domingo, 31 de mayo de 2015

Donde Dios se manifiesta, siempre es camino con sol

En Sueño Profético decían:

A este Dictado, mayoría le llamarán amenazas. ¿Puede el hombre decir: “yo amo a Dios”? ¿Puede el hombre decir: “yo creo en Dios”? ¿Puede el hombre enseñar de la Palabra de Dios, hablar de la Eternidad y no querer oír al que viene de Aquí y luego Dios manda allá? ¿Puede el hombre leer los Evangelios, éstos Palabra de Dios, y que alguien diga esto: “Evangelio traigo yo, Dios me dice que a este Escrito yo le dé publicación, esto no es mío, esto me lo dice Dios? Esto, si el hombre quisiera, vería la reacción: fuerza al leer el Mensaje, fuerza hablando de Dios, y una humildad gigante en las cosas no de Dios. Que piense un poco el hombre la disculpa ante Dios. Yo, un espíritu de esta Gloria, lo doy por adelantado: que no hay disculpa para Dios. Esto no son amenazas, esto son las Reglas de Dios.

Dijo otro con fuerza:

No puede decir el hombre a Dios: “yo no publiqué tus Mensajes porque no eran de Dios; yo no los oí porque iban estos Escritos en contra de tus Evangelios; yo quise que estuvieran ocultos porque desmentían tu Gloria. Y ya, como último del arrobo: ¿Podría decir el hombre: “Señor, ¿por qué no buscaste un Lugar digno de ejemplo para el hombre, que se viera tu Presencia y no que se viera a Satanás?”.

Desperté, oí:

Este Dictado te dice
lo que tú luego oirás.

Este arrobo repite
todo lo que el hombre hace mal.

Este Escrito te recuerda
lo que remedio no habrá.

El hombre dirá “amenaza”,
el hombre que no ama a Dios.

El que ama, reverencia
todo lo que dice Dios.

El que no ama, no busca,
ni quiere saber de Dios.

¿Has estudiado al que ama
y al que dice: “quiero a Dios”?

Pues si haces una pausa,
el secreto se acabó,
porque Dios nunca permite
que el hombre ensucie su Amor.

Donde Dios se manifiesta,
siempre es camino con sol.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C5

viernes, 29 de mayo de 2015

Ama buscando a Dios

En Sueño Profético hablaban del Amor de Dios, de su Fuerza, de su Actuación y de su Comunicación al hombre.

Dijo uno:

Cierto es, que este Amor Divino, sin palabras, ya te dice cómo el Amor te habla. Yo creo que es la gran Fuerza del “Sí” de Dios. Y en este “Sí”, tú conversas sin palabras y sí con Amor.

Ya habla Teresa de Ávila:

Es que el “Sí” de Dios,
no tiene punto ni “i”,
es un “Sí”, pero de Amor,
que tú oíste el “Sí”
porque Él no te oyó el “no”.

Es de pensar y admirar
este Dios cómo espera,
y a pesar de su Poder,
nunca yo oí: “Teresa,
siempre me tienes que amar”.

Nunca me obligó su Amor,
y me venía al pensar:
“si me guío de la Tierra,
yo me puedo desviar
del Camino de mi Dios”.

¡Cuántas veces de mi cama
me tenía que levantar,
y de rodillas, llorando,
sin gritos, a Dios llamar!

Era Actuación de Dios,
Actuación con Libertad.
Si yo quería su Camino,
Él me venía a buscar.

Desperté, oí:

¡Ay Amor que vas buscando
donde Amor espera ya!

¡Ay Fuerza del mismo Amor,
que busca “pa” dialogar!

Yo pedía muchas veces,
que me dijeran palabras
exigiéndome el cumplir
sin obediencia a los hombres.

Que me quitara los éxtasis
que a mí la vida me daban.

A esto, me contestó:

“Teresa, sin Libertad,
Yo no sería tu Dios”.
    

Este Amor, cuando te busca,
tu busca, Él ya esperó.

Resumen de este Mensaje:
que ames buscando a Dios.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C6

jueves, 28 de mayo de 2015

El remedio del Cielo

En Sueño Profético se oía:

¡Señor, manda el remedio del Cielo,
que en la Tierra no lo tienen!

¡Y si Tú mandas remedio,
remedio tienen!

¡Señor, Te pedimos por lo justo,
que Tú quieres que pidamos!

¡Señor, Te rogamos por los vivos,
que el sufrir puedan llevarlo
sin apartarse de Ti!

¡Señor, que la oración sea dicha
poniendo todo en tus Manos,
sin apartarse de Ti!

Esta es la Gloria de Dios,
donde no existe la muerte
en el que vieron morir.

Donde entra el que el espíritu
a su cuerpo le mandó.

El que todo a Dios pedía
y aceptaba su “Sí” o su “No”.

Porque a Dios dejaba de Dueño
de lo que Dios le mandó.

Desperté, oí:


¡Qué confianza que da
la oración dicha en el Cielo,
que aquí vuelven a dictar!:

¡Señor, manda el remedio del Cielo,
que en la Tierra no lo tienen!

¡Y si Tú mandas remedio,
remedio tienen!

¡Señor, Te pedimos por lo justo,
que Tú quieres que pidamos!

¡Señor, Te rogamos por los vivos,
que el sufrir puedan llevarlo
sin apartarse de Ti!

¡Señor, que la oración sea dicha
poniendo todo en tus Manos,
sin apartarse de Ti!

Si esta oración es sentida,
cuenta que vienes Aquí.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Cierre del libro

miércoles, 27 de mayo de 2015

Si todo es confianza en Dios, no se usa lapicero

En Sueño Profético decían:

Es más saber, saber lo que tú eres, y dejar que tu saber lo diga otro. Pero este saber tiene que saber hacer saber el valor de lo que tienes. El que administra el Saber Divino que Dios le da, sabe el valor que su Saber tiene y sabe hacer que lo vea otro.

Dijo uno:

El hombre valoriza tanto su saber, que el que menos sabe, se convierte en gran filósofo. Grande filosofía tienen los hombres que viven entre la arboleda y su profesor es el campo. No necesitan reloj, ni pluma para ir sumando lo que les dará el terreno de lo que tienen sembrado.

Un día, iba yo con unos amigos –académicos como yo–, a caballo, dando un paseo por unos encinares, cuando nos sorprendió un hombre que con otro estaba hablando. Era, el que lo tenía en arriendo, con el que quería comprar la leña para hacer carbón. Pues el que vendía y el que compraba, ¡qué bien se entendían los dos sin lapicero y sin pluma! Pero sí se oía el nombre de Dios entre encina y encina. El que hacía el carbón sabía ya la ganancia que le daría cada encina. Viendo mis amigos y yo aquel trato tan parcial, tan de acuerdo, y sin ver echar un número, ni papel, ni lapicero, ya uno le dijo:

   –¡Qué, amigo…! ¿Y así cerráis el trato…? ¿Y si pierde el que compra o el que vende…?

Otra vez se oyó la voz del carbonero, que sin saber, te acercabas a él, y sin ganas de retirarte por el “aquél” de aquel buen hombre, se oye:

    –Yo nunca me equivoco en las arrobas. Miro las encinas y miro al Cielo, y ya es Dios el que me las ajusta. ¿No le parece que el papel y el lapicero pueden equivocarse?, lo que jamás pasaría cuando Dios esté delante.

Desperté, oí:

El carbonero sabía
que Dios a él no lo dejaba,
porque él con Dios vivía.

Y dejó que el académico
supiera lo que él sabía.

Ellos cogieron el lápiz,
ya cuando él les decía:

“Vamos a ver,
si la encina tiene
tantos kilos en su corte,
luego, al secar,
queda en tanto,
y ya hecha carbón
puede tener tal merma.
¡Pues de cada encina
sale tanto!”.

Y quedaban más bien cortos
en su saber y su ajuste.

Y ya terminó diciendo:
“Si todo es confianza en Dios,
no se usa lapicero”.

Esto se lee, y se llora,
aquel que se crea sabiendo.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C1

martes, 26 de mayo de 2015

El aviso de Dios

En Sueño Profético decían:

Enmienda lo que a Dios
ayer Le hiciste mal,
que puede que mañana
esté ya el plazo cumplido
y mueras sin perdonar.

Enmienda lo que creías
que no lo hacías tan mal,
si pensabas el vivir
que otros hacían ahí,
y tenían todo de sobra,
menos el Perdón de Aquí.

Dijo uno:

El que siempre lo hizo mal,
persiguiendo a Dios del Cielo,
ya tiene el plazo cumplido,
porque aviso no le dieron.

¿Cómo va Dios a avisar
a los demonios con cuerpo,
que su actuación es desmentir
que Dios no es Vivo,
que es muerto;
que el Elegido no existe,
que nada hay en el Cielo;
que el Cielo es el techo de la Tierra:
nubes, Sol, estrellas,
y Luna dando claridad a la noche,
como el Sol al día calienta?

De esto hablan los científicos,
pero a Dios no te Lo nombran.

Al que viva este vivir,
aviso Dios no le manda,
porque tratarían a Dios
como a otro hombre que manda.

¡Estos hombres endiosados!
¡Muy mal dicha esta palabra!
Porque el hombre que es de Dios
y practica sus Palabras,
a más dentro lleva a Dios,
más humilde se declara;
y sabiendo como sabe,
él se cree que no sabe nada.

Desperté, oí:


En vez de decir endiosado,
di que lejos está de Dios.

Porque el que aprende
de lo que le habla Dios,
él se cree que no sabe nada.

Enmienda
lo que ayer hiciste mal,
y piensa si el aviso de Dios,
a ti te llegará.

Que puede,
que si Le pides Perdón,
el plazo en ti no cuente.

Puede que te manejaran
los espíritus que a Dios
le forman la guerra.

Para que quede en mentira
cuando Él se manifiesta.

Es el pecado mayor,
el querer que esto no sea.

¡Qué cierto que el hombre habla
de las cosas de la Tierra
con grande seguridad,
sin nombrar al Dueño de ellas!

Si quieres oír Perdón
cuando dejes la materia,
obedece lo que Dios quiere
que el hombre sepa.

¡Qué alegría el que diga:
“este aviso a mí me llega”!

“Porque nunca desmentí
lo que Dios mandó del Cielo
para decirlo en la Tierra”.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C6

lunes, 25 de mayo de 2015

Dios: ser Dueño y permitir

En Sueño Profético decían:

Dios permite tanto, que el que cree en Él duda de que sea Poderoso en los dos mundos. Dios Hombre vivió pobre y todo lo que a Él le servía. Él hablaba con los poderosos y les permitía que hablaran de sus grandezas como si Él no fuera el Dueño. Veía palacios habitados por el que no Lo quería.

Esto y muchas cosas más eran lo que hacían, al que no Lo amaba, dudar de que fuera Dios, Dueño y Poderoso. Pues como es el mismo Dios, su actuación es la misma: ser Dueño y permitir. El que Lo ama Lo comprende y más ve que es Dios el que aquí actúa.

Hombres sin amarlo,
no pueden comprender
ni su Poder ni su Mando.

¿Cómo comprender
a niño que no quieres,
si le oyes llanto?

Si media el Amor,
antes de que llore
ya le estás llevando
lo que tú ya sabes
que te pide el llanto.

Desperté, oí:

Es la lucha por no aceptar a Dios, porque el hombre quiere que Dios actúe como él manda.

Y hace comparaciones siempre desmintiendo sus Palabras.

Vivió de Hombre entre los humildes.

Buscaba a los poderosos para hablarles de los humildes.

Y nunca rechazó ni negó su amistad al que decía: “Maestro, quiero seguirte”.

Él decía: “Yo soy Dios”, para darles.

Y no decía: “Yo soy Dios”, para recibir.

Él recibía cuando daba su Reino.

Él recibía cuando daba su Perdón.

Esto, para entenderlo, tienes que vivir su Amor.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C8

domingo, 24 de mayo de 2015

Dios es el que publica, no el que comunica

En Sueño Profético decían:

Estos Libros son los primeros en los que, en su publicación, no sale nada del hombre.

En estos Libros sólo se leerán Palabras que Aquí han dictado, hechos que ocurrieron cuando estos espíritus vivieron con materia, y que hoy viven Aquí en la Gloria.

Esta Enseñanza, Dios la hace con los espíritus que son suyos, haciendo Dios la explicación sencilla, y que tú la busques con Amor.

Estas Enseñanzas, contadas por los mismos que las vivieron, y esta separación del hombre en estos temas que lleva el arrobado, no están en ningún libro.

El hombre, siempre, antes o después de un Escrito que el arrobado presente, tiene que meter sus letras con su reforma, quedando ya falto de fuerza el Mensaje, Visión o Éxtasis.

En las Palabras de Dios dichas para publicarlas, ya lleva, el que las recibe, sobra de saber de esas Palabras, porque Dios es el que publica, no el que comunica.

El que comunica es vela sin luz, que Dios enciende para dar Luz al mundo.

Dijo uno:

La vela, si no la enciendes, no alumbra. Sí, es vela, pero sin luz. Pues esto es el Portavoz: espíritu que irá a Gloria de Dios. Pero si Dios no elige, no habrá Sabiduría Divina, y jamás podrá hacer una publicación igual a ésta.

Esto es Dios, que manda a espíritus de esta Gloria a que lleven el Mensaje, para que el Portavoz lo dé con el arreglo que ya va también iluminado. Pero el que lo publica tiene que hacerlo calcado, que esta es la diferencia del saber del hombre al Saber de Dios. Estos Libros salen sin el buen arreglo que el hombre quiere darles. Libros con empiezo del primer capítulo y final del Libro se publicarán con los mismos temas Aquí dictados.

Desperté, oí:

Ésta es la fuerza del sí,
que este espíritu es arrobado.

Ésta es la Sabiduría
que el hombre siempre ha cambiado.

Estos Libros Dios los quiere
para que no esté callado
lo que Dios dice en su Gloria
al que se ve despreciado.

Despreciado por el hombre,
que Dios Vivo no es aceptado.

El Comunicante lleva
abundancia de Palabras,
que Aquí dictamos en Gloria.

Que tiene que publicar
para que queden en la historia.

Historia con Enseñanza,
para que vean lo fácil
que Dios da Saber de Gloria.

La Publicación hará
dos grupos de literatos.

Unos verán la Grandeza
y lo dirán sin callarlo.
Otros cerrarán la boca
y lo dirán sin hablarlo.

Y el hombre, cuando los lea,
verá a este Dios hablando.


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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C1

viernes, 22 de mayo de 2015

Si los buenos se juntaran, los malos iban disminuyendo

En Sueño Profético hablaban de las formas de vivir que tiene el hombre cuando no vive Presencia de Dios y cuando no le asusta el miedo de hacerlo mal.

Dijo uno:

Es lástima que el hombre piense ser bueno cuando ya perdió fuerzas o cuando le quitan Mando. Es lástima que el hombre abuse de lo que Dios le ha prestado para que luego, al final, se lo entregue a su Amo. Es lástima que no pueda él devolverle su préstamo y que este préstamo vaya al sitio que no salió por Dios, y ya Él no aceptarlo.

Sigue otro, pero el Mando es el mismo:

Hay hombres que remedian sus vidas que hicieron de pecado por el miedo, pero con este miedo no entran en la Gloria. Entra, en la Gloria, el que el miedo le hace buscar a Dios y ya puede el Amor de arrepentimiento, y el miedo queda olvidado.

Éstas son vidas, vividas, de hombres equivocados que rectifican sus vidas y lloran por el pasado, no por aquél buen vivir que les proporcionó el pecado.

El llanto tiene que ser por haber sido tú malo, por haber tenido a Dios tanto tiempo despreciado y por haber dado mal ejemplo a los buenos y a los malos.

Desperté, oí:

Cualquiera pondría falta de que al malo no le importa el mal ejemplo.

Pero piensa despacio que si los buenos se juntaran, los malos iban disminuyendo.

Quedarían en un grupo de temor y de desprecio.

Buscarían a los buenos para pedirles consejo.

Llorarían su pasado y vivían como los buenos.

Y ya eran hombres que pudieron al pecado y aún siguen viviendo, con juventud, con salud y con dinero.

El malo si siempre viera de cerca al hombre bueno se moría de vergüenza o pedía arrepentimiento.

Es lástima, con doble lástima, que el hombre piense ser bueno cuando salud le falta.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

jueves, 21 de mayo de 2015

Palabra sin comprender es mejor que no se diga

En Sueño Profético decían:

Tu voluntad es mandar Oración a esta Gloria. El espíritu percibe la Oración, cansa a la materia y ya espera el Mando del Arrobo dejando el Sueño Profético, que es intimidad de espíritu a espíritu.

Dijo uno:

Este Sueño puede ser corto de tiempo por no haber sueño que horas dure. Pero puede haber cortas palabras con grande Enseñanza, que no será comprendida como no sea explicada por el mismo espíritu que viene, que a veces ni explicada sería comprendida si no sabes a que van las palabras que en el Arrobo decían.

Desperté, oí:

A veces son unos minutos contrarrestando a lo que vivió carne y espíritu.

Enseñando a conocer lo de Aquí o lo que no es por Dios mandado.

Estos Arrobos precisan estar ya muy bien formados en esta Teología.

Pues dicha sin comprender es mejor que no se diga.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 20 de mayo de 2015

Teología Divina

En Sueño Profético yo decía: “Señor, no Te pido por mí, porque sé que Tú me das más de lo que yo Te pido”.

Dijo uno:

El que mucho ama a Dios, sabe que por mucho que tú pidas, más puede dar Dios. El que mucho ama, siempre pide poco, y hay veces que no pide porque sabe que más Dios le da. El que mucho ama, se cree que tiene todo lo del Amado.

Otro dijo:

El hombre pide mayoría de veces lo que Dios no puede darle. El hombre nunca pide: “Señor, que mi espíritu se salve, que nunca haga vida de pecado, que mi cargo no sea para avasallar al inferior”. Esto es pocas veces pedido por el hombre, tan pocas, que más se acerca a ninguna. Esto no lo pide el hombre por falta de seguridad en la Vida sin materia. Este Mundo Eterno no lo piensa el hombre. Si el hombre pensara que Aquí no sirve el disfraz que ahí todos han visto, no algunos y sí muchos harían lo de Judas. El hombre respeta la carne y apalea el espíritu. El hombre se atreve a juzgar a Dios. El hombre quiere que Dios haga de Dios en sus injusticias, en las que él le hace a otro hombre. Dios deja la Libertad, y el hombre cree que es mando suyo. Si el hombre lo que le pidiera a Dios fuera todo para el espíritu, todo lo concedería Dios, por ser todo: Dios, Gloria, Espíritu. El hombre habla de Dios sin creer en el espíritu.

Desperté, oí:

Yo creo que el hombre estudia Teología
sin saber que esto es Dios.

Yo creo que lee el libro
como otro que estudió.

Como otro que cerró
sin saber lo que leía.

Como aquel que hay que estudiar
para ganarse la vida.

Teología es Dios,
que con su Saber te guía.

Teología es Saber de Aquí,
del Reino de Dios.

Teología es saber
lo que habló este Dios,
saber lo que sigue hablando,
porque Dios nunca calló.

Teología Divina,
ésta es mandada por Dios,
para que el hombre la lea
sin tener contradicción.

Para que el hombre al leerla,
vaya sintiendo a este Dios.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C6

lunes, 18 de mayo de 2015

El que a Esto dé silencio, justifica que no habla

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila. Decía:

Es pena que el hombre no quiera oír cuando va la Palabra de Dios dicha para él, y que cuando falte este que Dios utiliza de Instrumento, busque datos queriendo recopilar lo imposible.

La adoración que a Dios sirve, es oír su Palabra, cuando llega de Aquí, y ponerla en práctica.

A Dios no puede llegar tu oración dicha en los Santos, cuando su Palabra desprecies.

A Dios no puedes decirle: “Señor, Te quiero”, cuando nada que vaya de esta Gloria tú aceptes.

A Dios no puedes maltratar, matar a un Elegido suyo, y luego llamarlo.

Yo creo, que si vieran de materia a esta Teresa, otra vez me calumniarían, otra vez intentarían, pero ahora más grandes los martirios me darían.

Ahora, ¿quiere el hombre responder dónde está el gran Amor que quiere ahí hacer ver?

Hasta que el hombre no ame, hará las cosas al revés.

No hay nadie en la Tierra, que no quiera al ser querido hasta que entierre materia.

El hombre habla del Cielo
como habla de cualquiera,
de cualquiera que no ame,
porque si ama en la Tierra
a un amor sin pecado
porque Dios así lo ordena,
a este amor no da silencio,
por si este Dios se ofendiera.

Pues cuando sientes Amor,
un Amor que no es de Tierra,
¿cómo puedes aguantar
esperando que se muera,
y luego datos buscar?   

Desperté, oí:

Si el que habla de Teresa
me viera viva con carne,
otra vez tal vez diría:
“Teresa, ¡a encarcelarte!”.

Y mis Moradas irían
recogiendo y quemando.

Y otra vez se repetiría
lo que los siglos han borrado.

Hoy no parezco Teresa,
en este Escrito dictado.

Pero sí soy Teresa,
de mi Dios enamorada,
enamorada de Amor,
de este Amor que nunca acaba.

Si Aquí se diera silencio,
Dios sufriría y lloraría.

Yo nunca le di silencio
a lo que Dios hablaba.
El que a Esto dé silencio,
justifica que no habla.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C6

domingo, 17 de mayo de 2015

Palabra de Dios es Vida Eterna

En Sueño Profético decían:

Tus Escritos sean presentados como son dictados; que antes fueron dichos al espíritu sin cuerpo.

Dios siempre tiene las mismas Palabras, igual que al hombre siempre le verán el mismo cuerpo, por ser Palabras y hombre creación suya.

Todo lo creado por Dios y su Palabra, el querer llegarle con el éxito del hombre es querer estrellarse, querer cambiar los mares donde agua no hay, querer que las manos vayan en el sitio de los pies, y los pies ensortijados, haciendo el servicio de las manos: saludando y haciendo los mismos trabajos que las manos.

Las manos harían de pies, y andarían unos metros en sitios ya preparados, como hacen para distraer a los niños. Pero los pies, ¿cómo transportar un peso o mover una sartén que está puesta en el fuego o lumbre, para mejor entender? ¿Cómo acunarían los pies a un niño que no anda y después hay que cuidarlo?

El intentar cambiar todo lo que se ha nombrado, retírate pronto de él y ayuda a que sea curado.

Desperté, oí:


Decían Palabras en Gloria
que no hay quien pueda igualarlas.

Hablaban mucho y nombraban:
creación del hombre,
creación de la Tierra.

La Tierra queda en su sitio,
el hombre no queda en la Tierra.

La Tierra la hizo Dios
para que el hombre
se sirviera de la Tierra.

No para que el hombre
prefiriera a la Tierra
y la Gloria la perdiera.

Si la Palabra de Dios
la llevas de consejera,
no coges otra palabra
que el hombre te dé en la Tierra.

La Palabra se hizo Carne,
y Palabra de Dios es Vida Eterna.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C7

viernes, 15 de mayo de 2015

El que ama, no cumple ni hace las cosas por costumbre

En Sueño Profético hablaban de costumbres y de cumplimientos con Dios.

Dijo uno:

El que ama, no cumple ni hace las cosas por costumbre, ni para que las vea otro. El que ama, no tiene fechas ni horas para mandar Amor al Cielo. El que ama, reverencia sin promesas y sin medir las palabras. El que ama, está siempre con unas justas palabras, que si piensas, no son justas, son palabras variadas, pero que Dios ya las pone en sitio que no hace falta que sea aniversario para saber cómo Lo amas.

Dijo una mujer:

A mí me enseñó a recordar a Dios una mujer que a ella la enseñó su marido y el hermano de éste. Decía, que cuando los conoció, se enamoró más de su vivir, por el contacto con Dios, que por intereses que hubiera. Se habían criado huérfanos, con una hermana del padre que siempre estaba enferma, y ellos le tenían un gran cuido de amor. Estos hermanos decían que para amar a Dios no había noche ni día, hora ni sitio, ni compañía; que el trabajo no estorbaba; que el sufrir acercaba a Dios; y que el tener todo de sobra, te hacía buscar el sitio donde siempre te encontrarías a Dios esperando al que a Él quería servirle.

Desperté, oí:

Estos hermanos amaron tanto,
que no les daba tiempo
de clasificar categorías,
de fechas, horas, días
y costumbres de los pueblos.

Ellos vivían con Dios,
y Dios era lo primero.

Tenían Amor con gritos,
y vivían en silencio.

Ya llegaron a casarse,
y sus casas eran templos.

Antes de ir al trabajo,
visitaban una ermita
que no lejos les cogía.
Pero si tanto no aman,
fijo, no les llega el tiempo.

Aquí el Amor se presenta
sin noche, día ni momento.

Cuando la nube es bien grande,
arroyos son los senderos.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C2

jueves, 14 de mayo de 2015

La obligación te cansa más que el trabajo

En Sueño Profético decían:

Te cansa más la obligación que el trabajo. Y es de más altos valores vivir la obligación sin obligación obligarte. La obligación, siendo cobrada, mayoría la hacen renegando.

Los que Le sirven a Dios, cansan, y ellos no siguen cansados. Cansan en obligación, porque no están obligados a los trabajos de Dios.

Dijo uno:

En este Centro deberían concentrar imaginación y apuntar el resultado todos los que quisieran hablar con seguridad de los que viviendo ahí, Aquí Dios los trae para enseñarles a ellos a no perder la Gloria.

Mucho se ha repetido antes, que estos Escritos pasen a la Historia; que den precio al trabajo que le hace al hombre; y el hombre cómo le paga el ir siempre recordándole: “¡que Dios me lleva a la Gloria!; ¡que su Misericordia es Grande!; ¡pero como no obliga, puedes perder la Gloria!”.

¡Qué obligación más grande se ha puesto de obligación, sin nadie obligar a que lo haga!

¿Por qué no le da valor el que de la obligación reniegue? ¡Y ésta, siendo pagada!

Es grande punto de centro el mirar y pensar esta obligación, que sin hacerla, ya te cansa el pensarla.

Desperté, oí:

Son Enseñanzas tan justas
las que enseñan en la Gloria,
que las desajusta el hombre
queriendo darles reforma.

¡Qué cierto que la obligación
te cansa más que el trabajo!

¡Qué cierto,
que muchas veces es renegada
aunque la paguen a buen precio!

Pues si los que hacen servicio
al Mando que Dios les manda,
dejándoles Libertad,
ni reniegan ni se cansan,
séllalos con la verdad
de que Dios en ellos habla.

Y no quieras desmentir
cuando el Cielo mande agua,
y con su fuerza arrancar
de cuajo hasta las murallas.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C7

miércoles, 13 de mayo de 2015

La mujer y el calderero

En Sueño Profético decían:

Lloraron más a Jesús, cuando ya no Lo tenían, los que despreció le habían dado, que los que no Lo amaron. Los que Lo amaron vivían con pena. Los que Lo despreciaron vivían en un mundo de remordimiento, en un mundo de falta de todo aunque de sobra lo hubiera, en un mundo que sobraba el caminar porque el final no era bueno.

Ya dijo una mujer:

Yo viví cuando Dios vivió de Hombre y Él faltó y yo quedé. A Él Lo mataron, y después quedó su Presencia en las caras, en los llantos; en el nombrar su Nombre en humildes, en poderosos, en fariseos. Éstos últimos Lo nombraban con disculpa.

Una mañana, había unos vendedores de calderos donde el mercado se hacía, y al acercarse una mujer a comprar un velón, el cual ya les tenía encargado, fue lo primero que dijo un calderero:

   –Si no es por este encargo, no vengo. Yo mismo me prometí no pisar terreno donde el Maestro pisó y allí mismo Lo mataron. Pero como era un velón el encargo, no he querido dejar de venir por si fuera para que la luz Le sirviera a Él. Y mire, aunque aquí me ve, he estado varias veces por no entrar en el pueblo.

Cogió esta mujer aquel cobre entre sus manos y el pecho, como un vellón de lana que abrigo le da a tu pecho, y sus lágrimas caían, que todos pudieron verlo. Ya dijo entre sollozos y palabras:

   –Este velón lo esperaba, y creo que no he vivido hasta que lo vea en casa. Lo encargué con un sentido distinto al que voy a utilizarlo, y se lo voy a decir, porque Dios lo habrá mandado: no le faltará la luz, para que luz ahí llegue a todo el que no creyó que Dios viviera de Hombre. Puede que con esa luz se salven algunos hombres.

Desperté, oí:

Esta mujer sufría
más cuando veía las dudas
del que vivía sin amar.

Y siempre estaba: ¡Maestro!
Y al momento: ¡Perdón!

Y ya se dirigía: ¡Dios mío!,
da Luz de tu Perdón.

Una noche no muy tarde,
le vino este pensar:

Cuando tenga mi velón,
la luz no Le faltará.

Para que luz ya le llegue
al que vive oscuridad.

La mujer y el calderero
tienen el mismo pensar.

Y hacen que el mismo Amor
alumbre con la Verdad.

Allí iban a por luz,
los que vivían oscuridad.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C5

martes, 12 de mayo de 2015

La experiencia habla al que experiencia admite

En Sueño Profético hablaba la experiencia a lo aún no vivido, y el interés al desprecio.

Eran éstos personajes mandados Aquí, en el Cielo. Eran ejemplos tan justos que la lógica y el académico tienen que decir sí.

Sigue uno, que es Mando de Dios, contando algo ya vivido para Enseñanza mayor. Ya se oye hablar de la experiencia:

     - No hay quien sepa más para dar consejo que el que aconseja lo que vivió, vio y pasó, si todo esto lo vivió con Dios. No hay más seguridad en su consejo que los años que ya pasaron y otros empiezan a vivir estos primeros años. El consejo es vida que vivió, que pasó, ya sin remedio. Pero como vida es la misma, aunque ya se marchita tu cuerpo. Tu experiencia está joven y das consejo a la vida.

Sigue hablando de la experiencia:

     - Yo llevo siempre el consejo y siempre es de Aquí arriba. Consejo para que pienses en el pecado y te retires, porque habla la Voz de la experiencia, que es Dios, que habla para la otra Vida, la Eterna. Que si no la oyes y cuando el cuerpo se marchita no has cogido consejo de la Experiencia de arriba lo puedes pasar mal, el consejo se retira y ya vives el desprecio y la experiencia se retira.

Desperté, oí:

Nadie como la experiencia vivida en la línea de Dios te puede dar la respuesta para el Camino de Dios.

La vida siempre es la misma y la experiencia habla al que experiencia admite.

Que la experiencia es vivir lo que te venga en la vida. Y que te sirva de bien y, para otros, de guía.

Que no sea tu pasar en penas o alegrías, sin experiencia dejar.

Nunca desprecies consejo de la experiencia que da el que siempre amó a este Cielo.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 11 de mayo de 2015

Si tengo el peso de ayer y hoy ya no pesa tanto

En Sueño Profético decían:

Sin Amor a Dios la carga de la vida material te pesará tanto que más sentirás el peso cuando te lo quieras quitar, cuando quieras quedar libre de lo que el peso te da y, aunque quieras olvidarlo, más el peso pesará.

Dijo uno:

En cambio, amando a Dios a nada le verás peso porque siempre Él te dará la balanza para mantener el peso. Que cuando tú ya te crees que no puedes con el peso de la carga de esa vida te notas más ligero y te entra valentía, y ya pueden echar peso. Por eso el que desconoce este Amor pasa esa vida en rabieta y apartándose del Cielo sin pensar que ahí, en la Tierra, nada puede ser Eterno y que todo es estación del año en la que pensamos en disgustarnos por verano o invierno, por primavera u otoño.

Pues esto es vida de materia y, a veces, piensas: “Si tengo el peso de ayer y hoy ya no pesa tanto”. Pues ahí está actuando el Amor de Dios, porque tú lo habrás llamado.

Desperté, oí:

Cierto que si amas a Dios todo será diferente.

Si siendo del mismo tamaño el sufrir y uno no ama a Dios y otro Lo ama y Lo llama, el sufrir no tiene comparación.

No tiene comparación ni para ti ni para el que te vea.

Que estos son los pesos grandes que en menos de un gramo quedan, al que dice “no puedo”, si Dios le mantiene la fuerza.

Ama a Dios antes que a todo y si te ven avaricia irás enseñando al hombre que lo de ahí acaba deprisa.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VII

domingo, 10 de mayo de 2015

El hombre reza sin quitarse del pecado

En Sueño Profético decían:

La mayoría de los hombres pecan hasta rezando. ¿Cuántos rezan el Credo creyendo en Dios Padre? ¿Cuántos creen en que mandó al Hijo? ¿Cuántos creen que será Él el que juzgue a vivos y muertos? Pues al no creer esto, ya estás pecando.

Dijo uno:

¡Es pena que recen la oración de Dios Hijo, pecando!

¡Es pena que pronuncien el Padre Nuestro en voz alta, como un cántico que sirve para función adornarla!

¡Es pena pedir Perdón estando aún pecando, con una mano cogiendo y con otra machacando, con los ojos maldiciendo y espíritu endemoniado!

¡Es pena que el hombre rece sin quitarse del pecado!

Pero es mucho más pena, querer a Dios engañarlo, con el Amor que Dios busca al que a Él quiere buscarlo, con el Amor que perdona al que deja los pecados.

Si este Dios no fuera Dios, dejaría el rezo callado cuando el rezo fuera rezo y Él sabiendo que era pecado.

Por eso, el que reza a Dios pensando en hombres Santos, siente Paz en el espíritu y visibles ve milagros. Éstos son hombres de Dios, que a veces lloran rezando, lloran por querer quitar de su mente los pecados; que pecaron sin pensar: “yo quiero estar pecando”.

Desperté, oí:

Si este Dictado de Dios
lo leyeran todos los hombres,
¡cuántos rezos ya se harían
pensando: “Dios nos conoce”!

¡Es pena que el Padre Nuestro
no lo rezaran los hombres
pensando en este Cielo!

¡Es pena que Dios los oiga
rezando y no creyendo!

¡O creyendo sin amarlo!

Hasta que el rezo no llegue
con Amor hasta la boca,
no es rezo que llegue a Dios.

El rezo lo da el espíritu,
cuando espíritu es de Dios.

Cuando es rezo de boca,
ofendes, y rezo no.

¡Es pena que el Padre Nuestro
sirva “pa” ofender a Dios!


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C7

sábado, 9 de mayo de 2015

Cárcel de Dios es campo sin puertas

En Sueño Profético hablaban del espíritu cuando tiene alegría de Dios.

Dijo uno:

El espíritu con alegría, él solo se encarcela, él solo busca vivir apartado de todo lo que a Dios no Le agrada. Y ya vive Libertad, pero sigue estando preso en el camino de pecar, que él mismo se hace guardia, y prisión queda “guardá”.

Dijo el mismo que se vuelve a oír hablar:

Esto de preso el espíritu, era Teresa la que lo explicaba, y sentía la Libertad estando presa. Te explicaba cómo ella fue queriendo Cárcel, cómo ella vivía con Libertad estando presa.

Una tarde, contaba a mi familia esto que quiero que sepan, que bien dicho, es Dios el que me da el Mando para que ahí lo diga:

Decía Teresa, que la Cárcel de Dios era campo sin puertas, y estando con tanta Libertad, pensar en Dios la hacía presa. Yo, a todos les digo que prueben a cerrar la puerta de la Libertad que Dios a todos les tiene abierta, pero antes de cerrarla, tienes tú que hacerte presa para encerrar el pecado, y tú en Libertad te quedas. Es fácil esto entender, y difícil, voluntariamente, hacerte tú prisionero, hacerte muralla y cárcel, y vivir la Libertad que tu Amor convierte en cárcel.

Yo voy a seguir dictando lo que Teresa dijo aquella tarde…

Desperté, oí:

Yo quisiera antes de irme,
que todos quedarais presos
de este Amor que yo pregono.

A veces te sientes cárcel.
A veces te sientes preso.
A veces te falta habla
y ves protestar tu cuello.

Y suspiro se te escapa.
Te pones enrojecido.
Te da temblor en tu habla.

Todo es Amor a Dios.
Todo es Cárcel callada.
Todo es querer decir:
sin mi Dios no quiero nada.

Quiero vivir en prisión,
de noche, día y mañana.

El que viva Libertad
sin a Dios seguirlo ni amarlo,
éste ya tiene condena,
éste ya es puerta en el campo
“rodeao” de centinelas.

Yo no podría vivir
si no me sintiera presa
de mi Dios y mi sufrir.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C7

viernes, 8 de mayo de 2015

Divina Academia

En Sueño Profético hablaban del Poder de Dios y del poder del hombre; de la Sabiduría Divina y de la sabiduría que el hombre usa ahí, en la Tierra.

Decían que la Sabiduría del Cielo no tenía estudios y nadie podía aprenderla. Si pones Amor, puedes comprenderla. Pero el saberla tiene que ser Dios el que ahí te la deja. Y ya perteneces a esta “Divina Academia”.

Que sin cuaderno ni pluma, en el arrobo se lleva Enseñanza para esta Vida, que debería ser la primera que el hombre enseñara. Luego, el practicarla, cada uno, ya, que consultara con su conciencia.

Dijo uno:

El hombre quiso frenar esta Comunicación como frena la materia. Y no quiere saber que las cosas del espíritu no tienen rey ni fronteras.

Dios deja la Libertad para que al hombre conozcan. Y una vez que es conocido, ya coge Dios los caminos a los que el hombre no puede llegar.

Las cosas de Dios tienen Altura y Fuerza. Como el Sol, que cuando sale, calienta y sale hierba. Esto en algunos sitios. En otros seca la hierba.

Esto mismo ha de pasar cuando muchos hombres vean que estos Mensajes no se callaron y que llegaron a Roma.

Desperté, oí:

Tienen que mirar al suelo
en vez de mirar al Cielo,
los que vivían contentos
por creer Esto en silencio,
cuando sus cuerpos se arruguen
por los años que vivieron
negando esta Existencia
y haciendo sufrir al Instrumento.

Sabiéndolo tantos años,
si piensan una disculpa,
empeoran lo mal hecho.

En cambio, disfrutarán,
mandando alabanzas al  Cielo,
los que hoy esta noticia tendrán.

Éstos serán elegidos
en la Gloria Celestial.

Y se cumplen las Palabras
dichas por Dios Hombre en la Tierra:

Los últimos serán los primeros”.

¡Qué lástima que los hombres
sigan lo mal hecho repitiendo!


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C4

jueves, 7 de mayo de 2015

El seguro del espíritu

En Sueño Profético decían:

Si el hombre tuviera seguridad de que hay otra vida diferente a la que está viviendo, no cabe duda de que lo mismo que se hace un seguro de vida para la carne, se lo haría mucho antes para el espíritu, una vez que el seguro del espíritu, sí lo disfrutaría él. El de la carne, raras veces lo disfruta el que lo paga, y si lo disfruta, es cerilla que antes de que la enciendas se apaga.

Dijo uno:

El seguro del espíritu
tiene Aquí un valor grande,
y ahí no cuesta nada.

Tú solo te haces tu ficha,
con tus obras buenas o malas,
con tu forma de vivir,
buscando al que Dios manda,
y queriendo más cundir,
para que más seguros se hagan.

Esto se irá cundiendo,
y sería vergonzoso
abandonar el espíritu
y hacerle seguro al cuerpo.

Esto es vivir inseguro
de que espera otra vida sin remedio,
y que por grande que hagas el seguro,
Aquí no entra tu cuerpo.

Ahora piensa,
¿de qué te sirve el seguro
que tienes en tanto aprecio?

Si creyeras en Dios Vivo
y creyeras en los muertos
–que muertos no están Aquí–,
seguro que buscarías
al que te pudiera hacer
seguro de Eterna Vida.

Este seguro no cuesta dinero,
y te da la garantía
de que nunca te verás muerto,
aunque ahí, muerto te digan.

Desperté, oí:


Tienen que callar los hombres,
cuando lean estas frases.

Si el hombre tuviera seguridad
de que hay otra Vida
después de la de materia,
aseguraría el espíritu,
aunque dinero pidieran.

Si el hombre pensara en Dios,
en su Poder y en su Fuerza,
¿para qué querría seguros
de los que al Cielo no entran?          

Después de que tuviera hecho éste,
que se hiciera el de la Tierra,
como título que tienes
sin ejercer la carrera.

¡Otro juego más de niños
que el hombre da preferencia!

Todo el que viva esa vida
sin hacer nada por Ésta,
no puede ser gran amigo
del que practique la Eterna.

Una es vida de pluma
que el aire la bambolea.

La otra es torre de piedra,
segura, sin que la muevan
ni la lluvia ni los aires.

Hazte el seguro de espíritu,
que te vengas a esta Gloria
con Dios Padre, con Dios Hijo,
con sus santos y sus ángeles.

Si te sientes pecador
sin hacer grandes pecados
hazte un seguro de espíritu
y olvídate del pasado.

¡Qué lástima que los hombres
no prefieran lo de Dios
y admitan el pecado!


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C6

miércoles, 6 de mayo de 2015

Vive más para Dios, y olvida un poco la Tierra

En Sueño Profético decían:

Si Dios castigara al hombre
mientras vive ahí en la Tierra,
¡qué pocos se quedarían
sin que el castigo les diera!

Si Dios, cuando el hombre Lo ofende,
de Aquí mandara respuesta,
viviría asustado el hombre,
los pocos que no ofendieran.

Hay muchos hombres buenos,
pero es para la Tierra,
que ahí practican lo bueno
y lo bueno Aquí no llega.

Gran comida que preparas
al niño de cuarentena,
que ni sirve para el cuerpo,
ni puedes sentar a la mesa.

Eso es lo bueno del hombre,
si es bueno sólo de Tierra.

Dijo uno:

El hombre lía lo de Dios, haciendo comparaciones cada uno a su manera. Y lo de Dios es: amar al Prójimo y no aceptar nada que no haya salido de Dios; cumplir sus Palabras sin intentar reformarlas; alimentar al espíritu con tu actuación de Paz, y hacer que esta Enseñanza llegue lejos y al mundo le dé la vuelta; y ya sean los hombres los que al niño le presenten que lo bueno del espíritu es lo que a la Gloria llega. Y ya te haces hombre rico en Amor a Dios, en paciencia y en hacerle los servicios que no son para la Tierra.

Desperté, oí:

Hazte rico en el espíritu,
aunque de pobre te vean.

Que las cosas de la Tierra,
cuando te veas más rico,
ahí las dejas por fuerza.

Cuando tú te crees dueño,
por la ley que el hombre ha puesto,
antes que te vean muerto,
ya le pones otro nombre.

Y ya oyes: “otro dueño”.

Va grande la diferencia,
de ser rico de espíritu,
a ser rico de materia.

El rico de espíritu,
a todos quisiera enseñar
a que ricos fueran,
y nunca se cansa
de dar lo que pueda.

Y quisiera ver
a ninguno en la pobreza,
para que no perdiera
esta Vida Eterna.

¡Vive más para Dios,
y olvida un poco la Tierra!


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Libro 16 - Dios no Quiere, Permite - Tomo II - C6

martes, 5 de mayo de 2015

Éste es mi Hijo, y mi Hijo soy Yo

En Sueño Profético veía gente con paquetes, cestos y animales al hombro; otros llevaban corderillos, que éstos ya les cubrían los dos hombros y su lana daba calor al cuerpo.

Se quitó esta Visión que en el Sueño Dios hizo, y apareció esta que aquí queda escrita: mucha gente que iba andando se paraba y hacía sus comentarios de Dios Niño, de sus Palabras, de su Sabiduría. Oías a unos, y gozaba tu espíritu; y oías a otros, y no había llanto, porque faltaba materia.

De momento, la Fuerza de Dios llevó allí un monte, y el gentío que había no dejaba ver a Dios Hombre. Volvieron unos cuantos la cara y estas palabras dijeron: “Se ve que es Enviado del Cielo porque sus Palabras entran profundamente en el cuerpo del que Lo ama. Y se pone inquieto y con alboroto de hacer daño, el que no quiere que sea Dios”.

Ya venían unas mujeres, y quedando un poco paradas, dando ellas sus razones y sus respuestas, dijo una: “No pude mirarle la Cara cuando ya Lo había visto sin querer, cuando oí el griterío pidiendo: “¡Crucifícale!”. Lo pedían aquellas bocas que ya estaban muertos para Él.

Se vio un Hombre de espaldas, lejos de donde estaban haciendo la Enseñanza y, sin nadie explicar, se oyó la Voz del Padre: “Éste es mi Hijo. Y mi Hijo soy Yo”. Ya quedó allí un sentir de Gloria, que aquí no podrá escribir porque Espíritu no manda que escriban este sentir, que es vivir Dios en Palabras.

Desperté, oí:

¿Qué debería costar
el sólo oír este Mensaje?

¿Y qué debería pensar
aquel que a este Dios no ame?

Te empieza con su Venida
y el responder del hombre.

El que iba en su busca
y Le llevaba un presente,
era porque fijo estaba
que era Dios entre los hombres.

Éstos gozaron a Dios.
Y las mujeres sufrían
cada vez que referían
la Cara que ellas vieron
que el hombre a Dios Le tenía.

Su Muerte aquí no se nombra,
en este arrobo que es Vida.

Esto es para Enseñanza,
que sirva para el que olvida.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C3

lunes, 4 de mayo de 2015

Al que ama el Amor le da respeto

En Sueño Profético decían:

Siempre desmiente más lo de Dios aquél que menos ama. Al que ama el Amor le da respeto y en el respeto la Verdad siempre le habla. Le hace pensar en lo cerca, le hace pensar en lo lejos. Le hace pensar en lo que ve, que siempre es hacer algo para el Cielo. Le hace pensar cómo puede saber eso de lo Eterno, que no está escrito en Libros también dictados del Cielo, que tienen otros Escritos y que su nombre es Sagrado. Pues a nada dirás “lo ha sacado de estos Libros”. Todo esto piensa el que ama.

Dijo uno:

El pensar del que no ama lo vamos a dejar hoy en silencio para que cuando él lea los Libros conteste su pensamiento al pensar que antes tuvo. Que conteste y quiera buscar algo que de él quede sin haberse ensuciado del cieno de Luzbel. Que todos los pensamientos aquí, en estos Escritos, tienen la matrícula de fracaso.

Desperté, oí:

Aquí quiso hacer el hombre su juicio en contra de Dios como siempre ahí lo hizo.

Y la maldad les tapó los sentidos para que no vieran bien claro hasta que no vieran los Libros.

Hasta que los altos y bajos supieran su contenido.

Hasta que mandos civiles firmaran su contenido, dando paso a sus Palabras con agasajo a lo escrito.

Llevando el premio por ellos cómo presentan los Libros.

¿Qué dirán cuando los lean y los vean reconocidos por hombres también de estudios?

Que Esto es para los hombres, que de Dios sale la Sabiduría y el estudio.

Un estudio que no acaba hasta que se acabe el Mundo.

Luego la Sabiduría siempre queda Aquí, en espíritu.

Que es la que hoy dictamos para que lleven los Libros.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

domingo, 3 de mayo de 2015

La verdad va creciendo

En Sueño Profético decían:

¡Si Esto no fuera verdad no habría tanto sufrimiento!

¡Si Esto no fuera verdad no habría Dictado diario!

¡Si Esto no fuera verdad el caminar sería cansado!

¡Si Esto no fuera verdad algo hubieran buscado para desmentirlo los amigos de Satanás!

¡Si Esto no fuera verdad hubieran salido otros con copias queriéndole superar!

Los que no quieren Esto saben que no pueden superarlo y tienen momentos de miedo al ver el seguir de Dios. Éstos cuando creen que Dios está en silencio es cuando respiran mejor. Pues que respiren deprisa los que presentan su no, porque esta Verdad tuvo su empiezo dando su comprobación sin diferencia de clases ni de sexo. Fue entregada sin cobrarla y sin poner tiempo, recogiéndola con susto por temor de ofender a Dios, que es el Dueño. Cuando el que no quiere ofende es cuando el Instrumento usa palabras duras, diciendo:

     - Los Demonios te acompañan. Yo no puedo darte el perdón si Dios la Orden no me manda.

Todo este sufrir si no es verdad no se pasa y la obra se derrumba. Y esto queda en nada.

Desperté, oí:

Salió la Verdad del Cielo, con letras de poderío, dejando serios a los hombres.

Siguió dictando sentencias y ya todas se han cumplido por parte del Instrumento.

Queda la parte de Dios que es la que el hombre está viendo.

Que es un Poder arrollador que deja al hombre en silencio.

Un Poder al que no llega el hombre con todos sus grandes inventos.

El diluvio sería sequía si intentara hacerle a Dios algún daño.

Cuando Dios habla al Mundo el hombre intenta Callarlo.

La verdad va creciendo y la mentira achicando.

Que cojan Esto de estudio y que entierren su fracaso.

Que Esto quedará en la Historia nombrándolos “Libros Sagrados” por ser dichos Aquí, en la Gloria, y no ser por el hombre inventados.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

viernes, 1 de mayo de 2015

Dios sabe todo de sobra

En Sueño Profético decían:

Si amas a Dios, no olvides este Cielo. Si amas a Dios, Dios será lo primero. Si Amor va delante, seguro que irás haciendo lo que a Dios Le agrade.

Dijo uno:

Si amas a Dios sin fecha para retirarte, queriendo que tu Amor dure, puedes tener por seguro que Dios nunca ha de dejarte.

Este Amor de Dios al hombre, siempre, siempre está buscando al que a este Dios no conoce; siempre, siempre está mandando Enseñanza ahí, a la Tierra, para el que quiera saber cómo es el vivir sin materia, para el que quiera aprender el ir levantando pies de la atracción de la Tierra.

Es, a veces, el pensar en Dios, y este pensar amándolo, un pensar que no comprendes: ¿por qué Dios ha de sufrir por querer dar el bien al hombre?, ¿por qué Dios no da respuesta a las ofensas que oye? Este pensar viene de Tierra: ¿cómo Dios no da castigo para enseñar a los hombres, a los hombres que persiguen lo que lleva a la Gloria, lo que quita del pecado, a vivir misericordia, a que tengan caridad, a que muera la soberbia, a que levante del suelo al que cayó por miseria?

Todo esto y más pensar, te viene a tu memoria, pero piensas de momento: “Dios sabe todo de sobra. Perdóname, ¿quién soy yo dando consejos a Gloria?”.

Desperté, oí:

Es lo mismo decir “Gloria”,
que decir “El Dios del Cielo”.

Cierto que el hombre que ama,
a Dios Le manda consejo.

Pero lo mismo Le manda,
que Perdón Le está pidiendo.

Es el Amor el que a veces
se olvida en este “queriendo”,
que Dios juzgará en su Gloria
al que no quiso quererlo.

El hombre que ama a Dios,
sin poner fecha ni tiempo,
le viene pensar de pena,
de saber que Dios te da
y tú le mandas desprecio.

Por eso, el gran Amor,
si a Dios Le manda consejo,
Dios lo toma por Amor.

No es decir arrepentimiento,
cuando diga este Perdón:

“Perdóname Dios del Cielo,
que lo que quiero es que nadie
Te trate con un desprecio
y tu Amor silencio guarde”.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C7