sábado, 3 de octubre de 2015

Ruega por los pecadores

En Sueño Profético enseñaban a curar al espíritu, a conocerlo entre el sano. Decían:

Ruega por el pecador
y exígele al que no esté pecando,
y ya te unes a la Virgen,
y oración vas agrandando.

Ruega por el pecador,
si tú no estás pecando.

Dijo uno:

Hay quien empieza a pecar
por otro que está pecando,
porque no ruega por él
y lo maldice gritando,
y ya no sigue el camino
que Dios le tiene mandado.

Ruega por los pecadores
y desbarata el pecado;
que el ruego y la oración
es perseguir al pecado
y acercar hombres a Dios.

Ruega por los pecadores,
que esto es contentar a Dios.

El hombre practica poco
lo que sirve para Dios,
y no sabe que si practica
la oración, al pecador,
Dios le concede la ayuda,
y la fuerza que le manda
deja al pecado sin vida.

Desperté, oí:

Si ruegas a Dios con Fe,
Él te dará entendimiento
para saber conocer
cuándo un espíritu
está sano o está enfermo.

O se va a curar,
o se está enfermando.

Es la acción de la carne
la que da contestación
a lo enfermo o a lo sano.

El que no hace oración,
no sabe diagnosticarlo.

Y le falta compasión,
y ya no puede curarlo.

La oración,
con la acción acompañando,
va dejando una huella
que a Dios tienen que llamarlo.

Es sufrir
querer que el hombre busque
al que esté pecando.   


***

Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C5

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