sábado, 14 de agosto de 2010

Sufrimiento en silencio - Libro 33 - Dios No Quiere, Permite - Tomo V - Pag. 33-34-35


En Sueño Profético decían:

Tu entrega en el necesitado y en consolar al afligido es lo que pone silencio al que hubiera querido que esto hubiera quedado en secreto hasta que no hubiera vivido tu cuerpo.

Dijo uno:

Dios hizo que se sellaran las obras que siempre llevó de compañeras, sin darle importancia por creer que es lo que más a Dios Le llega. Nunca creyó no merecer estos sufrimientos. Siempre en Dios confiaba cuando vivía sufrimientos. Le molestaba el oír, “¿Por qué le pasa esto?” Compadecía el que veía caído y nadie lo levantaba, y el que el sufrir lo apartaba del camino de la Oración.

Todo lo que se ha nombrado era antes de que le hablara Dios.

Desperté, oí:

Se han hecho unas cortas memorias de este Elegido por Dios.

Era premiarse cuando al sufrimiento podía ayudarle.

Los defectos achicaba y les quitaba importancia.

Compadecía al que veía despreciado por extraños y por familias.

Las tentaciones, si le llegaban, más las palabras las agrandaba.

Esto puede hacer cualquiera, cualquiera que quiera a Dios de esta manera.

Ya se termina el ArroboEstado Sobrenatural en el que Dios trae un Espíritu a su Gloria para que reciba una Enseñanza. Durante este Estado, el cuerpo portador no presenta signos vitales hasta que el Espíritu vuelve de nuevo a él., dando ejemplo de sufrimiento en silencio.


***

5 comentarios:

  1. Es una lección de vida y además,afirma que esto lo puede hacer cualquiera.Nos debíamos proponer seguir paso a paso, cada día, las actitudes que nos presenta.

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  2. Que Dios ilumine a los seguidores de este Caso para copiar al Profeta y Quitarle sufrimientos a Dios.

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  3. Es verdad que en su vivir se veía que era elegida por su desvelo por el prójimo sin descanso

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  4. Que caridad desbordaba cuando iba al enfermo le veías la fuerza de Dios en su presencia

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  5. Como indica el Mensaje, Ella vivió su vida siempre dando ejemplo de como tratar los sufrimientos y cuidar al afligido. Y eso antes de que Dios le hablara. Es lógico a la luz de su vida por qué Dios la eligió como Profeta. Seguir su comportamiento nos acerca más a Dios. Y no es difícil si lo vemos como hechos puntuales de una vida, aunque si que resulta más complicado cuando vives toda tu vida así.
    Ahí radicaba la grandeza de Anita, que todas las horas, todos los días, los vivía de la misma forma.

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