domingo, 31 de mayo de 2015

Donde Dios se manifiesta, siempre es camino con sol

En Sueño Profético decían:

A este Dictado, mayoría le llamarán amenazas. ¿Puede el hombre decir: “yo amo a Dios”? ¿Puede el hombre decir: “yo creo en Dios”? ¿Puede el hombre enseñar de la Palabra de Dios, hablar de la Eternidad y no querer oír al que viene de Aquí y luego Dios manda allá? ¿Puede el hombre leer los Evangelios, éstos Palabra de Dios, y que alguien diga esto: “Evangelio traigo yo, Dios me dice que a este Escrito yo le dé publicación, esto no es mío, esto me lo dice Dios? Esto, si el hombre quisiera, vería la reacción: fuerza al leer el Mensaje, fuerza hablando de Dios, y una humildad gigante en las cosas no de Dios. Que piense un poco el hombre la disculpa ante Dios. Yo, un espíritu de esta Gloria, lo doy por adelantado: que no hay disculpa para Dios. Esto no son amenazas, esto son las Reglas de Dios.

Dijo otro con fuerza:

No puede decir el hombre a Dios: “yo no publiqué tus Mensajes porque no eran de Dios; yo no los oí porque iban estos Escritos en contra de tus Evangelios; yo quise que estuvieran ocultos porque desmentían tu Gloria. Y ya, como último del arrobo: ¿Podría decir el hombre: “Señor, ¿por qué no buscaste un Lugar digno de ejemplo para el hombre, que se viera tu Presencia y no que se viera a Satanás?”.

Desperté, oí:

Este Dictado te dice
lo que tú luego oirás.

Este arrobo repite
todo lo que el hombre hace mal.

Este Escrito te recuerda
lo que remedio no habrá.

El hombre dirá “amenaza”,
el hombre que no ama a Dios.

El que ama, reverencia
todo lo que dice Dios.

El que no ama, no busca,
ni quiere saber de Dios.

¿Has estudiado al que ama
y al que dice: “quiero a Dios”?

Pues si haces una pausa,
el secreto se acabó,
porque Dios nunca permite
que el hombre ensucie su Amor.

Donde Dios se manifiesta,
siempre es camino con sol.


***

Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C5

3 comentarios:

  1. La amenaza no conoce el Amor. Dios no amenaza; advierte para que todos seamos dignos de su Gloria.

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  2. La amenaza no conoce el Amor. Dios no amenaza; advierte para que todos seamos dignos de su Gloria.

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  3. Son tan grandes pero tan grandes estos Escritos que el hombre no alcanza a ver el final de esta Grandeza.

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