martes, 31 de diciembre de 2013

Cobijo de Aquí de este Cielo

En Sueño Profético hablaban de los que viven con la Palabra de Dios; o los que la niegan, no la buscan y se retiran de ella.

Dijo uno:

Esto es vivir sin cobijo de Aquí de este Cielo; como si pasas por una arboleda una tarde de verano y todos los árboles estuvieran sin una hoja en sus ramas, y el Sol con toda la fuerza que Dios a los rayos le manda.

Voy a hacer más comparaciones de ahí, de ese mundo de materia:

El cobijo hace falta, si no párate y piensa en unos polluelos detrás de una gallina sin plumas, y los polluelos piando, dejando atrás el cascarón que antes de cobijo les sirvió. Y un ternerillo, que aún las manos le tiemblan, se retirara de la madre y el establo solo viera, ¡qué momento de sufrir el ternerillo tuviera! El cobijo es la madre, esto en los animales.

Ya, el hombre, si no tiene el cobijo de la esperanza del Cielo y de las Palabras que de Aquí Dios manda, es pluma en un sendero y aire que la levanta, y antes estuvo en el suelo, y luego se quedará enredada en un romero, o vendrá otro vendaval y ya llegará hasta el pueblo, y enterrada quedará en agua sucia y con cieno. El cobijo del Aliento de Dios te hace pluma en el romero, y te convierte tus manos en garras de duro acero. Este romero es la Gloria, y ya no caes al cieno.

Desperté, oí:

Se compara en el Sueño
para que luego al despertar, aprender;
y luego, al explicar,
enseñar con el ejemplo.

Con el ejemplo que Dios
te da de Visión sin objeto.

Son Enseñanzas Divinas,
para enseñar a los hombres,
que pongan su vista Arriba.

Que pidan la protección
de Dios Hijo, de Dios Padre.

Que sientan la soledad
apartando la materia,
y a Dios tengan que buscar.

Que en buscando, Dios responde,
y te sientes con la fuerza
que tienen los mismos montes.

Éstos y el huracán
se juntan para dar fuerzas
donde Dios quiere mandar.

Una Palabra de Dios
te da vida, te da fuerza
y te manda resplandor.

Y hace que todos vean
que en una vida hay dos.

Está la vida de ahí
y el Mensaje que es de Dios.

Que en ti se hace cobijo
para el que ame a este Dios.

Hay quien busca sin pregunta,
porque lo lleva el Amor.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 87-88-89

lunes, 30 de diciembre de 2013

Ningún académico puede competir con estas frases

En este Sueño Profético hablaban Agustín de Mónica y Teresa de Ávila.

Decía Teresa:

El que quiera ver que Dios le dicta, lo ve de momento. Si su literatura no fuera de Aquí, te empachaba, y el comportamiento sería de pavoneo. Cuando la literatura es de Dios, el que recibe el Dictado es humilde, sin dar altura a estos Escritos dichos de Boca de Dios. El saber del hombre obliga a que el inferior se descubra; el de Dios se descubre ante el humilde y deja que lo avasalle el intelectual de academia.

Dijo Agustín:

Ningún académico puede competir con estas frases, frases compuestas por Dios y dichas con tanto Amor, que al leerlas hueles a Gloria. Son temas tan variados, con tanta lógica y vida, que leyéndolos ves a Dios, y ya de todo lo demás te olvidas.

Estoy por asegurar
que muy pocos de ese mundo
sin leerlos quedarán.

El que ama, ya los espera.
El que duda, al acecho está,
para hacerse de ellos
y poderlos comparar,
sin saber que Dios ya sabe
lo que el hombre puede hablar.

Pero digan lo que digan,
a Dios no pueden quitar
esta Fuerza tan sublime
y esta gran Autoridad
para mandar al espíritu
que obedezca a Él nada más,
dándole una Sabiduría
que el hombre nunca sabrá.
Por mucho estudio que tenga,
ahí su tope tendrá.

Desperté, oí:

Si mis escritos buscaron
y libros y libros hicieron,
qué harán con esta Gloria,
que es Gloria de Aquí del Cielo.

Es Gloria dicha en Palabras,
es Gloria escrita en cuaderno,
es Gloria que el que las lee
siente Gloria estando en suelo.

Yo sentí la Gloria ahí,
estando viviendo en suelo,
porque la Gloria la sientes
llorando y con sufrimiento.

Si el sufrimiento es de Amor,
y el llanto es de contento,
no digas sufrir al Amor,
y al llanto dile contento.

AGUSTÍN DE MÓNICA Y TERESA DE ÁVILA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 176-177-178

domingo, 29 de diciembre de 2013

Silencio y Poder

En Sueño Profético se oía la Voz de Dios Hijo con estas Palabras:

“Si creyeran en Mí, nada de mi Gloria extrañaba”.

“El hombre cree en el mar, y la ola no le extraña”.

“Son pocos a los que les llegan mis Palabras y obedecen sin que Me vean con Cuerpo”.

“Yo soy el mismo Dios, sin contar tiempos”.

“Aunque escrito está: “Dios Hijo y Dios Padre”, Yo estoy en el Padre, y ya es un solo Dios”.


Desperté, oí:

Era silencio y Poder
lo que estas Palabras daban
al oírlas en la Gloria.

¡El Mando de Dios es Dios!

Aquí ha sido Dios sin Mando.

Son sus Palabras
sin haber pasado tiempos.

¿Cómo el hombre no ve claro
que todo lo que es de Dios
jamás puede tener cambio?

La ola y el mar
son por Dios nombrados
para que el hombre piense
que si en Él creyera,
nada sería extraño.

Creer es buscar,
obedecer y dar gracias
por haber encontrado.

Y ya, este encuentro
te hace el amarlo.

Y nunca te entrará duda
cuando oigas a Dios nombrarlo.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 136-137

sábado, 28 de diciembre de 2013

La Venida fue lo más grandioso

En Sueño Profético hablaban de la Venida de Dios, de su Predicación, de su Muerte y de su Resurrección. Decían:

“La Venida fue lo más grandioso. Aquel Nacimiento lo sentías tú vibrar en tu cuerpo, esto si a Dios Lo amabas y Lo esperabas. Cuando delante de Él te ponías, tu cuerpo te decía: ¡Es Dios!, y tenías que inclinar las rodillas”.

Salió otro hablando y dijo:

   –Yo Lo seguía en su Predicación. Era ponerse a hablar, y transformaba los rostros. El que Lo amaba, siempre corto su predicar se le hacía. El que había pecado, ya al Verlo, seguir pecando no podía. Recordabas las Palabras y del pecado te ibas. ¡Es que decía unas Palabras que a nadie se las oías! Pues ahora diré yo el momento tan amargo, cuando oí a voces: ¡Crucifícalo!, delante de aquel gentío, con aquella humillación. Yo no podía Mirarlo y del gentío me salí. Me fui donde ya no oía, y entonces fue más sufrir. Aquello no encuentro palabras para poderos decir, la injusticia que pedían.

Dijo otro:

   –Yo sólo puedo contar cuando estábamos unos cuantos reunidos, pero muy apenados, y vimos pasar unas mujeres con caras de dolor, alegría y gozo, que a su vez con palabras iban diciendo: ¡La Fosa está vacía! ¡Ya está en su Reino el Maestro! ¡Ya verán que era Dios, ahora que no pueden estar Viéndolo!

Desperté, oí:

Estos espíritus que están en la Gloria, presenciaron estos cuatro momentos: Nacimiento, Gloria, Muerte de su Carne y Resurrección de esta misma Carne.

Pensar el hombre en esto, debía de quitarle el pecar.

Si pecas sigues de compañero con el que dijo: “¡Crucifícalo!”.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 105-106

viernes, 27 de diciembre de 2013

El escándalo que su Presencia hizo en la Tierra

En Sueño Profético hablaban de Dios Niño, de su Nacimiento, del escándalo que su Presencia hizo en la Tierra, de cuando vieron su Sabiduría, de cuando abandona a los que veían como padres cuando tuvo que ir enseñando su Doctrina y ofreciendo la Salvación al que la cumpliera. Hablaban de uno de los sermones que dio en la montaña, que hubo grande rato de silencio, y en grupos se oían llantos y súplicas de arrepentimiento. Contaban cómo sacaba a los demonios de los cuerpos.

Dijo uno:

Era el verlo venir cuando llegaba o cuando ya se marchaba y Lo veías de espaldas y, siendo normal su Presencia, “el Dios” siempre resaltaba. No pasaba por un sitio, que no se llevara miradas. Otros le hacían preguntas: que si siempre se quedaba a vivir entre los hombres. Él, antes de la pregunta, tenía la respuesta; veía a las pecadoras, y les hablaba con más fuerza; la que no quería pecado, Él seguía con respuestas a las preguntas; la que iba a seguir pecando, no dejaba que le preguntara con su Presencia de Dios viviendo entre los hombres que luego Lo matarían cuando vieran que era Dios, aunque “el Dios” lo veían.

Desperté, oí:

Este arrobo ha oído en Gloria
a Dios contando su Vida
cuando vivió con los hombres.

Que la contaban espíritus
que Dios Hijo les mandaba.

Luego se quedó en silencio,
cuando iban a contar
cómo clavaban los clavos.

Nombraron Resurrección,
y Gloria se oía cantando.

Si piensas estas Palabras
que ahora dictan y antes hablaron,
no dudas cuando te cuente
otros Sueños el arrobado.

Estas Palabras las dicen
para que piensen, pensando
todo lo que a Dios Le hicieron.

Ahora piensa el mal
que Dios les hizo a los hombres.

Pero no dejes “pensar”,
y verás que siguen igual,
por falta de amar los hombres.

Pero Dios nunca dirá:
“Mis Palabras no las oyen
los pocos que viven
el Amor y mi mandar”.

¿Quién sabría estos Mensajes
si Dios no arrobara más?

Arrobo y Gloria es Vivienda
del Amor y este mandar.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 22-23-24

jueves, 26 de diciembre de 2013

Felices Fiestas

Un año más, seguimos con la labor de publicar diariamente un Mensaje de Ana García de Cuenca en este Blog,  y compartirlo a través de las redes sociales. Cada vez son más, las personas que conocen esta Obra.


¡¡Muchas gracias y felices fiestas a todos/as!!


Navidad: Noche de Paz y de calma

En Sueño Profético decían:

Hay quien celebra la Navidad porque esta fecha le trae grandes acontecimientos o grandes placeres materiales, olvidando qué es Navidad y no sabiendo el porqué de la Venida de Dios Hombre.

Hay quien habla de Dios de Navidad en Navidad.

Dijo una mujer:

   – ¡Lástima que todos no sientan a este Niño que es Dios! Yo lo vi en su Nacimiento. Por cierto que iba yo a coger un haz de leña, cuando un cordón de gentío iban en busca de Dios. Pregunté: ¿Qué Le lleváis? ¿Qué podré llevarle yo? Unos enseñaban alforjas, que habían metido de todo. Otros ordeñaron cabras, vacas, y la leche Le llevaban. Hubo quien gastó cuartos, y buenas cargas llevaba. Y abandonaban la hacienda, y del dueño no importaba, y volvían al día siguiente sin temor que los echaran. Todo esto es Navidad: Noche de Paz y de calma, Noche que vives y vives en lo más hondo de tu alma. Y si haces un pensar y este pensar es para Dios, Él te dirá día por día, que ha venido por Amor. Amor que Él le tiene al hombre, aunque el hombre a Él no. Todo esto es Navidad, Navidad que no olvidé yo. Cada día que pasaba, Navidad era mayor, para aquél que mucho amaba aquel Niño que era Dios.

Desperté, oí:

El que a Dios mucho ama, no puede celebrar un día al año de su Nacimiento.

El que mucho Lo ama, sufre cuando un día al año se olvidara de Él.

Agrada a Dios estando con alegría todo el año como el día de su Nacimiento.

Si amas mucho, sientes a Dios como la que fue a coger leña, y esta pregunta tú harás:

Señor, dime qué quieres que dé para el que no tenga nada.

Porque tu Venida fue para sabernos amar. Amor que Tú nos traías la noche de Navidad.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 60-61-62

miércoles, 25 de diciembre de 2013

La Fe y la Confianza te harán todo comprenderlo

En Sueño Profético hablaban de la Fe y la Confianza en Dios. Decían:

La Fe y la Confianza, el que tenga este Premio, sigue los Pasos de Dios y jamás, nunca, se cansa. Siempre tendrá una Luz, una Fuerza y una Compaña.

La Fe es la que da la Luz. Y en la Confianza siempre notas algo que te va diciendo: “¿No voy Yo en tu compaña?”. Y ya contestas sin querer: “Señor, en Ti pongo mi Confianza. Que tu Camino lo siga con subidas y con bajadas. Con subidas con grande peso; y con bajadas siempre mirando hacia el Cielo”.

Dijo uno:

Esto, aunque tú no lo digas, tu actuación va pregonando. Que ésta sirve de Enseñanza para el bueno y para el malo.

El bueno ha de pensar que cuando sube la cuesta y la carga es pesada, si no la sigue, la Fe y la Confianza las cambia pidiendo cuentas.

Desperté, oí:

No puede vivir prodigios
el que no ha tenido Fe.

Y no puede estar tranquilo
el que la Confianza en Dios no pone.

Si en la vida material
no tuvieras confianza en todo,
no podías vivir.

¿Quién se asomaría a un balcón
si confianza no hubiera,
dejando el peso de tu cuerpo,
esté nuevo,
y tú siendo el que lo estrenas?

El hombre no pone desconfianza
en lo que no ha visto jamás,
que es su propio nacimiento.

Si eres persona de Dios,
debes de todo creerlo,
cuando acción y palabras
sean el mismo Evangelio.

La Fe y la Confianza
te harán todo comprenderlo.

Y te llegará la Luz,
y ya puedes con el peso.

¡Si no tienes Confianza,
no reces el Padre Nuestro!


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pág. 97-98

martes, 24 de diciembre de 2013

Espíritus enfermos, espíritus tentadores y espíritus satánicos

En Sueño Profético hablaban del espíritu y el cuerpo. Nombraban al espíritu poniéndolo como mando del cuerpo. Decían:

El cuerpo obedece siempre al espíritu. La acción y la palabra siempre salen del espíritu.

Hay espíritus enfermos, hay espíritus tentadores y hay espíritus satánicos.

Los enfermos pueden curarse. Los tentadores hacen más daño, porque más te acercan a Satanás.

El espíritu se enferma por no aceptar el sufrimiento y revelarse en contra de Dios; por perder la confianza en el Único que puede darte un Reino Eterno, que es Dios.

El espíritu se enferma cuando vive donde la Paz no puede estar.

El espíritu se enferma cuando la soberbia y la maldad hacen acto de presencia en el cuerpo del hombre. Que esto puede llevarte a ser incurable, que son lo satánicos. Éstos ya se ofrecen al Príncipe de los Demonios, y son por él mandados, robando espíritus para el Infierno.

Desperté, oí:

Los espíritus que están
al servicio de Satanás,
éstos nunca serán perdonados.

Los espíritus enfermos
son cueva de espíritus malignos.

La acción del cuerpo
siempre es mando del espíritu.

–La acción y las palabras–.

El hombre, en vez de decir
“hombre bueno u hombre malo”,
debería decir “espíritu de Dios
o espíritu del diablo”.

Por eso, estas Enseñanzas,
el que las aprende y las vive,
siempre tendrá su espíritu sano.

Al espíritu que vive
la confianza en Dios,
no le llega tentación,
porque sabe que viene
del espíritu malo.

Lo que hace es el bien,
con más fuerza,
y ya nunca será tentado.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III

lunes, 23 de diciembre de 2013

Dios deja la Libertad, pero si amas, no la coges

En Sueño Profético decían:

Si la Libertad te busca, desprecia la Libertad.

Si la Libertad te ofrece, es para que llegues a un final donde el nombre de Dios sobra, porque Dios y Libertad no pueden vivir en el hombre.

Dios deja la Libertad, pero si amas, no la coges. Al revés, que huyes de ella. Ésta siempre ofrecerá lo que en la Gloria no entra. Ya hará ella que lo veas todo de distinto color, que es el engaño que presenta.

La Libertad es peligro para que la viva el hombre.

Dijo uno:

Dios, cuando vivió de Hombre, nos daba Libertad. Pero nos decía el daño que la Libertad podía hacernos; que Él la daba y la quitaba; que al que no la usaba, más le mandaba. Al que la usaba le mandaba, y le retiraba la Libertad mientras cumplía el Mando. Una vez cumplido el Mando, le dejaba Libertad. Éstos no eran de su confianza, aunque decían: “El Maestro me ha mandado”. Hacían servicio al Mando por la fuerza que llevaba el Mando, pero no por amarlo.

Desperté, oí:

Dios quería y quiere
que Lo sigan por Amor,
y ya el Amor desprecia la Libertad.

La Libertad, decía,
que era rebaño sin pastor
y huracán en la montaña.

Que la Libertad era
enemiga de sus Palabras.

Que el que dijera:
“Maestro, te entrego la Libertad”,
más creería en su Reino.

Más sabes que no es ladrón,
el que fue ladrón
y está manejando dinero,
que el que no robó
porque amarrado lo tuvieron.

El que Le decía:
“Maestro, hice tu Mando
y la Libertad Te entrego”.

No podías poner duda
de que el Amor iba lo primero.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III

domingo, 22 de diciembre de 2013

Síntomas que se manifiestan cuando oyen al Elegido

En Sueño Profético decían:

Este arrobo va a dar alegría al que cumple las Palabras que lleva el Instrumento; y le va a dar qué pensar al que está al mando de los espíritus diabólicos.

Estos síntomas se manifiestan cuando oyen al Elegido que Aquí Dios trae, como ahora, en el momento del arrobo. Después, Dios manda que quede escrito, justificando su Poder y su Mando.

El primer síntoma es rebeldía a su presencia y a su mando; incomodidad a tener delante a este Mensajero de Dios; modificarle su Enseñanza y desvalorarle sus incomparables actuaciones, que salen de sus grandes virtudes; sentirse fuerte con desprecio al mando, que no es mando, que es cumplir obediencia al Reino de Dios.

Se notará que cumple estas Palabras, el que diga: “Yo creo firmemente que aquí habla Dios. Y si yo cumplo este Mandar, no es al Instrumento, es a Dios”. Se notará contento y confiado con su presencia, y llorará cuando su mando no hiciera bien hecho. Pondrá después que a estas Palabras, a padres e hijos. Y reconocerá esta Sabiduría Divina con gran diferencia a la que ahí tiene el hombre. Tendrán fuerza sus palabras cuando éstas las refieran. Y siempre querrán quitar sufrimientos que al Instrumento le pongan.

Estos síntomas es forzoso el sentirlos si crees que Esto sale de la Gloria.

Desperté, oí:

Muchas veces dijo Jesús:

“El que mis Palabras las oye creyendo que no soy Dios, no las cumple y peca”.

“El que mi Presencia le alborote, no Me busca ni habla bien de Mí”.

“El que reforme mi “Ve y di”, no Me sirve”.

“El que no cunda que Me conoce como Dios, es que no está seguro de que Lo soy”.

“Aprended para no ser engañados por los espíritus que Yo los tengo con el nombre de condenados”.

“El que sienta más alegría al oír mi Nombre con palabras de alabanza, es el que con más ganas hará el servicio que Yo le mande”.

“Aprended a conocer al cordero y al lobo”.

“El cordero nunca hará de lobo, pero el lobo te engañará haciendo el papel de cordero”.


Dios Hombre enseñó al hombre, y hoy sigue enseñando en su Reino.

El que más cumpla sus Palabras, más buscará este “Diciendo”.

El que está pegado a la Tierra, ni lo busca ni lo entiende.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II

sábado, 21 de diciembre de 2013

Amor con dolor

En Sueño Profético yo decía:

“Señor, que yo nunca me enfade, pero mándame quien tus Palabras publique. Yo sé, que al publicar lo que Tú me dices, el que lea este Publicar, su pecado apartará, y hará –besando este Libro– que muchos no conozcan el pecado. Si yo pudiera hacer algo, oblígame a que lo haga, porque yo sola no sé el camino”.

Salió hablando Agustín de Mónica y Teresa de Ávila.

Decía Agustín:

Si su filosofía dijeran que era del hombre, el hombre a ella buscaría, pero al decir que es de la Gloria de Dios, el hombre se retira.

El hombre ama a Dios sin comunicación de Dios y sin querer hablar de la Gloria de Dios.

Desperté, oí:

Cuando se ama mucho a Dios,
no es enfado, es Amor con dolor.

Dolor que nadie sabría,
si a este Dios nadie quisiera.

Este Amor es espinoso,
espinas que dan fragancia,
que al apretar las espinas,
de pétalos te emborrachas.

Y estos pétalos te sirven
para perfumar tu alma.

Perfume que vas dejando
por donde tus pasos pasan,
pasos que el hombre no ve,
porque a este Dios no ama.

Teresa y Agustín de Mónica.

(Se me olvidó poner los nombres y me lo recordó Tomás de Aquino)


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I

viernes, 20 de diciembre de 2013

La razón atropella al que razón quitar quiera

En Sueño Profético decían:

La razón atropella al que razón quitar quiera. La razón te da empuje y te da fuerza. La razón, cuando se calla, es dormir y estar despierta.

Dijo uno:

Esta razón que Aquí en Gloria se compara, no es una razón cualquiera. Es razón a lo Divino, el ver y que te desmientan el hablar y transmitir algo que Aquí te dieran. ¿Quién podría callar aquí? Ésta es una razón, pero no es razón cualquiera. ¡Estos Instrumentos son de tal razón...! Pero inquietan, con inquietud de palabras, pero palabras certeras. A todos los que Dios trae a su Gloria, el hombre los trata mal, pero sus hechos y palabras dejan en mal lugar al hombre, al hombre que razón quiere quitar a todo lo que hace Dios. Estos hombres, cristianos de nombre, queriendo esconder a Dios, no pueden ponerle fuerza en esta grande “sin razón”.

Otro dijo:

Si lees la historia de tantos como Dios habló en ellos, ninguno fue bueno para el hombre, todos recibieron martirio de muerte, palabras y calumnias, que horrorizaban al que sí era cristiano. Pero luego, la razón de lo Divino, inclina al hombre a que desmienta al hombre que no amó, venerando lo que él maltrató. Pero éstos también maltratan si tienen contacto con Elegidos, dejando este maltrato en la Historia, para que luego estos mismos sean venerados. Aquí la razón se niega a dar razón a los que se dicen cristianos.

Desperté, oí:

¿Qué razón puede tener
el que maltrate o insulte
al que Dios quiera traer?

¿Cómo venerar después
lo que otros hombres dijeron
que era actuación de Luzbel?

A todos los que maltrataron,
sin duda que están en la Gloria.

La razón no la callaron,
que escrito quedó en la Historia.

Quemaron y degollaron,
y les pusieron corona.

Debe el hombre quitar la piedra
y no seguir tropezando.

Porque Dios pide respeto,
respeto sin obligarlo.

El hombre debe amar,
cuando vea a Dios amando,
y no pararse a decir:
“aquél parece más Santo”.

Aquel que el hombre anterior
disfrutó apaleando.

Repasa algún día la Historia,
y te verás fracasado,
cuando veas que adoras tú
lo que mató otro a palos.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 194-195-196

jueves, 19 de diciembre de 2013

El camino de sólo servicio a Dios

En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios. Decían:

El que ama a Dios, no le extraña que otro ame, no le extraña y conoce cuando no ama, aunque le hablen del Amor.

El Amor a Dios tiene un camino a seguir, que si no hay Amor, no lo pasas y te vuelve para atrás el Amor que a ti te falta.

Dijo Teresa:

Ya sigo yo explicando:

Sin Amor no llevas camino,
vas por campo atravesando,
sin orientación Divina,
aquí caigo, allí me levanto.

Con avaricia de mundo,
buscando y más buscando
lo que nunca encontrarás,
porque camino has dejado.

Yo nunca dejé el camino,
por estar mi Dios esperando,
que no me esperaba a mí,
que esperaba a todo aquél
que quería ir a buscarlo.

Una tarde, ya bien tarde,
estando con unas hablando,
como siempre de este Dios,
que más viven sin amarlo,
llegaron dos caballeros
con sus damas acompañados.

Me hicieron varias preguntas,
de que ellos amaban tanto
como yo pudiera amarlo,
y nadie los conocía
como a mí, con tanto escándalo;
que para amar a Dios bastaba
pensar, diciendo: “Te amo”,
y que ya estabas con Dios.

¡Qué pensar más equivocado,
amar sin hacer que muchos
a Dios Lo vayan amando!

¡Qué pensar más miserable
ocultarte de los hombres,
ocultarte por temor,
para que oculten su Nombre!

Aquí te falta el Amor
del que muchos desconocen.

Desperté, oí:

Tuve que decir palabras
que no parecía Teresa.

Tuve que hacerles pensar
que Dios te lleva las cuentas.

¡Cómo hablaban del Amor
sin que Amor por dentro hubiera!

¡Cómo querían que yo
ocultara lo que era!

No puedes sentir Amor
si no coges el camino
de sólo servicio a Dios.

Sabiendo el hombre que es polvo
y que su muerte
no la detiene su mando,
no busca a este Dios del Cielo
y camina por los campos.

¡Ay hombre que tu vivir
te retira del camino
que tiene Aquí su fin!

¡Ay hombre que vas andando
campo, a campo traviesa,
tropezando y levantándote
con la maldad de esa Tierra!

Aquél que sienta este Amor,
ni cae, y a Dios Lo lleva.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 220-221-222-223

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Ha pasado el tiempo de tanto limosnear

En Sueño Profético decían:

Donde estés presente manda con este Mando que las palabras y respuestas sean tuyas.

Si los Mensajes no son tuyos, ¿cómo Dios te va a dejar sin respuesta?

Tu mando –que no es tuyo– sea tajante dando aquí respuesta. Pues tu contestar ya lleva la Fuerza para que te sigan. Y si no siguieran, no quitan pensar: “Esto no es de la Tierra”.

Dijo uno:

El “sí” de un catedrático vale más que el “sí” de un profesor. El “sí” de un arquitecto vale más que el “sí” del que está escarbando haciendo los cimientos.

¿Qué concepto sacaría uno que viera al enfermo poniéndole razones al cirujano de cómo tenía que hacer la operación, y el médico diciendo: “¡menos mal que me está orientando!”? Todas estas comparaciones, en público.

Pues haz un pensar ligero de un espíritu que Dios saca del cuerpo, lo lleva a la Gloria para que vaya esta Enseñanza al hombre, y digan: “Dios dijo y dice. Este “dice” puede traer a muchos a la Gloria”.

Para esto elige Dios, para que el hombre no sepa sólo de lo que dijo Dios.

Que el hombre compare: Dios dijo y Dios está diciendo. Y no cabe duda que este “diciendo” confirma que Dios es Vivo y que para Dios no hay tiempos pasados, porque Dios es presente.

Desperté, oí:

Querer desmentir esto
es no estar seguro de que Dios vive.

Querer ahondar aquí
es desconocer Teología.

Dios te da Iluminación
de cómo tienes que actuar.

Habrá actuaciones largas,
que tú más quisieras alargar.

En cambio, en otras actuaciones,
el empiezo es acabar.

Esto, ya Dios te ilumina.

Lo que sí te notarán
es que tu actuación no es lo mismo,
de tiempos pasados
a este momento actual.

Es niño que coges en brazos
y presentándolo vas.

Luego, cuando el niño crece
y los 20 pasa ya,
el que no quiso acunarlo,
¿cómo en brazos lo va ya a llevar?

¡Ya coge otro camino!

Esto, ha pasado el tiempo
de tanto limosnear
para que cojan
este Premio Divino.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 23-24-25

martes, 17 de diciembre de 2013

A más ver y menos reconocer, más se condenan

En Sueño Profético decían:

A más ver y menos reconocer, más se condenan.

Antes del Nacimiento de Dios sabían que había Dios por los Profetas que Dios Padre hablaba en ellos. El que esto no aceptaba, se condenaba.

Pero luego nace Dios y se condenan más, por verlo y no querer que sea Dios. Lo intentan matar de Niño, que el mirarlo te daba Paz y Amor. Crece, y más en Sabiduría, que a los sabios de la Tierra confundió. Pero ellos siguen negando que es Dios, y aumenta el número de condenados. Va predicando su Doctrina para que los hombres vivan siempre sus Palabras, que son de Vida Eterna. Va dejando prodigios y prefiere al humilde para premiarlo, cuando éste diga: “El Maestro en mi casa ha estado sentado”.

Si estos que estaban cerca no Lo creían, Él no les mandaba, y también se condenaban, que era no vivir luego en su Gloria.

Dios se hace Hombre para confirmar lo que el Padre dice en los Profetas, para hablar de su Reino y ofrecérselo para el que lo quiera.

Después de esta Vida que Dios hace entre el hombre, más se condenan, porque es decir no al sí que estás viendo.

Desperté, oí:

Que vaya pensando el que tenga
esta Enseñanza cerca,
que puede condenarse más
que el que lejos la tenga.

El que lleva estas Palabras
tiene un sufrimiento grande
de ver la falta de obediencia
que le tienen a estos Mensajes.

Perdónalos,
que no saben lo que hacen”,
no se le puede decir
al que medita y desprecia.

¡Hombres con cuerpo de hombres
y sentimiento de fiera!

¡Hombres que oyen el Mensaje
y nada de Dios les llega!

Este sufrimiento grande
tendrá un día su fecha.

Y le será prohibido el leerlo
al que no tenga obediencia.

Porque oír y no obedecer
tiene doble condena.

Dios perdona y aparta.

Al que perdona, no apartó.

Pero al que apartó, no perdona.

¡Que estas últimas frases sirvan
para no perder la Gloria!


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Libro 19 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 9-10-11

lunes, 16 de diciembre de 2013

Entender de la enfermedad del espíritu

En Sueño Profético hablaban del sufrimiento. Decían:

Hay sufrimientos en la vida, que no los puede quitar el hombre. Y hay sufrimientos que los da el hombre y los puede quitar el hombre.

El sufrimiento del espíritu es producido por el mismo hombre.

Dijo uno:

Si el hombre viviera Amor a Dios, tenía seguridad de espíritu sano, y ya no sufría ni daba sufrimiento.

El que tiene el dolor de la carne, sufre él y el que lo está viendo.

El que tiene enfermo el espíritu, es él el primero que pasa el sufrimiento, y van cogiendo parte del sufrir todos los que viven para el Cielo.

El hombre busca a grande prisa el médico para el enfermo de la carne, y a veces sabe que ya no tiene remedio.

En cambio, al del espíritu no dan medicamento, que es la oración y pedir a Dios por ellos, para que pueda soltarse el que amarrado esté sin quererlo.

A éstos no les da nadie ni oración ni lamento, para que puedan salvarse.

Como cuando transfusión la ponen sin enterarse el que tan grave se vio; que mayoría siguen la vida por grande precipitación que tomó el que quería que más tiempo estuviera con los que a él lo querían.

Desperté, oí:

Hasta que el hombre no quiera
entender de la enfermedad del espíritu,
no hará por curarlo.

Que el medicamento es
la oración y buscar al necesitado.
 
¡Ten seguridad,
que haciendo esto,
medicamento vas dando!

La enfermedad del espíritu
tiene a ese mundo infectado.

Porque el que dicen que es bueno,
tiene a Dios olvidado.

¡Qué cierto que el hombre corre
cuando la carne está grave,
y como tenga sus días,
de nada el correr le vale!

Pero del espíritu enfermo,
no se compadece nadie.

Y nadie entiende
si es endemoniado
o enfermo que pueda curarse.

Si el hombre dijera “no”
al empiezo del pecado,
el niño haría crecimiento
con el espíritu sano.

¡Qué lástima que el mayor
se ocupa de contagiarlo!


***


Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 54-55

domingo, 15 de diciembre de 2013

Profesores y educadores, los primeros en echar instancia

En Sueño Profético decían:

Dijo Jesús en un Sermón:

Sabrá más de Mí, el que crea que no sabe, porque Me buscará para aprender de Mí, aunque le falte Amor. Que una vez que Me oiga, ya es fácil que Me ame. Porque por algo Me destaca de los demás hombres cuando viene a aprender de Mí.

Al que sepa y enseñe, le costará más trabajo, haciendo preguntas para decir que él más sabe. Esto, el que se crea superior en inteligencia a los demás hombres. Éstos sabrán poco de haberme oído a Mí. Éstos no dirán: “Le oí al Maestro”.


Dijo uno:

Pues igual hace el hombre con los Elegidos que Él les da su Palabra para que la pregonen.

Este caso, hoy único, ¿cuántos han ido a su casa que sean hombres de relieve, dedicados a la enseñanza, para aprender de lo que a ella Aquí enseñan?

Con letra grande: NINGUNO

¡Cuántos tendrán este pensar!: “¡Qué me va a enseñar a mí! Yo, licenciado en alta Teología y licenciado en Derecho..., siempre en medio de las letras, con hombres de gran talento Con mis conocimientos y mis estudios, ¿qué me va a enseñar a mí...?”.

Éstos son los que Dios dijo que sabrían de Él por otros que creían que no sabían nada.

Desperté, oí:

Debería haber instancias,
esperando turno,
para ir a preguntar
al que Dios elige y habla.

Profesores y educadores,
los primeros en echar instancia.

Porque son los que echan la semilla
y tienen el deber de cuidarla
para que no se doble la espiga.

Y puede que luego pase
como el Maestro decía:
“Después, puede que Me amen”.

Porque al hecho de buscar,
ya saben que hay quien más sabe.

Esto es Sabiduría,
que viene del que más cree
que menos sabe.


***


Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III

sábado, 14 de diciembre de 2013

Alegria de Dios: El mejor medicamento

En Sueño Profético decían:

No hay mejor medicamento
para curar el espíritu,
que la alegría de Dios,
que sin cantos y sin palmas
te llega la curación.

Te curas en el que ves
que su servicio es a Dios
y va preparando a hombres
para la Gloria de Dios.

Yendo por este camino,
la enfermedad se quitó
sin aceptar el consejo
que el que no sabe te dio.

Dijo uno:

Hay quien cree que el barranco
se tapa sin que dejes de escarbar,
sin pensar que a más escarbes,
más hondura luego habrá.

No olvida el alejarse,
ni es pago devolver mal
por el mal que recibiste.

Tú lleva tus cuentas claras,
y ya que Dios ponga o quite
el número que le sobre
o el número que haga falta.

Lo que no podrá curar
es lo que el pecado te manda,
porque su consejo es:
¡Qué importa lo que tú hagas!
¡Vive la vida contento,
que la vida pronto acaba!

Este consejo no cura
porque de Dios te separa.
Aunque no hagas pecado,
no cumples lo que Dios manda.

No importa que esté el brazo sano
cuando lo lleves vendado.
Si tú quieres que pregunten
o comenten: “llevaba un brazo vendado”,
tú ya a nadie quitas que piense
que el brazo no estaba sano.

Pues igual es el consejo
del que Dios vive alejado,
aunque diga: “yo creo en Dios,
pero esto no es malo”.

Desperté, oí:

La enfermedad del espíritu
es igual a la de la carne.

Si no sabe el médico lo que tiene,
la receta no le vale.

Con la gran diferencia,
que el médico, casi siempre,
quiere curarle
para que brille su nombre.

El que receta al espíritu,
si a Dios no tiene presente,
empeora en vez de cura.

Porque Presencia de Dios
no enferma.
Sana y resucita.

Haciendo esta receta,
no te falta la alegría.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II

viernes, 13 de diciembre de 2013

Caridad por Dios

En Sueño Profético decían:

No hay mejor prueba de Amor a Dios, que hacer caridad por Dios. La caridad que se hace por Dios, pocas veces es reconocida por el que recibe esta caridad; por eso, muchos empiezan y pocos siguen. La caridad exige mucho Amor a Dios.

Estas palabras fueron dichas a Juan de Dios cuando salía de casa de un enfermo que tenía su cuerpo todo lleno de llagas. Dice, que fue salir de casa del enfermo y encontrarse con un familiar de éste, que iba por el mismo camino de Juan. Siguieron andando, y al pasar por casa de este familiar, quiso Juan lavarse las manos, ya que las tenía un poco llenas del ungüento que le había puesto por todo el cuerpo al enfermo. Entró, y la mujer de este familiar le dijo:

   –Toma, lávate aquí en esta palangana, y sécate en este trapo, que esto lo tengo guardado de cuando venías a curar a mi padre. Yo soy escrupulosa, y no he querido hacer uso de esto; he tenido muchas veces idea de tirarlo, pero pensé, que podría ser que vinieras a ver a otro que cayera enfermo, y te sirviera.

Ésta era hermana del que venía de curar. Juan llamó a Dios y no devolvió palabras; sacó su pañuelo, que aún no había desdoblado, y se secó.

Dijo:

   –No es por las palabras, es que puede que me haga falta antes de que se seque.

Salió Juan de Dios, y otra vez a Dios llama, y secándose sus lágrimas dijo:

   –Señor, que todo lo que me hagan sea para más acercarme a Ti.

De estas escenas, a Juan, le abundaban.

Yo vi un día a uno que fue Juan a saludarlo, y se guardó su mano diciendo:

   –Yo muchas veces te veo y quiero saludarte, pero estarás tan impregnado de tanto enfermo y tanta suciedad, que me repugna tu roce.

Desperté, oí:

La caridad que siempre es igual,
es la del que Dios lo trae y lo lleva.

La caridad es Amor
y ansiedad que no te deja,
porque en esta caridad,
seguro Dios se presenta.

Se presenta y te da
otro caso donde Él te lleva,
aunque el hombre juzgue mal.

La caridad de la Tierra,
ésta siempre cansará.

Voy a aclarar las dos:
la que veas que siempre dura,
por mucho que le pasó,
no es caridad de Tierra,
ésta es Caridad de Dios.

La que veas hoy muy subida
y mañana terminó,
puedes decir:
“esta caridad es del hombre,
que Dios Libertad dejó”.

Que Dios deja Libertad
al que vive como hombre,
que usa de la maldad,
y si aparece Dios, se esconde.

Hay veces que vas a hacer caridad,
y te responden con un cambio sin Amor,
que es el Escrito de hoy,
que cuentan de Juan de Dios.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I

jueves, 12 de diciembre de 2013

Falta aprender todo lo que dice el Maestro

En Sueño Profético vi unos escalones largos. Era un sitio donde el Maestro iba a hablar. Era una entrada muy ancha, y en aquellos escalones, sentados, había gente. Llegó Juan y Santiago, y se pusieron unos de pie, y estas fueron sus preguntas:

   –¿Es que el Maestro no viene? ¡Yo que he abandonado mi hacienda tan sólo por conocerlo!

A esto le dijo Juan:

   –¿Y crees que mucho has hecho? Él, que tiene todo dejado, por su casa no aparece y siempre está fuera de techo...

   –¡Calla! –le dijo Santiago–. Tú no estás viendo que le falta aprender todo lo que dice el Maestro: “Id y buscad mis Palabras sin que os encontréis molestos por todo lo que os ocurra, aunque notéis desprecio, que si vais pensando en Mí, Mi Padre os está viendo, y ya Él te rellena el fallo que tú crees que estás teniendo”.

Juan se alegró de estas Palabras que dijo Santiago y que eran dichas por su Maestro.

Desperté, oí:

Juan sufría cuando no decían “Maestro” con ansiedad.

Cuando veía que el conocer no era con Amor.

Tenían ya muchos Hechos de que vieran era Dios.

Juan, cuando le exigían, lloraba con pena.

Su mayor alegría era Buscarlo, Buscarlo sin medir distancia ni trabajo, y cuando Lo encontraba decir con alegría: ¡Mándame! ¡Mándame!

¡Qué importancia tiene buscar cuando encuentras!

¡Y amar, cuando sabes que vas a ser amado!

Si el que dejó la hacienda ama, con ver a Santiago o Juan le basta.

Juan y Santiago llevaban las Palabras de su Maestro, que su Maestro les daba.

Por eso el Maestro quería una Enseñanza tan aquilatada, tan aquilatada, que vieran a Él.

Ama y verás a Dios en el que Él habla.

Aquí verás que las Palabras, el Amor y las Costumbres son de Dios.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pág. 80-81

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Los 80 separados

En Sueño Profético vi a una mujer de 80 años y a otra de 25.

Dijo uno:

Estas dos mujeres, una fue joven, y otra tiene que llegar a vieja, si antes no llega la orden que Dios manda, que el hombre conoce por muerte.

De la vieja huye el pecado,
y a la joven le atormenta.
De la vieja huye
porque ya en ella no ve fuerza,
no ve fuerza y no sirve
para que otros hacer pecados quieran.

La vejez es en la carne,
que ésta llega por fuerza,
que los 80 te tiran
como lobo que hace presa.

La vieja se lamenta
de no haber sido más buena,
y quería que la joven
en el saber la siguiera.

La vieja cuenta una vida,
por si a la joven sirviera;
le cuenta que ella pecó
un día de grande pena
que su marido se fue
sin echarle muchas cuentas.

A la vieja se le oía
llanto con grito de vieja,
de vieja que no le importa
nada hermoso de la Tierra,
de vieja que ya no es vieja
la palabra que le oyes,
porque habla la experiencia.

La joven quedó sin habla,
porque llevaba el camino
que la vieja recordaba.

Ya era oscurecido,
y la moza, engalanada,
tenía cita con uno
que a los braceros mandaba;
era el dueño del cortijo
donde su marido trabajaba.

Cuando la joven oía,
la cara se le cambiaba.
Iba a hacer el pecado
que a los años atormentaba,
a los años en la carne,
que al espíritu no contaba.

Desperté, oí:

Es claro este pensar,
para que piense en los años
el que tenga poca edad.

La vejez sufrió pensando
el mal que de joven hizo.

El pecado de la vieja,
a la joven pensar hizo.

A la joven atormentaba,
a sabiendas que haría caso
de abandonar al marido.

Le había ofrecido bienes
que le pagaran su cuerpo.
Le había ofrecido ira,
retirando de este Cielo.

Pero la moza se encuentra
con el pecado empujándole,
y la voz de la experiencia,
que como viene de Dios,
en su casa se presenta,
y se juntaron los dos.

El marido estuvo hablando
con uno que le contó
que tenía 80 años
y que él nunca pecó.

Porque llegar a vejez
habiendo hecho pecados,
arreglo no puede ser,
por estar ya condenado.

La experiencia siempre está
dando consejos de Dios,
a donde consejo quieran.

Hicieron un buen papel,
los 80 separados.
La mujer ya no pecó,
y el marido le pidió
el perdón de lo pasado.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 95-96-97

martes, 10 de diciembre de 2013

Saber Eterno

En Sueño Profético decían:

El sabio más sabio deja de ser sabio si su sabiduría es apartada de Dios. Si su sabiduría sirve sólo para el hombre, ya no es sabio para Dios. Y si no es sabio para Dios, es distracción del hombre. El sabio que su saber lo pone antes que el de Dios, ya no es Sabio de los que Aquí Dios nombra Sabios y que ahí tuvieron Saber también de Aquí ya mandado, y esos mismos, hoy Aquí, manda Dios den el Dictado.

Dijo uno:

Yo, un día, iba por un camino, y me hicieron pararme dos que eran sabios por su saber que dentro tenían, que era inteligencia que luego todos veíamos, y unos aprendíamos más, y otros quedaban fríos sin aprecio a lo que habían oído. Dependía de su vivir, de sus grandes conocimientos.

Iban estos dos hablando, y el que más profesor parecía –por su presencia y sus palabras pesadas y medidas–, se paró, y al que sí era Sabio pero no lo parecía, le dijo:

   ―Yo creí que mi saber era grande, pero por primera vez lo he visto chico, tan chico que el avergonzarme se me nota sin decirlo.

Los dos tenían sufrir. Uno consuelo sentía cuando miraba al Cielo, y más Saber recibía, y ya tenía Saber y por Sabio lo tenía el que sabio se creía y saber practicaba sin Sabiduría de Arriba. A más quería saber, más torpeza le venía.

Desperté, oí:

Era sabio de saber,
del saber que ahí se queda.

Era un saber que sabes
cuando vives con materia.

Era el saber que el hombre
ahí más paga en la Tierra.

Y este mismo saber,
de Sabiduría se aleja.

El hombre que iba viviendo
la Sabiduría de Dios,
porque creía en lo Eterno,
le hizo que meditara
en el Saber de lo Eterno.

Cuando el sabio de la Tierra
piensa en lo que le habla el del Cielo,
es cuando siente vergüenza
y aborrece su sabiendo.

El saber que tiene el hombre,
si no es Saber Eterno,
es saber que se marchita,
que a otros les va sirviendo,
pero ninguno entra Arriba.

Aprende a conocer
saber o Sabiduría.

Que Sabiduría da Dios
al que Amor a Él le envía.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 12-13

lunes, 9 de diciembre de 2013

El que dude de estas Palabras, dichas Aquí en mi Reino, no cree en mi Existencia

En Sueño Profético se oían estas Palabras de Dios Hijo:

“El que dude de estas Palabras, dichas Aquí en mi Reino, no cree en mi Existencia”.

“Mis Palabras llevan Fuerza, que es Vida Eterna”.

“El cordero se acercará a ellas. El lobo, si se acerca, devora, y mi Padre lo aparta, dejándolo vivir de lobo hasta que en la Tierra deje, con mi Mando, el cuerpo”.

“El que no Me vea en estas Palabras, no Me ve en mi Reino”.

“Mi Reino no es de este mundo, donde el hombre, nada quiere de mi Reino. El que lo quiere Me sigue con su cruz y el sufrimiento”.

“Que esto fue dicho por mi Padre en Mí, cuando Yo bajé a la Tierra del Cielo”.


Desperté, oí:

No podría describir,
un hombre listo y bueno,
al despertar,
lo que había sentido su cuerpo.

Describir muerte no podía,
porque nunca estuvo muerto.

“Yo estoy vivo.
Y ¿cómo ha sido
oír esta Voz del Cielo?
Ni estoy loco, ni estoy muerto.
Pero ¿cómo cundir esto?”.

Esto sería el pensar
de un listo, culto y bueno,
que lo quisiera inventar.

Dios manda Poder al espíritu que estuvo arrobado y le dictan espíritus de su Gloria.

Quedando el Arrobo de Enseñanza para el que crea en la Existencia de Dios Vivo.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 33-34-35

domingo, 8 de diciembre de 2013

Vivir buscando al que viene Aquí

En Sueño Profético hablaban y decían:

Estas explicaciones del espíritu que Aquí se dan, son para que el hombre las sepa y las practique. Practicando el bien, no hay miedo a la muerte, porque entonces empieza la vida para el espíritu, ya sin sufrimiento.

Dijo uno:

Es de pensar, si lo piensas desde la creación del mundo, que siempre esté Dios mandando Mensajes y que aún no crean que Dios maneje al mundo; que aún estén los hombres pensando: ¿será verdad que Dios vive?, ¿será verdad que Dios hable? Y hay quien pregunta al Comunicante preguntas que un niño de 10 a 12 años no se le ocurriría preguntarle, porque el niño no es vanidoso y vive sin preocuparle la maldad que pone el hombre delante del Comunicante. Si el hombre pensara en el sufrir del que Dios trae a la Gloria, teniendo que hablar ahí todo lo que Dios le dice que ahí tiene que decir... Si el hombre pensara esto, ¡cómo le daba cundir al Mensaje que es Vida para el que quiera venir cuando otros hombres entierren lo que tanto cuida ahí!

Desperté, oí:

Hay veces que da pensar,
que hombres de tanta ciencia,
de esto no quieran hablar.

Cuando debían de vivir
oliendo y olfateando,
buscando el que viene Aquí.

Pero éstos son la roca dura,
que los separa de Gloria
sus estudios y teorías.

¿No ven que Dios echa el agua,
a veces, donde él no quiere?

¿No ven que llama al espíritu,
y ya pueden haber hombres
queriéndolo detener,
pero el espíritu oye a Dios,
que es el Dueño de él?

Y cuando Aquí no se viene,
Dios manda deje materia
y lo aparta donde él quiere.  

Donde él quiere, no es Dios.

Porque Dios, si el hombre amara,
su Llamada es para todos.

La grande ciencia del hombre
no puede hacer otro hombre.

Porque el hombre es espíritu,
es vida, y entonces es hombre.

El espíritu y la vida
componen un solo hombre.

Se debía de nombrar
a Dios primero que al hombre,
porque hombre es lenguaje
para que entiendan los hombres.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo II - Pág. 11-12-13

sábado, 7 de diciembre de 2013

Nunca quedará este Dios oculto para el que quiera

En Sueño Profético decían:

Si lees detenidamente lo que Dios Hombre dejó escrito, y lo que escribió el que Lo conoció y Lo amó, verás todo sin cambio, donde no falte tu Amor y respeto a su Mando.

Él siempre es Dios: cuando no Lo habían visto de Hombre, cuando de Hombre vivió, y ahora que se habla de Dios.

Pues antes de bajar a la Tierra, ya tiene persecución; persecución de sus Palabras cuando las manda a la Tierra. Cuando se hace Hombre, Lo calumnian, Lo persiguen, pero Él siempre es Dios. Le censuran la pobreza, pero Le resalta el Dios. Lo ven entrar en los mesones, pero primero iba el Dios. Habla con los pecadores que van buscando el Perdón, y censuran su amistad cuando por familia coge al que dejó de pecar.

Desperté, oí:

Nunca quedará este Dios
oculto para el que quiera.

Aunque el hombre haga juicio,
cada uno a su manera.

Siempre verás es Dios,
si comparas hechos y respuestas.

Hechos que el hombre le hace,
y respuestas que Dios deja
porque Dios ya va delante.

Estos Escritos, no pueden
dudar que de Aquí no sean,
porque Dios se deja ver
para todo el que los lea.

Si Dios no fuera delante,
cuando elige ahí en la Tierra,
el hombre no se frenaba,
porque le gana a la fiera.

Todo es porque el pecado
le manda a su materia.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 8-9

viernes, 6 de diciembre de 2013

Amor, Fe y creer en Dios

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios, la Fe y el creer en Él, siempre dan respuesta.

Esto te lo justificarán las contestaciones, que son para Él, aunque a ti te llegan.

El Amor a Dios tiene tanta fuerza, que tira de ti y tú lo aceptas, aunque el que te vea se crea que pierdas.

El Amor a Dios lleva de compañera la Fe, y esto da respuesta, porque la alegría, la Fe te conserva, y andas caminos llevando esta Fe y el Amor Divino, buscando los sitios donde hay Amor, diciendo: “Dios dice lo mismo que dijo. Pero si no acudo, yo no creo lo que antes dijo”.

Si hay Fe y Amor, ¡no hay quien te detenga!

Dijo uno:

Cuando pasaba Jesús con los Discípulos y en las casas Lo oían y no salían a la puerta: ni Lo amaban, ni Lo creían. En cambio, el que preguntaba:

“¿Dónde irá mañana?,
¿qué camino cogerá?,
que yo quiero preguntarle
si Lo puedo acompañar”.

“Estoy intranquilo,
y no duermo
hasta que Le oiga hablar.
Aunque una vez que Lo oiga,
me doble la intranquilidad”.

Esto es Amor con respuesta y Fe de compañera.

Desperté, oí:

Nombraban el Amor y la Fe,
y el no creer,
ahora lo nombran:

El que no cree,
no necesita intérprete esta palabra.

No acude, y desmiente
si alguno que cree le habla.

No podía creer en Dios
el que conoció al Maestro
y no Lo siguió,
ni preguntaba.

¡Si Él era hablar de Dios Padre,
de su Gloria y de su Reino!

Si tú en esto creías,
tú buscabas al Maestro.

¡Si su Doctrina era amar al Prójimo!

Tan sólo esto
rompía el engaño
que el que no Lo amaba
quería ponerle.

El Amor a Dios da vida.

La Fe sirve de alimento.

Y el no creer te retira
de lo que baja del Cielo.

¡El que esto lea y piense,
no le pone la mentira!


***


Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pag. 203-204-205

jueves, 5 de diciembre de 2013

El hombre Le pide a Dios que le conceda el pecado

En Sueño Profético decían:

Si tu espíritu sigue a Dios y tu carne sigue a tu espíritu, verás claro: “esto es de Dios y esto va en contra de Dios”; te notarás profesor para hablar de la Gloria; copiarás de los Elegidos que trates, o te vendrá a la memoria lo que el Libro tiene escrito para no perder la Gloria; te dirán “allí habla Dios”, y tus ansias de saber, pronto notarán desasosiego por querer encontrar verdad en la Comunicación del Cielo.

Dijo uno:

Cuando Dios enseña para que enseñen,
es hermosura sin cuerpo,
es fuerza bajada del Cielo,
es barco que Dios hace
que navegue por la arena,
y tren que vaya a su paso
dejando la mar serena.

La arena hace andar el barco,
y las olas, al tren sujetan.

Todo es Poder de Dios,
que si tú a Él te acercas,
¿por qué no quitar los cerros
y dejarte la pradera?,
¿por qué vivir con la duda
de alcanzar lo que tú quieras?

Pero tienes que pensar
que Él quiere que tú quieras;
que no es petición de pecado,
que pidiendo te condenas.

Desperté, oí:

El hombre Le pide a Dios
que le conceda el pecado.

Cree que con sus razones,
a Dios Lo está engañando.

¡Qué adelanto lleva aquí
el que a Dios Le ha confiado,
y Le pide con Amor
lo que quiere, sin pecado!

Por grande que tu pedir
creas que sea,
no lo dejes de pedir.

Porque el Poder de este Reino
trae espíritu
y deja el cuerpo muerto.

Con el Mando de Dios,
que levantara apartando,
ese mundo quedaría
como antes de crearlo.

Pues si tiene este Poder,
pide, pero no dudando.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pag. 21-22-23

miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Sabiduría de Dios se nota en la Humildad

En Sueño Profético decían:

El que Aquí viene, lo dice su forma de comportarse, su forma de actuar y la firmeza que sus palabras tienen. No le cambia sus palabras, ni la gran intelectualidad, ni persona que a éste quiera y su consejo cree le sirve de algo. La persona que Aquí recibe las Palabras y la explicación, no admite que el hombre le reforme. Éste está tan seguro de que un solo Dios hay, que el consejo del hombre en él resbala, sin él poder contener. Éste admite consejo si hubiera otro Dios, y con todo lo pensaría. Cuando Dios habita en un Lugar, sobra profesor y consejo. Esto es lo peor que el hombre acepta.

Vanidad: apellido muy corriente en el hombre. Vanidad: oscuridad que a los sentidos pone para separar al hombre de Dios. Resumen de esta vanidad y oscuridad: falta de Amor a Dios, falta de interés en aprender cuando Dios habla, falta de no querer conocer el Lenguaje que Dios da a la Comunicación del espíritu. La persona que Dios le habla para enseñar, ésta no aprende una sola rama. Ésta, Dios cuando actúa, ya sobra decir es ella; y cuando actúa en su vida normal, no le falta el asesor del mismo Dios, cuando de este Lugar vaya a ser sus palabras para confusión del oyente. Estos Mensajes son infalibles. Dios es Dios por todos los siglos, y sus Palabras y Comparaciones son infinitas.

Desperté, oí:

Oye al que Aquí lo traen,
sabiendo te habla Dios.

Pues éste siempre te dice
lo que Aquí ya Dios le habló.

Si ante el hombre se presenta
humilde, sabiéndo “to”,
verás es la misma forma
que a Dios Vivo vieron “tos”.

La Sabiduría de Dios
se nota en la Humildad.

El hombre, cuando estudia
y saben es culto,
ya le hacen la reverencia,
que así la tiene Él “mandá”.

El que dice “Dios me ha dicho”,
no lo examines más,
que verás le habla Dios
en la forma de actuar.

No hay quien tenga este Saber,
y derroche la Humildad.

Obedece cuando diga:
“Así tienes que actuar”.

Que son Palabras de Aquí,
que Dios le deja llevar.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 88-89-90

martes, 3 de diciembre de 2013

Esta Enseñanza pueden aprenderla sin profesor

En Sueño Profético decían:

Éxtasis puede haberlo delante del hombre; Comunicación también puede el hombre estar delante. Pero el Arrobo no puede el hombre tomar parte, como en el Éxtasis o en la Comunicación. El Éxtasis, han habido personas de llegar a verlo, si Dios Lo ha permitido. La Comunicación, también puede el que esté delante notar alguna reacción en su cuerpo, si Dios ha querido que su Poder llegue al que se encuentra delante.

Pero el Arrobo, es llevarse la vida y dejar lo inservible, que de no mandar Dios el espíritu, no tendría jamás movimiento el cuerpo. Esto, el hombre, no puede llegar a observar, porque Dios no permite. Esto, a la vista del hombre lo ve normal en el sueño y lo retira de ideas que tuviera para comprobaciones; el Arrobo es muerte en Vida, Vida que no tendrá muerte. Pensar en esta Grandeza hecha tan sólo por Dios, ves todo lo demás, flautista queriendo superar al trueno. Dios, Poder para crear y destruir; Dios que te da la vida y como suya dispone en el momento para que el hombre vea es Dios el Dueño, que cuando el hombre no quiere que sea para Dios, Dios, siendo el Dueño, lápida como desecho; desecho que aprovechan los espíritus del mal para seguir a los que quieren entrar en la Gloria.

Estos Arrobos enseñan al que aprender quiere. Esta Enseñanza pueden aprenderla sin profesor, sólo con frases delante. Dios que manda su Palabra para que el hombre se defienda del mal. Dios que no deja al que a Él Lo sigua, y no busca al que de Él se retira.

Desperté, oí:

Aquí dice el Dictado, que si no hay Sueño, no hay Arrobo.

Porque el Arrobo es separación y despegue de espíritu.

El Éxtasis, es inutilizar a la persona para lo material, y darle contacto para lo Divino. Aquí continúa materia con espíritu.

Comunicación, también es materia con espíritu.

Arrobo es Fuerza y Orden de Dios para dejar a la materia innecesaria para el servicio que Dios le va a mandar.

Esto es “En-Sueño”, pero no sueño de espíritu con materia.

Es “Sueño Profético”, “Sueño Eterno”, “Sueño que espera tener el que ahí vive ya con Dios”.

Sueño viendo Gloria, y sabiendo de Gloria lo que Dios manda que ahí sepan.

Todo lo que ve el que está arrobado, no es para el que lo oye.

El que tiene el Arrobo, enseña, pero él aprendió más.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - Pag. 99-100-101

lunes, 2 de diciembre de 2013

Agua, Oxígeno, Sol, Paz y Perdón

En Sueño Profético decían:

Los Escritos dictados de Aquí tienen grande diferencia con el escrito que dictaran ahí, aunque fueran los mismos temas. Aquí los dicta Dios, ahí el hombre. Estos Escritos siempre fue dueño el que Dios dijo en él sus Palabras, Palabras dichas por Dios y dadas para que las publique el Lugar. Estos Escritos han querido hacer su copia en palabras y apuntes; Dios Creador veda la inteligencia para que no entren sus palabras hasta que la Publicación la haga el Lugar, Lugar que recibe y pregona en la medida que Dios le manda, quedando seguro de que verá el hombre que esto es dictado por espíritus de esta Gloria.

Dijo Agustín:

Las frases que Aquí dictaron, dictan y dictarán, queda el hombre en un suspenso de decir y de callar, porque en una frase corta no se puede decir más.

La filosofía es lo que el hombre admira más. Pues que lean estos Escritos y Filosofía verán, con una Fuerza de Dios, que el hombre a Dios verá.

Estos Libros no buscarán clase ni sexo para que sean leídos. Estos Libros son, para el que ama a Dios: Agua, Oxígeno, Sol, Paz y Perdón, que pueden todos disfrutar y entender.

Desperté, oí:

Dios quiere que sea la Comunicación publicada como es recibida.

Dios no quiere sean estas Palabras cambiadas por el saber del hombre.

Dios da Libertad al hombre, y lo para cuando quiere cambiar el camino que Dios tiene trazado.

Cuando Dios traza un camino, lo sigue el que Lo ama.

El que a Dios no ama, le molesta y no cumple el camino que Dios traza.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 56-57

domingo, 1 de diciembre de 2013

El creer y el aprender necesitan el Amor

En Sueño Profético decían:

Para saber de Aquí, tienes que amar a Dios primero. Si el Amor te falta, ni comprendes ni creerás nada de lo que Aquí te diga el que Dios traiga. Siempre verás una razón para decir que es mentira. Verás el Mensaje duro, y dirás: “así no habla Dios”. Leerás Mensajes dados por Agustín, sin comprender la grandeza de su gran Filosofía. Otros verás de Teresa de Ávila, y dirás: “¿Dios va a hablar en verso? ¿Dios va a hablar esas tonterías?”. Te contarán los Arrobos y te dará la cabeza mil vueltas, y al final darás la mentira.

Y ya, ¿cómo comprender
el ver en el Cielo mares,
y a las personas hablar,
y sus cuerpos tan normales,
estando siglos enterradas?

¿Cómo poder creer esto
que hay en la Eternidad?

Y cómo creer que Dios mande
un secreto revelar
que no pudo saber nadie.
Que Lo puede revelar
y la importancia quitarle,
porque lo que hace Dios,
nadie puede reformarle.
Pero lo que hace el hombre,
Dios lo reforma al juzgarle.

Habrá quien viva en la Tierra
y el hombre le diga Santo
hasta soltar la materia,
y Aquí ya esté Dios reformando,
porque en su Gloria no entra.

Esto, si falta el Amor,
no hay hombre que lo comprenda.

Desperté, oí:

Que piense el hombre que quiera
quitar o dar la razón,
que no puede comprender,
si a Dios no Le tiene Amor.

El creer y el aprender
necesitan el Amor.

Si te falta, no sigues,
no preguntas y no comprendes.

Si amas te dirán:
Dios hizo el Mundo,
y si Él quiere lo destruye
tan sólo con su Mirada.

Y te dirán que los muertos
tienen movimiento y hablan.

Pero como oye el Amor,
no contradices palabra.

Para creer lo de Dios,
tienes que creer que vive,
tienes que creer que habla
y tienes que tener Amor,
para que el “no”, no te salga.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 3-4

sábado, 30 de noviembre de 2013

No valoran tu presencia porque no creen en mi Existencia

En Sueño Profético se oía a Dios Hijo estas Palabras:

“No valoran tu presencia porque no creen en mi Existencia”.

“Si el hombre creyera que después de muerto tiene que ser por Mí, en mi Padre, juzgado, buscaba a quien Yo doy mis Palabras para todos los que quieran oírlas”.

“Si el hombre las desprecia, cómo va, luego, su espíritu a vivir en mi Gloria, donde no existe nada más que mis Palabras, que son la Vida del espíritu”.

“Los hipócritas saben que existo, pero no aman a mi Padre ni a Mí, que somos el mismo Dios. Rezan el Padre Nuestro profanando, porque no cumplen ni aceptan”.

¡Hombres culpables del mal que hoy existe en la Tierra!


¡Te alabamos, Señor! Esto fue dicho en la Gloria.

Desperté, oí:

¡Gloria, Señor, en la Tierra
que el hombre a Ti te niega!

Porque si no Te negara,
en la Tierra Gloria había,
porque Gloria es tu Presencia.

Eran Palabras con Fuerza,
que no podías dudar
que el mismo Dios las dijera.

¡Qué fondo tienen las Palabras
que Dios Hijo dice
en Arrobo al espíritu!:

“No valoran tu presencia
porque no creen en mi Existencia”.


Valorar es saber
y entender lo que valoras.

Si no crees, no valoras;
desprecias, pisas y ofendes,
quitando el valor
que otro ve que tiene.

El hombre valora el tiempo,
que es lo que menos manda.

Le valora el tiempo a Dios
para oír sus Palabras.

Y a la Llamada de Dios no acude
porque el tiempo le hace falta.

Si el hombre pensara en el tiempo
que está al Mando de Dios,
contaría con el tiempo,
con esta contestación:

“Ahora, en este momento,
me está dejando el tiempo Dios”.

“Puede que en este momento
el plazo se me cumplió,
y lo que iba a hacer luego,
sin hacer se me quedó”.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 3-4-5

viernes, 29 de noviembre de 2013

El freno y el pensar

En Sueño Profético decían:

Al hombre le hace falta el pensar. El pensar te hace que frenes. Y el frenar es imprescindible para el hombre.

Dijo uno:

El hombre no puede ser hombre de Dios si no frena en sus momentos. El hombre, por buena presencia que tú le veas, si no sabe frenarse, no puede ser hombre de Dios, y por consiguiente, Dios no quiere su amistad. El hombre que vive su vida sin preocuparse de frenar, vive en peligro para el espíritu, y también para la carne.

Mi padre, siempre que nos levantábamos de la mesa después de la cena, éstas eran sus palabras a sus tres hijos, contándome yo: “Pensad mañana como hoy habéis pensado: en no hacer nada que os dé arrepentimiento. Id siempre preparados y frenad a tiempo, que el freno y el pensar, os darán Paz de Dios, y a Dios tendréis contento. Siempre que veáis el peligro, echad el freno”. Y seguía con sus palabras, y nosotros aprendiendo. Por eso, yo recomiendo el pensar, antes de hacer nada mal hecho, porque no hay cosa mayor que la entrada en este Reino.

Desperté, oí:

Este padre fue un hombre
que nunca hizo nada mal hecho.

Si algo veía en el camino
que al final no era derecho,
pronto frenaba la acción,
si así era, o de palabras.

A todo lo que iba a hacer,
primero el pensar le daba.

Esto, dice que hace falta
para la vida del mundo,
que te engaña y te maltrata.

Te engaña cuando te ofrece
todo lo que ahí se acaba.

Te engaña cuando el pecado
te lo envuelve diciendo:
“no es cosa mala”.

Te engaña porque se alegra,
y risa en tu llanto manda.

El que piensa lo que hace,
el freno le quita marcha.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - Pág. 31-32

jueves, 28 de noviembre de 2013

La falta de creer Aquí

En Sueño Profético decían:

La falta de creer Aquí, hace que el hombre se porte mal ahí.

El hombre no tiene motivos para ofender a Dios si pensara: “Él tiene la llave de mi vida; y el Mando para, después de enterrar mi cuerpo, mandar el espíritu al Infierno”.

El hombre debía de sufrir cuando viera que a Dios no buscaban, cuando sus Palabras cayeran en oídos sordos para él.

Dijo uno:

Si el hombre creyera que después de la muerte empieza la Vida –y ya sin muerte–, no ofendía tanto a Dios como Lo ofende.

El que en Dios cree y a Dios ama en la muerte de un ser querido, dice: “Señor, gracias, yo sé que está contigo”.

¿Cómo vas a ofender en la Tierra a un superior que vida te deja? Pues los días que vivas son gracias que debes.

Y mete en la cuenta a algún ser querido que cerca tuvieras, cerca no de distancia, cerca de cariño... El que cree y ama, mira para el Cielo y dice:

Dios mío,
antes de ofenderte,
mándame castigo:
que vea sufrir
al ser más querido.

Antes de ofenderte,
mándame a algún sitio
que vea sufrimiento;
que el mío, al pensarlo,
ya lo vea chico.

Señor, dame Luz,
que vea tu Camino.

Señor, dame fuerzas,
que las necesito;
porque soy débil
y poco Te sigo.

Señor, dame Fe,
o dame castigo.

Desperté, oí:

Alaba a Dios en el sufrir,
y verás peso quitarte.

Piensa en el que más sufrir tiene,
aunque veas silencio grande.

Nunca Le digas: “no puedo”.

Porque el sufrir que Dios manda o permite,
lleva su altura y su peso.

El hombre ofende a Dios
porque no ama ni cree.
Si ama, alaba;
y si cree, teme.

¡Qué pena tiene que ser
el quererlo por temerle!

La pena es que te das cuenta
cuando remedio no tiene.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 93-94-95

miércoles, 27 de noviembre de 2013

El bueno, tiene a más buenos que hacer

En Sueño Profético hablaban del bueno y comparaban con los colores. También hablaban del bueno que fruto no daba.

Ya dijo uno:

Siendo el azul, azul, para nombrarlo tienes que destacar un azul de otro, porque dentro del azul hay azul fuerte, azul suave y azul que será, pero es azul para pocos. Esto les pasa a algunos buenos.

Aquí digo unas Palabras dichas por Dios Hombre en la Tierra:

“Hay buenos que no dan fruto, y ya les falta el ser buenos. El bueno siembra conmigo para que recoja otro, y él da abundancia de fruto. Si conmigo no siembra ni da fruto, no es hombre bueno, dicho por Mí en la Tierra, dicho por mi Padre en el Cielo. Si el hombre le dice bueno, no es Palabra de Evangelio. El bueno tiene que ir por las llanuras y los cerros siempre diciendo: “Dios dice que nos espera su Reino”.

Desperté, oí:

El bueno, para ser bueno,
tiene a más buenos que hacer.

El bueno, para ser bueno,
tienen el fruto que ver.

Y el que ama va aprendiendo,
y a más buenos quiere hacer.

Dios Hombre dijo en la Tierra:
“No es hombre bueno
aquel que él sólo se salve”.

“El bueno tiene que hacer
lo que hacen mis Discípulos:
publicar mis Mandamientos”.


Para publicar de Dios,
no puedes ir en silencio.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 140-141

martes, 26 de noviembre de 2013

Seguro de vida para el espíritu

En Sueño Profético decían:

Hazte un seguro de vida,
primero para el espíritu
y después para el cuerpo.

Que el seguro del espíritu
es capital que va creciendo,
que te entregan en la Gloria
cuando ya no existe el cuerpo,
para que el cuerpo no ensucie
la Divinidad del Cielo.

Hazte el seguro de vida,
que no hace falta dinero,
ni te exigen los papeles,
ni te entregan documento.

Pero queda tan seguro,
que nadie puede ser dueño,
por ser el dueño tu espíritu
y Aquí no venir los cuerpos.

Si el cuerpo entrara en la Gloria,
ni el nombre podía tenerlo,
por ser el cuerpo enemigo
del Mando que da este Cielo.

Gloria es Amor a Dios,
Obediencia y arrepentimiento.

Si siempre vives Amor,
no hace falta la Obediencia,
porque todo lo harás
sin sacrificio y contento.

Y si algo hiciste mal,
fue engaño o alguna fuerza
del espíritu del mal,
que acecha y te hace pensar
que el seguro no da renta.

Desperté, oí:

¡Qué razones dan en Gloria
y el hombre no las comprende!

En cambio, en las de la Tierra,
siempre se siente listo y no torpe.

¡Qué cierto que el hombre
hace el seguro del cuerpo
sin seguridad de disfrutarlo!

Y no se hace el del espíritu,
que de Dios recibe el pago.

¡Hazte el seguro de vida al espíritu,
y no pienses en el pago!

Que por mucho que tú mandes,
más te tiene Dios guardado.

Y nunca podrás decir:
“Yo pagué sin disfrutarlo”.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 199-200-201

lunes, 25 de noviembre de 2013

Tienes que ser y parecer

En Sueño Profético decían:

Tienes que ser y parecer, esto en la línea de Dios. Ser sin parecer, no tiene valor. Y si pareces y no eres, tienes que contestar: “No, yo no soy lo que tú crees”.

Por eso, la mayor tranquilidad,
es que sepan lo que tú eres
sin tener que preguntar.

Si tú das Amor al Prójimo,
deben verte actuar,
dando Amor sin importancia,
que el que recibe dirá,
aunque lo veas de lejos:
“Lleva un sello que no esconde,
que va diciendo verdad”.

No es sólo ser lo que eres,
tú debes de publicar.

Con tu forma de vestir,
a veces llevas un aval,
que ya saben lo que eres
sin papeles enseñar.

Esto es una ventaja,
que conozcan sin hablar,
por tu forma de vestir,
al soldado o capitán,
a la hembra, al varón,
al chiquillo al saltar,
al anciano en su quietud,
y al ave en el volar.

Todo esto, si se ve,
no hace falta preguntar.
Representa lo que eres,
y ya devuelves aval.

Hay quien dice:
“A mí no me importa “na”,
que piense cada uno aquello
que el pensar le haga pensar”.

Éste no es el camino
que Dios manda caminar.

Dios dijo y dice estas Palabras: “Por vuestras obras verán sois cristianos”.

Desperté, oí:

Bien claro te dice Dios,
que dejes ver lo que eres.

Si en la puerta pones título,
ya te buscará el que quiere.

Y si no pones el título,
es fácil que nadie sepa
lo que tú tienes oculto.

Que carece de sentido,
querer que no sepa nadie,
lo que ya sin preguntar
se puede dar por sabido.

Hay un refrán verdadero:
que para lucir cabeza,
no puedes llevar sombrero.

Y si el pelo te lo tapas,
no tienes mata de pelo.

Estudia estos refranes
que se firman verdaderos.

Que el hombre vea la cima,
“pa” que no crea sendero.

Esto son comparaciones,
que dictamos, de este Cielo.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 191-192-193

domingo, 24 de noviembre de 2013

Hombres de una siembra

Me acosté a las cinco de la madrugada porque estuve con una enferma grave y ella no quería que me fuera de su lado. Decía que, estando yo con ella, no le daría miedo de la muerte, a la que esperaba por tener un cáncer que le tenía el cuerpo deformado.

Antes de dormirme :

¡Este Dios de esta Gloria y esos hombres de la Tierra...!

Quedé dormida y en Sueño Profético decían:

Cuánto eleva el hombre el traje
que el espíritu tiene ahí.
Pues teniendo pedrería,
el traje no viene Aquí.

Yo vi morir a un avaro,
al que siempre recordé
cómo escondía el dinero
“pa” que muriera con él,
“pa” que a nadie le sirviera
lo que no servía a él.

Éste nunca tuvo Amor,
ni sabía el que no comía,
ni buscó nunca el dolor.
Engañaba al más humilde,
sin pensar que estaba Dios,
olvidando estas Palabras:
“En el Prójimo estoy Yo”.

Por eso las almas limpias
son las que viven ahí,
no queriendo hacer pecado,
pensando venir Aquí,
y mandándole al Prójimo
lo que a Él pueda servir,
y a veces dando en el Prójimo
lo que te hace falta a ti.

Desperté, oí:

¡Este Dios que ama al hombre
y no quiere que se pierda
el que ya permitió ahí,
y Lo espera Aquí en su Gloria!

¡Este Dios de esta Gloria
y esos hombres de la Tierra,
que no aman porque olvidan
que son hombres de una siembra!

De una siembra que se acaba,
cuando acaba la cosecha.

Y este grano ya no sirve
ni “pa” venta ni “pa” siembra.

Este grano se ha perdido,
enterrado y sin protesta,
porque el grano de trigo,
protesta cuando lo siembran.

La materia ahí del hombre,
dura poco y sin protesta.

Ama y ven Aquí a esta Gloria
y Aquí ya tienes cosecha.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. capitulo 5

sábado, 23 de noviembre de 2013

El hombre acepta al Santo y no al Profeta

En Sueño Profético vi muchas caras, y decían:

Todos éstos fueron Profetas, Lugar que Dios habló en ellos. Todos fueron maltratados por el hombre, por el hombre que decía que a Dios amaba.

El que a Dios ama, no puede ofender al Profeta, una vez que el Profeta, las Palabras no son suyas. Estas Palabras son de Dios Padre y dichas por Dios Hijo. La palabra Profeta cambia de color al hombre.

El hombre acepta al Santo y no al Profeta. El Santo todo puede ser suavidad. El Profeta tiene momentos bruscos para el hombre, y esto molesta al hombre. El Santo vive su santidad. El Profeta es que Dios vive en él. Todos los Profetas dijeron sentencias que al hombre no agradaron. El Profeta tiene la Fuerza de Dios en la contradicción.

Las Palabras que Dios dice en el Lugar que elige, tienen Fuerza del Reino Eterno. El que Dios habla en él para enseñar, éste no retira Palabra poniendo palabra que el hombre le dijera. Aquí se ve que la Palabra es Dios, Dios que anuncia su Venida en un Lugar que le permite al hombre que viva.

Este Lugar, Dios lo arroba, haciéndose Dios dueño de lo que ya es suyo; suyo antes, pero con la Libertad de Dios. Luego Dios le quita la Libertad en el Arrobo, y ya, espíritu y Libertad quedan con Dios a su servicio.

Desperté, oí:

Con una clase diaria de media hora, en poco tiempo aprenderían cómo es este Mundo Eterno.

Es fácil aprender del que Aquí lo traen. Es fácil para el que ama o quiere amar.

El que ama, todo lo recibirá como Palabra de Dios.

¿Qué nombre le pondría el hombre, a donde Dios hablara, mejor que Profeta?

Pesar esto es creer no en este Dios.

Estudia lo que es Dios, y a todo lo que haga dirás amén.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pag. 4-5-6

viernes, 22 de noviembre de 2013

Adornos de adelanto

En Sueño Profético hablaban dos. Uno hacía preguntas y otro contestaba. Ya siguieron hablando con esta contestación:

El pecado no puede ser hecho con intención de que no sea pecado; entonces es más pecado.

El que salta la prohibición tiene más condena que el que pasó sin saber estaba prohibido. Aunque ninguno hiciera destrozo, ya tiene castigo no respetar lo que estaba prohibido.

El que rompe la cerradura de la puerta ajena y entra sin querer los dueños, esto es robo, aunque tú no entres a robar. Tú sabes que el que te vea te dice ladrón, porque el que no va a robar, ni la casa es suya, no hace lo que hacen los ladrones. Esto en el robo, que son las leyes del hombre para poder vivir no como los animales.

Dijo uno:

Yo seguí mucho a Agustín, y te hablaba del pecado peor que el peor veneno. Mucho decía: Nadie pecará queriendo a Dios, ni diciendo “peco porque no es pecado”, sabiendo es puesto el nombre por Dios, aunque tú no comprendieras.

Dijo el mismo que tanto siguió a Agustín:

Hay pecados hechos diciendo: “esto no es pecado”, que arrastraron a muchos a que hicieran igual, y hoy están todos en el sitio que ellos quisieron: no ver a Dios.

El no amar a Dios te hace el no hacer lo que Él manda

No quieras pecar diciendo a Dios: “eso ya no es pecado”. No quieras vestir con adornos de adelanto lo que tú sabes que pecas aunque intentes disfrazarlo. Ya, si haces intento, es porque piensas pecado.

Sin recato no debes nombrar a Dios, aunque vida esté faltando. Si crees en este Dios, tú guía será el recato.

Desperté, oí:

¡Cuántos defensores tiene
lo que en contra de Dios va!

¡Cuántos enemigos tiene,
queriendo a Dios engañar!

Bien dice Agustín de Mónica,
que pecar y amar
son dos palabras en contra.

Que pecas porque no tienes
lo que te lleva a Gloria.

El peligro de la carne,
todos saben de memoria.

Ninguno intenta decir:
“yo me tiro de la altura
sin intención de morir”.

Si abajo ya llegas muerto,
no es extraño este morir.

Si disparas la pistola
poniendo el tiro para ti,
no sería a mala idea,
pero quisiste morir.

Si ya sabes los peligros,
porque ese mundo es así,
estudia los que ya sabes
y no los quieres cumplir.

Cuando hablen de pecado
queriéndote tú exhibir,
piensa lo pronto que llega
el dejar materia ahí.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 40-41-42

jueves, 21 de noviembre de 2013

Dios no necesita al hombre

En Sueño Profético decían:

Dios no necesita al hombre, y el hombre Le guarda el tiempo y grandes ingresos que tenga.

Dios no necesita al hombre: ni a su espíritu, ni a su cuerpo. A su espíritu Aquí lo espera para darle este Sitio. Y a su cuerpo, ¿cómo va a necesitarlo Dios, siendo Creador de los dos mundos?

¡Dios no necesita al hombre!

Dios es Padre, y es Amor lo que les pide. Amor que el hombre Le niega cuando en el Prójimo vive, porque en la Tierra ésta es su vivienda.

¡Negar al Prójimo: a Él Le niegas!

Para esto quiere Dios al hombre: para que el hombre se quiera.

El hombre pone de intérprete al mal que existe en la Tierra, y enseña que se practique.

Desperté, oí:

Repetían muchas veces las palabras:
“Dios no necesita al hombre”.

El hombre Le exige a Dios
porque Amor de Dios no siente.

Dios, siendo Dios, no exige.
Dios pide Amor
para que vuelva a su Gloria
el espíritu que Él mandó.

Dios no necesita al hombre,
siendo Él el Creador.

A Él Lo busca el que sabe
que su Presencia ensució
con el maldito pecado:
mundo, demonio y carne.

El que odie esta presencia,
Dios ya sale a buscarle.

Dios no necesita al hombre.
Él lo llama,
pero su Amor va delante.

Primero te da la Mano,
para que tú te levantes.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 176-177-178

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Es Dios el que el arreglo aquí pone

En Sueño Profético decían:

El hombre, lo que él no le ve el arreglo, lo da por imposible, y a veces lo desecha despreciándolo. Y Dios, lo imposible lo hace fácil, que a veces lo ves tan fácil, que tú le quitas lo imposible, que antes tú con imposible sellaste.

Dijo uno:

Es que Dios es Dueño de todo lo de Arriba del Cielo, de todas las voluntades, de todo el mover de la Tierra, de todo hombre que crea que las fuerzas las maneja. Dios, aquí, en estos hombres, actúa sin darles cuentas, sin preguntar opinión, porque son hombres de Tierra, y puede que la opinión no sepa donde ponerla. Ellos saben lo que ven antes de que abran la puerta, pero una vez que la abran, no saben lo que se encuentran. ¿Cómo pedir opinión, a esos hombres de la Tierra, en los designios de Dios? Dios va trazando caminos, que sus trazos son sencillos por ser lenguaje de Amor. Si Amor no llevas delante, imposible verás todo.

Desperté, oí:

En mucho que se escribiera
y se quisiera hacer bien,
no se aclararía tan fácil
lo que aquí ves al leer.

¡Qué verdad más conocida,
que lo que el hombre no puede,
lo sella con imposible!

¡Qué pocos dicen: “Es Dios
el que el arreglo aquí pone”!

¡Es Dios el que mira la montaña,
y la montaña se esconde!

Se esconde quedando tierra.

Esto es Poder de Dios,
que el hombre no lo aprovecha
para quitarse el sufrir
de las cosas de la Tierra.

Hay quien le dice imposible
a lo que el poder no llega.

Hay quien ve todo fácil,
porque a este Dios se encomienda
en lo chico y en lo grande.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - Pág. 17-18-19

martes, 19 de noviembre de 2013

El creer, algo te inquieta

En Sueño Profético hablaban de Dios Hombre. Decían:

Si Dios cuando se hace Hombre, el hombre ama lo de Dios en su Gloria, el hombre adora sus Pisadas en la Tierra, cuando bajó a vivir con él y a enseñarlo.

Si el hombre creyera en la inmortalidad del espíritu, el hombre no hacía pecados de cierta gravedad, para retirar de Dios al que se creyera que había pecado.

Si el hombre estuviera fijo del Poder de Dios, su vivir era asustado, y no pondría a Dios delante, queriendo darle parte del pecado.

Dijo uno:

Si el hombre creyera en sus últimas Palabras –en las que les dijo a sus Discípulos–, el que se las viera cumplirlas, ya era hermano suyo y Discípulo de Dios Vivo. Pero el hombre no las cumple, y el que lo ves cumplirlas, es un cumplido frío, sin Amor de Fuego Divino, que no lleva a donde Dios hace su Enseñanza pública en la Tierra, como esta Enseñanza:

¿Quién podría amar a Dios Padre y pasar por un sitio donde estuviera el Maestro –que era el mismo Dios, que lo comprobabas por sus hechos–, y seguir el camino sin llegar a conocerlo?

Pues así sigue el que se dice cristiano.

Desperté, oí:

El creer, algo te inquieta.

El Amor, ya no te deja,
para oír de Dios hablar.

Y el no querer que Dios viva
y que a la Tierra no se comunique,
lo demuestra tu actuar.

Aunque llegues a la mesa,
no recibes el manjar
que Dios de consuelo deja
para el que se quiere salvar.

Si todos a Dios desprecian
en lo que del Cielo manda,
¡que no se digan cristianos!

El que cree
y quiere saber de Dios,
busca donde Él manda sus Palabras.

Y el que el Amor lo siente,
no pasa indiferente
por el que sabe que es Dios
el que lo manda que enseñe.

El hombre querría a Dios,
sin el Dios,
tan sólo de Hombre.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pag. 6-7

lunes, 18 de noviembre de 2013

El que oculta y el que pecó

En Sueño Profético decían:

Hay quien se tapa del hombre para decir que a Dios ama. Que si amara, pensaría que el grande Amor no se tapa porque te contesta el Dueño, que tu Amor no Le hace falta, que si no oyes su Voz, te contesta sin Palabras. Estas grandes explicaciones se estarían contestando y jamás que se acababan.

Dijo uno:

Dios, cuando vivió de Hombre, lo que más Le ofendía era seguirlo y luego, el que Lo había seguido, que lo ocultara. A éstos les prohibía Lo siguieran. Lo que no hacía con el que había pecado.

Aquí cuento yo una escena que muchos presenciaron, de Magdalena, cuando un día oyó un tropel por una calle donde ella bajaba cuando aquel gentío subía. Le preguntó a un muchacho que su aspecto era más chico que años tenía –pues tenía 17 y unos 15 parecía–. Esta pregunta es de Magdalena:

   –¿Vienen solos los Discípulos o siguen al Maestro los pasos por esta calle?

   –¡Sí, viene el Maestro con ellos!

Cuando Magdalena vio su Frente, echó pasos atrás y se metió en un portalón, y sus lágrimas rodaban, pero ya no era como antes de recibir el Perdón. Era quitarse por el hombre, para que no refirieran sus pecados perdonados, y que otros, pecado hicieran. Cuando llegaron al sitio que allí otros esperaban, dijo el Maestro:

   –Hoy toca la Enseñanza al que Me sigue y luego no habla de Mí por respetar al que no me quiere. Y al que hizo los pecados y Me buscó, y hoy Me sigue y se esconde para que otros no pequen, a éste le doy mi Palabra para que vaya y la enseñe. Y al que Me sigue y Me oculta, puede darse porque no Me conoce. Y el que Yo no conozco en la Tierra, mi Padre no lo entra en mi Reino.

Y se dirigió a un matrimonio que vivía cerca de Magdalena, y le mandó estas Palabras:

   –Cuando lleguéis a la casa, estará Magdalena en vuestro escalón esperando mis Palabras, que tú has oído, y que mientras ha durado mi predicar, ella, sus rodillas, han descansado en el suelo pidiendo en mi Nombre a mi Padre que todo pecador se retire del pecado.

Desperté, oí:

Dios Hombre manda sus Palabras a la grande pecadora, y aparta al que no pecó pero se esconde de decir: “Yo voy con el Maestro”.

Cuando llega el matrimonio, le cuentan a Magdalena en lo que empleó el tiempo.

Le dicen hasta postura de sus rodillas en suelo.

Pero esto vieron otros.

Lo que sí nadie sabía: el pedir a Dios del Cielo.

El querer no hacer un roce que a Dios pudiera ofenderlo.

No quería distraer la predicación del Maestro y censurando su Perdón.

Pero luego ama tanto, que sufre y no quisiera que hubiera un pecador.

Este Mensaje te aclara el que oculta o el que pecó.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 141-142-143-144

domingo, 17 de noviembre de 2013

El Elegido molesta donde a Dios tienen en olvido

En Sueño Profético decían:

Es molesto el trato del Elegido cuando tú no estás cumpliendo las Palabras de Dios. Y es sedante para el cuerpo y purificación para el espíritu cuando las cumples o intentas reformarte.

No tiene buena acogida presentarte con recato donde viven libertinaje.

El ladrón se entiende más con otro que también robe, y quisiera que el robar fuera normal en los hombres. El ladrón y el criminal, con el bueno no se entienden.

Dijo uno:

Por eso, el que Dios elige, poco lo quieren los hombres. Porque pocos son los que cumplen, y pocos los que se ofrecen ofreciéndole su ayuda.

El Elegido molesta donde a Dios tienen en olvido, donde reina la soberbia, donde el perdón no existe, donde caridad no encuentras ni en lo grande ni en lo chico. Al Elegido lo miran como algo despreciativo, como algo que molesta.

Desperté, oí:

Si quieres reformar tu pasado,
buscas las Palabras del Cielo.

Si crees que no lo estás haciendo bien,
buscas Palabras del Cielo.

Pero siempre son tan pocos
los que este pensar hicieron,
que por esto verán solo
al que Dios habla en el Cielo.

Es molesto y le atacan
en palabras y en hechos.

Cuando debían de estar de rodillas
esperando su mandar.

Y reclamar su presencia
de saber que Dios la entra
a diario en su Gloria.

A lo que te diga “no”,
di tú: “¡Gracias Dios mío!,
que me mandas Profesor
para no perder el espíritu”.

Si tuvieras la tortura de creer
que su presencia molesta,
haz Oración y comulga.

Que el Cuerpo de Dios
espera al justo y al pecador.

Al justo, para enseñar
y que su presencia copien.

Y al pecador, para premiar,
cuando ya él reconoce
que la Verdad en Dios está.

Y de rodillas se pone,
suplicando Caridad.

Es grande amar a Dios
y buscar al que Él le mande.

Pero si oyes su Perdón,
es todavía más grande.


***


Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 112-113-114-115

sábado, 16 de noviembre de 2013

Esto es el mismo Dios dando sus Palabras Vivas

En Sueño Profético hablaban de publicar las Comunicaciones de Dios, de dar a conocer estos grandiosos Mensajes.

Decían:

Estos Arrobos tienen que ser publicados por la misma materia que siente los Arrobos. Estos Sueños tienen que ser interrogados para que la Enseñanza sea mayor. En la interrogación pueden ver la Sabiduría de Dios. En la interrogación verán la Paz de Dios en las Palabras del mismo Dios. Esta Publicación es retrasada, primero por ser Dios el que habla; y segundo por ser el hombre el que tiene que publicar. Dios, que ama al hombre; y el hombre, que a Dios no ama. Dios no quiere condenar al hombre; y el hombre que a Dios desafía. Dios, que quiere dar a conocer su Gloria; y el hombre, que interés no tiene. Dios da la Publicación para que el hombre no diga: “Esto no lo sabía yo”.

Estos Libros harán que se hable de Dios, harán ver fácil la Comunicación de Dios; verán un hecho viviente de un Instrumento de Dios. Por eso hay que publicar con el sí o con el no, que el Instrumento resuene con resonancia de Dios. Todo lo que el hombre lea, será Palabra de Dios.

Bien dicha esta frase
que en tiempos antes se dictó:
“Caldero hirviendo,
caldero que hirvió;
hombre que ayer viste,
hombre que hoy veo yo;
Sol que ayer dices que viste,
Sol que hoy veo yo”.

Siendo la misma Palabra
y siendo el mismo Dios,
tienes que dejar cerrado
el libro del que te habló
de la vida de los Santos
que otro hombre escribió,
por éste que es Libro Vivo
con la Palabra de Dios.

Con lo que dicen de noche,
de día mandan dictar,
y lo que dictan escribe,
ponle por nombre “Lugar”.

Desperté, oí:

Ponle el nombre que quieras,
pero reverencia a Él.

Al Dueño de estas Palabras,
dichas en hombre o mujer.

Y muchas veces en niños,
sin poderlas comprender.

Esto es el mismo Dios
dando sus Palabras Vivas
de todo lo que pasó:
de la Muerte y de la Vida.

Esto es candela con llamas.
Las ascuas te acercan más,
pero tú buscas las llamas.

Las llamas tienen más fuerza,
aunque sean las mismas ascuas.

Porque si candela buscas,
sabes que queda en ascuas.

Es lumbre y ascuas que queman,
pero más viva es la llama.

El Dueño de ese rescoldo,
hace llamas sin Palabras.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 37-38-39

viernes, 15 de noviembre de 2013

Las Palabras de Dios Hombre

En este Sueño Profético hablaban del Maestro. Había un grupo de hombres y sólo una mujer. Cada uno decía la impresión que le causó cuando estuvieron cerca de Él.

Dijo uno:

Yo estuve noches sin sueño,
anduve largas distancias
y con muchos me enfrenté
cuando oía los defectos
que Le querían poner,
gente que no conocían
ni sabían nada de Él.

Sabían que era el Mesías,
porque el sitio que Él pisaba,
en vez de aplastar la hierba,
la hierba más levantaba.

Y si entraba en un mesón
y a la mesonera hablaba,
antes de dar la respuesta,
de rodillas se inclinaba.

Había quien cuando se había ido
y por su puerta pasaba,
Le veía algo a este Dios,
algo que nadie llevaba.

Iban de hecho al mesón
y hacían preguntas raras.
Esta era muy corriente:
¿Qué tiene ese Hombre en la cara?

¡Dicen que es de Galilea
y que viene de Samaria!

Estaba esta mujer,
que ya casi se marchaba,
y quedó allí detenida
mientras los demás hablaban

Cuando todos se callaron,
empieza ella con calma:
¿Vosotros habéis notado
cuando ese Hombre habla,
que sus Palabras llegan
dentro del fondo del alma?

Yo Lo oí dos o tres veces,
y sus Palabras no cansan.

Desperté, oí:

Las Palabras de Dios Hombre,
estas Palabras no cansan.

No cansan porque es Amor
antes de decir Palabras.

No cansan por ser Palabras
de Vida y Eternidad.

Palabras que siempre oyes
y nunca pueden cansar.

Palabras que no te cansan
y que quisieras leer
en sitios que hubiera letras
y que se hablara nada más que de Él.

Porque leyendo Palabras
que vengan dichas de Él,
notarás que está a tu lado
y te olvidas de leer.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 84-85-86