pueda enseñar a la materia. Estos temas son barrera al pecado, calificación de Hechos de Dios, y de hechos en contra de Dios. Esta Enseñanza ya debería estar enseñándose a menores y practicándola los mayores. El hombre debe enseñar lo que es bueno y lo que es malo para el espíritu. El hombre debe aprender y enseñar lo que es un hombre bueno para Dios y lo que es un hombre viviendo las leyes de Satanás. Un hombre bueno no puede ser vivir sin buscar a Dios, sin oír sus Palabras, que fueron las que Él dejó dichas en su Última Cena: “Tomad y comed, éste es mi Cuerpo”. Y después ofreció su Sangre y terminó diciendo: “Amaos como Yo os he amado, a justos y a pecadores que por Mí dejaron el pecado, porque creyeron en quién soy. El que más Me ame, más irá al Prójimo, porque allí sabe que estoy. El que más Me ame, nunca dirá “no es pecado”, al pecado, porque entonces enseñará a pecar. El que ve el pecado y vive mis Palabras, sufrirá donde no las cumplan, porque ya van en mi contra”. Todo esto dijo en la Cena. ¿Cómo el que no lo cumpla puede el hombre decir que es bueno?

Desperté, oí:

No digas nunca que es bueno,
cuando no busque a Dios.

No digas nunca que es bueno
el que vive sin cumplir
las Palabras de este Cielo.

Que son: recordar su Cena,
ir al Prójimo
y cumplir sus Mandamientos.

Amarnos como Él amó
a todo hombre en la Tierra.

Que luego Él apartó
al que su Amor no quería
y por Dios no Lo tenía.

No digas “esto no es malo”,
si Dios lo tiene apartado
de la lista de su Mando.

El que no hace lo de Dios,
no es bueno y está pecando.

Estas Enseñanzas son
para dejar el camino
que enseña el que no es de Dios.

El pecado, su reforma
es pedir a Dios Perdón.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Preámbulo

viernes, 8 de agosto de 2014

A los pertenecientes al Vaticano

En Sueño Profético decían:

Hay verdades que no puede saberse si son verdad. Y hay verdades que no quiere saberse sin son verdad, que es el Caso que aquí está pasando.

Tú cumple el Mando que Aquí te den. Tu misión es comunicar a la Iglesia. Y el deber de la Iglesia es oír tus Palabras y estudiar los Mensajes que tú presentas diciendo: “Lo dicen en Gloria a mi espíritu sin cuerpo”.

Dijo uno:

Que dejen la investigación de la santidad, que este Caso no es eso. Que en el querer parecer santo puede haber engaño, como lo hay. Pero esto es Lugar que Dios da sus Palabras y le exige que las presente diciendo: “Esto no es mío. Yo no sé ni dictar una frase de las que a mí me mandan que escriba”.

Esto es Dios que habló y Dios que habla. Si sabemos que vive, por la existencia de todo lo que tiene vida, por qué no decir ante un Caso así:

“¡Señor, gracias!, que me ha tocado a mí el cundir tus Palabras”.

“¡Gracias Señor!, que tus Palabras frenarán el pecado”.

“¡Gracias Señor!, que a todos los que en esta época nos ha tocado vivir, nos has premiado”.

Que lean esto despacio y verán que no es el camino de querer que hagan santo. Esto sería ofender a Dios, porque está fuera de su Mando.

Desperté, oí:

Mandan este Mensaje,
al que esté puesto en un lugar
donde pueda decir:
“Es antorcha o es oscuridad”.

Que conteste al Mensaje
que a ti te mandan mandar.

Que el Mensaje es unir,
no dividir.

¿Cómo no ve la Iglesia claro
que no hay quien sin beneficios,
por la Iglesia esté más de 25 años sufriendo
para no dejar a la Iglesia a un lado?

Que piense la Iglesia,
que la muerte llega
con Mando de Dios.

Y que el Juez Supremo
no permitirá oír:
“Yo no sabía Esto”.

Manda este Mensaje,
y espera contestación,
que para ti no irá ninguna frase.

Que las frases son para Dios.

Si el Evangelio lo cumples
por grande Amor a Dios,
y el sufrimiento lo aceptas
diciendo: “Más sufrió Dios”.

¿Qué quiere ver más la Iglesia?

Y hace 25 años, a diario,
el Mensaje lo presentas
en Divina Teología.

Que piensen
si Dios estará contento
el día que se presenten
y por Él sean juzgados.

Manda el Mensaje
a pertenecientes al Vaticano.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pag. 193-194-195

jueves, 7 de agosto de 2014

Visión con explicación

En Sueño Profético decían:

Cuando Dios coge al Lugar para que vaya hablando de su Gloria, hace la Visión con explicación, haciendo que el Elegido absorba Sabiduría que luego vaya dejando en respuestas de preguntas que le hagan. Estas Enseñanzas habrá quien sufra al leerlas, por ver sólo Palabras de esta Gloria. Aquí Dios te forma imagen de lo que Dios quiere que veas; Aquí oyes sonido como si hubiera materia. Hay veces que forma y colorido te hace que les veas más belleza. Por ejemplo, este campo: y se vio un olivar con sitios llanos y con cerros, pero con un colorido que ¿quién hubiera dicho que no fuera materia?

Ya lo que no hay quien explique es el sentir que Allí se sienta: ¡Es sentir en tantas formas…! ¡Es una Paz la que sientes…! Pero un Paz con guerra; la guerra cuando ya te despiertas y piensas en esta Grandeza, y no tienes para justificar, ni señales que dijeran: “Yo vivo con Dios en su Gloria cuando me arroba y me lleva. Yo cuento lo que Él me dice, que son Palabras y Sentencias”.

Esto ya lo habló Agustín y todo el que Dios presenta en este Mundo sin fin, que hay que entregar las cuentas.

Desperté, oí:

No hay palabras en la Tierra
para hablar de este Vivir
y que el hombre lo comprenda.

Debía de respetarse
y preguntar a sabiendas,
que Dios podría contestarte.

Ya verían contestación
de Dios Hijo, de Dios Padre.

El hombre hace sufrir,
desmintiéndolo y mofándose.

Sin pensar lo que está oyendo,
que no lo dice esa carne.

Dios cuando coge un Lugar
para que enseñe de Gloria,
le ha enseñado una Enseñanza
para que el hombre la oiga.

Que si no oye, desmiente.
Y si la oye, adora.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I -Pag. 85-86-87

miércoles, 6 de agosto de 2014

Si no existiera la Gloria, asegura que no habría Dios

En Sueño Profético decían:

Si no existiera la Gloria, asegura que no habría Dios.

Esto se lo oí yo a un santo, que se hizo santo ahí en la Tierra y que hoy está en Presencia del Padre, Gloria para el hombre. A esta Presencia de Dios Padre, el hombre le llama Gloria, porque Dios ya le dio el nombre al Lugar que el Mismo Dios hizo para sus arcángeles, ángeles, querubines, serafines, y todo el que vivió con materia que quiso Vivir Gloria: espíritus que ahí adoraron a Dios y Aquí siguen en esa adoración, y espíritus que pecaron y a Dios llamaron pidiéndole el Perdón.

Dios Único, que juzga y perdona dándoles sitio Aquí en su Gloria a Santos que ahí vivieron en Santidad, y a santos que ya lo son al vivir Gloria. Este Santo tenía más Amor a Dios en el Prójimo, que sólo a Dios; tenía la seguridad de que al hacer el bien en otro, respondía Dios. Esto, cuando tú estás seguro que allí está Él.

Desperté, oí:

El que está seguro de que Dios está en el necesitado, lo trata con respeto.

El que está seguro de que Dios lo está viendo, no se esfuerza en comportarse, actúa como es por dentro.

El que no ama ni cree, va, entrega la limosna, y siempre da más que cree.

Coraje le da, que tenga aquel que no tuvo nada; coraje le da que Dios se fije en cualquier hombre para que Aquí venga y vaya.

Al que Dios trae Aquí para que conozca esta Gloria –viviendo la vida ahí–, es para que enseñe a amar y pida misericordia.

Pues Dios siempre tiene ahí espíritus con materia sin perder contacto Aquí.  

Muchos hablan de la Gloria como imposible llegar.

Esta frase es de aquel que a Dios nunca quiso amar.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 39-40

martes, 5 de agosto de 2014

Por costumbre o por Amor

En Sueño Profético hablaban de hacer las cosas de Dios por costumbre o por Amor.

Dijo uno:

El Amor enseña más que las costumbres. Las costumbres siempre son iguales, medidas y mayoría de veces sin sentirlas, hechas maquinalmente; pésame que se da como el que va delante, como el que viene atrás; cumplido que si estás comiendo, ofreces con cortedad, y gracias te da el hambriento. Todo son costumbres puestas de unos en otros, aprendiendo. Pero donde hay Amor, se olvidan de las costumbres y nace a cada momento algo hecho para Dios, que tú se lo haces al hombre, al niño, sin pedir explicación.

Es tiempo de estas costumbres, y si a Dios tienes presente, cuánta Enseñanza darás a malos y a buenos hombres. Los malos empezarán a pensar y más pensando: “¡qué alegría amar así!, ¡qué alegría ir enseñando!”. Esto lo pensará el malo, que si pudiera, con goma borraría su pasado. Ya el bueno, el que a Dios está entregado, se olvida de las costumbres que mayores enseñaron, y va copiando de otro que lleva una fecha fija, una estampa en su presencia de Dios Padre, de Dios Hijo y del Espíritu que manda; también lleva en su presencia al enfermo y al anciano, sin ocuparse de fechas. Todo nace del Amor, que enseña sin dar pensar: “no es la fecha todavía”.

Desperté, oí:

Cierto que el Amor a Dios
te enseña más que las costumbres.

Las costumbres son del hombre.
Lo de Dios es costumbre viva.

Viva y con movimiento
que acerca y no retira.

Que no cansa y quisiera
tener una fecha fija.

Y siempre la misma estampa
de Dios Padre, de Dios Hijo.

Con esta visión delante,
para siempre amar lo mismo.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 105-106

domingo, 3 de agosto de 2014

Estos Mensajes serán adorados en la Orden

En Sueño Profético hablaba Domingo de Guzmán, Tomás de Aquino y Agustín de Mónica.

Decía Domingo:

La Orden precisa tener un Comunicante que de Aquí lleve la Palabra de Dios Diciendo. Esta Orden no puede decrecer. Estos Mensajes serán adorados en la Orden. Dios quiere que su divulgación salga de la Orden Dominicana, Orden que su origen es la predicación. Orden de predicadores, para predicar y fomentar la Fe, para hablar de Dios, para arrinconar el pecado, hacer que estas Comunicaciones den la vuelta al mundo.

Dijo Tomás:

Es que cabida no tiene el que quiera poner razón del porqué de su retraso. Si aquí el trabajo es coger lo que le dictamos, que ella escribe y da en mano. Esta riqueza en Teología, cuántos quisieran coger, que les faltaría tiempo para apuntes sacar de esas frases, que las lees y no puedes explicar, porque Éste que las dicta es Pura Divinidad.

Yo estoy callado, Tomás, porque esta Literatura no tiene fallo jamás. Tú coges letra por letra y no puedes retirar. Donde parece que sobra, la letra hacía falta ya. Todo dicho con su ritmo, palabras que son cortas, palabras 
que son nuevas y que nadie oye jamás. Lo que no tiene explicación es que el hombre estudie tanto, y estas Palabras de Dios las tenga en el silencio sin obedecer a Dios.

Desperté, oí:

Esta gran Filosofía,
en palabras largas y cortas,
dicen lo que nadie dice,
porque es “dice” de la Gloria.

Si el hombre quiere aprender,
Aquí tiene para saber.

Para saber tiene a Agustín.
Para aprender tiene a Tomás.
Y Domingo recomienda
que esto lo publiquen ya.

En estos Libros notarán
que el hombre no ha puesto nada,
sólo el Dictado de Aquí,
y ella lo escribe ahí.

Lo escribe, lo reverencia,
y ya al hombre se enfrenta.

Literatura de Dios
se ve en cada renglón.

Cuando la Literatura
es de la Gloria de Dios,
si besas estos Escritos,
sientes extracto de Dios.

AGUSTÍN DE MÓNICA, TOMÁS DE AQUINO y DOMINGO DE GUZMÁN


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 83-84

El Instrumento no tiene intermediario

En Sueño Profético se oían Palabras que sabías que eran de la Gloria.

Eran Palabras con Fuerza y llenas de Misericordia. Era el Mando de Dios y Dios en la misma Gloria.

Estas Palabras fueron las primeras que se oyeron:

“Ésta es la Gloria, donde no hay materia”.

“Ésta es la Gloria, la que el hombre quiere buscar en la Tierra”.

“Ésta es la Gloria, que sólo el Perdón de Dios le abre las puertas”.

“Ésta es la Gloria, por la que podría el hombre tener sufrimiento si no hiciera vida de la que manda este Cielo”.

Aquí trae Dios el espíritu, pero sin cuerpo, del que ha creído en Él y ha querido su Reino. Pues igual trae al espíritu que vive aún con cuerpo. Sus palabras y sus hechos son antes dichos Aquí, y él transmite a los cuerpos.

El que así lo crea, tiene gran consuelo, porque siempre irá a pedir consejo de algo que iba a hacer mal o bien hecho.

Dijo uno:

¡Cómo va a aprender este espíritu la enseñanza que dé el hombre, por inteligente o culto, de las dos vidas: de la del cuerpo y de la del espíritu!

¡Si esto es para que el hombre no reforme las Palabras que Dios dejó dichas en la Tierra, que son intocables, inmovibles y eternas!

Desperté, oí:

Que el hombre oiga de Aquí, pero no, el Instrumento de Dios, del hombre.

El Instrumento no tiene intermediario como tiene el hombre, que es el respeto humano.

El Instrumento no tiene cultura académica para reformar los Temas que Dios manda que dicten, que pasaron a espíritu sólo.

Todo es Gloria a la Tierra, para que en la Gloria piensen, el tiempo que vivan con la materia, que el espíritu no muere.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C1

sábado, 2 de agosto de 2014

Las palabras del campesino

En Sueño Profético decían:

La Fe te siembra Esperanza, y la Esperanza te hace pensar en Dios.

Dijo uno:

Yo oí estas frases un día en el campo a un campesino, y por estas frases me vine a la Gloria, por ser el Dueño de la Gloria, Dios:

“Si Aquí mandaran los hombres, ya no estaría Dios, y se convertiría en Infierno”.

Estas frases también se las oí yo al campesino:

“Dios existe porque su Nombre no se borra de la mente del hombre, del que Lo ama y del que no Lo quiere, del que nació entre los bueyes y del que nació en el palacio”.

“¡Si pensando sólo esto, ya te sobra que te hablen y que te den buen consejo para que creas en Dios!”.

“Yo siempre tengo mi Fe conmigo. Si me faltara mi Fe, no viviría mi Esperanza. Que la siembra de mi Fe y mi Esperanza es Dios, su Gloria, su Mando, su Cielo. Que aquí en la Tierra, ya con mi Fe, la practico. Siembro con alegría y Esperanza en Dios de mi buena cosecha, y siempre me viene buena. Si la cosecha es mala, cumple el tiempo su Mando de sequía o de tormentas”.

Hablaba este campesino, al que algo le preguntaba de Dios, de la Naturaleza, del vivir él tan contento. Y al oír estas preguntas, dejaba el trabajo y se acercaba hasta ti, primero que todo, ofreciéndose en algo que te pudiera servir. Luego se miraba él y te miraba a ti, te pedía hasta perdón por el recibirte así. Te alargaba la mano con temor, por su dureza de piel, cuando la tuya ya iba. Éste era hombre de Amor a Dios, de Fe, de Esperanza en hacer vivir.

Desperté, oí:

Yo me fui al campo aquel día
porque me sentía apenado,
la Fe la tenía perdida
y Esperanza no sentía.

¿Cómo iba a amar a Dios,
si en su Gloria no creía!

El campesino me hizo
recordar toda mi vida,
como yo la había vivido,
y como él la vivía.

Cuando ya me fui alejando,
más oía sus palabras:

“Si la cosecha es mala,
cumple el tiempo su Mando
de sequía o de tormentas”.

¡Qué Fe y que aceptación
tenía este hombre
a lo que venía del Cielo!

Fue lo que me hizo pedir Perdón
y arrepentimiento
por la vida que viví.

Algo conté al campesino,
y su consuelo sentí.

Si la Gloria no es de Dios,
hoy no me veo yo Aquí.

Es Amor, Fe y Esperanza
lo que mantiene el vivir.

Si faltan estas tres cosas,
no vives ni ahí ni Aquí.

El Amor de Dios contagia
y te cambia tu vivir.


***

Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C4

viernes, 1 de agosto de 2014

Hombres con ojos vendados

En Sueño Profético decían:

Que vaya cambiando los números el que tenga la cuenta hecha de que Dios deje esta Grandeza en silencio por cansancio, por pereza o por no creer el hombre. El que quiere y no puede, en este Arrobo no entra.

Apareció una valla en el campo, y un niño quería saltarla, y era imposible por no llegar su cabeza a la mitad de la valla. Un hombre llegó detrás y saltó la valla sin esfuerzos que le vieras. Éste fue un comparar del Mando de Dios, que con facilidad al sitio llega. Ya pueden darse la mano, el no querer, la pereza y la desconfianza, que Esto a su punto llega; que saltará por los “noes” como el que saltó la valla.

Por eso aquí repito que la cuenta la repasen, y que le cambien los números, que muchos han de llorar cuando vean que la suma la tenían hecha mal.

Dijo uno:

¿Tiene justificante
para presentarlo a Dios,
el que pudo dar la ayuda
y la ayuda la negó,
arrastrando sufrimientos,
llegando el sufrir a Dios?

¡Hombres con ojos vendados,
aunque venda no les veas,
que deberían pedir
a gritos una ceguera,
de ojos y no de espíritu!

Todo lo que sea para Dios,
el hombre siempre lo niega,
y su disculpa le pone,
queriendo él quedar bien
a la vista de los hombres.

Desperté, oí:

Ni es castigo ni amenaza,
pero repasa tu cuenta,
y no te dará ganancia.

Cuando negaste a Dios
el capital que rentaba
con la ayuda que Él te dio,
ya te vendrá a la memoria:

“Yo no Te ayudé, Señor,
porque no creía en tu Gloria,
aunque nombraba tu Nombre
y mis manos las cruzaba.
Pero Te negué mi ayuda,
y mi cuenta, falsa estaba”.

Ten siempre en la memoria esta frase,
y de guía te servirá:

“Dios da el ciento por uno
cuando sabe que,
uno tienes, uno das”.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Cap. 3