sábado, 31 de diciembre de 2016

El primer servicio a la Gloria Celestial

En Sueño Profético decían:

Que no crea el hombre que su dinero o su cultura lo van a entrar en la Gloria. Que el dinero Aquí no sirve porque no existe materia. Y la cultura es párvula en esta Divina y Eterna Existencia.

Que no se confíe el hombre pensando: “Hasta el día que yo muera tendré tiempo de hacer vida de la que entra en la Gloria”. El que haga este pensar no ha pensado lo que es muerte, que lleva Mando de Dios, o Permitir –si muerte quiere–, con secreto para el hombre.

El hombre da su diagnóstico de que sana o de que muere, como cuando ves que el Sol entre las nubes se esconde y tú dices: “está nublado”. Pero ¿cómo asegurar que antes de que termines las palabras, el Sol otra vez estará ya escondiendo las nubes para que hables del Sol y te olvides de las nubes?

Esto es Poder de Dios, que ante Él nada sirve.

Desperté, oí:

Pierde más la Gloria el rico y el intelectual, por valorar lo que Aquí valor no tiene.

El rico puede dar más que el que pone la mano para sacar el jornal.

Y el intelectual tiene medios para cundir esta Existencia de Dios.

El que pone la mano te nombra a Dios antes de coger la limosna o cuando la está guardando.

El que no tiene cultura, enseña aceptando y va dejando la huella con la mirada en el Cielo.
        
Esto lo encuentras con abundancia en el pastor y en el que siembra los campos.

Si eres rico o te haces intelectual, que sea el primer servicio a la Gloria Celestial.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C1

viernes, 30 de diciembre de 2016

Cuerpo bien cuidado: espíritu abandonado

En Sueño Profético hablaban del cuido que el hombre le tiene a su cuerpo, y del desprecio tan grande y abandono que le tiene al espíritu. Decían:

Cuerpo bien cuidado: espíritu abandonado.

Si quieres tener a Dios contento, dale preferencia a tu espíritu y después a tu cuerpo. El cuerpo es el ramaje de un espíritu eterno, y por el cuido que le da el hombre, el cuerpo coge importancia, que es la perdición del hombre.

Si al cuerpo nada le niegas y le das todo lo que va pidiendo, haz un stop en tu acción y verás que no es cuerpo bueno. El cuerpo bueno es el que es mandado por un espíritu del Cielo. Que esto lo sabes tú cuando tu cuerpo está contento, quitando las exigencias que le exigen los espíritus que no son del Cielo.

Estos espíritus te roban la Paz y ya te ponen inquieto. Te hacen que no veas bien las Palabras que mandan del Cielo. Te ponen tantos obstáculos en esa vida tan corta, que ya no hay tiempo para nada. Es carretero en camino, él mismo poniendo obstáculos y él mismo teniendo que quitarlos. Que los pone sin tener que ponerlos, para que después le sirvan de ladrones para ir robándole el tiempo y que nunca llegue a tiempo, y esté siempre con coraje, sin Paz y de espaldas al Cielo.

Desperté, oí:

Pon el cuerpo como traje que tu espíritu tiene que llevar un tiempo.

Y mándale con dureza en lo que no sea bien hecho.

Cuando tenga una rotura, ésta que la cure el médico, pero que a Dios se lo pida.

Si el médico es de Dios, curará muchas roturas.

Porque Dios cura con su Mando.

Pero si no hay rotura, mándale a tu cuerpo sin compasión y que sea él el que te sirva.

No le hagas caso al cuerpo si te retira de Dios con los cuatro garabatos que el hombre inventó.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C3

jueves, 29 de diciembre de 2016

Es el Amor el que comprende

En Sueño Profético se vio un camino, y en el lado de la derecha había olivos. Éstos no los habían puesto con medida unos de otros.

Al pasar por un sitio más amplio, dijo una voz con Mando de Dios:

Aquí, en este mismo sitio, se paró un día el Maestro para contestar a esta pregunta que Le hicieron. La hizo uno, pero Él quiso que su respuesta fuera para todos.

   –¿Maestro, para seguirte hay que aprender algo que no sea de este mundo?

Esta fue la pregunta. Dios Hombre contesta:

   –Todo lo que mi Padre manda es de la Tierra. Y el aprender, aprendes cuando mis Palabras las cojas a sabiendas de que no son de la Tierra, que esto tú lo sabrás cuando Yo diga la Palabra y tú la aceptes, aunque no la comprendas.

   –Cuando lo bajo veas alto; y lo alto, bajo; y lo ancho, estrecho; y lo estrecho, ancho. Cuando esto lo sientas, ya estás enseñado para seguirme
”.

Desperté, oí:

La pregunta fue
por querer seguir al Maestro,
haciendo lo que Él mandaba.

Y el Maestro contestó, no para él.

La contestación fue
para dar la Enseñanza,
y ya, el que Lo siguiera,
acercaba y no retiraba.
El que hace la pregunta
quiere seguirlo,
haciendo todo lo que Él mandara.

No se notaba la duda,
ni las fuerzas le faltaban.

En su cara se quedó la alegría
para hacer lo que Él mandara.

Pocas caras así quedaron,
porque pocos Lo amaban.

Es el Amor el que comprende,
no la razón, ni las palabras.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C2

martes, 27 de diciembre de 2016

Esa vida no es Vida

En Sueño Profético decían:

Si te falta Fe,
te falta Vida.

La Fe es la que te lleva
a caminar por la vida.

Sin Fe, tendrás lucha en esa vida.
Una lucha sin valor,
porque luego todo termina.

En cambio, la Fe te ayuda
a pasar obstáculos
hasta llegar a esta Vida.

Dijo uno:

Qué bien dicho:
“Esa vida no es Vida,
es una vida de planta,
una vida de animal,
que luego no tiene Vida”.

Pues a pesar
de que esa vida se termina,
es la que se hace ladrona
y, la Eterna, te la quita.

Por esto la Fe es tan precisa,
porque la Fe te hace pensar
que Dios es la verdadera Vida,
y que tienes que pensar
que la Vida no que acaba Aquí,
en la Gloria está.

Desperté, oí:

Tienes que cuidar esa vida,
para que no pierdas Ésta.

Que la Fe es la que te sirve
para pedir a Dios Gloria.

Si la Fe ves que te falta,
procura el no perderla,
diciendo: “Señor, ¿qué hago
para que yo la Fe sienta?”.

Con estas palabras dichas,
sin eco y sin letras,
notarás algo de Fe,
y ya Dios es el que contesta.

Contesta en tu vivir,
y desesperación no te llega.

Hombres de Fe quería Dios
cuando bajó a la Tierra,
porque la Fe hacía ver
lo que después otro viera.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C5

domingo, 25 de diciembre de 2016

Fiesta dentro de Gloria

En Sueño Profético decían:

Cierto es que Dios quiere que sus Mensajes se sepan. Si Dios no quisiera, no tendría Dictado, como las miles de palabras que no manda dictar.

Todo lo que es para el hombre, después de vivir Aquí, tiene que quedar ahí escrito para que el que quiera ame y enseñe a dialogar de estas Vidas Eternas que desde la Gloria están enseñando con sus ejemplos dictados por Dios.

Este Mundo es ignorado por el hombre; de este Mundo tiene el hombre que publicar su existencia.

Dios no ha pasado, Dios está Presente.

Si Dios arrobara y el arrobado volviera a la materia guardando silencio, ya Dios prohibiría que su espíritu llegara a la carne; y antes de prohibir, no arrobaría.

Dijo uno:

¿Quién sabrá lo de Dios y lo tuyo mejor que el Mismo Dios? ¿Y quién querrá mejor que Dios para su Gloria, la Gloria?

Pues si todo esto es Dios, no ocultes lo de su Gloria si Él lo ha mandado dictar para que lo lea el hombre.

Desperté, oí:

No dirán desobediente
al que recibe el Mensaje.

De tantos Mensajes escritos,
ninguno lleva esta frase:

“Debes guardar silencio,
para que no sepa nadie
que Yo te traigo a mi Gloria”.

Ningún Escrito te dice:
¡Esto, para tu memoria!

Esto es lo que quiere el hombre
luego escribir en la Historia:

“Treinta años de silencio
sin publicar los Mensajes,
¡esto sí es obediencia!”.

¿Me quiere decir el hombre,
cómo querer Dios silencio,
siendo el Mismo Dios el que arroba?

Esto es contradicción,
palabra no de esta Gloria.

Si Dios así actuara,
esto ya no sería la Gloria.

Dios, cuando da su Palabra,
ofende el que la esconda.

Por eso, el Publicar,
es Fiesta dentro de Gloria.


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Libro 4 - Te Habla el Profeta - Tomo I - C2

viernes, 23 de diciembre de 2016

Mundo de cuerpo, mundo de espíritu

En Sueño Profético hablaban de los dos mundos:

Mundo de espíritu: eterno.

Mundo de cuerpo,
donde tanto lucha el hombre
por ser dueño de algo
por un poco tiempo.

Mundo de engaño,
y el hombre sigue sin comprenderlo
a pesar de la cultura
de los hombres de talento.

Mundo que en todo te engaña
y te quita de que pienses
en que tu cuerpo
puede que no esté vivo
cuando el pensar hayas hecho.

Mundo que es suelo de la Gloria,
que todo lo que tiene
se queda ahí en el suelo.
Hasta tu cuerpo
lo cubren tierra o ladrillos
que esperan en el cementerio.

Dijo uno:

El hombre vive esa vida
como si fuera hombre eterno,
sin pensar que él pertenece
a la ley del cuerpo muerto,
una ley que no te avisa,
ni el reloj, ni el mes, ni el año,
ni el día de la semana,
ni el invierno, ni el verano,
sin condolencias de cuerpo
o en el momento más sano,
pasando de los noventa
o juventud derrochando.

Si esto pensara el hombre,
sería un poco menos malo,
pero tiene que aprender
que hay otro Mundo esperándolo.

Desperté, oí:

Debería el hombre llevar
una insignia obligatoria,
recordándole la muerte
sin saber día ni hora.

Esto le haría pensar
que es planta que está en la tierra,
que se puede estropear
por grande cuido que tenga.

El hombre tiene miedo
a que le nombren la muerte de su cuerpo.

Y no cuida del espíritu,
para que cuando muera el cuerpo,
vuelva al sitio que salió:
Gloria de Dios,
Mundo sin cementerio.

Ponte la insignia que Dios
dicta hoy Aquí en el Cielo.
Que si tú amas a Dios,
la lleva tu pensamiento.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C7

jueves, 22 de diciembre de 2016

De Dios no podían ser

En Sueño Profético hablaban de la Vida de Dios Hombre. Hablaban de las muchas formas que tenía de hablar.

Dijo uno:

Para que lo comprendiéramos, los ejemplos que nos ponía eran parábolas que palpabas, parábolas que vivías cuando Él las estaba contando.

Un día, cuando íbamos con el Maestro, al pasar por un arroyuelo había una mujer tendiendo una ropilla en un chaparro, unos juboncillos y pañales de haber tenido bastante uso. Al oír los Pasos del Maestro y de los que con Él íbamos, volvió la cara y preguntó:

   –¿Viene entre vosotros Ese… –Y quedó sin seguir diciendo Nombre.

Se acercó el Maestro y le dijo:

   –Bien dichas iban a ser tus palabras. Sí, Yo soy el que dicen que soy Dios, y tú lo has sabido antes que Yo dé mi Nombre. Tú has oído sólo unos pasos, has vuelto la cara y has visto a siete, y ya has conocido lo que tanto querías conocer. Antes pasaron otros por este mismo sitio cuando estabas lavando otra ropa, porque ésa aún no te hacía falta, y te dijeron que eran Yo, soltando la carcajada, a quien tú no creíste, porque amas a mi Padre y no viste Caridad, ni que practicaran mi Enseñanza. ¡Bien conoce tu espíritu! Quédate con estas Palabras: “El que veas que hace Caridad, de la Caridad que Yo enseño, no dudes de él. Y el que te diga que es mío, si no cumple mis Palabras, retírate de él”.

Desperté, oí:

Estos caminantes no podían ser de Dios por dos cosas mal que hicieron. Una, decir: “Yo soy el Maestro”. Y otra, el soltar la carcajada.

De Dios no podían ser, por ser gente acomodada y pararse a reír.

A reír de una mujer que estaba para dar a luz, de rodillas y encorvada.

Allí lavaba su ropa, con dos chicos que esperaban que le diera la merienda de alguno que al pasar les dejó para que comieran.

Ella no hizo memoria para decir: no os creo.

Ella pensó en las Palabras que Dios mandó desde el Cielo.

Antes de mandar al Hijo, decía: “El Amor primero”. Esto lo decía mi padre, que santo todos lo vieron:

No puedes ver a un caído sin levantarlo del suelo.

La Caridad es primero que decir: “Yo quiero a Dios”.

La Caridad lleva el sello sin que te oigan la voz.

Aquí repito estas frases que el Maestro le dejó:  

Del que veas que hace Caridad, de la Caridad que Yo enseño, no dudes de él.

Y el que te diga que es mío, si no cumple mis Palabras, retírate de él.



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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C6

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Aprende del campesino

En Sueño Profético hablaban del sol, del aire, del agua.

Dijo uno:

¿Y por qué no hablar de la tierra,
de la noche, de las nubes,
de la lluvia y las estrellas,
de los mares, de los ciclones
y los temblores de tierra;
de todo lo que ahí ve el hombre
y que el hombre no maneja;
de todo lo que al nacer,
la sepultura le espera?

En todo lo ya nombrado,
el hombre se ve sin fuerza,
pero sigue con su mando
en las cosas de la Tierra.

Un tío abuelo yo tenía, y siempre estaba en el campo, porque del campo vivía. Este hombre distraía a los aburridos, y retiraba de que hicieran pecados; acercaba a la gente a Dios tan sólo hablando del campo. Decía, que el sol, la lluvia, el aire, la noche, y el ver tantos animales –ellos, buscándose su vida sin tener cuido de nadie–, que esto ya para él era un rosario, que cada cosa nombrada era un misterio, que cómo era posible que el hombre pidiera más para ver a Dios; que Dios tenía su Poder a los ojos del hombre; que el que en Dios no creía, ¿cómo creería él que Dios le dijera: “Yo existo. Yo tengo sitio en mi Gloria para que tu espíritu tenga Eternidad”? Si no quería creer lo que estaba viendo, ¿cómo iba a creer cuando Dios le dijera: “Tengo un Sitio sin principio ni fin”?

Desperté, oí:

¡Qué razones daba este hombre
y qué poco estudio tenía!

¡Qué grandeza los misterios
que al rosario le ponía!

Todo es un puro misterio,
lo de la noche y el día.

El aire, con su vaivén;
la lluvia, tan bien caída.

Y este último misterio:
cada animal con su vida.

Cada uno diferente,
en el color, en bravura,
en vivir fuera del agua
o vivir en grande hondura.

Pero todo mueve Dios
con su Poder o Figura;
con que levante la Mano,
con esto ya te retira.

Y si te lleva a su Gloria,
ves Espíritu y Figura.

Aprende del campesino,
y siempre verás a Dios,
porque Dios, si tú no amas,
Él nunca te hará Visión.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - C1

martes, 20 de diciembre de 2016

Dios da Enseñanza al espíritu

En Sueño Profético decían:

Dios le da, al que elige, Enseñanza para que él la dé al que quiera aprenderla. Dios no da Enseñanza para que quede muerta, como queda la materia. Dios da Enseñanza al espíritu, que el primero que la recibe, ejerce y acepta es el Elegido.

Los espíritus que no son de Dios quieren e intentan quitar el resplandor a lo que aquí llega, que es la Palabra de Dios.

Dijo uno:

Estos espíritus duermen a unos espíritus y a otros violentan, para sembrar mala semilla y luego recoger cosecha. El Elegido siente la acción antes que llega, y ya, si ve que tiene que decirla, la dice, y si no, dentro se queda para otro momento que esta palabra pueda. Pero es Enseñanza, de la actuación que sea. Aquí han luchado los espíritus del mal para dejar en mal lugar al que Dios le da su Enseñanza. Pero Dios los deja al descubierto y ven una fuerza que manda hacer lo bien hecho.

Desperté, oí:

El Lugar puede explicar el Mensaje con palabras.

Porque Dios lo dice al espíritu, y ya, el espíritu, a la materia lo saca.

¡Es necio el hombre que no quiere comprender esta Enseñanza!


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Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C2

lunes, 19 de diciembre de 2016

Espíritu enredado no es espíritu limpio

En Sueño Profético decían:

Intentarán quitar de este Mando
al que más Mando pueda hacer,
y Dios te irá iluminando
acción y palabras que vayan de Él.

¿Cómo el hombre que no quiere que esto sea,
no ve claro este Poder?

Es la basura del cuerpo
la que no lo quiere ver.

Si el árbol mueve la hoja,
el aire la hizo mover.

Dios, cuando elige,
ya sabe cómo el Lugar
la obediencia va a coger.

Tan sólo el pensar esto,
no da derecho a tener
en desprecio al Instrumento.

Dijo uno:

Dios Hombre apartó al que quería estar apartado de Él, y llevaba al que quería su Mando. Si el gentil no acudía, no quería Mando. Si el que sembraba la tierra Lo buscaba para que le mandara, ya a éste no lo apartaba, le daba premio cuando le mandaba Mando que otros no podían saber.

Si estudias estas palabras y tienes que poner nota, se la pones más alta al que siembra que al gentil. Lo que el gentil tiene, Dios se lo puede dar a otro. Al que labra la Tierra, se lo da a Dios en su cosecha, porque a Dios pidió para su espíritu y tiene a Dios por Dueño de ella.

Desperté, oí:

¡Cómo te aclara el Mensaje
que el valor del hombre
lo lleva el espíritu!

Que el espíritu enredado
no es espíritu limpio
y Dios no le manda Mando.

Si el gentil lo tiene limpio,
más aprisa pide Mando.

Y Dios, de Él no lo retira.

Da pena el publicar
que el hombre,
a más inteligencia y cultura,
más lejos de Dios está.

Si estás lejos,
ya no entiendes el Mando
que este Mando da.

Y en vez de pedir Mando,
protesta el oír mandar.

Si cultura y adelanto
te retiraran de este Cielo,
piensa que llevas de sombra
espíritu que no es bueno.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C3

domingo, 18 de diciembre de 2016

La Tierra hay que dejarla

En Sueño Profético decían:

¡Qué fuerza tiene la Tierra,
que sabiendo que de ahí te vas,
todo quieres para ella!

¡Qué fuerza tiene la Tierra,
que la prefieres antes que al Cielo
y a ella das reverencias,
sabiendo que todo el mal que hiciste
fue por culpa de la Tierra!

Dijo uno:

La Tierra te va ofreciendo
toda clase de pecado,
y a más mejoras te da,
casi siempre son
para ir de Dios retirando.

La Tierra, siendo Dios el Dueño,
siempre de Dios va retirando.
Es el enemigo del hombre
que a Dios sigue y quiere amarlo.

Si el hombre pensara en Cielo y Tierra,
vería claro el engaño,
y ya sería edificar
en lo que no cuentas años
ni nunca la Presencia de Dios te faltará.

La muerte se nombra poco,
para lo que se debería nombrar.

Desperté, oí:

En este arrobo mandaba Dios
que se hablara de la Tierra.

Para que el hombre pensara
cómo lo quiere el Cielo
y cómo lo quiere la Tierra.

La Tierra respeta al hombre,
cuando el hombre a Dios quiere.

Porque el querer da poder
para seguir a Dios y apartar
todo lo que en la Tierra se queda.

Debería haber letreros
donde tu vista se fuera,
y ya repetir tu boca
lo que la lengua dijera:

“La Tierra hay que dejarla,
y ser poco amigo de ella,
pues si coges su amistad,
fijo que a pecar te lleva”.

“Ya se inventará caminos.
Ya te enseñará riquezas.
Pero si miras al Cielo,
verás que nada Aquí llega”.

“Haz que la Tierra te sirva
el tiempo que Dios ahí te deja,
pero sácale ganancias
de las que ahí se presentan”.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C3

sábado, 17 de diciembre de 2016

Negarle al Prójimo es negarle a Él

En Sueño Profético se vio un salón grande y pocos asientos para lo grande que era.

Dijo uno:

En este salón se venía el Maestro a enseñar a los Discípulos y al que quería su Mando y su Enseñanza.

Un día, estando yo con los dueños de la casa y más que habían como yo esperando al Maestro para ir cundiendo sus Palabras, tuvimos horas de gozo y momentos de verdadero sufrimiento. Aquí cuento el hecho:

Entró el Maestro con los Discípulos y otros tantos que Lo seguían. Se pusieron de pie, y de momento se sentaron. Se acercaban las caras para hablar del Maestro estas palabras que nadie oía, pero el Maestro ya las había oído dentro de sus cuerpos: ¡Yo no Le dejo el asiento, porque luego Él lo da a otro, y para oírlo yo de pie, que Lo oigan los que con Él vienen!

Estas Palabras salieron de Dios Hombre:

Si creéis que mi Padre me ha enviado para enseñaros, Pedidle a mi Padre en Mí que comprendáis mi Enseñanza. Si Yo pidiera para Mí, ya no sería Dios. Y si vosotros creéis quien soy, todo lo que Yo haga os dará miedo reformarlo, y ya no reformaréis. Lo que hagáis con el Prójimo, lo hacéis Conmigo, pero con un valor superable al que si a Mí, directamente, Me lo estuvierais haciendo, cuando sea lo que Yo quiero que hagáis. Si al entrar os ponéis de pie y todos Me dais el asiento, y Yo lo voy dando aunque Yo Me quede de pie, pensad que más Glorias habéis mandado a mi Padre, porque Él quiere que Yo enseñe a que os améis como Yo os amo. Si Yo, mi asiento doy a otros, os estoy diciendo que vosotros así tenéis que hacerlo”.

Desperté, oí:

Tenía más valor y tiene, darle a Dios si te pide para otro, que si es para Él.

Dar para Él, puede ser dado por muchos caminos.

Si Le das para que Él dé lo que tú Le das es porque crees firmemente y Lo amas sin medida ni tope.

Si Dios es Padre Único y Poderoso, quiere que les des primero a sus hijos, porque así ya Le estás dando a Él.

Él sabía el que necesitaba la silla por su carne enferma, por su espíritu o por sus grandes pecados.

Al darle el asiento, podían quedar curados.

La carne necesita el descanso.

El espíritu, por el Amor era curado.

¡Cómo podía Dios aceptar para Él y ver bien la negación en el Prójimo!

Negarle al Prójimo es negarle a Él.

Este hecho ocurrió, está aquí en el Cielo, pero escrito no quedó.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C4

viernes, 16 de diciembre de 2016

Caridad de espíritu

En Sueño Profético hablaban de la Caridad hecha por Dios o de la hecha por algún interés de la Tierra. Decían:

Caridad de espíritu,
Caridad da tu lengua.

Caridad pensando en Dios,
tiene que ser persona buena.

¡Pero que la Caridad la pongas
en aquello que Dios manda
que Caridad se le tenga!

Dijo uno:

Hay quien hace Caridad
en sitios
que te pueden llevar a pecar,
y donde tienen que llevarla,
le niegan la Caridad.

Por eso es peligroso,
si a Dios no sigues,
practicar la Caridad.

La Caridad al espíritu
es la mayor que puedes dar.
De ésta no se ocupa el hombre.

Yo vi un día a uno llorar
porque su vida era sucia
y el hombre no le daba Caridad,
y más sucia se le hacía
porque a paso que iba adelante,
el hombre valla ponía.
Le negaron Caridad
y nadie lo comprendía.

Yo le puse compasión
y me contó su pasado,
y le di mi comprensión
y sus brazos me abrazaron.

Fue tanto lo que sentí,
que mi mirada fue al Cielo
y la Voz de Dios oí:

Llévalo de compañero”.

Desperté, oí:

Este hombre me sirvió
para buscar a hombres
que habían vivido vida sucia
y no encontraban compaña
de un amigo
que Caridad les dejara
y les sirviera de abrigo.

Que cuando todo lo malo
te viene a la cabeza,
si te dieran Caridad,
la tentación se te aleja.

No hay Caridad mayor
que perseguir el pecado
y que a Dios pidan Perdón.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C1

jueves, 15 de diciembre de 2016

¡Qué Bueno eres Señor!

En Sueño Profético decían:

Tu caminar no sea triste ni decaigas. Tú vas presentando lo que no es tuyo, y por no ser tuyo es para Dios el desprecio o las alabanzas.

Todo es no creer que la muerte la llevan cerca, y que el mismo Dios está en el Cielo y en la Tierra. En la Tierra les deja la Libertad, y en el Cielo ya no entran, porque el Cielo ensuciarían con lo sucio de la Tierra.

¡Es pena que a Dios se olvide por las cosas de la Tierra!

Si estos arrobos no fueran verdad, no tendrían esta fuerza, de caminar hasta llegar a la Cabeza de la Iglesia. Tú siempre tienes tu llegada, en Escritos y en Palabras de Dios: Presencia Viva que no puede el hombre ocultarla. Tu reacción siempre es el sentir que Dios te manda.

Desperté, oí:

¡Cuánto daño hace el hombre
por no creer en Dios Vivo!

Tú sigue tu caminar,
porque Dios está contigo
y Él, el Mando te dará.

Llévate justificantes que digan:
“Yo estuve en Roma,
pero el hombre hace murallas
y con indiferencia responde”.

Hoy te llevas la respuesta
de cómo Roma responde.

¡Qué Bueno eres Señor!,
cantan en Gloria
los ángeles y los santos.

Que con un sí de tu Gloria,
quedaría el mundo acabado.

¡Qué Bueno eres Señor!,
que permites
que aún Te sigan clavando.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III  - C4

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Madeja enredada

En Sueño Profético decían:

Pon primero lo de Dios y después lo de la Tierra. Si no lo haces así, tu vida es una madeja enredada por chiquillos, antes que los cuatro años tengan.

La materia tienes que saber guiarla el tiempo que estés en ella.

La Paz y la tranquilidad no te le dan las grandezas, ni la abundancia de bienes, ni los títulos, ni las carreras. Esto no quiere decir que si puedes tenerlo no lo tengas. Pero tienes que pensar que esto, si no vives la Palabra de Dios, todo lo ya nombrado, es para perder la Gloria.

Dijo uno:

Los bienes, si tú los tienes, al hambriento tienes que ponerlo en tu memoria. Y si tienes estudios y carreras, que sean para enseñar a divulgar que existe Dios con una Vida Eterna. Si tus títulos y estudios para esto no te sirven, ya tu vida es de peligro, de inquietud, y te conviertes en madeja en manos de lo que se ha nombrado.

Desperté, oí:

Si se pusiera precio para pagar esta Enseñanza, si era dinero, no habría dinero para pagarla.

¡Cómo hace sencillo lo que difícil el hombre pone!

Desvaloran lo que el hombre, por ello, pierde la Gloria.

Y quieren que vivas Paz y no dejes que la vida de materia se convierta en madeja liada por niños de corta edad, que al quererla desliar, más liándola van.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C3

martes, 13 de diciembre de 2016

Tiene la culpa el mayor

En Sueño Profético hablaban de la Enseñanza, de la edad y del pecado.

Dijo uno:

Este hecho que refiero es de Dios Hombre y presenciado por mí:

Trabajaba yo en un molino, y por la orilla de aquel río pasaba el Maestro bastantes veces. Yo y otros compañeros, cuando oíamos el tropel, –que más bien era silencio porque el tropel era de ellos, pero por donde pasaban, el tropel era silencio– salíamos a la puerta. Una mañana, no tarde y temprano yo no diría, había unos niños jugando a la espalda del molino; siete u ocho era el número de los chiquillos. Unos cuatro metros antes de que llegara el Maestro, dos niños se adelantaron y se engancharon de su Mano. Dijo el mayor, con sus nueve años:

   –¿Vas a venir antes de que llegue la noche? ¡Di sí, que me vaya contigo!, porque mi padre trabaja aquí en el molino y yo me voy con él por la noche.

Todos los que iban con el Maestro creían que el Maestro continuaría sin respuesta por ser un niño. Pero ya habla el Maestro:

   –Hoy va a ser ésta la Enseñanza.

Y le dice a Juan:

   –Entra con éste –señalándome a mí– y di que salga el padre, que quiero darle el Premio por su Enseñanza.

Un momento de silencio, y ya el padre del niño delante del Maestro. Otra vez las Palabras de Dios Hijo se oyen para todos:

   –Hoy, mi Padre me manda que me lleve a tu hijo, cumpliendo tu petición, y Yo aceptando la Voluntad de mi Padre. Tú quieres que tu hijo aprenda de Mí, y mi Padre quiere que Yo enseñe a tu hijo. Como Yo estoy en mi Padre y mi Padre está en Mí, Todo es el Mismo Dios y la Misma Voluntad. Ya nunca preguntes dónde está tu hijo porque siempre que él quiera estará conmigo. Cuando Yo vaya al Padre, también sigo con él, ya que él quiere ir conmigo. Y tú ve a tu casa,y verás a tu mujer curada, el corral con abundantes animales, y la sequía del pozo brotando agua por el brocal para que hagas alguna siembra.

Siguió el grupo andando mientras él se abrazó a mí en grande llanto.

Desperté, oí:

¡Cómo enseñó este padre al hijo
a que amara al Maestro,
que lo conoce sin conocerlo!

¡Qué hondo tiene el Amor,
que deja al padre contento
y con ellos se marchó!

Aquí te lo dice claro,
que la culpa es del mayor.

Si Amor enseñas al niño,
todo dejará por Dios.

Dios le premia esta Enseñanza,
en la sequía del venero,
en curar a la mujer,
en aumentarle corderos,
y gallinas que salían
a "bandás" del gallinero.

¡Buena lió el jornalero
del molino en sus contornos!

Pero lo que más cundió
es que su hijo se fue
de Discípulo con Dios.

Tiene la culpa el mayor,
de que el niño sea hombre
y no conozca a Este Dios.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C6

lunes, 12 de diciembre de 2016

Dictado no es Iluminación

En este Sueño Profético decían:

Esta descripción que ella hace, “sin paredes y sin puertas” y “era más fuerte que si hubiera tenido cerrojos”, esto, el teólogo ve que no lo ha visto, es que Dios se lo ha hecho sentir.

Y esta segunda descripción, “con Cuerpo pero sin Cuerpo”, esto ya, el describirlo es Iluminación de Aquí. Dictado no es Iluminación. Dictado es ponerte a escribir sin saber redactar, escribiendo correctamente la redacción. En la Iluminación, tú crees que es tuya la idea.

Al despertar pensé:

Esto, qué bien lo va a comprender el P. Riera.

Y :

Pues sí, bastantes veces recordará estas frases: “Estaba el Padre Eterno, pero sin Cuerpo, era Cuerpo sin carne”.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - C1

domingo, 11 de diciembre de 2016

Tienes que enseñar el bien

En Sueño Profético decían:

Tiene que ser: cundir en la Tierra lo que ya se ha dicho en el Cielo. Que este cundir hará que no vivan tranquilos los culpables del silencio.

Dijo uno:

¡Qué diferencia tan grande va, de cundir este Mando, a querer cundir el hombre que Dios no existe, y prohibir practicar su Enseñanza, poniendo en preferencia el pecado, que es romper la Palabra de Dios, que existe para no perder este Reino! Que Aquí está vivo el que ahí vieron muerto. Pero tuvo que ser él el que quiso que su espíritu volviera a este Cielo.

¡Qué fácil sería hoy
poner lo de Dios lo primero!

Con tantos hombres que mueren,
y mayoría sin Quererlo.

Con tantas familias rotas
por no amar a Dios del Cielo.

Con tantos niños que sufren,
encarcelados,
por no hablarles
de que tienen que ser buenos.

Porque Dios no los castiga.
Pero ya creen
sin practicar los Mandamientos,
y viviendo normal el crimen,
el robo y el adulterio.

Desperté, oí:

Tienes que enseñar el bien,
para que el cuerpo no tire
a hacer lo malo.    

Tienes que educar al niño
a que sin Dios
tiene que ser hombre malo,
porque quita de que a Dios
puedan amarlo.

Y así acortas el mal,
y puedes ser perdonado.

En  cambio, si eres bueno
y no enseñas a Amarlo,
puedes perder este Cielo.

Es más pecado en el Cielo
el ser bueno y no enseñar lo de Dios,
que el malo que obliga a cumplir
los Mandamientos que Dios al hombre le dio.

El malo obliga
a que no sean malos.

Y el bueno va dejando
en crecimiento lo malo.

Uno puede condenarse,
y otro puede ser perdonado.
  
Pero sería mejor
que el bueno tirara del malo.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C6

sábado, 10 de diciembre de 2016

El Mando de Dios es único

En Sueño Profético decían:

Cuando Dios elige para enseñar, esta Enseñanza tienes que publicarla y practicarla, llevándola a sitios que hablen de ella.

Con el ejemplo que va dando el que Dios elige, estas Palabras llevan este Mando. Si quieres corregir este Mando, no estás con el Mando que Dios da. Jesús mandó a sus Discípulos que fueran por todos sitios predicando sus Palabras. A más lejos fueran, más cundían sus Palabras. Había gente de lejos que avergonzaba a los que cerca tenían al Maestro. La misión de los Discípulos era conocer y que los conocieran por donde fueran. Siempre iban dejando el nombre del Maestro. Vivían para su Mando. Ellos no tenían nada más que el mando de su cuerpo. Y este mando iba con el Mando del Maestro.

Desperté, oí:

El que está al Mando de Dios,
no puede obedecer el mando del hombre.

Porque entonces,
no actúa Dios.

Si hace caso del hombre,
pon mentira a su pregón.

Jesús, siendo Niño,
se va al Templo con los sabios,
explicando de su Reino.

Se hace Hombre y Lo ven
con la Cruz a cuestas,
y luego,
en la Cruz clavado.

Todo tenía que cumplirse,
lo que los Profetas tenían anunciado.

Llegó la Resurrección para Dios Hijo.

Y para el que no obedeció,
le llegó calvario.

El Mando de Dios es único,
porque le puede a todos los mandos.

Si tú a su Mando te opones,
espera después calvario.


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Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C4

jueves, 8 de diciembre de 2016

El espíritu sigue vivo

En Sueño Profético decían:

El que más crea en Dios, más entenderá estos Mensajes. Y el que más ame a Dios, menos trabajo le costará vivir vida siempre a Dios agradando.

El que cree y no ama, si algo no hace, es por miedo. El que ama es que el Amor no lo deja que a Dios enfade.

El que mucho ama a Dios hace su entrega total en lo que sea para Dios y nunca estará satisfecho de lo que haga por Dios. Siempre tendrá en su memoria algún camino que andar, siempre estará pensando:

“Esto es poco. Yo tengo que hacer por Dios más”.

El que ama a Dios se siente siempre sediento y no puede pasar sin beber esta agua del Cielo, que sin ser agua, la deseas más que el sediento.

Esta Sed te lleva al Sitio donde ya no existen cuerpos.

Es la Gloria un Mundo para el espíritu, que el espíritu es la Vida, y el cuerpo es el traje que lo cubre.

Desperté, oí:

¡Qué trabajo le cuesta al hombre darle el valor al espíritu y luego al cuerpo!

El espíritu sigue vivo. Su traje, que es el cuerpo, queda enterrado y sucio, y jamás hace servicio.

Lo hace, pero no el cuerpo.

Si luego alguien lo ha visto, es el Poder de Dios el que ha vestido al espíritu con el traje que el hombre tanta importancia le dio.

Es trabajoso en el hombre creer que el espíritu no muere.

Es trabajoso donde Amor a Dios falte.

El que siente este Amor, ve normal que el cuerpo sea el traje.


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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C5

miércoles, 7 de diciembre de 2016

El sembrador

En Sueño Profético decían:

El comportamiento y la constancia hacen la fuerza para que el hombre piense que Esto es de Aquí, no de la Tierra.

Tienes que ser sembrador de la semilla que echas, que es la Palabra de Dios.

El sembrador le da el cuido al grano que echó, que es lo que tú tienes que hacer si quieres ser sembrador de la Palabra de Dios: no callar y mirar al Cielo como hace el sembrador.

El sembrador pide agua o descanso para la lluvia. Tú pides iluminación y fuerzas para callar a los enemigos de Dios. Pero unas fuerzas con Paz, aunque la Palabra lleve altura al resonar que Esto es verdad.

Ya, aquí, tienes que poner lo que más haga callar.

Desperté, oí:

Primero es presentar los arrobos como los mandan dictar.

Dando luego ya los nombres de los que estuvieron en el lugar del sitio que él ocupa.

Porque murieron o por la edad a la que el hombre ya se retira.

Luego está el vivir del Lugar que estos Mensajes recibe.

Y el responder del Prójimo, que siempre será de gigante sufrimiento lo que te encuentres.

El Lugar deja el bálsamo del contacto del Cielo.

Que de este bálsamo huye el sufrimiento, dejando el dolor dormido y claridad en el sufrimiento.

Si esto no te hace creer, reza por ti el primero, de rodillas y con la mirada en el Cielo.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C4

martes, 6 de diciembre de 2016

Pon Amor a Dios

En Sueño Profético hablaban del Amor a Dios. Decían:

Si mucho amas,
mucho Le sirves,
y el cansancio te persigue,
y él se cansa.

Si amas a Dios,
desconoces muchas cosas
que conoce el que no ama.
Desconoces y no practicas
la maldad ni la venganza.

El Amor a Dios
es Vida sin muerte,
es vivir aquello
que no te comprenden.

El Amor a Dios
te sirve de intérprete,
y ya nada dudas,
y todo lo entiendes.

Hay gente del campo,
criada entre montes,
que hablan de Dios
con unas razones,
que al de la ciudad
le hacen que piense.

Ellos, el nacer y la muerte,
lo ven tan normal
y difícil para el hombre,
que esto quisieran cambiar.

Dijo uno:

Yo nací entre los árboles, la hierba y el ganado. El cielo fue mi techo, y el Amor de mi madre a Dios fue mi mayor alimento.

Yo, cuando estoy entre el ganado y observo a los corderos, veo que viven Amor de Dios. La Paz la llevan sin soltarla. El balar te lo demuestra. Es suave y lo alargan. Cuando a la madre se acercan, algo a ti también te llega, y entonces miras al Cielo, y se te escapa:

“Señor, ¿quién guía a los corderos? Porque yo soy el pastor, pero la vida del cuerpo no se la puedo dar yo. Ni yo a los corderos, ni el grande médico, al que más quiera, cuando lo vea muriendo”.  

Desperté, oí:

Si pones Amor a Dios,
Él en todo te hará que comprendas.

Y notarás alegría
del Amor de Dios que llega.
Que este Amor todo te explica
apartando las carreras.

La carrera no entorpece
si después de Dios la pones.

Ésta te puede servir
para salvar a muchos hombres
que el sí esperan de ti.

Pero para sentir este Amor
que Dios le manda a los hombres,
no hace falta cultura material,
porque ésta Aquí no viene.

Dios no busca la cultura.

Busca al que a Él
Lo sigue y Lo quiere.

La cultura va detrás,
para que entiendan los hombres.

Éstos, si no aman, hacen daño,
más que el que vive en el monte.


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Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C4

lunes, 5 de diciembre de 2016

Camino de Dios

En Sueño Profético decían:

Sigue el Camino de Dios
y rechaza lo que no vaya de Dios.

No hay peso que pese más,
que el peso que tú te pusiste
cuando tuviste momentos
de quererte retirar
del Camino Verdadero,
que es la Gloria Celestial. 

Dijo uno:

Si vieras que te apartaran
del Camino Verdadero,
rechaza todos los bienes
y abraza el sufrimiento,
trayéndote a tu presencia
una estampa del sufrir
que a Dios Le dieron.

El sufrimiento sin Dios,
es cuando es sufrimiento.
Entonces es frío en nieve,
que no encuentras calor
para el frío que te sientes.

Es sediento sin ver agua,
que sabe fijo que muere.

Hay quien tiene un sufrimiento,
y por este sufrimiento
hace que muchos se condenen.

En cambio,
el que está en el Camino de Dios,
va salvando a caminantes
que se apartaron de Dios
porque pusieron su sufrir
como si fuera el más grande.

Desperté, oí:

En el sufrimiento y la sobra de bienes
tienes que ser un buen administrador
para no condenarte.

Que un buen administrador de bienes
puede acarrear a muchos a Dios.

Pero si olvidas al Prójimo,
haces que insulten a Dios
nombrando al hambriento
y al pudiente.

Pues piensa en el sufrimiento
llevando en todo
a Dios delante.

¡Cuánta Enseñanza daría
y cuántos podrían salvarse!

Si vas a perder la Gloria
por la abundancia de bienes,
pídele a Dios sufrimientos
y que sirvan
para que a Él más te acerques.

Santos y Elegidos son
los que su vida la entregan
a la Voluntad
y al Permitir de Dios.


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Libro 31 - Te Habla el Profeta - Tomo IV - C5

domingo, 4 de diciembre de 2016

El Amor es para el espíritu

En Sueño Profético decían:

Si tienes Amor a Dios,
te sobran palabras.

El Amor es para el espíritu.
Para el cuerpo, las palabras.

Si tienes Amor a Dios,
entiendes con la mirada,
cuando el habla va de Dios.

Si tienes Amor a Dios,
lo descubre tu mirada,
y ya das aceptación
sin haber oído palabras.

Este Amor es exigente,
y en la exigencia te manda,
y siempre es recibido
porque sabe quien lo manda.

Si el Mando es por camino
con altura o con bajada,
si este Amor no fuera dentro,
no empezarías la subida,
y ya no verías la bajada.

Este Amor lleva letreros,
que los lee el que ama,
y al leerlos ya los cunde,
porque entiende sin palabras.

Desperté, oí:

¡Ay Mando que da el que manda,
y que por falta de Amor,
el hombre no entiende sus Palabras!

¡Ay Mando, Bendito Mando,
que más veces es recibido
con protestas
o despreciando este Mando!

Yo no me sentía viva,
cuando no me daba Mando.

Después, ya me sentía vida
en mis piernas y en mis brazos,
y el sitio ya conocía,
donde Dios, mi cuerpo,
muerto había dejado.

Este cuerpo que ven vivo,
que no es vida de la Eterna,
es por lo que lucha el hombre
y en olvido deja Ésta.

Tuve miradas de agrado,
y también miradas de pena,
pero las que me hacían fuerte
eran las miradas de odio
que no querían que esto fuera.

Es difícil comprender,
cuando Dios te manda Mando,
que quites a unos,
y a otros
les aumentes el Mando.

Pero si este Amor lo vives,
no vives
si falta Mando.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C4

sábado, 3 de diciembre de 2016

Valora el espíritu

En Sueño Profético decían:

Valora el espíritu y después valora el cuerpo, que el espíritu es el documento que tienes que presentar en el Tribunal del Cielo.

Aquí no viene el cuerpo por no haber pecado ni suelo.

La Tierra es para el cuerpo, para el espíritu el Cielo.

El pecado está en la Tierra siempre persiguiendo al cuerpo, ofreciéndole el deseo de lo que sabe que por pocos es despreciado, que este ofrecer puede ser que te haga pensar: “Yo, con este vivir, estoy de Dios retirado. Yo estoy prefiriendo el cuerpo y el cuerpo al final me da mal pago”.

Dijo uno:

El espíritu que contempla a Dios, siempre está prohibiéndole al cuerpo, porque el cuerpo siempre está fuerte para la Tierra y cansado para lo que es para el Cielo.

Yo siempre ponía á mi espíritu primero y le daba preferencia, porque sabía que nunca sería muerto.

Yo veía, al que no mandaba en su cuerpo, que estaba de Dios retirado, porque con el contacto de Dios, tu espíritu le manda a tu cuerpo y te enfrentas y le puedes a las tentaciones o consejos que te están atormentando.

Desperté, oí:

Ponían el cuerpo, los espíritus de la Gloria, en segundo lugar; y el espíritu en primero.

Querían que el hombre pensara que el cuerpo sin el espíritu era caja vacía, zapato sin cuerpo, corbata sin cuello.

En cambio, el espíritu sin cuerpo, empieza a vivir vida como cuando Dios lo mandó al cuerpo.

Y jamás tendrá sepultura ni se nombrará por muerto, si tú quisiste la Gloria cuando el cuerpo estaba sano, y más la querías cuando llegó enfermedad que la muerte te traía.

Coge el cuerpo como ejemplo de tu espíritu.

Y que tu espíritu lo lleve con cariño o con mal trato cuando veas que de Dios se está retirando.

El cuerpo con Mando del Espíritu de Dios, se destaca y Amor de Dios va pregonando.

Pon el espíritu lo primero, y que le mande al cuerpo como empleado, con fuerza, hasta que haga su mando.

El que así trate a su cuerpo, tiene en la Gloria contacto.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C5

viernes, 2 de diciembre de 2016

Dios quiere que el hombre siempre sea niño

En Sueño Profético decían:

No es enseñanza perfecta saber sólo de ese mundo, donde todo ahí se queda. La Enseñanza del espíritu debe ser la primera, para que cuando sean hombres, hacer la vida sabiendo que al espíritu nunca la muerte le llega. Que el espíritu es eterno, es eterno en la Gloria, y es eterno donde no verán a Dios, que por eso tiene nombre de Infierno, sitio ya sin Salvación.

Dijo uno:

El hombre, con tanto estudio, no se para y hace stop. Que esa vida, sin Ésta, no tiene explicación que Dios bajara a la Tierra para enseñar a los hombres que existe una vida eterna, de Gloria o de martirio. Si estás en la Gloria, nadie puede ya quitártela. Y si estás en el Infierno, nadie puede sacarte. El único con Poder para hacerlo sería Dios, y su Presencia desbarataría el Infierno, pero esto ya sería querer a Dios por su Poder y Fuerza. Pero esto no es Dios.

Desperté, oí:

Dios, los que sí entra en su Gloria, sin que nadie mande en ellos, son los niños.

Aquí no cuentan nombre ni apellidos de los que ahí fueron dueños de los niños.

Dios quiere que el hombre siempre sea niño, para que tenga siempre su Reino Prometido.

Por eso tienes que enseñar de la Tierra después que enseñar del Cielo.

Y ya le quitas importancia a lo que tienes por primero.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria, que Enseñen - Tomo IV - C4

jueves, 1 de diciembre de 2016

Si eres bueno, usa el “bueno”

En Sueño Profético decían:

El creer en Dios, te frena. Pero al amarlo, ya no te ocupas del freno, porque Él te va guiando, y ya notas una obediencia que nada te cuesta trabajo.

Dijo uno:

Yo aprendí mucho de unos tíos míos que no vivían ni en el pueblo ni en el campo, porque desde su casa veías el pueblo, y desde el pueblo veías el campo, pero era más campo que pueblo.

Estos tíos míos vivían una vida de trabajo y de Paz. Nunca veías su cara enfadada.

Él me daba el consejo de que a Dios mucho quisiera, que queriéndolo mucho, Él ya se encargaba de que tú fueras bueno.

¡Si el ser bueno es sencillo, y el ser malo, trabajoso!

Yo, si hice algo mal hecho sin haber querido hacerlo, estuve días y horas para quitar lo mal hecho. El hacer mal quita el contacto del Cielo, y ya te cambia la cara porque el mal en ella toma aposento. En cambio, el hacer el bien, te tapa muchos defectos, porque al ser bueno, el “bueno” no deja verlos.

Desperté, oí:

Si estás lleno de Dios,
ya lo dirán tus palabras
cuando tu vivir sea hacer
todo lo que Dios manda.

Este caso hoy contado
te hace que pienses tú
la vida que estás pasando.

¡Qué sencillo hacía que vieras
el ser bueno para Dios
y que todos el “bueno” vieran!

Cierto que, al comportarte mal,
te cuesta grande trabajo
querer el mal quitar.

Te cuesta grande trabajo
si el nombre de Dios lo oyes.

Si eres bueno,
usa el “bueno”,
y ya nada harás mal hecho.

Porque bueno,
si algún día haces mal,
no hay mayor sufrimiento.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C4