sábado, 30 de julio de 2016

El que mucho ama, no puede pecar

En Sueño Profético hablaban del que Dios habla en él. Decían:

¡Qué pesar tan grande le queda al que tuvo la Palabra de Dios “diciendo” y no quiso oírla! Suerte que no suele repetirse a los mismos.

Estos que ahí no la oyeron, la oirán “dicha”, pero no “diciendo”. Éstos no gozarán de esta Gloria dicha ahí, no tendrán disculpa para aminorar sus sufrimientos.

Cuando se veda, tú tienes disculpa; cuando no es vedado, es desprecio tuyo; cuando ya no tienes lo que pudiste tener, no da compasión tu súplica: agua que tiraste y hoy lloras por no poder recogerla.

Si Dios premia el Lugar donde Él dice su Palabra, también premia al que quiere oírlo. El Lugar que Dios coge de Vivienda tiene grandes sufrimientos que el hombre le pone. El que oye a este Comunicante, esta Comunicación le quita el sufrimiento, razón para que oiga sin disculpa esta Palabra de Dios “diciendo”. La Publicación publicará lo que Dios dice. Si el hombre se quedara ahí, bien estaría que despreciara el Saber de Aquí.

El hombre va de Aquí y tiene que venir Aquí –de donde fue mandado–, o ir a sitio sin Dios, Abismo, lugar permitido por Dios, que de no ser permitido, ya no sería Dios.

Desperté, oí:

El Abismo lo quieren los mismos que se condenan.

Los que no pecan una vez sólo, pecan porque quieren pecar.

El pecado no extraña en el que no ama.

En el que dice que ama, tampoco extraña.

Y ya, el que mucho ama, no puede pecar.

No puede pecar, quita al que va a pecar, y sufre por el que está pecando.

El que a Dios mucho ama, sin decirlo se sabe.


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Libro 4 - Te Habla el Profeta - Tomo I - C3

viernes, 29 de julio de 2016

Cárcel que te da Libertad

En Sueño Profético decía Teresa de Ávila:

No hay quien empiece a amar a Dios
y después deje de amarlo.

No hay quien a Dios Le pida Amor,
y Dios el Amor le niegue.

Yo puedo hablar por mí,
cómo el Amor se siente.

Empezaré por decir,
que este Amor te viene solo
cuando tú piensas en Aquí,
cuando vives en la Tierra.

Es frecuente el oír:
¡Dios perdona los pecados...!
¡Tú sigue tu vida así...!

Esto, dos me lo dijeron,
y con los dos discutí.
Si yo hice los pecados,
fue antes de amar así,
fue antes de que a Dios yo viera
ese Rostro de sufrir,
que el sufrimiento Le llega
con los pecados de aquí.

Esto, ya que me lo oían,
mucho se oía el decir:
“Teresa, cuenta el empiezo,
que yo te voy a seguir”.
Ya me salían palabras
dichas desde el mismo Cielo.
Ya me venía a mis labios
un Amor que, prisionero,
en mí era Libertad
que soltando iba a los presos.

En un éxtasis oí:

La Cárcel de Aquí del Cielo
te da tanta Libertad,
que preso te metes luego,
cuando puedes elegir:
me voy con vivos o muertos.

Este éxtasis me hacían
que lo contara y explicara.

Desperté, oí:

¡Qué trabajo me costaba explicar
donde no había Amor!
¡Qué trabajo más trabajo
era no enfadar a Dios!

Cuando tenía que hablar
en el sitio que Lo amaban,
juntaba las horas del día
con la noche y la mañana.
¡Teresa, sigue contando
el Amor que no te cansa!
¡Teresa, yo viviría
contigo en la montaña!

Esto le oías decir
a familias emparejadas;
a mujeres, a chiquillos,
a cualquiera que yo hablara
del Amor, que sientes fuego,
que te quema, y más llamas
a todo lo de esta Gloria,
aunque llanto me costara.

Amaba tanto a mi Dios,
que el hombre me maltrataba.
Pero yo sentía la Voz
del Padre que lo mandaba.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C6

jueves, 28 de julio de 2016

La duda en contra del sí

En Sueño Profético hablaban de la duda. Decían:

La duda está en contra del “sí”.

Si tienes duda, el “sí…” te sale largo.

Cuando tienes seguridad sale el “sí” de adentro, y rápida es la palabra.

Dijo uno:

La duda tiene que emplearse cuando tú no puedas palpar, cuando no veas Sol y quieran que digas que los rayos te queman.

Dios siempre que habló, nunca dejó duda; y si el hombre la puso, la puso y luego quiso convertir su duda en un “no”.

Dios siempre hará lo que el hombre no puede hacer.

En la vida de Dios Hombre, la duda quitó a muchos de que conocieran a Dios con Materia. La duda quitó a éstos, porque a Dios no amaban.

Si tienes grande Amor, no pones duda, amas y este Amor te hace ver la Verdad.

¡Yo amé tanto a Jesús, antes de que los pastores a Belén fueran! Y un día cuando a la faena iba, me crucé con unos cuantos, que éstos iban con panderos, y cantando unos cantos que en ellos veías el Cielo, el Cielo que envolvía a ellos.

Yo allí no puse duda y corrí a preguntar:

   –¿Vais en busca de ese Niño que nos tienen anunciado?

Contestaron sin soltar los panderos ni las flautas:

   –Sí, allí vamos a postrarnos a sus Pies. Pues teníamos tantas ganas de poderlo conocer, que si no nos ve postrados y ofreciéndonos a su vez, ¿cómo decir yo: ¡Dios mío!, Te quisiera conocer?

No terminaron las palabras y a ellos me emparejé:

   –Puedo seguir con vosotros, para llegar donde Él. Porque yo no pongo duda en lo que cierto ya es.

   –Si tú duda no la pones, siete vamos en vez de seis.

Desperté, oí:

Yo no ponía la duda
de que no fuera verdad,
ya que este Dios venía
a Salvar la Humanidad.

No venía a pedirte,
no venía a que le dieras,
no venía a obligarte
que su Reino lo quisieras.

Pues si estudias esto nada más,
entonces lo verás de verdad,
de verdad y sin que la duda
pueda su parte tomar.

Yo la duda la dejé,
y a ellos me emparejé.
A ellos me emparejé,
porque la deuda dejé,
de tanto como lo ame.

Pues llegué a ver a Él,
al que estaba en un Portal,
que más parecía un retablo,
que un sitio para nacer.

¡Este Dios, Grande en Amor,
que Él mismo se hizo Hombre!

Se hizo Hombre y Él sabía
que el hombre lo mataría.

Si amas, no tienes duda.
Si dudas, bien poco amas,
porque la duda no deja
que tu Amor sea sin falta.

Únete a los Pastores,
y ya tu duda se acaba.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C5

miércoles, 27 de julio de 2016

Amar todo lo que sea de Dios

En Sueño Profético hablaban de vivir sin amar todo lo que sea de Dios.

Dijo uno:

En amando a Dios, ya todo te sobra.

Otro dijo:

Esto es lo que falta que el hombre aprenda. Hay quien dice: “Yo amo a Dios, y en cumpliendo lo litúrgico, ya voy al Cielo”. Aquí le falta enseñanza, al que así crea esto.

Para amar a Dios,
tienes que empezar primero
demostrando caridad,
que la caridad escondida
no se puede practicar.
La caridad se demuestra,
hay veces, que al ver andar.

Mis padres a mí me enseñaron
que tuviera caridad al andar
hasta por el sembrado.

Mi padre, cuando iba al campo,
buscaba poner los pies
donde no hiciera daño,
y si pasaba por un venero
y veía a niños jugando,
echando piedras,
y a veces los padres mirando,
él no formaba pelea,
pero quedaba parado
y decía tales palabras,
que obedecían a su paro.

¡No ensuciéis el agua,
que a Dios podéis enfadarlo!
Puede que venga un sediento
buscando este venero
porque Dios lo haya mandado.
Porque todo lo que hagáis,
si no es bueno,
pensad en alguno
que puede ser perjudicado.
Y si lo que hacéis es bien,
haciéndolo, ya os está Dios premiando.

Más de una vez paró a algún hombre
por su gesto de desmayo,
por los andares sin fuerza
o por sus sucios ropajes,
o por que fuera un vicioso,
ya por todos despreciado.

Un día, dice mi padre, que se encontró a un hombre llorando sentado en una gradilla, y que por su olor y sus trazas, se veía el haber estado bien embriagado, pero ya había pasado el delirio, y quedó como guiñapo. Empezó contándole que lo habían echado del trabajo, que antes lo habían echado su mujer y sus hijos de su casa, que a Dios le pedía la muerte, y que muerte no llegaba. Estas palabras que Aquí digo, las dijo él en todo el pueblo cuando ya hacía vida buena.

   –No hablemos de lo de atrás; dejemos el ayer para que Dios lo juzgue; ¿quieres ser ya hombre nuevo? ¿quieres trabajo, y ropa cambiada por la que tienes? Pero tienes que ofrecer a Dios lo que ya no tienes. Tienes que empezar diciendo: “Señor, que yo soy otro hombre”, y darle gracias a Dios, porque siendo aquel hombre, me has mandado a mi camino uno que venga en tu Nombre. Que si yo te voy a dar por tu bien estas razones, es para que tu familia a Dios llame, y Dios perdone.

Desperté, oí:

Este hombre ama a Dios
en todo lo que Dios ama.

Este hombre está pendiente
del pan que Dios bendice,
que si lo pisas,
no ves creciendo las ramas.

Enseña a que respeten
el venero donde Dios manda
a los sedientos que beban,
y luego que den las gracias.     

Porque no hay gracias más fuerte,
que cuando la sed la aplacas.

Pero aún es mejor
cuando hace la enseñanza
de quitar al bebedor
de que vida mala haga.

Pero para colocarlo
tenía que llamar a Dios,
que ayudara a reformarlo.

Él le compraba la ropa,
y a su casa lo llevaba
a la hora de comer.

Pero tenía confianza
en que Dios siempre le pusiera:
“Yo ya no hago lo de aquél”.

Pedía con grandes fuerzas
que su familia y él
hicieran ya vida nueva.

Esta Caridad es Dios,
se vea al que se vea.

Porque caridad sin Dios,
es cojo con dos muletas.


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Libro 6 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo I - C4

martes, 26 de julio de 2016

Receta falsa

En Sueño Profético decía Agustín de Mónica:

Cierto es, que si no pecas y amas a Dios, quitas a muchos de que pequen. No pecando y amando, ya Dios te manda.

El pecado es la enfermedad del espíritu. Esta enfermedad necesita para curarla, a grandes doctores de gran adoración a Dios, doctores que vivan tan sólo para el estudio del espíritu. Este estudio está abandonado por el hombre. Pocos podrían contestar cuando les preguntaran: ¿qué es un arrobo? ¿cómo es la salida del espíritu? ¿cómo es el retorno a la materia? ¿cómo explicar Mundo sin materia? ¿cómo comprender sin palabras? ¿cómo tener torpeza para lo material y en lo Divino tener este avance?

Esto, si no se lo oyes a quien lo vive, nunca podrás saberlo con exactitud: espíritu fuera del cuerpo, hacer Vida para enseñar luego a la materia a que sea obediente a las Leyes Divinas.

Yo, cuando hablaba de mis arrobos, ya me oía el que amaba pero que de Aquí no sabía, explicando con palabras.

Un día, llegaron dos grandes talentos muy apreciados por la enseñanza. Me preguntaron tantas preguntas y yo tanto contestaba, que ya el más inteligente en la Tierra –y sin poner duda lo era–, sacó el pañuelo y limpiándose sus ojos me dijo:

   –Agustín, debería prohibirse el hablar del Elegido mientras él estuviera con materia y recibiendo el Mensaje de Dios. He visto una diferencia de lo que ayer me hablaron a lo que te he oído yo, que mira lo que te digo: que voy a pasar vergüenza cuando oiga la palabra “profesor”, y mi lengua tendrá momentos de que palabras sujete.

Desperté, oí:

Aquí es Agustín
el que compara el oír,
con que te cuenten arrobo,
o sea, el que viene Aquí.

Hombres de grande cultura,
se achican al oír contar,
a Agustín, un Sueño en Gloria.

Ni las letras ni el papel,
ni el mejor escrito en la historia,
pueden hacer comprender
cómo separan y arroban.

Comparemos en la carne:
¿cómo haría el diagnóstico el médico,
sin ver enfermo delante?

La receta sería falsa.

Y aquí podrías comprobar.

Pero las cosas de Dios,
tiene que ser que las cuente
el mismo que le pasó.

Porque siendo él arrobado,
todos conocen a Dios.


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Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - C4

sábado, 23 de julio de 2016

Dios no lo quiere

En Sueño Profético hablaban de no querer lo tuyo y desear lo que no te pertenece, de buscar el peligro a sabiendas, y de comer lo prohibido sin pensar: “Dios no lo quiere”.

Todo este referir que Aquí en Gloria se refiere, es para Enseñanza de ahí, todo para Gloria del hombre.

Dijo uno que fue discípulo de un Discípulo de Dios Hombre:

Estas primeras palabras de este arrobo, fueron las que me hicieron pensar que, el Discípulo, hablaba Dios en su boca, aunque a la vista viera yo al Discípulo. Estas palabras y otras mucho más profundas, siguió hablando en el Nombre del Maestro.

Estaban Juan y Matías, y cuando llegaron los que estaban esperando –y yo también, aunque no me cuento–, empezaron a hablar de Gloria, de lo que les decía su Maestro, poniendo un comparar y poniendo unos ejemplos que, por prisa que tuvieras, te tenías que quedar. Y no les estaban hablando a hombres que no fueran del lugar de las letras y las leyes, eran hombres muy cabales en estudios de la Tierra. Pero ya, ante esto que Dios mismo enseña, ¿quién diría “yo sé”?, ¿quién diría palabras que mejor las comprendieran? Pues ya se quedaban parados, a grupos, que por querer saber no se marchaban. Y grande se hace el grupo, y a Juan y a Matías acompañaban hasta llegar al punto que esperaba el Maestro. Todo lo que ellos habían dicho, fue dicho antes por el Maestro. Pero el oír estas palabras que dicto, ya no tenían compañero. Estaba sentado con el resto de los Discípulos, y al vernos, Él fue el primero en ponerse de pie y mirar al Cielo. Ya dijo:

Juan y Matías, que la siembra sea cuidada por vosotros y por ellos, que mis Palabras vienen de mi Padre y son siempre de provecho”.

Y quedó silencio, y otra vez se oyó:

Del que no busque mi semilla y le dé desprecio pisando la tierra, Yo nunca le hablaré a mi Padre cuando esté en mi Reino. El que sigue a mis Discípulos, es a Mí al que Me va siguiendo”.

Desperté, oí:

En una Palabra dicha en Él sin que saliera dicha por Él en otro, se veía la diferencia, porque faltaba su Imagen.  

Él quería que enseñaran y aprendieran, cuidando Enseñanza y abrigando Palabras y Ejemplos.

Cuando quedaron sus Discípulos, sus Palabras iban oyendo.

Pero la Imagen de Dios, dicha en ellos: “Maestro”, la Tierra ya la perdió.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos,  Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C7

viernes, 22 de julio de 2016

El que ayuda al Elegido

En Sueño Profético decían:

El que ayuda al Elegido en su interior se ve que, para este Caso, más quiere hacer por ser lo que su vida ha cambiado, pero un cambio poniendo en todo el Poder de Dios.

Este Poder tiene fuerzas que ven que han pedido, en todo, lo que es para este Caso, que mucho repiten en la Gloria que hoy no hay ninguno que pueda presentar esta cantidad de Libros, todo dicho con el Mando de Dios y muchos con sus Palabras dichas. Que esto se ve cuando lees los Libros, si los leen grandes escritores de Teología o seglares de grandes carreras tienen que decir que Esto no es de la Tierra.

La Tierra engaña cuando el hombre tiene que defender lo que sabe que otro no lo tiene igual que él, que es la Palabra de Dios dicha con su Voz, y nadie puede decirle “esto sí, esto no”.

Dijo un espíritu de la Gloria:

Aquí, lo que Esto pone en el pensar es pedir a Dios perdón por el desprecio que han tenido tantos años a estas Palabras, que son las mismas que Dios decía cuando vivía en la Tierra, pero éstas fueron dichas y hoy las está diciendo. Para el que crea en Dios Hijo, tiene más fuerza oírlo hablar que contar lo que habló cuando Él vivía en la Tierra.

Estas palabras son dichas en la Gloria para que tu pensar y tu espíritu tenga doble fuerza.

Desperté, oí:

No sufras porque pienses lo que querías poder hacer. Aquí, piensa que Dios es el Dueño de donde está lo difícil y lo sencillo que te hacen a ti.

Estando diciendo estas palabras se vio una Luz grande con Humos Divinos, esto en el despacho de la carne que Dios me unió, estaba con cuerpo como cuando copiaba los Mensajes y su mirada quería darme alegría, y dijo:

     - Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo lo necesita tu espíritu para ir al Prójimo, que allí está Dios para enseñar como tienes que abrazar o perdonar, pero que tu presencia de Dios no falte.

Tu pensar que sea cada día queriendo más a Dios por grande sufrir que quieran poner. Que éstos quedan en cieno sin poder quitar esta Grandeza, que ya está publicada con 64 Libros con la Palabra de Dios.

Cuanto más daño quieran hacer, más grande dará Dios los Milagros.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

jueves, 21 de julio de 2016

El Poder de Dios en el Elegido

En Sueño Profético decían:

Cada día se ve el Poder de Dios en el Elegido: en las alegrías y en los sufrimientos que da la Tierra.

El Poder de Dios no le falta al que en su pensar siempre tenga a Dios. Que este pensar no puede estar oculto porque en las palabras ven, todos los que siguen al Elegido, el Nombre de Dios en acción y en palabras y, también, enseñando a no ofender a Dios pregonando pecado con el cuerpo porque los tiempos han cambiado.

El que cree en Dios y Lo ama tiene la fuerza para ir pregonando lo que Dios dice en su Gloria, que sus Palabras en Libros se están publicando. Que Esto no es nuevo, que son los Mandamientos que Dios dejó en la Tierra cuando vivió de Hombre para enseñar al hombre con el Mando de Dios.

Ten siempre en tu pensar que el Poder de Dios siempre lo tendrás, aunque al cuerpo le lleguen momentos de sufrir en silencio, que Dios los quita con alegrías.

Desperté, oí:

Ya se habla de la Obra tan grande que hace este Elegido.

Dios les da poder a todos los que están aquí unidos para que agranden este Mando de Dios.

Los que están aquí unidos son elegidos de Dios, que su poder lo van repartiendo y van agrandando este escándalo.

Esto tiene que cogerlo el que cree que Dios está hablando y mandando. Y ya, éste seguirá las palabras del Elegido.

Pon sin temor la Visión de la carne que Dios te unió.

Estaba en su despacho tan normal como cuando copiaba los Mensajes. Y con alegría y Poder de Dios me cogió las manos y a Dios nombró con estas palabras:

     - Los espíritus de Dios están en mí diciendo estas palabras: Ya no te faltará su Poder para escribir los Mensajes. Yo digo éstas, que son las mismas que las que están en los Dictados: Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo le hace falta a tu espíritu.

No escribas más y di con palabras el pensar que Dios te da.

El pensar es que voy a tener alegrías con los que están a este Servicio publicando las cintas de los Mensajes y los Libros.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 20 de julio de 2016

Grandes “Hablas”

En Sueño Profético decían:

¡Cuántas Apariciones hay perdidas por culpa del hombre!

Yo conocía a una zagala que tenía Apariciones. La madre sí la creía. Al padre, cada vez  que algo le contaban, le entraba una rebeldía, que ya todos le notaban que algo le había ocurrido, y no bueno, por sus gestos y carácter.

Una mañana, cuando el padre iba a su faena bien temprano, al pasar por la habitación de la niña, vio tal resplandor, que remedio no hubo para que no entrara. Entró y vio la cama vacía y, en un rincón de la habitación, a la niña de rodillas, pero a un palmo del suelo era la altura a la que estaba su cuerpo; la elevación impedía el contacto con el suelo. Él no pudo hablar, pero sí oír a la hija decir:

   –¡Gracias Señor que mi padre ya me cree y mi madre no sufrirá! Que me deje que haga el rezo cuando me vaya a acostar. ¡Gracias Señor! Otra vez quiero darte las gracias: ¡Gracias Señor!

Cuando la niña vio al padre, ya estaba en la cama. El padre sí la vio en éxtasis. Ella creyó que fue en la cama. Lo que la niña contaba cuando se lo preguntaban eran estas palabras:

   –A mí, cuando me pongo a rezar, esto es lo primero que me hablan: “Tú di a tu padre, cuando a la calle se vaya, que Dios te hace techo de suelo, para que viva tu alma; que tu cabeza no piense lo que tu lengua desbarra; que tus pies no pisen sitio donde el pecado aguarda”.

Esta comunicación la oían la niña y la madre, y junto con ella la repartía.

Desperté, oí:

Estas comunicaciones, el mismo padre cundió.

Pero cuando alguien lo oía contarlo, a él con su voz, buen sufrir le venía.

¡Él, que siempre amenazaba a la chiquilla y la madre!

¡Él, que vivía las noches siempre fuera de su casa!

Aquella noche se fue a acostarse a su casa temprano, con el pretexto: ¡Hay que madrugar mañana!

Esto fue lo que pensó para presentarse en cu casa.

Y en su casa creyeron que venía enfermo, enfermedad para cama.

¡Qué lástima que se pierdan,
de Dios, estas grandes “Hablas”!

¡Qué lástima que maltraten
al que diga: “Dios me habla”!

El padre ya la creyó
cuando vio vacía la cama
y a la niña en resplandor.

Ante del padre ver esto,
buenos martirios le dio.


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Libro 6 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo I - C5

lunes, 18 de julio de 2016

Dios Vivo diciendo

En Sueño Profético hablaban varios. Decían:

Si al leer lo anterior a estos Escritos, en vez de leerlo en forma de programa, lo leyeran puntualizando, verían que el mismo que mandó escribir aquel Escrito era el que aquí manda escribir, o sea, que aquellos Evangelios eran igual a éstos. En aquéllos se ve la Palabra de Dios Vivo. En éstos se ve a Dios Vivo, pero “diciendo”. Allí ves un Dios de Amor, de Humildad, de Perdón. El Perdón y su Justicia, en este “diciendo”, es lo que más te recuerda. Dios le habla al hombre ofreciéndole su Amor, esperando que éste llegue para perdonarlo y recordarle que es el Dios de Justicia, para que no olvide que tiene que ser juzgado.

Desperté, oí:

Si este Dios no fuera Único y Poderoso, no hablaría así.

Dios coge al hombre rudo, porque el rudo no habla.

Si hablara el rudo, no hablaría Dios.

Dios coge al hombre para que hable de lo que Dios quiere que el hombre sepa de Él, no para que hable de lo que sepa del hombre.

Cuando sabes si Dios habla, es cuando tú has querido saber si habla.

Enfada a Dios más el que cree que ayer habló y hoy no, que el que ayer no creyó y hoy ama.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - C1

domingo, 17 de julio de 2016

Amor olvidó comida

En Sueño Profético decían:

Dijo un día el Maestro cuando lo oían Discípulos y hombres que querían aprender su Enseñanza: “Dudará más que soy Dios, aquel que menos Me ame. Y Me buscará más, el que crea que lo que soy. Al que le falte Amor, no Me conocerá ni en la Tierra ni en el Cielo. Es el Amor el que busca, pero Amor que haya por dentro”.

Fue callar el Maestro, y empezar grupos, unos con otros, a hablar en tono bajo cuando el Maestro siguió andando por aquel camino que separaba unos cerros que tuvimos que pasar para llegar al próximo pueblo, donde ya esperaban los que guardaban Amor para entregárselo al Maestro. Había grupos contentos a pesar de esperar horas, pero era poca espera, por ser Dios el que iba a verlos. Éste era el comentario que Amor quedaba por dentro: “Aunque pasaran días y noches, de aquí ninguno nos vamos. Cuando falte comida porque nos la pida el cuerpo, iremos a aquel caserío que conocen al Maestro, y que nos vendan pan, y algo le meteremos de allí de sus grandes orzas. Después les daremos dinero según lo que nos parezca, porque no querrán cogerlo”.

Desperté, oí:

Aquí en este Mensaje,
que bien te enseña a que aprendas
dónde se encuentra el Amor.

Los que Amor tenían por dentro,
bien pronto lo vieron todos.

Allí, en medio del campo,
esperaban y contentos.

No tenían ni comida,
porque el que los llamó,
Amor llevaba por dentro,
y éstas fueron sus palabras:

“Voy en busca del Maestro.
El que quiera, que me siga”.

Dicen que vienen en grupos,
y que pasan por el pueblo.
Pero yo voy en su busca
y con Él entro en el pueblo.

Aquí brotaba el Amor,
que fue el que fue al encuentro.

Amor olvidó comida,
y se fue por su Maestro.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II -Preámbulo

sábado, 16 de julio de 2016

Sencillas y grandiosas

En Sueño Profético yo decía:

“Señor, cuando yo no esté Aquí, no dejes que haga nada que a Ti te enfade. Todo lo que yo haga sea para ejemplo del que te ame y para que me siga el que a Ti no te ame. Siguiéndome, se encontrarán contigo, y ya, a éstos, los seguirán otros”.

Estando yo con esta alegría delante de muchos que Allí había, empezaron a hacer como alabanzas a Dios y a rogar por mis peticiones. Salió de pronto como un cordón de gente, éstos, sin dar los pies en el suelo –pues bien dicho, no tenían pies–. A la vez que pasaban, dejaban un perfume que no era conocido en el mundo material –este olor era de alimento–, quedándome yo como si yo no fuera –temo que no me comprendan–, quiero decir que mi genio parecía parado, y me quedaba, ¡no sé...!, al ver tanta Grandeza.

Dije:

¿Cómo podré yo contar esto? Si no encuentro comparación, no podré explicarlo.

Desperté, oí:

Sólo Dios es el que puede dar las Palabras para que tú expliques.

Y Dios te las da.

Te las da a manera de Dios: sencillas y grandiosas.

Al hombre, cuando quiere explicar de la Gloria de Dios, no es fácil comprenderlo.

Ya, sabiendo Dios esto, arroba el espíritu que Él quiere y que sabe que Lo ama.

Dios quiere que el hombre entre en su Gloria, normal, cuando aún está con materia.

Quiere que sea cuando vive con materia, para que el que quiera conozca esta Gloria antes de venir.


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I - C6

viernes, 15 de julio de 2016

Profeta en esta medida no es conocido por el hombre

En este Sueño Profético hablaban de mí. Decían:

Dios se comunicó a ella haciendo Dios Hijo la presentación de Dios Padre. Luego, bajaría el Espíritu de Dios Padre en el Hijo hecho Carne, para que ella cogiera poder y confianza. Bajó el Espíritu en forma de Palomo y presentó al Hijo con Materia, tal y cómo vivió Dios y Hombre.

Siempre que le comunica el Hijo o le hace ver alguna reproducción de lo que vivió con Materia, ella Lo ve con Carne, sintiendo el Aliento de Dios Padre y viendo la Presencia de Dios Hijo, y transmitiéndole el Espíritu de Dios, qué es todo esto.

Ella cuenta estas Comunicaciones como si las tuviera delante.

Desperté, oí:

Dios vuelve a ejecutar en el momento de tener que explicar o escribir.

Estas Comunicaciones siempre han sido igual, pero no con esta abundancia y dando estas aclaraciones.

Profeta en esta medida no es conocido por el hombre.

La misma abundancia de Palabras dichas de esta Gloria a ella, hace que el hombre la desmienta.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - C1

jueves, 14 de julio de 2016

Si la caridad no es de Dios, cansa y aburre

En Sueño Profético hablaban de la Caridad. Decían:

Si la caridad no es de Dios,
cansa y aburre.

Al que caridad le das,
raras veces no responde
con algo para enfadar.

En la Caridad que es de Dios,
en ésta, alegría te dan,
y vas buscando los sitios,
sitios que esperaban ya
a aquel que con Dios vivía
porque hizo Caridad.

La Caridad que es de Dios,
ésta no cansa jamás.

Cada caso se presenta,
siendo para dar Caridad,
en una forma distinta,
que tú tienes que aclarar.

La Caridad que es de Dios,
tú la buscas y tú la das.

No hay cosa más sencilla
que sepas sin preguntar
el Sitio que Dios visita,
que Profeta han de llamar.

Siempre lo verás lo mismo
en su forma de actuar:
ni se cansa ni se aburre,
porque Dios le hace girar.

Piensa qué sería esto,
si Dios no hablara al Lugar:
tendría altas y bajas,
como tienen los demás.

Hay veces que te retiran
de que hagas Caridad
con momentos que te llegan
que te tienes que parar.

Aquí ves la diferencia:
Al que Dios hace girar,
siempre tiene el mismo “tic”,
ni agrandando ni achicar.

Desperté, oí:

Aquí hace Caridad
Dios llevando al Instrumento,
que mayoría verán
lo que éste lleva por dentro.

La Caridad te retira
de lo que el mundo te da.

Por eso hay días que corres,
y otros te quedas para′.

Aquí tienes el estudio,
sin libros para estudiar,
de aquel que tiene la duda
si Esto será Verdad.

No hay cosa que justifique más,
al hombre de cómo eres,
que reciban Caridad
los grandes y los menores.

La Caridad, muchas veces,
la tienes que dejar de hacer
por obstáculos que vienen
que tú no quieres tener.


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Libro 4 - Te Habla el Profeta - Tomo I - C5

miércoles, 13 de julio de 2016

El Libro de mi Dios

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila. Decía:

Amando: buscas, encuentras. Y cuando encuentras, lloras. Lloras por el tiempo que no buscaste, por el tiempo que viviste sin poder hablar de este Amor, por el tiempo que no sentiste esta Grandeza de Dios.

Yo tropecé con personas
que les habían hablado de mí
y no quisieron creerlo,
hasta que al venir a mí,
me notaron algo extraño,
extraño que al referir,
veían algo en sus ojos
de cariño hacia mí.

Un día, me dijo una:
Teresa, ¿tú qué me has dado,
que ni marido ni hijos
me retiran de tu lado?

Yo soltaba mi sonrisa,
risa de agradar a Dios,
y sacaba mis apuntes,
que guardados en mi corazón,
luego yo ya los pasaba
en el Libro de mi Dios.

Cada renglón que leía,
me lo querían copiar,
pero mi Dios me decía:
Teresa, hasta publicar,
guarda las Palabras mías
”.

Yo tenía la obediencia,
por Amor, más que por Dios,
por saber que Él me buscaba
porque Amor Le tenía yo,
un Amor sin entenderlo
aquel que nunca a Él amó.
Porque ya, sí ten seguro
que a todo el que ame a este Dios,
Él lo dejará en éxtasis,
y tendrá comunicación
para que hablen de su Gloria
como se habla de todo.   

Desperté, oí:

Qué contento me venía
cuando oía estas palabras:
“Teresa, ¿tú qué me has dado,
que ni marido ni hijos
me retiran de tu lado?”.

Yo creo que mi Dios me hacía esto
para achicar el sufrimiento
que mis oídos oían
dentro y fuera del convento.

Cuántas veces mi contento
se me convertía en llanto,
llanto por el sufrimiento.

Llanto que no justifica
el decir: “me habla Dios”.

Llanto que brota más hondo
que dentro del corazón,
corazón que se alborota
por defender a este Dios.

Defensa que tú no haces,
porque tuya no es la Voz.

Al hablar, decir y explicar
lo que hace este Dios contigo,
se postrarán a tus pies
y te saldrán enemigos.

¡Ay Dios, que al hombre dejas
que Te maltrate o Te quiera!
¡Ay Dios, que guardas Amor
para aquel que tu Amor lo quiera!

Yo lloro por el que tu Amor
Tú le das y él desprecia.

TERESA DE ÁVILA


***

Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C6

martes, 12 de julio de 2016

Mi tiempo se ha cumplido

En Sueño Profético vi un sitio como una muralla, del estilo de los moros. Empezaron a llegar hombres vestidos con túnicas y como mantos.

Dijo uno que después dijo su nombre:

Aquí, en este mismo sitio, recibimos una clase del Maestro que nos hizo llorar. Yo soy Juan, pero Matías que lo refiera, ¡o da igual…, uno de éstos!, por estar todos delante de Él cuando nos enseñó y nos dio la Enseñanza.

Esto fue una mañana temprano, pero la noche anterior, nos reunió y nos dijo:

   –Mañana, si puede ser por vosotros, quisiera a los 12 hablaros juntos –y nos citó aquí.

Empezó el Maestro:

   –Aunque mucho os he hablado, darlo por empiezo. Ya, vosotros, con lo que habéis aprendido, enseñad. Pero enseñad a que vivan sin Maestro, ya que mi tiempo se ha cumplido y vosotros continuaréis enseñando sin Mí. Os aseguro, que el que practique mi Enseñanza, tendrá Maestro, porque mi Padre me mandará a Mí.

Todos miramos al Maestro cuando oímos: “mi tiempo se ha cumplido”.

Desperté, oí:

Mi tiempo se ha cumplido” y “Cuando vaya al Padre vendrá mi Espíritu”, esto, lo oíamos continuamente.

¡Pero cómo empezar el día y rematarlo sin Él?

¡Cómo ir por los sitios y oír las primeras palabras con su Nombre y dada por Él la contestación?

¿A quién preguntar, Maestro, qué hacemos mañana?

¿A quién contarle lo que decía el que lo amaba?

¿Qué contestar a los fariseos?

¿Cómo hacer uso de Él, como Él lo hacía del Padre?

¿Cómo ir por un camino y saber si el caminante buscaba a Dios ya Hijo, por antes amar a Dios Padre?

Esto nadie lo sabía,
esto salía del Padre.

Pero era el Mismo Dios,
aunque no lo veían de Carne.
Él, que siguió en los prodigios,
aunque no lo viera nadie.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C8

lunes, 11 de julio de 2016

Yo no Me voy de entre vosotros

En Sueño Profético decían:

Habla el hombre de la Existencia de Dios y se tira horas hablando. Pero que no diga nadie: “A mí Dios me habla. Aquí lo demuestro, porque me manda escribir lo que en espíritu ha pasado cuando lo separa del cuerpo”.

Todo lo que ve y oye el espíritu solo, lo manda dictar para que sea Enseñanza para el hombre.

No acudir aquí es hablar de Dios sin creer en Él.

Dijo uno:

Era para que la calle del Elegido para enseñar, estuviera siempre taponada de gente (¡no la calle, la ciudad!), para saber de Dios Vivo.

¿Qué sentido le da el hombre a las Palabras que Dios dijo cuando cumplió su tiempo y se fue al Padre dejando estas Palabras en la Tierra?:

Yo no Me voy de entre vosotros”.

“Donde dos hablen de Mí, Yo allí estaré”.

“Y vendrá mi Espíritu a vivir entre el hombre tantas veces como mi Padre necesite Vivienda”.

“Que esto es oír sus Palabras, que salen del hombre, ya dichas por Dios Hijo o por Dios Padre. Que todo es un mismo Dios”.

“Cuando digan “Dios me ha dicho”, el que ame mi Reino sabrá sin son del hombre o mías. Al ser mías, verán al rudo, con Sabiduría, poner silencio al culto que desmentirlas quisiera
”.

Desperté, oí:

Siendo las mismas Palabras
que Dios dijo cuando vivió de Hombre,
hoy las cambia
dando más fuerza al Mensaje. 
 
No hay nada que se contradiga
para que el hombre lo tenga
como defensa para desmentirlas.

¿Qué entiende el hombre
por estas Palabras:
Vendrá mi Espíritu”?

Al venir su Espíritu,
viene sin Cuerpo.

Y si no habla en otro cuerpo,
no hay Enseñanza.

Hay Dios presente,
en todos los momentos,
en Espíritu.

Que este “presente”
es la Vida de la vida.

La Vida del Sol, el agua,
el aire y la tierra.

Pero esto no es imagen
de su Presencia.

Esto es Poder Único,
que crea, y destruye
con agua o fuego.

O Mando que da a la Tierra
para que entierre edificios.
Esto es temblor de Tierra.

¡Qué falta hace que el hombre
lea y piense estos Mensajes
y se cambie de postura,
por si pudiera salvarse!


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C3

domingo, 10 de julio de 2016

Libros con nombre “Sagrados”

En Sueño Profético hablaban de los espíritus que no están con Dios. Éstos son los que persiguen su Palabra, ponen difícil el camino e intentan ensuciar la obra que hace el que está entregado a Dios, a su Palabra y a su Mando; al que todo ve redondo, aunque todos vean cuadrado.

Hablaban de Libros Sagrados, de sitios que mucho desean saber de Dios Vivo.

Hablaban del poco saber del hombre en lo Divino, y de la mucha maldad en lo que va en contra del Cielo.

Repetían mucho:

¡Dios, Poder poderoso, que levanta su Brazo y anula demonios!

¡Dios, que no teme al mundo para cundir su Palabra, dicha en arrobo al espíritu, y después, con su Mando, llevada en Libros!

¡Libros con nombre “Sagrados”, por no poner ningún texto ni frase del hombre!

¡Libros que conocen al mundo, y el mundo tiene que conocerlos a ellos!

¡Libros, que nadie puede presentar un caso tan grandioso y sorprendente como esta serie dictada por Dios en su misma Gloria!

Desperté, oí:

¡Cuánto ha batallado el hombre
para que esto no se cundiera!

Que aunque veas al hombre,
el demonio es el que lo lleva.

Pero el Brazo de Dios,
al mundo en pluma lo deja.

No temas nada del hombre,
por poderoso que sea,
en querer a Dios callarle.

Que sólo el Brazo de Dios,
en sequía deja los mares,
y a la Tierra le manda
que el movimiento no pare.

Pues si Dios es todo esto,
¿cómo va a dejar al hombre
que detenga al que Él mande?

¡Cómo comprender el hombre
que este escándalo se calle?

Ni se calla, ni se acaba,
mientras viva espíritu en carne.

Y todo lo que se oponga,
es querer fuego al mar darle.

El Mando de Dios no cuenta
con el mando que dé el hombre.

El Mando manda al Amor,
a la fuerza, si Dios quiere.


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Libro 16 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C1

sábado, 9 de julio de 2016

El Maestro me ha premiado

En Sueño Profético decían:

Antes de tú mandar, ya está en ti el Mando. Si no hay entrega a Dios, no hay comprensión para el Mando que el Elegido manda. La comprensión la manda el Amor y la certeza de que el Mando va de Dios.

Dijo uno:

Mucho decía Jesús a los Discípulos:

Aceptará más mi Mando y lo verá bien, el que más crea que Yo soy Dios Hijo, enviado del Padre, donde tengo que volver cuando mi tiempo se cumpla. Yo he bajado del Cielo para enseñar el camino de la Salvación. El que no acepte mis Palabras, no va por mi camino, y Yo me guardo mis Palabras. Las oirá en otro, pero no en Mí ni en el que Yo se las doy para que vaya enseñando”.

“Es mejor que se retire de Mí el que no crea, por si un día creyera y Me fuera a buscar pidiéndome el Perdón. Pues el que no se retira y no cumple mi Mando, Yo lo retiro y él ya se siente apartado”.

“Al que Yo le doy mi confianza puede decir: “El Maestro me ha premiado”. Este mismo premio Yo quisiera a todos darlo
”.

Desperté, oí:

No tenía diferencias
Dios Hombre
con los hombres en la Tierra.

Eran los hombres
los que despreciaban su Presencia.

Tenía que coger
a los Discípulos y enseñarlos
a que en un sitio dieran silencio
y en otro sitio escándalo.

En uno sitios decir:
“El Maestro nos ha mandado”,
y en otros no nombrarlo.

No eran merecedores
de que les llegaran Palabras
que ellos podían oír
pero desprecio les daban.

Esta Enseñanza fue entonces,
y hoy lo mismo Dios manda.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C8

viernes, 8 de julio de 2016

El que pecado hace, es por falta de Amor

En Sueño Profético yo decía:

“Señor, en ti pongo me confianza. Que yo no Te enfade aunque las cosas no salgan como yo te las pido”.

Quería despertarme porque oía un gran tropel de cantos, lejos, como de monjes. Y uno dijo:

“Esto es la Gloria del Padre, donde el Hijo se hizo Hombre, Carne e Hijo, y era el mismo Padre. ¡Gran misterio para el hombre! Misterio fácil de comprender para el que ama. Dios que se hace Carne para vivir con la materia y enseñar al hombre a vivir en su Gloria antes de venir a Ella. Dios vivió como otro hombre que hace lo que Dios tiene mandado. Él hacía lo que el Padre mandaba. Y el que a Dios ama, hace lo que no es pecado y lo que agrada al Padre y al Hijo. Dios Uno, Esencia que Aquí quedó y Carne que vistió al mismo Dios”.

“El hombre puede vivir sin pecado, si a Dios ama, como Él vivió, con la Enseñanza que dio al hombre. No pudo enseñar lo que el hombre no pudiera hacer”.

Desperté, oí:

El hombre peca con disculpa para el hombre.

El hombre peca sin disculpa para Dios.

El que pecado hace, es por falta de Amor.

Al que peca, le falta Amor o creencia.

Dos posturas distintas, y las dos ofenden a Dios.

Si amas mucho a esta Gloria, no serás pecador.

Haz por vencer el pecado, y tendrás resurrección.


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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C6

miércoles, 6 de julio de 2016

Adornos de pudor

En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios. Decían que el que sentía este Amor ya no podía ocultarlo, ni en sus palabras, ni en su presencia, ni en el responder cuando le llegan sufrimientos o negando lo que el adelanto ponga diciendo: “Esto, viviendo la vida de cristiano, no es malo: que tú no cumplas la Ley de Dios y sí la ley de los espíritus satánicos”.

Que esta ley la han puesto uniendo carne que Dios unió y diciendo que estarán unidos hasta que la muerte los separe. Pues con estas palabras, los unen todas las veces que quieran, rompiendo la carne y uniéndolos a otro, con su traje blanco y adornos de pudor. Que el pudor lo han cambiado por la prostitución cuando hacen lo que Dios retira de su Gloria, porque el pecado público es el peor de los pecados.

Ya dijo un espíritu de la Gloria:

Se cambia el dictado con el Mando de Dios.

El que canta estos Mensajes que siga buscando caminos para formar grande escándalo, ya que aquí está la Palabra de Dios. Esto hoy no puede decir nadie “yo estoy como dicen estos Mensajes”.

Dicen que diga cómo, la carne que Dios me unió, estaba en su despacho con su cuerpo como cuando vivía, que hoy lo ves Eterno, que es el espíritu. Estaba copiando los Mensajes, como cuando vivía el cuerpo, y decía:

     - Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo le hace falta a tu espíritu para la Obra que haces en el Prójimo, con el Mando de Dios.

La carne que Dios me unió no me falta un momento de mi pensamiento.

Desperté, oí:

Oyendo estos Mensajes ya no sé cómo puedo estar sin cundirlos, dando escándalo.

Estando diciendo estas palabras, dijo un espíritu de la Gloria:

La Presentación de los Libros y también de las cintas, que pronto den la noticia.

Dicen que pronto les diga que la Presentación de los Libros y las cintas van a dar escándalo.

La habitación estaba con los Humos Divinos y unos niños, con alas en la espalda (que sus cuerpos no vivían pero ellos estaban vivos en la Gloria), buscaban a otros niños.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 4 de julio de 2016

El pecado en el perdón no pensó

En Sueño Profético hablaban de Dios en su misma Gloria. Hablaban hombres que con Él vivieron, hombres que hablaban de Él tan normal que al oír el hecho duda no había de que tú compartías con ellos el hecho que oías contar. Sensación que nota el cuerpo cuando oyes realidad de aquello que están queriendo y Dios te lo concede ya.

Pues aún más alegría, sin poderla comparar, es la alegría del espíritu cuando oyes este contar.

Hablaron hombres que a Dios buscaron y que Lo encontraron cuando se despojaron de su sabiduría que, con maldad, los retiraba de esta Gloria. También hablaron hombres que cuando vieron sus pecados ya no podían ver al que estaba pecando y no hablarle de su pasado. Hablaron hombres que recibieron martirio por seguir el Mando que Dios desde el Cielo les mandaba. Pues todos, siendo vidas tan distintas, hoy en la Gloria hablan.

Desperté, oí:

Es el perdón de Dios el que ya hace una misma persona cuando el perdón no lo tengas como moneda que guardas, que sabes que siempre la encuentras.

En este Arrobo se han oído a hombres que vivieron como Santos y que fueron perseguidos por hombres hasta llegar a matarlos.

Que les mataron el cuerpo como al mismo Jesucristo.

Con la grande diferencia de que ellos no pudieron impedirlo y Dios con una sola mirada quedaba el Mundo destruido.

Esto es la Gloria de Dios:

Un sitio que Él creó para que vuelva el espíritu.

Pero si busca el perdón si cuando hizo el pecado en el perdón no pensó.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

domingo, 3 de julio de 2016

La Gloria muchos la ven, pero no para enseñar

En Sueño Profético hablaban de los Elegidos. Decían varias escalas del que ve esta Gloria antes de soltar la materia.

Dijo uno:

Son infinidad los que esta Gloria vieron viviendo aún ahí.

Dios siempre tiene en contacto a espíritus de su Gloria y a espíritus de su mundo material; los de su Gloria, bajo su Mando; y los de su mundo material, con la Libertad que Él les deja.

Dios, Poder Divino y Único Mando, trae a un espíritu a su Gloria, que al traer a ese espíritu, ya es hablar y actuar Dios. Dios que actúa en una materia, para que esta Enseñanza la pueda el hombre aprender y enseñar.

Todo espíritu que sea Aquí traído, es traído por Dios. Pero el que no es para enseñar, ve y siente, pero sin explicación, quedando en una Visión. Esto es lo que el hombre debe estudiar con Amor. Si no tiene Amor a Dios, estudia y va en contra de Dios.

En la Vida de Dios Hombre hubo quien más Lo ofendió cuando supo fijo que era el Hijo de Dios; entonces fue cuando se reunieron para crucificarlo.

Dios que sigue Humilde cumpliendo el Mando del Padre, y el hombre que Lo persigue con la ira del pecado.

Despierta, oí:

¿Por qué no quiere ver el hombre
que este Dictado es de Aquí?

Si tan sólo con leerlo,
debería decir que sí.

La Gloria muchos la ven,
pero no para enseñar.

La Gloria muchos la ven,
para decir el Lugar
que el que quiera puede ver.

El Lugar que trae Dios
y ya lleva explicación,
es un Lugar que Dios habla,
que ya su nombre le dio.

Que el nombre se lo dio el Padre,
para ser Nombre Mayor.

No te extrañe lo que leas
que esté nombrado por Dios.


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Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - C2

sábado, 2 de julio de 2016

Alegría de Dios, que en pena el hombre convierte

En Sueño Profético vi un camino de pinchos, y decían:

Este Camino de Dios,
que pinchos le pone el hombre,
al que Dios camina en él,
de cera se le convierte,
y si firme pone el pie,
la cera en grasa queda.

¡Cuánto aprende el que está al lado
de un espíritu arrobado!

Éste da las clases gratis,
y así pocos las quieren.

Yo, ya fuera del convento,
me paraba en cualquier calle
para hablar sólo de esto.

Había quien me conocía
y quería que le contara
si las reglas del convento
era que no me gustaban.

Yo volvía la cabeza
por donde salía la voz,
y rápida respondía:
“¡No! Es que no quiere mi Dios
que sus Mensajes se queden
ocultos en un rincón,
como palabra de hombre
que luego otro quitó”.

Los Mensajes de la Gloria
tienen que ser publicados
tal y como te los dice
un espíritu arrobado.

¡Cuánto sufrir pone el hombre,
y dice que ama a Dios!

¡Cuánto sufrir, que te quita
de que hagas oración,
y que pidas, y que ruegues
para salvar al pecador!

Si el hombre esto pensara,
pena tendría de Dios,
y pena del que recibe
la Inmensa Comunicación.

Yo recibía la alegría,
y me quería callar
para mi sola esta alegría.

Nadie puede figurar
la alegría que recibes,
y al querer comunicar,
la alegría se convierte
en un grandioso penar.

Desperté, oí:

¡Ay alegría de Dios,
que en pena el hombre convierte!

¡Ay alegría que no alegra,
porque a este Dios desconocen!
Desconocen y no aman,
por no querer conocerlo.
Pues si amas, ya conoces
el Eco de sus Palabras.

Este Dios, cuando ya amas,
los pinchos, cera se vuelven,
y con el pisar de Dios,
se quita hasta la mancha.

Yo, la alegría quería
que todos me la copiaran,
porque al tener esta alegría,
ya fijo que a Dios amaban.

¡Ay alegría de la Gloria,
que el hombre manchar no puede!
¡Ay alegría que suena,
aunque silencio le ponen!
Este silencio es repique
para la Gloria de Dios,
que lo oyen los cristianos
que ahí están en oración.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C7

viernes, 1 de julio de 2016

Paz para los hombres de buena voluntad

En Sueño Profético hablaban de la Paz. Decían:

La Paz es el Grito de Dios.

La Paz te hace que te llenes de Dios.

La Paz te trae Gloria y te lleva a la Gloria.

La Paz no puedes comprarla ni heredarla.

La Paz es Amor y aprender.

Dios Hijo se hizo Hombre, y éstas fueron sus más repetidas Palabras: “Paz para los hombres de buena voluntad”.

Ahí en la Tierra Él llevó la Paz, y el hombre le formó guerra.

Él trajo humildad, y buscó un lugar humilde.

También los padres que tenían que ser padres a la vista del hombre eran humildes.

Donde hay Paz, tiene que haber humildad.

Dios no vive donde no hay Paz, aunque lo llamen.

La Paz retira a los espíritus diabólicos.

Dijo uno:

Yo te aseguro que el espíritu del mal entra donde hay Paz, pero su salida es rápida, y es por todos conocido.

Dios curó a los endemoniados, y también enseñaba a conocerlos.

Conocer la actuación del espíritu del mal, hace que muchos no pequen.

Dios, cuando habla para enseñar, enseña al Lugar a conocer la maldad de los espíritus del mal, que quieren vestirse con el traje de Santidad de esta Gloria.

Despierta, oí:

Si Dios no enseñara a que los conocieran, era fracaso rotundo.

Primer síntoma: Falta de Paz.

Segundo: Hacerse parecer bueno a la vista del hombre.

Tercero: Querer robar la Sabiduría de Dios al que Dios se la da.

El que Dios arroba, nunca puede Luzbel vivir en él.

Esto sería Dios dejar su Casa y darle entrada a él.

Dios rebosa a este Lugar de Paz, para que el que quiera disfrute de este rebose.

Dios te da la Paz y te enseña a que no la pierdas.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C5