domingo, 18 de diciembre de 2011

La alegría del pecado es risa que en llanto termina - Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo I - Pag. 31-32-33


En Sueño Profético hablaban de la alegría. Decían:

La alegría es el sentir a Dios. La alegría no necesita caudal. La alegría no la da el dinero. La alegría, cuando es de Dios, ésta ya te trae lo que tú necesitas. Alegría y Paz: Gloria asegurada. La alegría del pecado es risa del diablo que en llanto termina; la de Dios contagia.

No puede olvidar la escena el que viera, como yo vi, a dos hablar del pasado y de sus hijos referir. Había una llorando, y la otra, reír y reír. Decía la que lloraba:

¡Cuánto dinero tiré!
¡Cuántos adornos de oro tenían
los sillones en los que me senté!
¡Cuánto caudal di a mi hijo
y cuántas risas pasé!
¡Cuánta alegría yo derrochaba
cuando iba de banquete
en banquete a comer,
y los sombreros de copa
rodaban hacia mis pies!
Las monedas resonaban,
dejando el bolsillo al revés.

¿Cómo pudo todo esto
irse por otro camino?
¡Y mira cómo me encuentro:
con arrugas, ya sin risa,
y día y noche con llanto!

Dijo la que aquella risa
te contagiaba a su paso:

Pues, ¿te acuerdas
cuando a mis dos hijos
los paseaba de la mano
y me metía a rezar la Salve
y luego el Rosario?

Ya salíamos tan contentos,
y tú me decías:
¡Ya sacas la cesta llena!
Y yo te decía con risa:
¡Ya vamos hasta “cenaos”!

Pues cuando llegaba a casa,
alguien de mí se había “ocupao”.
Cenábamos los tres juntitos,
y juntos aún estamos.

Mis hijos a mí no me dejan,
y ya vamos los diez por la calle
con la risa contagiando.

Desperté, oí:

Esta alegría era de Dios,
por no haber estado nunca en pecado.

No se le podía acabar
ni con el transcurso de los años.

Cerca de ochenta tenía,
y risa iba contagiando.

Luego los nietos y los hijos
la risa iban continuando.

La que vivió en la grandeza,
en grandeza de pecado,
lloraba porque aquél hijo,
de hombre tiró al pecado.

No pudo usar poder de madre
que quiere a un hijo
y pide a Dios por él.

Porque temía que le dijera:
“contigo, me avergoncé”.


***

2 comentarios:

  1. El mensaje es totalmente actual.La alegría serena de Dios es Paz que vence cualquier contrariedad.

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  2. Madre es la que lucha por el espíritu de su hijo para acercarlo a Dios, si no hace esto no puede considerarse madre.

    El mayor tesoro para un buen padre es desear, no la mejor carrera profesional para su hij@, sino que sea una buena persona.

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