sábado, 31 de octubre de 2015

El Profeta no puede ser místico

En Sueño Profético decían:

El Profeta no puede ser místico. Los místicos y los contemplativos derivan del Profeta.

El Profeta habló del Mesías antes de que Lo conocieran, que el que hablaba era el Mismo Dios; luego habló el Mesías, que el que hablaba era el Padre, que  era el Hijo y el Espíritu del Padre, el que se hizo una Carne para dar más contacto al hombre, más Amor, y que el hombre recibiera la Enseñanza y el Perdón del Mismo Dios hecho Hombre.

Dios Hombre y Profeta no podía ser místico, ni contemplativo. Todo el que diga: “Dios habla en mí”, no es místico, es un Lugar para el Servicio de Dios al hombre. De aquí ya salen millares de santos, contemplativos, místicos, y centenares de perdonados por su cambio de vida al tener contacto con este Lugar y empaparse del contenido de estos Mensajes, Publicación que el hombre quiere que esté enterrada.

De la Palabra de Dios salen éstos ya nombrados.

El que Dios habla en él,
si mucho lo sigues,
verás cosas raras,
verás cosas frías
y cosas con grandes llamas,
verás que no había sentido
cuando dijo la Palabra;
otra cosa que aquí te afirma
que ella no es la que las habla.

Desperté, oí:

Estudia bien como actúa
el que dice: “Me habla Dios”.

Estudia y verás momentos
para perder la razón.

Lo mismo dirás: ¡Dios mío!,
yo soy pecador,
que sabiendo tu Existencia,
quiero quitar la razón.

¿Has pensado cuando mueras,
que puedes ver la razón
y Dios mismo contestarte:
“No quisiste oír mi Voz”?

No le busques los rincones
donde veas camino llano,
que Dios cuando habla al hombre,
prohíbe salgan nublados.


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Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - C1

viernes, 30 de octubre de 2015

No debí pecar

En Sueño Profético hablaban del pecado.

Dijo Agustín de Mónica:

Hay quien cree que no peca porque no hace lo que otro pecador está haciendo. Hay quien cree que su pecado lo quita dando dinero. Y hay quien cree que peca porque tiene que pecar. Y hay quien está pecando y sufriendo por pensar que no debería pecar. Éste ya puedes decir que a Dios está llamando. Pero Dios no responde hasta que tú te encuentras retirado del pecado.

El que mucho ha pecado es el que ve a más haciendo pecados. Esto lo ve cuando el ya no peca; entonces va recordando y buscando a pecadores, pecadores que tú quisieras que dejaran de pecar, que tú quisieras que sintieran la Voz de Dios. Pero para sentir, tienes primero que llamar. Esta llamada la hace el espíritu y la pronuncia la lengua.

Yo vi un día a uno que siempre que me encontraba por la calle me decía: “Agustín, ¡quién pudiera pisar el pecado como tú lo has pisado!, ¡quién pudiera buscar a los pecadores y hacerles ver el mal, acarreándolos al camino sano! ¡Tú sabes lo que tienes, Agustín, con saber que Dios te ha perdonado? Éste ya no podía ir a donde hacían pecado.

Yo, a Dios, le pedía palabras,
y Él, allí, en su Cielo,
bien que oía a Agustín,
y Agustín sentía consuelo,
y me mandaba palabras
para convertirlo en bueno.

Le contaba mis arrobos   
y mis Visiones del Cielo;
le contaba el Perdón
y el sufrir mío de dentro;
le contaba cuando oía,
por la noche en el silencio,
al hombre sin caridad,
ofendiendo a Dios del Cielo;
le contaba el sí y el no
que yo llevaba por dentro.
Siempre la terminación era
oírles yo esto:
¡Agustín, tú eres del Cielo!

Desperté, oí:

Este contar de este sí y este no,
era mi gran sufrimiento.

El “no debí pecar”,
era mi mayor tormento.

Y el no poder arrancar
de mi mente el mal ya hecho,
era lo que me ponía,
a mí, mi mismo tormento.

El sí, era la alegría,
que a veces tenía más peso.

Más peso porque podía
anular remordimiento.

Pero me ponía furioso,
si yo el sí no lo merezco.

Otra vez la misma lucha
de seguirte yo ofendiendo.

¿Quién soy yo para decir,
esto es mal, y esto bien hecho?

¡Ay Dios que quieres al hombre
aunque mal te haya hecho!

Esto lo supe por mí,
cuando Lo tuve en desprecio.

No te guíes del pecado
que otros vayan haciendo.
Pisa el tuyo con fuerza,
y entrarás en este Cielo.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C2

jueves, 29 de octubre de 2015

Gloria en Paga

En Sueño Profético decían:

No puede hablar de Dios nadie mejor que el que diga: “Dios me habla y me explica”.

Nosotros, cuando íbamos predicando, había quien sabía más que nosotros, pero en lo material; en los espiritual, sabía más el que más oía al Maestro y más lo amaba. Nos repetía:

Aprended y llenaos, y una vez que os llenéis de la Palabra que me manda mi Padre, ya podréis ir a buscar a pecadores y retirarlos del pecado. En los sitios que vayáis, sed conocidos por humildes. Si os confundieran con el Maestro, me honrareis; ya esta Honra me la dio Otro. Si mis Palabras las cumplen y hacen copia de mis actos, verán a Dios”. 

En nuestro caminar, repetíamos constantemente sus Palabras. Éstas nos daban Vida Eterna, que es la misma Eternidad que hoy tenemos.

Desperté, oí:

Todo lo que hagas que no sea para Dios, no es para nadie.

Todo lo que le hagas a la materia, es negativo:

Humo en el aire, gota de agua en el desierto;
pies que andan, que se cansan y no saben donde van.

Lo que por Dios haces, es el Prójimo el que lo recibe.

Por Dios lo haces, el Prójimo lo recibe, y Dios te lo paga.

Esta Paga tan segura que a todos Él le paga, la paga, para el que quiera recibir Gloria en Paga.

Si a Dios trabajas ahí, cobrarás la Paga Aquí.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C1

miércoles, 28 de octubre de 2015

Poder de Dios

En Sueño Profético hablaban del Poder de Dios. Decían:

El hombre le da varios nombres al Poder de Dios. Pero pocas veces, por decir alguna, dice Poder de Dios.

Al hombre, en sus éxitos, le molesta que le nombren a Dios. Y le agrada, cuando la vida le vuelve la espalda. Y no ama a Dios el que nombra a Dios culpándolo.

Dijo uno:

Aquí es cuando ves el que ama o el que decía que amaba. Culpar a Dios o dejar que Lo culpen, dándote a ti alabanzas, di que en ese espíritu está actuando Satanás.

Cuando este espíritu está al servicio de Dios, su mensaje es: “Acércate más. Pasa este camino amándolo más. ¡Si Él está contigo!”. En esto, dicho con acción de Paz y ofreciendo ayuda, ves a Dios contigo.

El Poder de Dios se ve en lo chico más que en lo mayor, que lo ve todo el mundo.

Decía mi abuelo –que era en pensador de todo lo del Cielo–, que él veía a Dios en todo: en la quietud y en la fuerza; en el malo y en el bueno.

En el bueno, no tenías que preguntar que no era de la Tierra esa forma de actuar. Y en el malo, miraba al Cielo y le decía con la mente: “¡Qué bueno eres Señor, y cuánto estás sufriendo por no querer actuar con el Poder de tu Reino!”.

Desperté, oí:

¡Qué cierto que a Dios,
si amas, Le ves su Poder
en lo chico y en lo grande!   

En la ciudad y en el monte,
en el listo y en el torpe.

Listo y torpe,
nombre puesto por el hombre.

En estas dos diferencias
es cuando más resplandece.

Hay talentos
que se olvidan de nombrar,
para que oigan: “Sin Dios
yo no sería conocido”.

Y al “torpe”,
en silencio y con palabras,
siempre le oyes: “Señor,
¡cuánto saber me mandas!

Que sin saber y sin pensar,
Tú me pones las palabras.

Poder de Dios veo
en la fuerza que el elefante
va haciendo cuando pisa.

Y Poder de Dios
veo en la hormiga.

En el elefante, por la fuerza.
Y en la hormiga:
¿cómo funciona un cuerpo
en una cosa tan chica?

¿Quién abriría su cuerpo
y después daría vida?”.

Ya estás viendo Poder de Dios,
que si piensas,
¡más poder lleva la hormiga!


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C7

martes, 27 de octubre de 2015

Muerte y vejez

En Sueño Profético decían:

Todos saben que la muerte
tiene que llegar por fuerza.
¡Pero qué pocos responden
cuando Dios llama a su puerta!
Esto, sabiendo que mueren.
¡Qué harían si no murieran?

Dijo uno:

Si la muerte y la vejez
el hombre no conociera,
antes de los 15 años
el hombre ya fiera era.

Yo creo que desde chico
lo enseñarían a morder
como una de sus defensas.

El hombre, a pocos, pocos,
este freno no les llega,
cuando ya se ven con años
y todo lo de la Tierra
les pesa y se les hace largo.

Pero ¿por qué no enseñan
que la vida de materia
es algo que llega y pasa?,
como el vuelo del pájaro;
como el canto de la rana;
como el árbol que da fruta,
que aunque la dejes al árbol,
la vejez, al árbol quita,
y ya la ves en el suelo,
comida de las hormigas
o de otros muchos insectos.

Pues ésta es la vida del cuerpo,
la que el hombre tanto cuida,
la que tanta preferencia le da el hombre.

Por eso, muerte y vejez,
a todos llegan,
porque a Dios no responden
cuando Dios llama a su puerta.

Desperté, oí:

Dios llama
para que cumplas sus Palabras
y sigas por su Camino.

Dios llama
y a ti se ofrece
para que Él sea recibido
y recuerdes su Calvario,
y ya veas el tuyo chico.

Dios llama
sin preferencias
porque todos son sus hijos
y su Perdón a todos llega.

¡Pero qué cierto que el hombre
necesita pensar muerte
y que joven vejez viva!

Con esta meditación
abundarían los buenos
y limpios de corazón.

Responde a la llamada
que Dios haga en tu puerta.

No importa lo que Él te pida.
Lo que importa es que Él te quiera.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C4

lunes, 26 de octubre de 2015

Yo para Dios no sé nada

En Sueño Profético decían:

Hay quien cree que no peca porque el hombre no puede nada condenarle, porque las leyes las cumple. Y aquí refiero un hecho de Jesús para Enseñanza del hombre:

Estando una mañana Jesús dando su Palabra a sus Discípulos, dijo Santiago:

   –Maestro, hace tres días, al pasar por el mesón que cuando Tú vas entramos, y cuando vamos solos nos llaman y siempre tenemos prisa, me llamó uno y quedé en contestarle, si Tú veías bien que allí me parara. ¿Dime qué debo hacer si hoy también me llama?

   –Mis Palabras son para el que las busca olvidándose de todo, para el que está pecando y para el que pecó aunque ya no haga vida de pecado. Si el que te llamó, hoy te llama, puede que mañana vaya enseñando, como vosotros, de lo que Yo diga. En cambio, el que todo lo hace bien para el hombre, no os llamará, si no cree quién soy Yo. Éstos, pasaréis por su lado y os darán la espalda. Antes de hablar, piensa a lo que Yo he bajado del Cielo. He dejado mi Reino, y mi Crucifixión quitará a muchos del pecado.

   –Hoy, cuando pases, ya te estará esperando. Lo que no hacen muchos que no han pecado. Éste puede ser uno de los que Me siguen, que fueron pecadores y hoy Yo les mando
.

Y siguió diciendo:

   –Llévale mis Palabras, que hoy también te está esperando.

Desperté, oí:

Este hombre esperaba en el mesón
algo del Maestro o de sus Discípulos,
que él viera o le dijeran.

Tenía grande confianza
en que su Perdón,
borrar su vida pudiera.

Envidiaba a los que hablaban del Maestro
como si Dios no lo fuera.

Cuando alguno le contaba:

“Yo Le oí esto al Maestro”,
le entraban grandes ganas
de buscarlo y contarle
toda su vida pasada.

Pero cuando Lo veía,
se escondía
y a los Discípulos buscaba.

Esto le hizo a Santiago
que con él no se parara.

Estaba bien enseñado,
y le hacía falta esta enseñanza.

Por mucho que sepa el hombre,
que aprenda a pensar:
¡Yo para Dios no sé nada!
          

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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C3

domingo, 25 de octubre de 2015

Haz público lo que de Aquí llega

En Sueño Profético hablaban del tiempo, del Amor de Dios, de la confianza y de la seguridad que el hombre ponía a su vida. Decían:

El tiempo lo debe el hombre utilizar cogiendo el primer tiempo para hacer servicio a Dios, que este servicio puede ser en cualquier profesión que tengas, de acción o de palabras, que si amas a Dios tiempo tú sacas.

Dijo uno:

Si el hombre amara a Dios ¿cómo no sacaría tiempo para publicar estos Escritos cuando debería esperar en la puerta del Elegido para publicar el de cada día, para que ya todos publicados estuvieran?

Ahí, en la Tierra, si uno manda noticia fuera para que todos los hombres se enteren de su cumplir en la Tierra, pues si eso es así ¿cómo aquí puede tener ocultas tantas Palabras que Dios dicta y están escritas en Libretas? Aquí falta Amor y sobra creencia, creyendo el sujetarse la vida.

En esa vida de la Tierra si el hombre pensara que un estornudo puede ser su despedida, ahí en la Tierra, vería el poco tiempo que podía durar esa vida de la Tierra.

Cuanta Enseñanza hay tapada, tan sólo del Dictado, que luego se podrían hacer Libros de Iluminación que Aquí le dan y al escribir más la darán. Pero el hombre no tiene tiempo para hacer público lo que de Aquí llega.

Desperté, oí:

El hombre no tiene tiempo para las cosas de Dios.

¿Cómo puede comprender que Dios ponga a eso razón?

Si debería estar el hombre, con el papel y la máquina, preparado para publicar noticia del que vida y Mundo están en sus Manos.

Si el hombre creyera Esto el miedo hacía el Mando.

Porque paso que das es porque Él te está dejando.

Es pena y desobediencia tener estos Escritos callados.

La pena es para el que ama, porque no lleguen a sus manos.

Y desobediencia injusta es dejar lo de Dios a un lado.

Deberían estar en la puerta, pero en la calle esperando.

Y hacer una reverencia antes de ser entregados.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

sábado, 24 de octubre de 2015

El tiempo

En Sueño Profético decían:

Puede más el poco tiempo al querer hacer que el mucho tiempo al no querer hacer. Hay quien hace mal las cosas por sobrarle mucho tiempo, y hay quien nunca llega porque se hace dueño el tiempo de presentarle faena. Todo esto lo vive el hombre con grande facilidad, pudiéndole a él el tiempo. Como si el tiempo llevara la fuerza del huracán, como si llevara la fuerza del vivo cuando al muerto lo lleva a enterrar, en la pared o en el suelo. Pues lo mismo se da el hombre a la palabra del tiempo.

Dijo uno:

El tiempo a veces contesta y, entonces, te deja quieto para que tú mismo digas: “¡Quién cogiera aquellos tiempos y aquellas horas perdidas cuando yo ofendía al tiempo con aquellos “nos” tan tranquilos, dando el descanso a mi cuerpo diciendo: No tengo tiempo!”

Desperté, oí:

El hombre se hace soldado y al tiempo le pone estrellas.

Y el tiempo cunde y sigue al hombre que a Dios más quiera.

Entonces, quita cansancio y tú te pones estrellas, y el tiempo lo verás a tu mando cuando tú hagas faena.

Pero di:

“¿Qué hago yo, Señor, con el tiempo que Tú me dejas? ¿Me ocupo del que vive la angustia de la tristeza porque el tiempo le dio lo peor que da la Tierra, que es la enfermedad y la pobreza?”

Con el que le sobra tiempo, porque en cama se encuentra, tú te comparas cuando a Dios no contemplas.

“No tengo tiempo de hacer lo de Dios, que es lo primero”. A veces contesta el tiempo y se retira de ti dejando tu cuerpo muerto.

Porque el tiempo va de Dios cuando tú quieras cogerlo.

Nadie sabrá como tú el trato que le des al tiempo.

Este Mensaje se llama: “Puede más el poco tiempo al querer hacer que el mucho tiempo al no querer hacer”.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

viernes, 23 de octubre de 2015

Obras antes que palabras

En Sueño Profético decían:

El Maestro nos enseñaba: “Primero hacer la obra, y después verán el milagro. Si la obra es buena, Dios ya está actuando, y si Dios actúa, es normal el milagro”.

Mucho nos repetía:

Haciendo buenas obras, brotarán milagros, aunque no sean a la vista del hombre. No puede haber milagro si antes no hay Amor. Si ven Amor, ya esperan milagro”.

“Id practicando mi Doctrina para que os conozcan. La palabra es fácil, la obra es dura cuando falta Amor. Cuantas más obras, más Amor, y más creerán que sois mis Discípulos”.

“Más entraréis en mi Reino, si vuestras obras hicieron que llamaran a mi Padre, y que hoy busquen al Hijo”.

“Id levantando al caído, y mi Padre, cuando no esté en Mí, os hará prodigios. Hoy soy Yo el Mando, el Poder para que actúe, por estar de Hombre entre vosotros”.

“Cuando vuelva a Vivir en el Padre, es mi Padre el que mandará mi Espíritu a vivir en vuestro cuerpo”.

“Cuando mandé mi Comunicación, todo será un solo Espíritu, todo será un solo Dios”.

“Hubo que hacerse Hijo, y mi Padre Me mandó
”.

Todas estas Enseñanzas nos dejaban un poco pensando, hasta llegar a comprender sus Palabras.

Desperté, oí:

Dios te pone la obra primero que el milagro.

Quería que conocieran, primero la acción, y lo último la Palabra.

Los mandaba sin Él, para que a través de la obra, vieran al Maestro.

Luego les daba Firma con el milagro.

Pero primero tenía que ser: vestir, consolar, quitar de que pecaran, y hacer que dijeran: ¿Sois enseñados por Ese que llaman Maestro?

Aquí te aclara la duda de lo que hayas pensado.

Aquí, los mismos Discípulos, te refieren la Enseñanza que aprendían del Maestro: “Obras antes que palabras”.

En las obras das tu nombre, y a Dios miran y te llaman.

Ya verán luego, después, lo que la obra tapaba.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C2

jueves, 22 de octubre de 2015

El refranero

En Sueño Profético decían:

La tribulación te cambia caminos. La falta de Fe te retira de Dios. Y la confianza en Él te lleva como corderillo detrás de la cordera madre.

Dijo uno:

Había en mi pueblo un hombre que le decían “el refranero”, y del refrán vivía. Llevaba unas tijeras para esquilar. Pues esta era la herencia que el padre le dejó: enseñarlo a esquilar, las tijeras y, lo más grande, la confianza en Dios y su buena clientela. Pues llegaba a las casas cuando tocaba esquilar, y llegaba la noche y no había tocado las tijeras. Las familias lo acogían como algo que contacto con Dios tuviera. Llevaba la Paz, cortaba quimeras y hacía ver lo que luego todos vieran. Decía, que el mundo, el vivirlo, era un gran trabajo, si no le dabas saludo como si en carruaje fueras; que pensaras en las personas viviendo cerca, cerca unas de otras, en la misma habitación.

Uno te dice:
¡qué larga la noche!

Otro:
¡qué corta pasó!

¡Qué días más tristes!

¡Qué días más buenos!,
contestará el que viva para Dios,
el que confíe en llegar
donde esto se acabó.

Hay que pasar este mundo
dándole la mano a Dios,
y ten la seguridad
de que Dios no te dice que no,
porque Dios está esperando
que Lo llames en el dolor.

Pero es más alegría
tener confianza en Dios,
y ya ves la noche corta,
y al día le das Amor,
porque sabes que ese día
te lo ha dejado ver Dios.

¿Qué culpa tienen los días
para que a veces el hombre
con palabras los maldiga?

Hay que poner confianza
en lo que baja de Arriba.

Desperté, oí:

¡Qué confianza tenía
el refranero del pueblo
en lo que viene de Arriba!

¡Cómo llevaba a la gente
a que hicieran lo que a Dios,
a Gloria subían presentes!

Había veces
que cuando ya se marchaba,
le decían con cariño:
“¡bueno…!, ¿el esquilado mañana…?”.

Es confianza, primero,
antes que gran profesión,
para mandar a este Cielo.

Si te falta confianza,
aprende del refranero.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C2

miércoles, 21 de octubre de 2015

Yo vi a Dios una vez

En Sueño Profético decían:

Aparta más de Dios el que sabe que hay Dios y no Lo quiere, que el que duda si lo hay.

El que sabe que hay Dios y no Lo quiere, todo lo que de Él venga hará por desmentirlo o transformarlo, para que más no Lo quieran. A éstos extraña más el que a Dios se ofrece y Dios lo premia; unas veces, con su Imagen; otras, como si Lo vieran: en prodigios, en curación de materia, en conversión que Dios hizo por querer premiar tu entrega. Todo esto es ver a Dios; que el que Lo ama, lo enseña y nunca lo desmintió, lo que Dios mandó que viera.

Dijo uno:

¿Qué malo puede tener que todos los hombres dijeran: “Yo vi a Dios una vez”. Y otros les respondieran: “Yo Lo he visto en ocasiones, y sin decirme quién era, sabía que era Dios”?

¿Por qué el hombre en la Tierra, sin en Él no piensa o Lo siente, actúa como las fieras? ¡Y yo he visto a fieras sin lana actuar como corderas! ¿Quién puede hacer este cambio si no es Dios?

Pues si piensas en el día ya despidiendo a la noche, haciendo que veas el campo y descubriendo las torres; haciéndote ver lo bueno y despreciando lo malo… –que más se ampara en la noche, que en el día soleado–, todo esto es ver a Dios.

Si al hombre se le viera hablando de la Naturaleza, de la vida, de la muerte que sin remedio te llega… Todo esto es ver a Dios en sentir. Y de malo, di qué tiene. Pues piensa en el que Dios trae sin cuerpo Aquí, a la Gloria, ¿qué malo puede contar? Los Dictados lo demuestran.

Desperté, oí:

 
Había de ser invento,
por los hombres inventado,
y cada vez que se vieran, decir:

“Dios ha mí me ha hablado”.

Y yo creo que este invento
acabaría con los malos.

El hombre practica el mal
porque de Dios no le hablaron.

Dios coge a los Elegidos
para que hablen de Él,
que no es muerto, que está Vivo.

Si todos hablaran de Dios
compadeciendo al caído,
escribe con letras grandes
que no habría Elegidos.

Inventa que ves a Dios,
si cumples sus Mandamientos.

Porque no hay labor mayor
para cumplir su Evangelio.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C5

martes, 20 de octubre de 2015

Saber sin que el hombre Saber sepa

En Sueño Profético vi un camino, pero sin verde, o sea, sin árboles y sin haber nada sembrado. Era un campo de Visión nueva para mí. Empezaron a explicar, y yo comprendía en el momento del arrobo, pero si no me lo dictan, no sé decir lo que oía.

Dijo uno:

Aquí, en este mismo suelo y en estos mismos metros de cabida para los que íbamos con el Maestro, recibimos una buena Enseñanza, que luego nosotros la íbamos cundiendo. Dijo el Maestro:

El que más reconozca que ha hecho lo que no agrada a mi Padre, más quiere seguirme, más aprenderá y menos hará pecados, porque mi Enseñanza irá cundiendo. El que mis Palabras no acepte, debe volverse antes de que Yo lo retire”.

Estando parados, llegó un buen gentío que iba siguiéndolo, y uno de sus Discípulos, al empezar el Maestro a andar, le dijo: “Maestro, allí vienen por verte. ¿Nos paramos?”. Siguió el Maestro andando y dijo:

Aquí me he detenido hasta que ellos llegaran y Me vieran. Ya, si quieren mi Enseñanza, que Me sigan, porque Yo a nadie Me niego, por ser Dueño de la Gloria y del suelo. No hay más Gloria para mi Padre, que ir Yo su Nombre cundiendo. Ya es Libertad en el hombre, aprender o dar desprecio”.

Desperté, oí:

Cuando el Maestro se paró a enseñarnos a reconocer nuestras culpas, era mientras esperando. Sabía que el día de antes un grupo de hombres en un mesón preguntaban.

Pero unos no creían que fuera Dios, viendo a un Hombre.

Y entre vaso de bebida y voces cada vez más fuertes, se discutieron el ir a conocerlo al monte, al desierto, donde poderlo oír.

Dios, Saber sin que el hombre Saber sepa,
quiso esperar al gentío
y luego que Lo siguiera
el que seguir había querido.

Ésta fue otra Enseñanza
que todos la recibimos.

El Discípulo creyó
que no había visto al gentío.

Y el Maestro quiso ver
la reacción de los suyos.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C2

lunes, 19 de octubre de 2015

El martirio

En Sueño Profético decían:

Hay quien tiene sufrimientos, penas y martirios, pues siendo todo sufrir cada sufrir es distinto.

El martirio es el más fuerte, porque en mitad del sufrir hay martirio que te ataja a no moverte. Es cargar cruz bien pesada y, en mitad del sufrir, clavan clavos en los pies y de las heridas brota sangre, que esto tan sólo Dios lo ve. Su nombre es martirio que va remachando sufrir, herida que te duele y en ella pinchan y raspan. Es martirio en sufrir.

Dijo uno:

Pues siendo éste el sufrir más fuerte, si pones a Dios delante, puedes poder al sufrir como le pudo Dios Hijo cuando pusieron en sus Hombros la Cruz, cuando subía el Calvario, cuando los insultos brotaban al paso con su Madero, pues llega a Crucifixión porque con Él iba el Padre, aunque era el mismo Dios. Cuando baja del Cielo empieza sufrir y cuando ya el sufrir es grande dan martirio.

Desperté, oí:

Es el martirio el mayor sufrir, pues para llegar martirio antes hubo gran sufrir.

Hay sufrimientos solos, que tú los puedes vestir con el traje que tú quieras, y ya no se ve sufrir.

La pena es, muchas veces, cuando ya se fue el sufrir.

Pero en los grandes martirios tienes que poner a Dios de compañero contigo. Y así subes el Calvario contento.

Si siempre estás con Dios son pocos estos martirios, porque las rosas sin Dios son erizos con sus pinchos.

En cambio, si a Él lo sientes pisas con fuerza los pinchos.

No pienses en sufrimiento, ya sea grande o chico, que si Él va en tu compaña pronto olvidas los pinchos.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

domingo, 18 de octubre de 2015

Tienes que decir Amén

En Sueño Profético decían:

Hay cosas que las estás viendo y tienes que juzgarlas por lo que no ves. Hay cosas tan desiguales en la vida de los Elegidos que te hacen preguntar y ya aprendes. Esto si tu espíritu es de Dios; si no es de Dios no preguntas y haces juicio a lo que ves. Por eso el Elegido es el que tiene que explicar los porqués que él pueda explicar, ya que hay muchos porqués sin que el Elegido sepa explicar. Pero él pone su Amén, Amén al sufrimiento, Amén a lo que manda el Cielo y Amén en el permitir de Dios.

Dijo uno:

Quien quite este Amén ya no sirve a este Dios. Éste tiene que decir Amén y pedirle luz a Dios para llevar su Enseñanza al justo y al pecador. Porque el justo sin Enseñanza ama, pero al Amor le hace falta la Enseñanza para quitar al pecador si quiere la salvación del espíritu, que el pecado le pone ceguera y con la maldad lo agranda.

Desperté, oí:

Es el Amén del justo el que destruye al pecado.

Es la actuación a todo lo que se va presentando.

Que si vas diciendo Amén, Dios ya te ve confiado de que aceptas sus porqués.

Los sufrimientos de los Elegidos siempre los firma el Amén.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

sábado, 17 de octubre de 2015

Dios da voluntad y Libertad

En Sueño Profético hablaban de la voluntad y de la Libertad que Dios le da al hombre. Decían:

Dios, al que coge de Portavoz es al que muchas veces le tiene el mando y la acción sin Libertad. Aquí Dios decide, dejando las reacciones del hombre en plan pasivo y girando esta materia al Mando de Dios. Esto es materia que Dios mueve con su actuación. Este espíritu no siempre tiene Libertad; lo mismo que lo ilumina con el mismo Mando, le quita Libertad. El Profeta, mayoría de veces, la actuación no es suya.

Desperté, oí:


En el Instrumento que Dios coge para la Comunicación al hombre, en este Instrumento Dios actúa de mil formas:

En espíritu, en espíritu y materia, y actuando para un segundo.

No siendo conocidas estas actuaciones por el hombre.

Acoplando a estos presentes en sitios desconocidos, desconocidos para estos presentes.

Dios interviene en el espíritu, y cuando lo arroba, sí ve este espíritu que es Dios.

Cuando es Comunicación de Dictado, también sabe este espíritu que es Dios.

Pero cuando es para un segundo, en la mayoría de los hechos, el Profeta no sabe nada.

Cuando ves lo pobre que es la inteligencia del hombre, es cuando Dios se comunica.

Esta Sabiduría es aplastante, transparente y sencilla.

La del hombre es sucia, corta y vanidosa.


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Libro 4 - Te Habla el Profeta - Tomo I - C2

viernes, 16 de octubre de 2015

El que quiere, ama

En Sueño Profético decían:

El pecado es más pecado cuando sabes que es pecado.

El Ministro no puede perdonarte si tú no quieres ser perdonado.

Dios, siendo Dios, no te perdona si tú no quieres. Por eso es Dios.

Su Venida fue para con su Amor llevarse al pecador, pero sin obligarlo. Si obligara, no hubiera venido.

El que ama a Dios una vez, ya Lo ama siempre.

El Amor a Dios no puede ser: hoy sí, mañana no.

Si no amas a Dios, no sabes lo que Él te ama.

Si no amas ni quieres, no amarás.

Si quieres y no amas, tú amas ya.

Desperté, oí:

Este Amor, dicho y hecho de mil formas, sólo tiene un centro, y este centro es Dios.

El que quiere, ama. El que no ama, no quiere.

Yo, Agustín, lucharon para que no fuera “San Agustín”, no por el “San”, sino por el “Agustín”.

Por eso, cuando Dios manda un espíritu, éste es de tal fortaleza, que supera los mares, huracanes y corrimientos de tierra. 

Yo, Agustín, supe de su Amor, cuando ya amé.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - C2

jueves, 15 de octubre de 2015

El Monte de los Olivos

En Sueño Profético vi un campo: era un monte con arboleda, pero ya cuando me fijé, eran olivos.

Uno dijo:

En este monte ondearon las Palabras de Dios Hijo. En este monte hubo alegría, llanto, Perdón y envidia a este Maestro. En este monte, conocido por “El Monte de los Olivos”, quiso el Maestro enseñar, para que después del monte, continuaran con Él en su Reino.

Dijo Juan:

Aquí, en este monte, aprendimos y vimos prodigios sólo sus Discípulos y el que mucho lo amaba.

Estando un día todos oyendo al Maestro, hubo un momento en que más de la mitad se quedaron sin oír las Palabras que el Maestro decía, mientras nosotros veíamos una gran Luz que del Cielo bajaba por encima de las cabezas de los que amábamos.

Viéndose la Luz, dijo el Maestro:

No veis y os habéis quedado sin oído mientras mis Palabras tenían resonancia. No veis la Luz de mi Padre porque no creéis en mi Padre. Y si no creéis en mi Padre, ¿cómo me vais a oír a Mí? Uno de los que no me ama, habrá visto y oído, para que dé testimonio a sus partidarios y no queden desmentidos”.

Esto hizo alegría a los que amábamos, llanto a los arrepentidos, y envidia a los fariseos. El Maestro sólo sintió el Perdón mandado del Padre, para el que lo quisiera. En este monte vio que era Dios, el que vio la Luz y el que no oyó.

Desperté, oí:

Más acudieron al Monte de los Olivos para decir que no era Dios, que para seguirlo.

Dios Padre, mientras hablaba en Dios Hijo, manda la Luz para el que la quiere y para el que la pide.

Medio monte con Luz, medio monte con tinieblas.

Dios, con su Poder, hace día y noche juntos, como cosa material que hiciera el hombre.

Como dos cacharros juntos
que moldea el alfarero.

Como silla de madera
que te hace el carpintero.

Que ésta misma de madera,
también te la hacen de hierro.

Y tú ya puedes juntar,
para que todos estén viendo.

Esto mismo hizo Dios,
pero sin tocar objeto.

Allí veías a Dios,
en el monte y en el Cielo.

En las caras del que amaba,
y en la ira del fariseo.

Pero también se veía
en las lágrimas que en el suelo,
allí enterradas están,
al oír la Voz del Cielo.

El Monte de los Olivos,
para el que ama, tiene recuerdo.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C3

miércoles, 14 de octubre de 2015

No juzgar si no queréis ser juzgados

En Sueño Profético hablaban de la Caridad al espíritu y de la Caridad al cuerpo. Decían:

Da más ganas de dar Caridad a lo que ven tus ojos, que a lo que no estás viendo. Pero si tú la Caridad la haces por Dios, das Caridad primero por dentro. Que hay veces que de estas raíces puedes cambiar el cuerpo, y ya ves otro vivir que antes no estabas viendo.

La Caridad hecha sólo por el hombre es edificio que haces sin cimientos, que cuando crees que está terminado, le viene el derrumbamiento.

Caridad sin pedir cuentas es Caridad que es del Cielo, es Caridad que allí dejas bienestar y algún pensar para pensar en el Cielo.

La caridad que es del hombre, te retira en muchos hechos. Te retira si los juzgas por la ley que hay en el suelo. Te retira si los ves que a la Caridad le dan desprecio. Y si a Dios no Lo nombran, en vez de aumentar la Caridad, tú haces un trazo nuevo, retirando Caridad.

Desperté, oí:

Haz que tu Caridad
rebose en el espíritu,
y ya no podrá callar,
porque el rebose,
al cuerpo salpicará.

Haz que tu Caridad
no la hagas con justicia,
que Dios no da esta caridad.

Dios da Caridad y te deja
hasta que tu cuerpo viva.

Luego, es el único que juzga,
pero sin con el hombre contar.

Si con el hombre contara,
haría lo que él hace en la Tierra:

Injusticia
donde justicia hace falta.

No juzgar si no queréis ser juzgados”.

Estas Palabras salieron
de Jesús, el Salvador de los hombres,
estando un día predicando.

La Caridad bien hecha
al espíritu primero,
siempre deja ganancia
y va dominando al cuerpo.

Y de estas grandes ganancias,
si tú haces Caridad,
tú también te llevas Premio.

Pero tienes que dejar de juzgar,
y hacer Caridad contento.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C5

martes, 13 de octubre de 2015

Desafío a Dios

En Sueño Profético hablaban del pecado: de ofrecerlo, de buscarlo y de aceptarlo. Pero es más difícil el rechazarlo, y más pecado el ofrecerlo.

Quien ofrece pecado no puede amar a Dios, porque a Dios va desafiando. El pecado mayor es hacer que más pequen. Esto es desafío a Dios. Esto es querer que abunde el pecador.

Dijo uno:

No es lo mismo caer
porque estaba allí la piedra,
que estar el camino llano
y tú fuiste a ponerla.

Que si tú piedra no pones,
nadie tropieza en la piedra.

No es el cañón el que mata,
es la bala que le entras.

Desperté, oí:


En este arrobo daban
gravedad en escala
al pecado y al pecador.

Hacían comparaciones
con caminos en sitios
difíciles o llanos.

En los llanos
que el hombre ponía el obstáculo
para decir “se ha caído”,
y ya hacía servicio al diablo.

Éste tiene servidores
que le van acarreando
para que vivan ahí
una vida de pecado.

No es lo mismo pecador,
que ofrecer el pecado.

Éstos se enfrentan a Dios,
y Dios tiene que apartarlos.

A unos los busca Dios,
y a otros los echa
con el nombre de diablos.

No tiene el mismo castigo
el pecador que pecó,
que el que lo llevó al pecado.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C4

lunes, 12 de octubre de 2015

La pena de condenarse es por Dios

En Sueño Profético decían:

Aprende más el que quiere amar, que el que dice que ama.

Saliendo un día el Maestro de la sinagoga, se acercaron unos hombres y Le hicieron esta pregunta:

   –¿No sé si debo dirigirme al mismo Hijo del Hombre o he debido de preguntar a uno de los Discípulos? Cuando ya quede la Tierra sin tus Pisadas, ¿qué haremos para no caer en el pecado? Esta pregunta es de nuestras mujeres. Ellas querían venir a peguntarla, y nosotros nos hemos adelantado para llevarles la respuesta.

Quiso uno de sus Discípulos decirle: “Maestro, mañana Tú me la das y yo la llevo, por tener la hora tan justa como antes has dicho”. Miró el Maestro al Discípulo y dijo:

   –Tienes que tener Amor sin olvidar que soy Dios del Cielo. Pues si olvidas lo de Dios, no es Obediencia primero. Éstos hombres quieren amar, y en aprender son los primeros.

   –Ya podéis ir tranquilos y vivir como estáis viviendo, que aunque mi cuerpo se vaya, quedan mis Palabras, y el que las practique, tiene contacto en el Cielo. No hay más verdad para no querer pecar, que decir: “pecar no quiero”.


Desperté, oí:


Luego se fue el Maestro diciendo: “Aprende más el que quiere amar, que el que dice que ama”.

Éstos Lo fueron a buscar
para ir a las mujeres
y quitarles su pesar.

Querían saber por Él,
cómo vivir sin pecar.

Tenían miedo después
a poderse condenar.

Estas palabras se oían
mucho en estas mujeres:

“La pena de condenarse
es por Dios, no por el hombre”.

¡Pensar en darle sufrir,
después de bajar a Tierra…!

¡Pensar que muera en la Cruz,
por no querer que Dios fuera…!

Estas mujeres amaban,
y sin duda aprendían
todo lo que Dios hablaba.

Había quien decía: “yo amo”,
y no aprendió su Enseñanza.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C3

domingo, 11 de octubre de 2015

Las Enseñanzas del Elegido de Dios

En Sueño Profético decían:

Para ser Elegido por Dios, antes, tuviste que poner en todo, lo primero, el Amor de Dios y cumplir las Palabras que Dios dejó en la Tierra, que aquí las manda Dios dictar: primero, amar al Prójimo, porque en el Prójimo está Dios; levantar al caído sin culpar porqué caído está; y ya, si Dios perdona, yo tengo que perdonar.

El pudor, que a tu cuerpo le sirva como traje con fuerza, que despide el pecado y ya a Dios tienen que Nombrarlo. Que la palabra hambre no la oiga el que tiene grande capital guardado. Los Mandamientos de Dios irlos enseñando y despreciar todo lo que enseña el adelanto, que esta enseñanza es retirar de la Gloria y mandarlos a la profundidad, donde está Satanás esperando. Que cada día más manda el adelanto, que esto no está oculto.

Dijo un espíritu de Dios:

La Enseñanza de este Elegido siempre ha sido una Enseñanza que se veía Poder de Dios. Nunca copió lo que el adelanto estaba y está haciendo, que esto el hombre lo ve bien y lo sigue haciendo.

Desperté, oí:

En este Arrobo hablaban tanto del adelanto que decían palabras para pensarlas y pedir a Dios que mande un castigo grande, con el nombre de pecado maldito.

Esto lo verá peor el que su vida siempre fue dando ejemplo para ir a Dios nombrando y diciendo, de palabras o de pensamiento, esto que dictan:

     - Vete tentador Demonio, que aquí quedas fracasado. Me pase lo que me pase, a Dios lo busco y lo llamo. Si mis fuerzas te persiguen, vete donde no hagas daño.

Ya se pasa a las alegrías de los Libros. Que esta alegría tan pronto no se esperaba, pero el Poder de Dios hace, de momento, en el llano la montaña y en la montaña el llano.

Este Mensaje es para que lo oigan todos los que están aquí unidos, y verán que tienen Enseñanza que da este Elegido.

Éstas son las Enseñanzas del Elegido de Dios.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

sábado, 10 de octubre de 2015

Aquí el Dueño es Dios

En Sueño Profético decían:

Todo aquél que te ayude ayuda a Dios.

Todo lo que recibes no es para ti. Tú eres como el repartidor que va repartiendo lo que parece que es suyo, pero a ti te lo manda el Dueño. Pues Aquí el Dueño es Dios.

Es de cabeza y de buen sentido pensar que el que Dios elige necesita al hombre como el cuerpo las piernas. Cuando recibe el Arrobo desprecia al cuerpo y a las piernas y agranda la ayuda que hubiera, porque la vida que es Vida Eterna ya no necesita la ayuda porque no existe materia. Pero mientras el cuerpo vive encima de la Tierra le hacen falta los hombres como al cuerpo las piernas. Que aunque el cuerpo es más importante que las piernas, las piernas le hacen andar. Así es todo en la Tierra.

Dios cuando se hace Hombre al hombre manda y Él al hombre llega. Mandaba porque era unir sus Palabras a la materia y cuando Él iba hacía presencia para que luego de Dios Hombre siempre se hablara. Pues aunque era Dios Lo veías pisar la Tierra.

Desperté, oí:

El Mando de Dios da ayuda al que Él manda en la Tierra.

Y el que Dios elige no recibe ni almacena.

Esto no lo puede hacer con ninguna diferencia.

Lo que hace es publicar y explicar de modo que lo entiendan, como Dios a ella se lo da.

Si pensara el hombre un poco vería que el ayudar era cobrar una renta, pero en grande cantidad.

Mientras que el espíritu tenga que tirar de la materia le hace falta la ayuda.

Porque Dios tiene Poder y el Poder hace figura.

Pero esto es en la Gloria de donde Él te manda la ayuda.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

viernes, 9 de octubre de 2015

Dios Padre, Dios Hijo en Carne o Dios con Mando en Espíritu

En Sueño Profético decían:

Hay quién habla de Gloria sin pensar que Gloria es Dios.

Hay quién quiere ganarla sin ocuparse de hacer lo que tiene que hacer para ganarla.

Y hay quién se pone sus reglas, creyendo que la Gloria no es el sitio que hace Dios con su Presencia. En Espíritu fue antes y después ya fue Materia, Carne Divinizada, para que vieran la Presencia del mismo Dios, hecho Carne. Que de Esto toma el nombre de Gloria.

Dijo uno:

Es cierto que muchos hablan de irse a la Gloria y no viven los Mandamientos del que tiene formada la Gloria, del que la Palabra es vida, del que sin Cuerpo, con Cuerpo y Poder forma un solo Dios.

Esto no lo piensa el hombre.

El hombre piensa en la Gloria cuando él cree que la necesita; cuando no le oye, al que le pregunta, y espera respuesta; cuando ya abandona el sonido a las palabras; cuando el oír está prácticamente muerto, entonces es cuando desea la Gloria y es cuando ya ni puede ganarla ni puede pecar; cuando su cuerpo empieza a darle vida a infinidad de animales; cuando él mismo se ve muerto, porque su sitio no es la Gloria.

Desperté, oí:

Tiene que aprender el hombre o pensar, si es que lo sabe, que para querer la Gloria tiene que estar Dios delante.

Primero, cumplir sus Leyes, pero cumplir por Amarle. Y ya aprendes y sigues a Dios, y Lo llevas delante.

Qué más da que digas Dios en tres palabras, es el Mismo: Dios Padre, Dios Hijo en Carne o Dios con Mando en Espíritu.

O que digas: “Gloria, yo quiero a tu Dios” o “Dios, yo quiero estar Contigo”.

Si esto lo piensas, amando, lo dices en un continuo.

Dios Padre, Dios Hijo en Carne o Dios con Mando en Espíritu.

Todo esto dice Gloria, que de Aquí sale este Sitio.

Si no cumples lo de Dios la Gloria no te da el Sitio, porque Gloria no hay sin Dios.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

jueves, 8 de octubre de 2015

Si te falta Amor a Dios, si no pecaste, pecas

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios, por fuerza, te hace hombre bueno. El Amor a Dios te hace ver lo que va en contra de Dios, que es el pecado.

Dijo una mujer:

Si te falta Amor a Dios, si no pecaste, pecas. Si te falta Amor a Dios, no sufres ni perdonas. Si te falta Amor a Dios, llevas el odio de sombra.

Dijo la misma voz, aunque no veías persona por ser de espíritu a espíritu enseñando:

     - Estas palabras que repito me quitaron de pecar cuando se las oí a una mujer que le prometió a Dios que iba a enseñar a que Lo amaran: “Si te falta Amor a Dios, si no pecaste, pecas”. Fue oírla y rogarle si me quería escuchar. Le vi la cara con alegría antes de oír el contestar. Entonces dijo:

     - Empiece, pero si es de su vida ya pasada no cuenta con la amistad que ahora haga con mi forma de vivir y de pensar.

     - Dejé todas mis ideas que tanto tenía abrigadas y fui haciendo y viviendo vida para Dios nada más. Esta mujer amaba a Dios y ofreció en un sufrir que llevaría a la Gloria a todo el que la quisiera oír. Hablaba y vestía de un modo que tenían que decir “ahí va la que tanto ama” sin poderle desmentir, porque Dios iba de guarda en su forma de vivir.

Desperté, oí:

Si quieres no hacer nada en contra de Dios Ámalo primero.

Si quieres no pecar no dejes de Amarlo, si es que lo amas ya.

Si tienes odio por dentro el Amor no lo estás sintiendo.

Si dices “esto no es malo”, piensa si para Dios es agrado.

Hay quien vive como quiere y a la Gloria cree que viene. Quiere ahí vivir pecando y a Dios Aquí engañarlo.

El Amor a Dios, el que lo siente, ya no puede él sólo Amarlo, porque Dios te manda Amor para que tú lo vayas dando. Que tú ya dejas Amor y vas quitando pecados.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 7 de octubre de 2015

Nunca habrá una reforma en las Palabras de Dios

En Sueño Profético decían:

Hay cosas que son y no deberían ser. Y hay cosas que deberían ser y no son. Esto es en las leyes del hombre. Las de Dios no pueden tener cambio: cosas que Dios haya dicho por ser el Único Dios, no por Poder que tuviera, ni por ser Único Dios; no, esto va después. Primero está su Sabiduría, sin poder el hombre entender por qué puso noche y día, por qué deja enfermedad, por qué la muerte no avisa. Avisa cuando ya el hombre ve muerte porque no hay vida. Pero nadie ha de saber: a mí la muerte me llega tal día, tal año, tal mes, con fecha y hora fija. De esto Dios tiene el secreto, que es pura Sabiduría.

¿Quién podría comprender por qué coge un Instrumento y el hombre a Él no ve, una vez que da Palabras y también da su Poder, y deja escondido lo fácil que al hombre le haría creer?

Pero, ¿cómo se hablaría de la Libertad de Él? Ya, con ver a Dios delante, ¿quién podría hacer el mal?, y ¿cómo decir: “yo hago bien; yo cumplo la Ley de Dios; yo no veo, Él me ve; yo cumplo porque Lo amo, y sé fijo que me iré en una estación del año que me llame; y yo iré sin exponerle razones como el hombre suele hacer: sin enfados, sin corajes, porque me voy con Él”?

Desperté, oí:

Nunca habrá una reforma
en las Palabras de Dios.

Nunca Dios dará la Gloria
para aquel que diga no.

Aquí actúa con fuerza
la Sabiduría de Dios.

Que puso la Libertad
y nunca pensará el hombre:
“Yo amo por Dios mandar”.

“Yo amo porque Dios quiere,
y si no, Infierno da”.

El hombre que a Dios no ama,
es porque tiene amistad
con espíritus no buenos,
que en contra de Gloria van.

El hombre que ama a Dios,
sabe que Dios no reforma.

Porque reforma sería,
dejar un mundo sin Gloria.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C6

martes, 6 de octubre de 2015

Calvario sigue a la Gloria de Dios

En Sueño Profético decían:

Siempre que Dios habla, en vez de querer saber, repasan lo que otros dijeron que Dios les habló. Empieza la discordia, comparaciones, y como final, queriendo que Dios no hable.

A mí me obligaban a que con ellos dijera que mentira era aquello de que yo a Dios lo viera. Y yo escribo como yo era: no había que esforzarse para ver que Dios me hablaba y hacía que Lo viera. Yo siempre estaba contenta, y los insultos resbalaban como la nube en la sierra, y no es porque se taparan de que mis oídos oyeran lo que no se dice a nadie, aunque motivos éste diera. Había días que los insultos empezaban antes que las claras del día. Gracias que el Amor de Dios con todo esto podía, y me iba a mi oración y en mi espíritu vivía. Aquí ya nadie veía lo que este Dios me decía. Yo dije más de una vez: “¿Por qué no le hablas a alguno de estos que no Te quieren ver?”. Esto yo se lo decía y Perdón pedía a mi vez. ¡Si a todo el que Dios le habla fue por lo que amó antes él! Ya no sabía decirle, de rodillas ante Él.

Hoy no descansan mis ruegos, pidiendo el publicar, para quitarte sufrimientos que Aquí sabemos nada más, y el que desde ahí adore a esta Gloria Celestial. Que el hombre en vez de adorar, calvario le da al Lugar.

Desperté, oí:

¡Que calvario repetido
por el que no ama a Dios!

¡Qué calvario más lucido
por el que le habla Dios!

Este calvario te quita
todas las penas y dolor.

¡Ay Calvario que tuviste,
primero Tú, siendo Dios,
y Te dejaron la Cruz
para ayuda de tu dolor!

Dolores que yo quisiera
tenerlos constantes yo,
para decir con sonrisa:
“pero no los tiene mi Dios”.

Calvario que se repite,
siempre por falta de Amor,
que el hombre dice contento:
“calvario que pongo yo”.

Sin pensar que este calvario
sigue a la Gloria de Dios.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

lunes, 5 de octubre de 2015

Venerarlo en una flor

En Sueño Profético vi sembradas unas flores altas que parecían nardos. Iban mujeres y algunos hombres y cortaban aquellas varas, después las ponían en un camino. Y dijo uno:

“Por este camino pasó bastantes veces el que Dios Padre mandó para librar al hombre de la condenación, conocido por Dios Hijo y Maestro. Esto era camino de Israel. Estas flores, el tiempo que florecían era, cuando dieron Crucifixión a Este Dios y Maestro. A pesar de que hace más de doscientos años, aún se siguen poniendo unas flores para perfumar sus Pisadas. Todo el que las llevaba se agachaba y las ponía con Amor, con mimo de no hacerle daño a una Reliquia que Vive, a su Dueño. Cuando llega este tiempo, raro es el sitio que no las siembran para después aquí traerlas. Hay veces que llegan de pueblo a pueblo, como si fueran una misma vara. Luego, cuando ya se secan, los mismos que las pusieron, se encargan de retirarlas. Hay quien asegura que esas varas –porque la flor se seca– curan el mal y lo espantan. Yo sí puedo decir que hay veces que al retirar las varas queda señalado un Pie, y hay veces que los besos dejan limpio el redondel, pues queda bastante rato la forma como es su Pie. Ya de allí no se mueven hasta que señal no ven”.

Desperté, oí:

Estos que las flores llevaban,
de Dios nunca se olvidaban.

A Dios tenían cuando sembraban,
a Dios tenían cuando cortaban,
y Dios los estaba viendo
cuando las flores poniendo.

Luego, a Dios tenían,
pensando en cuando las recogerían.

Y ya, cuando las quitaran,
a guardar y besar las varas,
pero besaban primero el Pie
que veían en el suelo.

Esto es amar a Dios,
venerarlo en una flor.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I - C8

domingo, 4 de octubre de 2015

Esto es Dios

En Sueño Profético vi el campo. Se veía todo a la misma altura, aunque echaras la vista lejos. Era sembrado de trigo.

Ya dijo un hombre que salió de en medio de las espigas:

Este sembrado, si lo miras y lo piensas, cierras los ojos y ves a Dios. Ni con manos que hombres cogieran espiga por espiga y quisieran ponerlas iguales y a la misma altura, podría conseguirse. Pues aquí, con la Mirada del Cielo, todas a la misma Mirada, suben; todas engordan su grano para cuando llegue la siega, para cuando llegue el segador segando sin preferencia de espiga.

Se formó aire y dijo el mismo:

¿Quién podría hacer este bamboleo, tan igual y tan perfecto, si no es Dios? Ahora, si cambia el aire porque se lo mande Dios, será la espiga obediente. –y todas se vieron como dar reverencia al sitio donde teníamos la cara, al revés de cuando el aire primero, que espigas nos daban la espalda– Esto es Dios, si miras al Cielo. Si piensas en esto, ya el pan lleva secreto, como todo lo que cría el agua y el sol que baja de arriba. Si piensas, dices: “esto es Dios”, y miras al Cielo.

Desperté, oí:

A millones,
por decir número de espigas,
Dios la mueve
sin Palabras y sin esfuerzo.

Tan sólo mandando al aire
que sale de esta Bóveda,
donde existe Hijo y Padre.

Espíritu es el Mando,
para mandarle a la lluvia,
al crecimiento y al aire.

Al Sol lo manda con fuerza,
cuando la siembra se hace.

Y ya se convierte el trigo
en harina, en amasijo,
y en hacer redondos panes.

El fuego lo va dorando,
y cuando comes el pan,
de Dios te vas acordando.

Este es mi Cuerpo”, les dijo
a los Discípulos cenando.

Todo es Mando de Dios,
aunque no veas el Mando.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria, que Enseñen - Tomo II - C6

sábado, 3 de octubre de 2015

Ruega por los pecadores

En Sueño Profético enseñaban a curar al espíritu, a conocerlo entre el sano. Decían:

Ruega por el pecador
y exígele al que no esté pecando,
y ya te unes a la Virgen,
y oración vas agrandando.

Ruega por el pecador,
si tú no estás pecando.

Dijo uno:

Hay quien empieza a pecar
por otro que está pecando,
porque no ruega por él
y lo maldice gritando,
y ya no sigue el camino
que Dios le tiene mandado.

Ruega por los pecadores
y desbarata el pecado;
que el ruego y la oración
es perseguir al pecado
y acercar hombres a Dios.

Ruega por los pecadores,
que esto es contentar a Dios.

El hombre practica poco
lo que sirve para Dios,
y no sabe que si practica
la oración, al pecador,
Dios le concede la ayuda,
y la fuerza que le manda
deja al pecado sin vida.

Desperté, oí:

Si ruegas a Dios con Fe,
Él te dará entendimiento
para saber conocer
cuándo un espíritu
está sano o está enfermo.

O se va a curar,
o se está enfermando.

Es la acción de la carne
la que da contestación
a lo enfermo o a lo sano.

El que no hace oración,
no sabe diagnosticarlo.

Y le falta compasión,
y ya no puede curarlo.

La oración,
con la acción acompañando,
va dejando una huella
que a Dios tienen que llamarlo.

Es sufrir
querer que el hombre busque
al que esté pecando.   


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C5

viernes, 2 de octubre de 2015

Haz Caridad pensando en el Cielo

En Sueño Profético decían:

Si haces Caridad,
que siempre sea
pensando en el Cielo.

Si no la hicieras por Dios,
cámbiale el nombre primero,
porque las cosas de Dios
tienen diferente sello.

Por eso no hay duda con el que diga:
“Dios me habla a mí en el Cielo”.

Porque lleva Caridad
a medida de Evangelio.

Dijo uno:

Dios Hombre decía, que la Caridad al espíritu era el mayor “cundir” que podías dar; que la lástima a la carne, te diera después de que hubieras tenido Caridad al espíritu.

Yo le oí estas Palabras –que por ser dichas por Dios, hoy son las mismas–:

Compadeced primero al pie, y después ocupaos de la sandalia. Pues muchos más, preferid al espíritu, dándole Caridad para sanarlo, porque éste siempre tendrá vida en el sitio donde Yo estoy o donde vive Luzbel. Que mi Padre allí lo mandó porque a mi Padre no Lo creyó como Dios Único, como hoy tampoco creen que Yo soy el mismo, que mi Padre vive en Mí”.

“Con Todo el que no Me quiera, Yo no hago de Dios para darle mi Gloria, porque ya mi Gloria sería como este mundo de carne”.

“Tened Caridad con el que vive sin oír mis Palabras, que pecó y no Me busca”.

“Tened Caridad para que puedan oírla cuando pidan mi Perdón
”.

Desperté, oí:

Esta es la Caridad
que el hombre poco practica.

El hombre da compasión
al vestir y a la comida.

Y abandona al pecador,
para que pecado siga.

El hombre no piensa en Dios
ni practica su Enseñanza.

El hombre habla de Dios
con la menor importancia.

Hasta que llega el momento
de que la vida se acaba,
y ya le oyes su Nombre
con timidez y sin ganas.

El que tuvo Caridad
y el pecado fue quitando,
con Paz le oyes decir:

“Señor, si quieres,
puedes curarme”.

“Y seguiré a tu servicio,
aumentándote el rebaño”.

Éstos son los que tienen
que seguir ahí enseñando.

Porque Caridad sin Dios,
no es lo que Él ha enseñado.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C4

jueves, 1 de octubre de 2015

El alimento del espíritu

En Sueño Profético decían:

Al espíritu no le llega la comida, por grandes manjares que comas, si no le das Oración de acción y de orar. Ten por seguro que se pondrá enfermo y si el espíritu está enfermo la carne no está sana para Dios.

Dijo uno:

El alimento del espíritu llega a la carne, el de la carne no llega al espíritu. El hombre no ve carne enferma hasta que la carne, ella misma, se acusa de su mal. Si no presenta dolencias el hombre no dice carne enferma.

La carne enferma es la que cumple lo que cumple en contra de lo que Dios tiene mandado, y ya le llega enfermedad del espíritu. El espíritu puede tener muchas enfermedades de diferentes grados, como dice el médico. Puede tener carne enferma y espíritu sano, pero el espíritu enfermo no tiene el cuerpo sano, aunque le veas hablar, aunque lo veas andando. Ya hará cosas el cuerpo que el espíritu le está mandando, todas serán sin su ajuste porque espíritu enfermo está mandando.

Desperté, oí:


¡Qué poco se ocupa el hombre de alimentar al espíritu!

Cuando el médico y el medicamento deberían ser primero para él.

Y ya enfermaría el cuerpo con su enfermedad de materia, pero no con enfermedad que el que no ama no entiende.

Y al no entender no saben tratar a estos enfermos, aquellos que quisieran ayuda dar.

Los médicos del espíritu son los que están en la Tierra para curar al espíritu, si Amor a Dios le tuvieran.

Qué lástima que al que Dios le dio su Mando le falte Amor y ya no enseñe.

Pero Dios manda Enseñanza y el que ama ya Lo encuentra.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V