domingo, 4 de febrero de 2018

El Amor a Dios es el que te pone fuerzas en el pensamiento

En Sueño Profético decían:

Si amaran, abrirían los ojos y verían, y los oídos les servirían para oír esto que baja del Cielo.

Si amaran, verían la postura del Instrumento: quiere hacer y no quiere; quiere hacer lo de Dios lo primero, sin ponerle preferencia a nada que exista en el suelo. Mando de Dios o sentir, siempre pone lo primero.

Si el hombre utilizara los ojos, los oídos y la lengua para todo lo de Dios ponerlo lo primero, entendería este Lenguaje como la madre cuando aprieta al hijo en su pecho.

Dijo uno:

El Amor a Dios es el que te pone fuerzas en el pensamiento, y ya tus palabras van abriendo puertas para este “Diciendo”, que Dios da su Mando para que lo vayan cundiendo.

Tu repetir siempre sea:

“Dios me dice..., Dios me Manda..., Dios quiere que esto así se haga...”

El que esto así no acepte, no le oigas sus palabras, que las manda el abogado del Diablo, que éste se presentó cuando Dios vivió con Cuerpo. Pero Dios lo retiraba con Palabras o con su Brazo. También lo sacaba del cuerpo del que quería curarse, o para que vieran que su Poder le podía al engaño.

Desperté, oí:

Vieron que era Dios –aunque veían a un Hombre – en el Poder, en el Amor al Prójimo y en la forma que daba el Perdón.

Le oyeron muchos estas Palabras:

Quiero que te oigan lo que vas a hacer, pero no lo que has hecho. Lo que vas a hacer, acerca a mi Reino. Lo que hiciste, ya pertenece al Perdón, y el Perdón lo dirá o guardará en silencio”.

“Yo sé lo que vas a hacer, pero no los que te están viendo”.

“Si lo oyen de tu boca, puedes hacer a hombres que te sigan y del mal huyan contentos
”.


***

Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C3

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