jueves, 30 de noviembre de 2017

Si tu espíritu está con Dios, lo va diciendo tu cuerpo

En Sueño Profético decían:

Si tu espíritu está con Dios,
lo va diciendo tu cuerpo.

Si el espíritu está con Dios,
va sembrando y recogiendo.

Sembrando el Evangelio,
que es Palabra que Dios dice.

Y recogiendo,
de lo que sembraste,
que Dios manda premio.

Si tu espíritu está con Dios,
nunca te llega tristeza
y todo lo pones en las manos de Dios
con la confianza de que Él lo arregla.

Y lo que crean que no tiene arreglo,
si tú lo tienes en las manos de Dios,
lo das como algo que ya tiene su dueño,
y como Dios que es,
Él sabrá lo que tú no puedes saber.

Pero si tu espíritu es de Dios,
lo va diciendo tu cuerpo.

Desperté, oí:

Decían en el arrobo,
que la confianza en Dios
te hacía vivir Paz.

Que el espíritu,
cuando está entregado a Dios,
nunca está solo.

Siempre tiene espíritus consejeros
que Dios le manda.

Éstos, te cambian el rostro
y la tristeza te apartan.

Y te hacen que digas:
“Señor, concede mi petición
si Tú ves que está bien pedida”.

“Yo Te voy a querer igual
si no llega esta alegría”.

Esta es la petición
del que vive la Presencia
de Dios Padre, de Dios Hijo
y de la Madre Virgen,
y siente coros de ángeles
con Palabras Divinas.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C6

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Déjame que sea niño, que tengo la Gloria abierta

En Sueño Profético decían:

Se ocupa el hombre del niño cuando tiene pocos meses, pocos años, y el peligro no conoce. Y luego, ya que es un hombre, le enseña a que maneje armas para que mate a los hombres. Que en esto son todos iguales, los ricos y los pobres, los torpes y los listos. El disparo no conoce cuando el hombre le abre puertas.

Si el niño, aún siendo niño, comprendiera para qué lo cuida el hombre, ya fuera el que más lo quisiera, o sin quererlo, porque la ley así lo mande, ésta sería la respuesta: “No me cuides, y déjame que me vaya donde tengo las puertas abiertas. Que puede que con tu cuido luego las tenga cerradas”. 

Esto protestarían los niños, y al hombre lo avergonzaban.

Dijo uno que sigue el Mando de Dios:

Debería el hombre practicar las Palabras que su nombre es Evangelio. Y seguro que haría un nuevo cementerio con lápidas y panteones y los nombres de los armamentos. Esto quitaría las fronteras donde los vivos caen muertos.

Desperté, oí:

Nombraban el cementerio, que daría más Vida cuantos más entierros se vieran.

Si los niños protestaran el cuido de los mayores con estas cortas palabras, que en la Gloria las dicen y mandan dictarlas, el hombre lloraría y se avergonzaría:

“No me cuides. No me quites la inocencia. Déjame que sea niño, que tengo la Gloria abierta porque Dios lo tiene dicho”.

Deberían juntarse los hombres de grandes o chicas naciones y hacer un cementerio donde quedara enterrado aquello que mata al hombre.

Esto lo dicen los niños, que no son niños, que son ángeles.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C3

martes, 28 de noviembre de 2017

La Fe es confianza de espíritu

En Sueño Profético decían:

Se van a decir palabras para que las tenga presentes el que dice que a Dios ama y el que cree y no ama:

Si a Dios guardas secretos, no crees en su Presencia. Y si pidieras sin Fe, tú dudas de su Poder. La Fe es confianza de espíritu, que nadie la puede ver. La ve el que te la da, cuando tú la pediste con tu forma de actuar. Si la Fe la vivieran como el sediento el agua, abundarían los milagros, y muchas cosas sobrarían que el hombre cree necesarias.

Dijo uno que mucho vivió la Fe:

Sin Fe es duro el camino hasta que tu cuerpo se queda en la tierra, siendo joven o viejo.

A mí, mi Fe me la notaba todo el que me trataba. Primero cogía la carga, y después, ya en la Fe confiaba. Yo intentaba levantarla, pero antes a Dios llamaba y siempre me respondió.

Desperté, oí:

Teniendo Presencia de Dios,
la Fe va creciendo
y todo lo pides sabiendo
que Dios es Presencia
en todos los momentos.

Cierto que si crees
en la Presencia de Dios,
tú mismo guardas
recato a tu cuerpo.

Y si quisieran que hicieras
algo que a Dios enfadara,
pensando que nadie lo sabe,
tú no crees en su Poder:
que a la montaña le hace
que venga a Él.

Fe y Caridad, espera,
que Dios premio te dará.

Con la Fe quitas sufrimientos
y aumentas salario.

Y ya miras al Cielo,
que es lo que manda
milagro y consuelo.

Apréndete estas Palabras
que lleva el Instrumento en espíritu
para que las practique el cuerpo.

Si Dios no fuera Dios,
dejaría esta Vida en secreto.


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Libro 31 - Te Habla el Profeta - Tomo IV - C6

lunes, 27 de noviembre de 2017

El Mando de Dios te da Paz

En Sueño Profético decían:

Cuando actúa Dios, se ve abundancia de Paz, aunque sea Paz con alboroto.

Cuando actúa Dios, es Paz o quietud. Que esta quietud la manda la Paz cuando al que le llega quiere que muchos hagan igual.

Cuando actúa Dios, ves que al hombre le molesta esta actuación.

Dijo uno:

El hombre le da valor a todo lo que no sirve Aquí en la Gloria de Dios, que mayoría son dueños, espíritus que no están con Dios. Estos espíritus viven siempre queriendo aquello mejor. No para servirse de ello, sino para que le den más valor, los que puedan, cuando entierren su cuerpo.  

El que vive para Dios no puede darle importancia a lo que Aquí no llegó ni jamás puede llegar.

Aquí llega la oración, que es grande medicamento cuando llega con Amor. Que el medicamento es la respuesta que va de Dios.

Desperté, oí:

Cierto que la Paz trae alboroto;
el hablar de Dios, escándalo;
y el escándalo, el silencio.

¿Por qué no llevar el hombre
que conoce al Elegido,
el Amén en la lengua,
en los ojos y en los oídos?

Llevando Aquí el Amén,
su misión siempre es cumplida.

¡No se dará cuenta el hombre
de que cuando el pájaro vuela,
ya Dios le tiene la rama
para que descanso tenga!

Pues si esto hace con el pájaro,
qué hará con el hombre
que su Mando quiera.

El Mando de Dios te da Paz,
cuando tú crees que el Mando
no es de la Tierra.

Si lo pones de la Tierra,
quita Paz y forma guerra.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C5

domingo, 26 de noviembre de 2017

El hombre no piensa en la muerte del espíritu

En Sueño Profético decían:

Si pensaran en este Vida, pondrían la preferencia en lo que nunca termina, que es la Vida Eterna, y no le harían daño al que este servicio lleva. Que esto ya ocurrió antes de que Dios, de Hombre, pisara la Tierra.

Dijo uno:

Siendo una cosa tan grande el Saber para no perder la Gloria, pocos quieren saber para no perderla. Y si saben que pueden ayudar a no perderla, cogen caminos distintos y la ayuda la reservan.

Se van a poner unos ejemplos para ayudar al cuerpo:

Si ven que un puente se va a caer, pronto ponen un letrero diciendo que el puente en peligro está. Y no conforme con ello, el paso lo cortarán, por temor a que se mate el que no vea el letrero.

Y en las cosas de comida para el cuerpo, cada día hay más vigilancia para retirar lo que pueda enfermar al cuerpo o morir de momento. Y toda la lucha es comer lo que más vida le dé al cuerpo, que todo está en el camino que va bien recto. Pero, ¿por qué no se hace igual –por no decir más– con lo que puede al espíritu matar o enfermar: darle la ayuda para que el espíritu no se vaya de la Gloria, donde la muerte no está?

Desperté, oí:

Decían en la Gloria palabras que daban risa con llanto.

Ponían comparaciones de cómo el hombre no pensaba en la muerte, en la muerte del espíritu.

¡Qué pensamientos tan cortos te ponían las palabras, para que cuidaras lo que muerte no tiene!

Tenía el hombre que ponerle al espíritu el cuido que le tiene al cuerpo, a la cultura y al adelanto.

Porque el cuerpo es hoja verde, que cae al suelo y queda el árbol.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C7

sábado, 25 de noviembre de 2017

Piensa normal en la muerte y hará que al pecado lo odies

En Sueño Profético decían:

Piensa normal en la muerte, como cuando se ha ido el día y ha llegado la noche. Piensa normal en la muerte, sin meterte con la muerte. Y este pensar te hará que el pecado lo odies, aunque te quieran poner comparaciones del que vive el pecado y le aumentan los bienes.

Dijo uno:

La palabra “muerte sin aviso” debería estar en letreros y al alcance de la vista y del oído. Esto sería gran remedio cuando se hablara normal de que hay otro Mundo. Los que piensan que se tienen que ir de ése y que existe Éste, tienen vida distinta, todo te lo hacen fácil, ven la lucha que el hombre tiene por querer adornar lo de la Tierra. El que tiene contacto Aquí, ve las cosas de la Tierra para que te sirvan a ti, no para que tú estés al servicio de ellas.

Hay quien vive esa vida amarrado con cadenas, y no vive Prójimo, y todo le molesta. Es sembrador de columnas de mármol y muere sin ver la cosecha, porque no tiene brotes ni el mármol ni la piedra.

Desperté, oí:
          
Si la muerte se pensara sin enfermedad de espíritu, ¡cuánto bien se haría y cuánto trabajo se ahorraría!

Decían en la Gloria que al día se le recibía normal, y a la noche también se le despedía normal.

Que pensar en otra Vida te daba Paz, te quitaba trabajos, y ya te preocupaba el que a Dios no seguía.

El seguir a Dios te da alegría, te viste de Paz y la Gloria no olvidas.

Debería el hombre hablar un poco más de esta Vida.

Comparaban la vida del hombre con sembrador queriendo sembrar columnas de mármol.

Que muere sin ver cosecha, y jamás le saldrán tallos.

Esto es vida de progreso y adelanto.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C6

viernes, 24 de noviembre de 2017

"Del pecado fui al convento, y del convento a la Gloria"

En Sueño Profético hablaban del pecado. Decían:

No hay cosa que pese más
dentro de tu mismo cuerpo,
que cuando hiciste pecado
y ya dejaste de hacerlo.

Pero que tú lo dejaste
por algo que sientes dentro,
que te da odio al pecado
y te aumenta el sufrimiento.

En el odio va el arrepentimiento,
y en el sufrimiento va el descanso
de aquel camino sucio
que tu buscaste
o vino con el engaño.

Yo quisiera describir
pecado vivido,
cuando tú ya quieres quitarlo
y te vienen a tu memoria
otros que también pecaron.

Cogía libros de estudio
y tenía que cerrarlos.

Me buscaba algún amigo
y yo no podía tener diálogo.

Mi diálogo lo entendía
otro que hubiera pecado.

Cuando llegaba la noche,
todo venía a mi mente,
y me quedaba sin palabras
por temor a seguir pecando
por defensa que me engañara.

Era mejor culparme yo
y que Dios me perdonara.

Era mejor que cundieran
que Agustín fue pecador
y hoy convento quisiera.

No hay peso que pese más
que el que el pecado te pone
cuando dejas de pecar.

Mucho se oía mi nombre
cuando dejé de pecar.
Fue un cambio sin secretos
que Dios quiso que supiera
el que no quería pecar.

Desperté, oí:

Del pecado fui al convento,
y del convento a la Gloria.

Fue penitencia contenta
buscar a grandes pecadores.

Antes de oír mi saludo,
yo oía mi nombre,
y más veces con insultos.

Noches largas y esperanzas perdidas,
el sueño me lo quitaban
haciéndome ver
que remedio no tenía.

Yo sólo me castigaba
con dudas que me ponía.

Pero era gran medicamento
leer la Teología.

Que sin poner mi nombre,
palabras para mí decía.

El que lea mis escritos,
aunque yo no los escriba,
son palabras que Dios manda
que Agustín Aquí las diga.

Y haga este pensar
queriendo no pecar más:

“Señor,
si Agustín fue perdonado,
a mí también
el Perdón me llegará”.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C7

jueves, 23 de noviembre de 2017

No trates al sufrimiento con mimos ni con agrado

En Sueño Profético hablaban de cómo enseñar a llevar los sufrimientos sin retirarte de Dios.

Decían, que si tienes sufrimiento sin saber del Prójimo, no hay otro mayor que el tuyo, y ya te retiras de Dios. Y que si al Prójimo ibas, dabas las gracias a Dios por el sufrir que veías que era mucho mayor que el tuyo y a Dios no Lo ofendían.

Dijo uno:

El sufrimiento es viajero,
que si tú le das buen trato,
puede quedar de dueño
y tú servirle de esclavo.

El sufrimiento,
si llega a sitio
donde de Dios están alejados,
ya viven desesperación,
que siempre termina en malo.

Dios, cuando elige Lugar
para ir de la Gloria enseñando,
es imprescindible el título
de grande sufrir pasado,
y buscar con ansiedad
un camino sin pecado;
que no culpe a lo Divino
ni se sienta desgraciado;
que todo lo ponga en Dios,
y por fuerza va enseñando
que el sufrimiento si llega,
no tienes que dar buen trato
con el pecado a las penas.

Desperté, oí:

Es cierto, que el sufrimiento
siempre intenta
el apartarte de Dios.

Y una vez que lo consigue,
ya es sufrimiento mayor.

El Prójimo es un sedante
que te suaviza las heridas
que tú te tienes por grandes.

Y ya te sale el ¡Dios mío,
quién soy yo para que esto
que estoy viendo no me pase!

¡Hazme que sienta el Perdón,
que yo prometo cambiarme
y achicar el sufrimiento
que yo veía más grande
y me retiró de Ti!

No trates al sufrimiento
con mimos ni con agrado.

Trátalo pensando en Dios,
y Dios te lo irá achicando.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C6

miércoles, 22 de noviembre de 2017

El Santo no nace, el Santo se hace

En Sueño Profético decían:

El Santo no nace, el Santo se hace. El hacerte Santo puede ser por un sufrimiento o por un arrepentimiento. Luego está el que sin sufrimiento y sin arrepentimiento en todos los momentos de su vida a Dios ponía delante y sus Pasos siguió, practicó el Amor al Prójimo, que te hace que sientas caridad, sin a Dios preguntar los porqués de lo que tú estás remediando. El que siga este vivir, también se hace Santo.

Dijo uno:

El Santo tiene que despreciar muchas cosas que la Tierra te ofrece.

Desperté, oí:

Hablaban en la Gloria de los Santos.

Decían las muchas formas que había para vivir santidad.

Que tú la vivías sin saber a lo que llegarían.

Que esto era amar a Dios despreciando lo que en la Tierra te ofrecen diciendo: “No es malo”.

Que el sufrimiento abrazado, santidad va acompañando.

Lágrimas mandadas a Dios, con arrepentimiento, cuéntate Santo en el Cielo.

Estos Santos son nombrados y Dios les concede que hagan, con su Nombre, milagros.

Piensa que el Santo no nace, el Santo se hace.

Santo es todo el que quiera vivir la ley de Dios y abrazar lo que le llega.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C6

martes, 21 de noviembre de 2017

Lo que fue dicho por Dios, el hombre no puede cambiar

En Sueño Profético decían:

¡Qué confianza tan grande te da el pensar las Palabras que Dios Hombre dejó dichas en la Tierra, y que hoy vuelve a repetir!

Me voy al Padre, de donde fui enviado, pero Yo estaré en el hombre que quiera mi Presencia.

No entristeceros por mis Palabras, porque Yo mandaré mi Espíritu a que hable en una carne para que no perdáis mi Gloria
”.

Estas Palabras no pueden tener cambio, porque ya serían palabras del hombre.

Dijo uno:

Lo de Dios ves que es de Dios porque nada te cambia y porque por nadie tiene Dios preferencia. Prefiere a los niños, templo de la inocencia. Inocencia que quiere el hombre cambiarla por la maldad de la Tierra.

Desperté, oí:

Cierto que el hombre quiere
hacer que el niño aprenda
el mal que hace el hombre.

Sin pensar,
que por mucho que le enseñe,
el niño, niño será.

Lo que fue dicho por Dios,
el hombre no puede cambiar.

Todo lo que nace tiene su tiempo
para cuidarlo hasta que crezca.

El árbol nace fino y bajito,
y tú no puedes hacer
que el ave se pare y forme nido.

Ni que sus ramas te den cobijo
hasta que el tronco esté ya duro
y las raíces tengan sus nudos.

Para nombrarlos, tú dices árboles,
pero los árboles son aún niños.

Que no pueden dar servicio,
que necesitan tu cuido.

No pidas que el pájaro lleve,
cuando esté en el nido metido,
una rama en el pico
para hacer otro nido.

Déjalo que vuele altura,
y luego, que haga el nido.


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Libro 30 - Investigaciones a La Verdad - Tomo IV - C1

lunes, 20 de noviembre de 2017

La Fuerza de Dios derrota al espíritu del mal

En Sueño Profético hablaban del espíritu del Bien y del espíritu del mal. Decían:

Igual que el Bien quiere que lo conozcan, el mal intenta desbaratar al Bien, cogiendo instrumentos que al Bien hagan que lo ensucien.

El espíritu del mal acampa donde más daño hace. Pero si el espíritu del Bien está enseñado, pronto lo despide y queda derrotado. Este espíritu siempre va en contra del Mando que Dios manda, y su maldad es contagiosa, tentadora y persigue los Pasos Divinos. Pero siempre es derrotado por esta Fuerza que Dios elige para Enseñanza.

Dijo uno:

No puede llegar a las puertas de la Gloria el que conoce este Mando de Dios y no acepta al Instrumento. Que este “no aceptar” es culpable de tantos sufrimientos, que quisieran acabar con este Contacto que Dios a diario manda.

Desperté, oí:

¡Qué grande es la Enseñanza
que baja de este Cielo!

¡Qué sencillo es comprender
si un espíritu está mandado por Dios
o es mando del Infierno!

Los espíritus del mal
no aceptan nada bien hecho
que vaya de este Mandar.

Dios Hombre lo saca del cuerpo
del que Le dice:
“Jesús, quiero que seas mi Maestro”.     

Los espíritus del mal
entran dentro de los cuerpos.

En unos son su vivienda,
en otros están momentos.

Pero el que sirve a Dios
los conoce desde lejos
y les dice:

“Satanás, vete,
que mi Dios te está viendo”.

Estas palabras,
acompañadas con acción,
los echa a los Infiernos,
y se ve la Luz de Dios.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C2

domingo, 19 de noviembre de 2017

Puedes ser hombre de cuerpo y tener espíritu de niño

En Sueño Profético decían:

No podrá encontrar el hombre otros escritos que den más enseñanza que éstos, que son dichos por Dios en espíritus de su Gloria, que con cuerpo ahí vivieron. Esto es la Palabra de Dios –Evangelio–, antes dicha, hoy diciendo. Que esta Palabra no faltará en la Tierra mientras haya cuerpos, que es el mundo donde vive el espíritu primero.

Dijo uno:

Esto se ve que es Dios, por no tener preferencia el que recibe el Mensaje diario, y que su espíritu Dios lo trae Aquí, a su Gloria, para que el hombre no olvide que el espíritu no tiene tiempos, ni adelanto, ni progreso.

El hombre tiene ahí que decidir dónde quiere que vaya su espíritu: a la Gloria de Dios, o donde no está Dios, que su nombre es el Infierno, sitio que tú elegiste cuando viviste con cuerpo. Que este elegir se cuenta cuando ya no eres niño de cuerpo.

Desperté, oí:

Puedes ser hombre de cuerpo y tener espíritu de niño.

Y ya retiras la maldad y amas como los niños aman a la Gloria Celestial.

Si les dices: “No hagas eso, que a Dios puedes enfadar”, pronto los ves humillarse, hasta que abrazo les das.

No tiene sentido, si te pones a pensar, que el hombre se ocupe tanto de esa vida y no se ocupe de esta Eternidad.

Donde sólo cuenta vivir la Palabra de Dios ahí, sin aceptar lo que a Dios pueda enfadar.

Si lees estos Dictados, qué pobres ves los que escribe el escritor que el hombre premia y lo pone en pedestal.


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Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C2

sábado, 18 de noviembre de 2017

La Paz venga en vuestros espíritus para que Dios esté contento

En Sueño Profético decían:

¡Cuántos nombres le pone el hombre a lo que nombre no tiene, como no nombres a Dios! Pero él, para no nombrarlo, te nombra la ciencia, el adelanto. Y el cuerpo, de su inmensa maquinaria, él se quiere hacer dueño, sin pensar que el motor del cuerpo anda o se para con un “sí” o un “no” de Aquí del Cielo.

Al hombre intelectual, si no es de Dios, le molesta que un pastor, en la montaña, le nombre a Dios, hablándole del rebaño, del lenguaje de los corderos.

Dijo uno:

Yo dejé de ser amigo de uno que era amigo mío, no siempre, por su forma de pensar. Decía que todo lo hacía el hombre.

Un día me emparejé con él cuando yo iba a la montaña donde vivía una familia, que tanto nombraba a Dios, que tú vergüenza pasabas de ver que libros allí no tenían donde pudieran consultar palabras de tan gran valía. Me lo llevé como niño que entretienes, y a mi buen amigo lo presenté. Estas palabras oyeron del pastor, que con sus corderos, su Cielo y su montaña, no deseaba nada con ira, ni jamás le faltaba calma:

“La Paz venga en vuestros espíritus para que Dios esté contento. Si sólo viene en el cuerpo, nunca estaréis unidos como están mis corderos.

Nunca juntan las cabezas, como el hombre hace con las manos, para matarse. Ellas se juntan y se abrigan y el pasto se lo reparten. Si una llega balando, dejan paso para que pase.

Esto tiene un gran estudio para los hombres que creen que el ser bueno y noble lo hacen los libros. ¡Que lo pueden hacer los libros si a Dios pones en los libros!”.

Desperté, oí:

Este pastor nos dejó sin palabras que pudiéramos contestarle.

Yo quedé mudo de alegría. A él las lágrimas se le cayeron de oír de aquel pastor lo que no había oído de nadie.

Nos fuimos y en el camino me decía:

“Tú quieres creer que llevo delante de los corderos al pastor y algo en mi interior que no sé cómo explicarte”.

Ya empecé a ser su amigo, porque no era el mismo de antes.

Si amas a Dios de verdad, haces que muchos Lo amen.
 

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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C2

viernes, 17 de noviembre de 2017

El bueno de Dios, enseña y abraza

En Sueño Profético decían:

Si el bueno que dice que es bueno, no quiere nada de Dios, quítale el nombre de bueno, porque está ofendiendo a Dios.

El bueno, para ser bueno, tiene que vivir ahí diciendo:

“Señor, lo primero eres Tú y que vean esto que yo estoy diciendo. Si soy bueno para Ti, Tú ya me guías por el camino del bueno. No dejes que sea bueno de los que el hombre, mayoría de veces, premia y luego pierden tu Reino”.

Dijo uno:

Debería el hombre dedicar su tiempo a estudiar el libro de la persona. Que el libro es la vida que hace en todas las horas del día. Si a Dios lo lleva delante, verás que nombra a Dios y sus pasos son intachables. En cada actuación ves al bueno destacarse.

Desperté, oí:

Decían en el arrobo que cada persona era un libro de enseñanza.

Que no podía ser bueno el hombre que a Dios no amara ni enseñara de su Reino.

El que es bueno para Dios, tiene que ser bueno para el hombre.

Porque Dios no admite al bueno si ahí no cumplió sus Leyes.

El bueno que no es bueno para Dios, no puede ser bueno para el hombre. El bueno de Dios, enseña y abraza.

Enseña a querer Gloria. Y abraza al caído y con sus manos lo levanta.

¡Cierto que tu vida es un gran libro de enseñanza!

Debería ser prohibido poner la palabra “bueno” en el que a Dios no amara.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C4

jueves, 16 de noviembre de 2017

Son personajes distintos el espíritu y el cuerpo

En Sueño Profético hablaban del poco valor que el hombre le da a lo que baja del Cielo. En cambio, a lo de la Tierra, reverencia, adora y le hace un monumento.

El hombre, cuando más sube, más desprecia lo del Cielo, sin pensar que su subida puede durar poco tiempo.

Dijo uno:

La belleza y la fama que el hombre se pone, dura poco tiempo. La belleza material es flor que pronto la ves pisada en el suelo. La belleza del espíritu, desde niño la estás viendo. Si llega a conservarla, llega a hombre y belleza ve en aumento. Luego, cuando muere y ves que entierran su cuerpo, el espíritu, en la Gloria, belleza coge en aumento.

Son personajes distintos, tan distintos espíritu y cuerpo, que tienen que estar unidos en su acción si quieres entrar en el Cielo. Pero tienes que obligar a tu cuerpo a que detrás de tu espíritu vaya, para no perder la Gloria.

Si al cuerpo no lo obligas, cada vez te irá exigiendo algo que de Aquí te retira.

Desperté, oí:

En las alabanzas al hombre
en las cosas de la Tierra,
son muy pocos
los que de Dios no se alejan.

Ellos prescinden de Dios,
y a veces hasta les molesta
que digan estas palabras:
“¡Gracias a Dios que se curó!”.
Si era enfermedad grave y larga.

Si se quitó del pecado
y oyen: “¡Gracias Señor
que sirvieron mis oraciones
cuando con pena Te llamaba!”.

Esto, al hombre que se inclinan
por donde pasa su talento de espuma,
que sube y pronto baja,
no le gusta el oírlo,
y pone hasta mala cara.

Son personajes distintos
el espíritu y el cuerpo.

El que no prefiere a Dios,
su cuerpo lo va diciendo
en sus palabras y acción.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4

miércoles, 15 de noviembre de 2017

¡Haz que tu espíritu vaya a donde sale este Dictar!

En Sueño Profético decían:

Te da que pensar que, en estos tiempos, el hombre de tanto estudio y cultura, esté tan lejos del Cielo.

Te da que pensar, sin llegar a comprenderlo, el ver que el estudio y el adelanto lo practican para acabar con los cuerpos.

Te da que pensar, que toda la investigación sea para lo que queda en el suelo. Y ya, este pensar, que Aquí dictan en el Cielo, si lo lees y lo piensas, tú mismo considerarás que no empleas tu talento para recoger el fruto que Dios te guarda en el Cielo.

Dijo uno:

Éste es el pensar: «Al hombre le horroriza pensar en el cementerio, y no pone por delante: ‘Si yo no quiero a Dios, mi sitio es el Infierno’». Que esto, el hombre de cultura y talento debe saberlo.

¿Cómo Dios va a hacer un mundo para el cuerpo, y el espíritu, cuando entierren la carne, no tener sitio Eterno? Esto no puede ignorarlo la cultura ni el talento.

Desperté, oí:

Cierto que al hombre le horroriza
que le nombren el cementerio.

Y no le pone un segundo
a pensar en el Infierno.

Que el Infierno es cárcel para el espíritu
que despreció este Reino.

Aquí ya no hay defensor,
como pasa en la cárcel del cuerpo.

El que entra en la cárcel del cuerpo,
no quiso entrar.

El que entra en la cárcel del espíritu,
él quiso entrar.

Deberían la cultura y el talento
esta asignatura explicar:
cárcel del cuerpo,
y cárcel del espíritu
por una eternidad.

Piensa en el sitio de tu espíritu,
y ya, el sitio de tu cuerpo,
que lo piensen los demás.

Que eso es ropa que te dejas:
una limpia, otra sucia,
una vieja y otra sin estrenar.

¡Haz que tu espíritu vaya
a donde sale este Dictar!


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Libro 30 - Investigacines a la Verdad - Tomo IV - C4

martes, 14 de noviembre de 2017

Todo es saber llevar por su camino

En Sueño Profético decían:

Sufrimiento retirándote de Dios, te empuja al pecado y a la desesperación, y te lleva por los caminos donde esperan aquellos que no creen en Dios. El camino de esa vida lo pasa mejor aquel que en Dios confía.

Dijo uno:

Es esa vida tan corta, que, por ser corta, el hombre se la complica. Si pensara en la Eterna, cuánto sufrir se ahorraría, y siempre estaría pensando:

“Yo voy a pasar esta vida haciendo el bien que pueda, que son las cuentas que presenta el espíritu cuando al cuerpo lo deja sin vida”.

La familia de mi madre era en el pueblo conocida por enseñar a llevar el sufrir, siempre dando ella su ayuda. Decían, que al sufrimiento y al niño tenías que saber llevarlos. Que todo era aprender del que a Dios vivía sirviendo y amando. Que había niños difíciles, y fáciles eran con el trato. Y a niños quietos y lentos los ponían alborotados. Todo es saber llevar por su camino al ganado.

Desperté, oí:

Cierto, que según es el espíritu, así es la persona.

Si el espíritu es de Dios, te ayuda y consuela, y el sufrimiento achicó.

¡Qué pensamiento más corto y más largo, para que nunca lo olvides!

Que el sufrimiento tienes que saber llevarlo como al niño.

Hay quien lo grande lo hace chico, y hay quien lo chico lo hace grande.

Que éste es el que más sufre y no le da ayuda a nadie.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C5

lunes, 13 de noviembre de 2017

El que te busque a ti, quiere saber de Mi

En Sueño Profético decían:

El que te busque a ti, quiere saber de Mi”.

“El que tus Palabras obedezca, Me está obedeciendo a Mí”.

“Tus Palabras van del Venero de mi Padre, que es el que está hablando ahora en Mi”.

“Yo soy Dios Hijo, el que bajó a la Tierra ofreciendo el Reino de mi Padre, que es el mismo Reino Mío, por no haber otro Dios”.

“El que no suba contigo Calvario, no cree en Resurrección
”.

Quedó un silencio y se oía como ruido de alas.

Dijo uno:

Son los ángeles de esta Gloria, son los que Dios creó sin cuerpo y los que ahí tuvieron cuerpo.

Desperté, oí:

Da alegría y miedo el oír este Mensaje.

Pero supera la pena el pensar que Dios al hombre le hable para que no pierda la Gloria, y el hombre Le dé un desprecio tan grande.

Todo lo que va del Cielo, no ha pasado por el hombre, es Dios el que da el Mando.

Pero cuando Dios, Él se nombra, es que no ha cogido Mando.

El espíritu ha oído la Voz de Dios hablando.

Y cuando el espíritu ya está en el cuerpo, Dios manda que dicten el Dictado.

Las alas de los ángeles dan ruido en el ruego que a Dios en alabanzas Le hacen.


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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C3

domingo, 12 de noviembre de 2017

Dios deja la Libertad, para que seas malo o bueno

En Sueño Profético decían:

Si quieres saber si hay otro Mundo, estudia a las personas y pregúntale a Dios si sus espíritus son suyos o son del que Él apartó.

Si no hubiera otro Mundo, no habría en un cuerpo dos, que son vida de cuerpo y vida de espíritu. Que sólo el espíritu tiene eternidad. Al cuerpo lo espera la sepultura. Al espíritu la Libertad: entrada en esta Gloria o sitio de profundidad. Que estos espíritus luego quedan libres y actúan haciendo el bien o haciendo el mal.

Los espíritus del bien salen de la Gloria, y si tú no amas a Dios, no entran en tu espíritu. Los espíritus que no son de Dios luchan y acampan para retirar de Dios. Pero si tú a Dios prefieres –que este preferir es despreciando pecado–, todo lo que el espíritu del mal edifique, le será derrumbado con tu “no” al pecado. 

Desperté, oí:

Puede extrañar esto de preguntar a Dios por los espíritus que son suyos. Pero esta pregunta es con acción.

Si tú cumples las Palabras de Dios y ves que otro no las cumple, di: “Este espíritu no es de Dios”.

Si tú sigues los Pasos de Dios y te llegan tentaciones, di: “Estos espíritus vienen del que Dios apartó”.

Entonces es cuando tienes que vencer la tentación, nombrando a Dios Padre y a Dios Hijo, para que mande su Espíritu y le pueda a la tentación.

Coge fuerza amando a Dios y reza el Padrenuestro, y el espíritu del mal aquí no tomará aposento. Y que vea que haces el bien en los cerca y en los lejos.

Dios deja la Libertad, para que seas malo o bueno.

Y el espíritu del mal persigue con tentación de pecado, para llevarte al Infierno. Ancla tu espíritu Aquí, cumpliendo los Mandamientos.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C5

sábado, 11 de noviembre de 2017

Amar y Caridad en el Prójimo es el empiezo del método

En Sueño Profético decían:

Dios va contigo si tú quieres su compaña. Que este “quieres” se lo dices haciendo lo que Dios manda y pensando:

¡Si Él lo hizo cuando vivió con Cuerpo, y la miseria buscaba porque el que de sobra tenía, al hambriento no buscaba, y si le ponían la mano, él la espalda le daba, y a veces oía insultos de defectos el que no sabía nada, y ya le quitaba de que Caridad le diera otro día que en la calle lo encontrara!

Dijo uno:

La Caridad hecha con el método de Dios, nunca puede estar mal hecha, y siempre verás que algo, al bien que haces, Dios contesta, aunque este contestar, mayoría no lo entiendan.

Desperté, oí:

Es cierto
que el que hace el método de Dios,
nada puede hacer mal hecho.

Aunque el que no lo haga
le ponga sus defectos.

Amar y Caridad en el Prójimo
es el empiezo del método.

El Amar a Dios,
ya te exige aprenderlo.

La Caridad es moneda que no falta
en el bolsillo de la conciencia.

Y Dios no exige que la uses
para que pagues con ella
mientras vivas esa vida.

Pero si quieres usarla,
Dios te aumenta las monedas
y las Palabras.

Hay palabras de tal precio,
que sólo Dios puede darlas.

Que el que ama,
más las entiende
y tiene que practicarlas.

La Caridad hecha
con alegría y sin protestas
es el puente de esa vida
que comunica con Ésta.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C1

viernes, 10 de noviembre de 2017

Las cosas de Dios son sin forma

En Sueño Profético decían:

Jesús dijo a los Discípulos:

Que no os extrañe, que el que quiera más servirme, más lo persigan los espíritus satánicos y lo pongan enfrente de lo que más quiera, para quitarle la Paz o para que no Me siga. Pero el que crea mis Palabras, Me seguirá con más fuerza”.

“Aprended de lo que Yo voy enseñando, que por esto estoy Yo en la Tierra”.

“Entristeceos cuando Me veáis sufrir. Pero alabad con más Amor a mi Padre, que si Él Me deja sufrir es para que el hombre aprenda de Mí y no pierda mi Reino”.

“Mi Padre está ahora en Mí, y Yo luego voy al Padre, que es un sólo Dios el que hay”.

“Aprended a conocer lo que quiere apartaros de Mí
”.

Desperté, oí:

En estas Palabras, Dios Hombre daba fuerzas para el que Lo tenía como Dios.

Al que no Lo tenía por Dios, más le acudían espíritus tentadores, llevándole razones que lo ponían en contra del Maestro.

El que creía en sus Palabras,
ya podía ver las nubes,
que decía: “raso está”.

Todo era apartarlos
de un Dios que enseñaba
para que enseñaran más.

Es difícil ver columna
si te falta este amar,
cuando tú veas columna
y Dios diga: “Es manantial”.

Las cosas de Dios
son sin forma, ni lugar.

Es Dios el que ya las pone
como nadie las ha puesto,
las puso, ni jamás ya las pondrá.

Es sufrimiento grande
ver como el hombre quiere
todo a Dios reformarle.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C2

jueves, 9 de noviembre de 2017

Fuerza de Dios

En Sueño Profético decían:

¡De cuántas maneras hacen engaño los espíritus del mal!

¡De cuántas maneras te quitan de la Verdad!

Pero estando esta Enseñanza, si tú quieres, te deslías de aquello que del Bien de Dios te aparta.

Dijo uno:

Si te paras a pensar, verás que como admitas el consejo que te dan, ya de ellos no te retiras, porque siempre te pondrán algo para que tú pienses: “esto que yo hago no es malo”. Y te irán poniendo con triunfo aquello que no es la Verdad. Pero el que Aquí Dios trae, acepta hasta un final que Dios le dice que no pase. 
 
El Demonio sabe poco para al Elegido engañar. Lo que ocurre no es engaño, es Permitir de Dios.

Si el hombre fuera anotando hechos de este Mando, vería Luz no de la Tierra, vería Luz que va guiando, que el que la obedece es el que recibe Premio.

Tus palabras sean dichas como objeto que no es tuyo y que tienes que entregarlo. Y luego, el que lo reciba, que lo desprecie o lo abrace. Tú haces el cometido del Mando del Único Dios que hay.

Desperté, oí:

Con esta Fuerza de Dios, no calla el que Aquí viene.

Con esta Fuerza de Dios, ve y oye, antes de que a ti te llegue, lo que viene para ti.

Hay momentos en los que se encuentra queriendo y no queriendo decir aquello que en el arrobo ya fue dicho para ti. Para ti, como Enseñanza.

Pues el Mensaje dictado no tiene sexo ni clase. Pero si tú entras en este Mensaje, obedece y da gracias, porque Premio te ha llegado.

Si de Dios tienes rebose, no puede llegar enfado.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Dios es Amor, Caridad y Perdón

En Sueño Profético decían:

Dios es Amor, Caridad y Perdón. Por esto verán que se dan más los nombres de Teresa de Ávila, de Juan de Dios y de Agustín de  Mónica, por ser nombres conocidos por tanto como se nombran.

Teresa, era un Amor el que iba repartiendo, que si tú estabas lejos de Dios, ella a Dios te metía dentro, y tú ya ibas buscando esas palabras que ella decía: palabras de Fuego, Lumbre que quema y yo más me acerco.

¡Es tan hermoso quemarse con las Llamas de este Fuego y ver que tus  quemaduras sirven para acarrear al Cielo!

A Juan de Dios, yo lo seguí en enfermos incurables, y unos salían curados, y otros morían queriéndole coger las manos, porque morían sabiendo que Juan de Dios, a Dios los había llevado.

Agustín de Mónica, su vivir fue de escándalo, escándalo antes de mirar al Cielo. Y más escándalo, cuando ya dejó el pecado, cuando su vida la puso al servicio del que estaba pecando y no encontraba el remedio, y el saludo era el abrazo, que mayoría no llegaban, hasta que él daba un paso.

Se presentaba diciendo: “Soy Agustín, he oído la Voz de Dios, y a Dios yo quiero servir. Quiero servir, en que el pecador me siga, aunque tenga que contar aquellas noches tan largas, aquellos días inquietos, que no podía explicar lo que en mi cuerpo pasaba”.

Desperté, oí:

Son estos nombres más conocidos por el Amor, la Caridad y el Perdón.

Y fueron tan entregados, que al oírlos, el que vivió en su tiempo, tenía que buscarlos.

Siempre había falta de Amor a Dios, y Teresa, hoguera formaba.

Hospitales y camas llenas, esperaban a Juan de Dios.

Agustín de Mónica era el sufrimiento mayor.

Tenía que oír insultos y seguir el camino, porque a Dios él se ofreció.

Sigue a uno de estos nombres y ya estás haciendo Servicio a Dios.

Este último fue el que más sufrió, porque antes fue pecador.

Estas frases son de tres:

TERESA DE ÁVILA
, JUAN DE DIOS Y AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C5

martes, 7 de noviembre de 2017

Tierra de engaño, que te retira de Dios

En Sueño Profético decían:

El hombre que se dedica a la enseñanza, riñe, castiga y cobra. Y a pesar de estas tres cosas, el que quiere aprender de lo que él enseña, lo persigue y le implora, y a veces le ofrece más de lo que él cobra. Esto no puede negárselo el hombre a los espíritus que viven con Dios en su Gloria.

Dijo uno:

Ahora compara con honradez y justicia, cómo el hombre recibe estas Enseñanzas.

El Elegido tiene que ir de pregonero, ofreciendo estas Palabras que Dios le dice en el Cielo, para hacer stop a la Humanidad, advirtiendo que esa vida es por ésta juzgada. Que no hay fronteras ni distancias, ni secretos para Dios. Dios, todo lo lleva a su Presencia. Y el que se engaña es el que le falta Amor, el que valora lo de la Tierra, que es traje que cuidas, cuerpo que abandonas.

Debería el hombre, si amara a Dios, estar de rodillas esperando este Premio que Dios manda a diario y que el hombre lo valora con desprecio.

Desperté, oí:

Tierra sucia,
Tierra de engaño,
que te retira de Dios,
pero Dios forma escándalo.

Escándalo,
que el silencio ya le teme
y se esconde avergonzado.

Dios retira aquí el silencio
y le abre puertas al escándalo.

El que Esto lo crea muerto,
que él se dé por enterrado.

Este escándalo irá aumentando,
premiando y despreciando.

Premiando a espíritus limpios

Y avergonzando
a los que a Dios quieren engañarlo.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C6

lunes, 6 de noviembre de 2017

Coge el sufrir que te llegue, sabiendo que Dios te quiere

En Sueño Profético decían:

Dios elige cuando antes tú te ofreces,
cuando vas secando lágrimas
al que ves que un sufrir tiene,
cuando visitas las camas
que las ocupa el enfermo
y necesita palabras
que siguen al Evangelio.

Dios, cuando elige,
antes de ser Elegido
pasaste largos caminos,
difíciles de pasarlos
si Dios no hubiera ido contigo,
pero esto, sin saberlo el Elegido.

Dijo uno:

Esto son pruebas
sin tú saberlo,
que tienes que superarlas
y a Dios más quererlo,
y tener siempre su Presencia
con este pensamiento:

“Yo sé que él sufre más que yo,
y me tiene guardado premio.
Que los premios de Dios
son milagros,
bien para el espíritu
o para el cuerpo”.

El Elegido tiene siempre que dejar grandes recuerdos, que en estos recuerdos ven a Dios.

Desperté, oí:

Al que Dios le da Palabras para el hombre,
ha pasado pruebas duras,
pero no ha dejado el Camino de Dios.

Ha tenido momentos de tentación,
pero estos momentos
los ha vencido
doblando la entrega al Prójimo,
levantando al caído
y nombrando a Dios,
Poder Infinito.

Si esto pensara el hombre,
habría más Elegidos.

Pero ¿quién guarda sus lágrimas
y va ofreciendo contento
palabras que curan llagas?  

Coge el sufrir que te llegue,
sabiendo que Dios te quiere.

Con este pensar que hagas,
vives la vida con Paz y Esperanza.

De que un día diga Dios:
Di en mi Nombre estas Palabras”.


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Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C8

domingo, 5 de noviembre de 2017

No hay pecado mayor

En Sueño Profético decían:

No hay pecado mayor, que insultar o despreciar al que Dios elige y le da sus Palabras para que sean cundidas en el mundo entero, diciendo: “Dios me las dice para que el que las oiga las vaya cundiendo”.

“No hay pecado mayor”. Esto lo dice y lo dicta el Cielo. No hay pecado mayor porque el insulto y el desprecio es a Dios.

Si el vendedor que va vendiendo, no es suya la mercancía y tú la desprecias y lo insultas, esto no se lo has hecho al vendedor, se lo has hecho al dueño, una vez que el vendedor va mandado por el dueño.

Pues ahora compara: una cosa tan verdad como Ésta, y darle desprecio. ¿Cómo Dios te va a esperar en su Gloria, que esto es su Perdón?

Desperté, oí:

Si no quieres oír el Mando de Dios, Dios no te da su Gloria.

Estas Comunicaciones dejan al descubierto la disculpa que quiere poner el enemigo de Dios, con el disfraz de bueno.

Que demuestren algo, que hayan comprobado, que demuestre que Esto es mentira.

Esto es sol y lluvia
que todos están viendo;
Amor a Dios,
caridad al caído      
que ves en el suelo.

Si con Esto te enfrentas,
esperas muerte con miedo,
porque Dios siempre apartó
a aquel que Le dio desprecio. 


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C4

sábado, 4 de noviembre de 2017

Quitar sufrimientos es estar al servicio de Dios

En Sueño Profético decían:

Igual perdió la Gloria el que a Dios clavó en la Cruz, que el que dio la Cruz y los clavos. Y también la perdió el que pudo ayudar y no ayudó a que no hubieran a Dios clavado.

El hombre se despenaliza diciendo: “Yo no Lo he clavado”. Pero si estuvo en tus manos y remedio no diste, tú estás condenado.

Dijo uno:

La Madre de Dios, Virgen, no pide que a Dios Lo quieran, pide que no Lo lleven al Calvario, porque su sufrir se agrandaría cuando Lo viera clavado. Cuando oía palabras del que no quería hacerle daño, a Dios Padre daba gracias por el momento de sufrir que le había quitado.

Desperté, oí:

Si puedes quitar sufrimiento y no lo quitas, pudiendo, tú no eres bueno para Dios.

Quitar sufrimientos es estar al servicio de Dios. Que este sufrimiento está en el enfermo de espíritu, en el hambriento y en el pecador.

A unos tienes que darles y a otros quitarles, para contentar a Dios.

La enfermedad de la carne no se ha nombrado.

Esto es oración y aceptación, por si su hora ha llegado.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C4

viernes, 3 de noviembre de 2017

La bandera de Dios

En Sueño Profético hablaban de conocer lo que va de Dios y lo que va de espíritus que están al servicio de los demonios. Decían:

Lo mismo que cuando ves una obra buena tienes que nombrar a Dios por el bien que va dejando, y de palabras o en tu interior quedan estas que aquí dictan: “Dios se lo pague”. –Estas palabras salen del bien, porque el bien obliga a que le respondas para que este responder le llegue a Dios–. Pues igual quiere Satanás oír la discordia y poner en contra de Dios de las mil maneras que tiene.

En unos espíritus actúa con violencia, y a otros quiere llevárselos por la desesperación. Luego está el ofrecimiento a lo que no tienes, ofreciéndotelo en contra de la Palabra de Dios y aumentándote el deseo para que hagas aquello que de Dios te retira por fuerza.

La actuación del cuerpo va del espíritu.

Desperté, oí:

Las personas que su espíritu es mandado o dominado por espíritus que no son de Dios, su actuación y sus palabras te lo confirman.

Te lo confirman también muchas veces en el engaño de querer aparentar que son buenas.

Si tú estás entregado a Dios, se encuentra solo el espíritu que es mandado por Satanás, y éste ya no le da mando, y puede la Fuerza de Dios.

Estas Enseñanzas, si se practicaran, daría poco mando Luzbel.

Él manda a los espíritus a que provoquen a la bondad.

Y a otros los busca de vivienda, y ya son personas diabólicas.

Este espíritu intentó ponerse en contra de Dios con desafío y engaño.

Dios lo aparta y le da nombre: “Satanás, príncipe de los diablos”.

Cuando lo veas venir, pon la bandera de Dios y quedará fracasado.

Esta bandera es vivir siempre en Dios pensando.

Y ya tus actos contestarán y lo apartarás de tu lado.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4

jueves, 2 de noviembre de 2017

Vivir sintiendo a Dios

En Sueño Profético decían:

Vivir sin sentir a Dios,
¡qué pesada será la vida!

Vivir sin sentir a Dios,
todo serán amarguras.

Vivir sin sentir a Dios,
no tiene sentido la vida.

El sentir a Dios
te hace fuerte y caminas,
es un sentir por dentro
que te acerca y te retira.

Te acerca
donde hace falta tu ayuda.

Y te retira de los sitios
que no vienen Aquí
cuando dejen esa vida.

Dijo uno:

El sentir a Dios tiene tanta fuerza que te hace que te vean distinta persona, llevas alegrías aunque sientas penas, y vas consolando para que aprendan que sintiendo a Dios todo lo que haces lleva su camino para a Dios no enfadarlo. Y todas las actuaciones, el que siente a Dios, quiere que sean copiándolo para que Dios no sufra cuando el hombre hace lo malo.

Desperté, oí:

Por mucho que quieras decir
este Amor como lo sientes,
no te puede entender
el que viva sólo esa vida
y de ésta no eche cuentas.

Este sentir te da Mando,
que tú lo aceptas contento.

Y te ofreces a quitar
o achicar los sufrimientos.

Vivir sin sentir a Dios
es hacer vida peligrosa,
y no tienes compasión.

Y no le sirves al Prójimo,
que esto es servir a Dios.

Y siempre vives la ira
y estás en contra
del que nombra mucho a Dios.

Sentir a Dios
tienes que irlo diciendo
cuando el sufrimiento llegó.

Entonces ve la verdad
el que lejos está de Dios.

Y el que está cerca la ve
y la quisiera copiar.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C6

miércoles, 1 de noviembre de 2017

La tienda de telas

En Sueño Profético decían:

El espíritu, cuando está con Dios, da respuesta al cuerpo. El espíritu es el dueño del cuerpo. Si el cuerpo levanta el brazo, ya dio el mando el espíritu. Que puede que este mando sea de otros espíritus, bien buenos, bien malos. Pero cuando son de Dios, convierten en sol lo nublado, o sea, que ves que es de Dios ese Mando.

El espíritu que no es de Dios, te atormenta, y siempre al mal te está empujando, y quiere que te retires del bien que tienes a tu lado.

Dijo uno:

Yo, cuando vivía con cuerpo, notaba el espíritu que de Dios no venía, aunque no hiciera vida de escándalo.

Mi vida la conocían porque heredé de mis padres –que muy joven sin ellos me quedé– un mostrador y unas telas. Que esta venta nos daba para comer y juntar algunos cuartos. Que la casa en que vivíamos era nuestra. Pues yo había veces que después que medía las telas, mi espíritu se alborotaba. No había hecho ni salir una mujer, cuando me decían: “Debías haberle cortado, en vez de la tela, la lengua. ¿Tú no sabes que ésa es la que dice que oír el nombre de Dios la pone mala?”.

Desperté, oí:

Esta mujer no creía y no callaba. Cuando más gente veía, más insultos de su boca al Cielo iban.

Cuando ya yo me di cuenta, por la ira que demostraba su cara al ver que yo no era el mismo cuando por la puerta entraba, un día me dijo delante de varios que la tiendan llenaban:

“Yo vengo a ver las telas y a comprarlas porque todavía no he oído eso que la gente habla: que tú crees en otro Mundo y que siempre tienes el nombre… Dilo tú, que yo no lo digo, porque al oírlo me pongo mala”.

No pude guardar silencio y dije estas palabras:

¡Dios mío, concédeme el milagro de que no vea más su cara!

Que yo Te prometo que no vuelve más a pisar mi casa.

Si mis fuerzas no sirvieran, deja mi casa en solar y llévame contigo a tu Gloria Celestial.

Todavía dijo poco, pero este poco sirvió para que a mi tienda no entrara más.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C6