sábado, 29 de noviembre de 2014

Sufrir para quitar de que sufran

En Sueño Profético decían:

No hay sufrimiento más grande, que sufrir para quitar de que sufran, que éste fue el sufrimiento de Dios Hombre.

¡Sufrir todo lo que Le hacía el hombre, y seguir para salvarlo!

¡Seguir para que Lo conocieran, y sufrir hasta crucificarlo!

Dijo uno:

¿Qué pudo hacer Dios Hombre con todo el que Le dio maltrato? Primero prohibir su nacimiento. Y después de que los dejó nacer, al que intentara engañarlo, que le saliera una señal en la cara o en las manos, para que se conociera el que de Él estaba alejado. Dios los deja, y está una vida sufriendo para quitar al hombre de un sufrir eterno, para que pueda salvarse por lo que Él está sufriendo.

Este sufrimiento es el mayor sufrir para quitar sufrimiento, para que sirva el sufrir de grande arrepentimiento, y a Él tenga que acudir llorando, pero contento. Como también acudían los endemoniados, que el demonio los endemoniaba con los que tenía para que a Dios persiguieran, derrotaran, y con palabras de desafío Lo ofendieran; como tantas ofensas oyó cuando vivió con Materia –Cuerpo de Carne–, y hoy las sigue oyendo porque vive en Cielo y Tierra. Pues todo este sufrir los sufre para que el hombre se salve, para que el hombre Lo busque diciéndole: “perdóname Dios Hijo, perdóname Dios Padre”.

Desperté, oí:

Dios sufre
para que el hombre se salve.

Si el hombre ahí acabara,
donde él ve que acaba el cuerpo,
Dios no sufriría.

Pero deja su sufrir,
con voz de arrepentimiento.

Esta Enseñanza es de Dios:

Quitar de pecar, perdonar,
y mirar al Cielo.

Y el que le sirve a Lucifer
y a Dios está persiguiendo,
maldecidlo sin temor,
y también mirad al Cielo.

Éstos no tendrán Perdón,
porque sirven al Infierno.

No es igual hacer servicio,
que servirle de instrumento.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C2

viernes, 28 de noviembre de 2014

Esto no es tesoro escondido

En Sueño Profético hablaban de Dios y de los Elegidos. Decían:

No debería extrañar
el que alguien dijera:
“Yo veo a Dios
en Imagen y en Palabras”,
cuando el que lo esté diciendo,
siempre vivió sus Palabras
y notaba su Presencia
cuando más sufrir llegaba.
Porque con la Presencia de Dios
tienes sufrir, pero en calma.

Que esto no es tesoro escondido,
es repique que oyen todos,
y ven que a Dios llevas de compaña.

Dios te permite el sufrir.
Y otras veces no permite, te lo manda,
que es la muerte de la carne.

Pero igual que hace esto,
también la Luz te la manda,
y te dice los caminos
para achicar el sufrir.

Y ya la Paz notará
el que te cuente el sufrir
y se lleve tu Enseñanza.

Dijo uno:

A la alegría y al sufrimiento le hacen falta Enseñanza de Dios.

La alegría, muchas veces, te lleva al olvido de cumplir los Mandamientos de Dios.

Y en el sufrimiento con Enseñanza puedes ser mañana Elegido de Dios.

El Elegido con Enseñanza tuvo antes que haber pasado pruebas Divinas sin él saberlo. Esto es estar quemándote y querer el fuego, porque el quemarte le puede al fuego.

Desperté, oí:

No hace falta estudio,
y da miedo el estudiarlo,
cuando ves la acción del Elegido,
que siempre es Línea de Dios.

Utiliza Libertad
para acercar a Dios.

Y niega acción en Libertad
para no ofender a Dios.

Es pino
que copa llega a este Cielo
y nunca lo verás mustio.

Es vasallo
que vigila a su Rey
y perdón pide en espera
de que un mando le dé mayor.

Para que el mundo Lo adore
después de su Resurrección.

Si no hubiera Elegidos,
nadie hablaría de Dios
ni Lo tendrían por Vivo.

Aunque al hombre le moleste,
Dios siempre tendrá Elegidos.

Porque son los que recuerdan
que Dios no es muerto,
que es Vivo.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - C5

jueves, 27 de noviembre de 2014

No hacen falta las palabras cuando se cree en Dios y se ama

En Sueño Profético decían:

Cuando se cree en Dios y se ama no hacen falta las palabras, porque tu acción va dando lo que siente tu espíritu y vas pensando en la Gloria para cuando te llame Dios. Porque la llamada es muerte de cuerpo y Vida Eterna de espíritu, como éstos a los que, en la Gloria, Dios les da el Mando.

Sigue el espíritu de la Gloria:

Mandan que aclare las palabras que han dicho, que son éstas: “No hacen falta las palabras cuando se cree en Dios y se ama”. Las palabras no hacen falta para decir que Lo amas porque tu vida se ve que de la Tierra no es por la entrega que tienes al Prójimo, pero para enseñar de la Vida Eterna sí hacen falta. Y si tu vida va dando ejemplo ya no hace falta decir “yo hago esto porque a Dios amo”.

Estas palabras “Amor a Dios” son el mayor alimento para el espíritu y para el cuerpo. Porque en el pensar que te llegue de sufrir, el Amor de Dios se pone delante y ya este sentir de alegría no puede ocultarse, porque es alegría que no la siente el que a Dios no ame.

Decían que el que esté al lado de este Elegido no puede ocultar el cambio que su vida ha dado. Que al que lo conocía antes de estar aquí le hace pensar caminos falsos.

Desperté, oí:

Tan pronto como estén los prólogos de los Obispos que salgan otros cuatro nuevos Libros.

Dicen en la Gloria que esto va a hacer que pidan perdón para que sean perdonados los que tenían Esto olvidado.

Que éstos no pueden decir que un caso como éste hoy lo hay.

Tan sólo pensando estas palabras deberían buscar donde Dios está hablando para que el Mundo enterrara el pecado, que el adelanto lo ha puesto como grande asignatura, diciendo: “Los tiempos han cambiado”.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

miércoles, 26 de noviembre de 2014

El hombre interpreta la sencillez como rebajar la cultura

En Sueño Profético decían:

Las cosas que son de Dios tienen gran diferencia con las que son del hombre. Las cosas de Dios son sencillas, tan sencillas que al hombre le extraña que Dios se quede fuera, dándole Dios preferencia al hombre, que esta preferencia es la Libertad que Dios le deja. El hombre que tiene mando, no deja que el que no lo tiene, a él le mande. El hombre interpreta la sencillez como rebajar la cultura.

Dijo uno:

Dios bajó a la Tierra para enseñar a que el hombre viera a Dios entre el hombre, a que Lo conociera más por Amor, Amor que Él repartía al que su Amor quería, que este Amor se da en la Sencillez. Ya, en esta Sencillez, daba y recibía. Recibía al afligido y daba al que luego decía que no era Dios, al que más tarde iría a Pilatos a convencerlo de que había que Matarlo. Aquí fue cuando ya Lo trataron de vanidoso; aquí no entendían su Sencillez cuando decía: “Yo soy Dios Hijo. Yo vengo a juzgar a Vivos y muertos”; aquí fue donde quisieron ver el Dios y Dios no quiso. Todos pidieron milagros y Dios contestó con la Humildad y la Sencillez que Dios Padre mandaba: “El que Me pide Amor, en el Amor que mi Padre da en Mí, ya lleva al milagro”.

Dios se veía su Sencillez en sus Palabras y su trato.

Desperté, oí:

El hombre que a Dios no amó,
decía que Lo Mataron
repitiendo: “Yo soy Dios”.
Y Lo ponen en la Cruz,
como ponen al ladrón.

Vino repartiendo Paz,
vino repartiendo Amor,
y para el que fue en su busca,
le repartía el Perdón.

Si Grande fue la Enseñanza
que nos dio de Sencillez,
era más grande el Perdón
de aquel que buscaba a Él.

Que antes Lo había ofendido,
y Dios lo dejó ofender.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - C2

martes, 25 de noviembre de 2014

Hablar de Aquí con Amor

En Sueño Profético decían:

Al hablar de este Mundo sin materia puedes hacer daño, y pudieras tú perder la Gloria.

Dios deja Libertad, pero tú tienes siempre que hablar de Aquí con Amor, si de Dios eres; y si no eres de Dios, tienes que hablar con respeto y con miedo. Para hablar de los espíritus con seguridad, tiene que ser por persona enseñada en esta Gloria, que ya Dios le da inteligencia para tratar con toda clase de espíritus, sabiendo dónde tiene que llevar Amor de Dios, o dónde tiene que retirar contacto. Estos Lugares que Dios siempre tiene a su servicio, el hombre más los desecha que los busca. Pero como la Enseñanza es para siglos, uniéndose a otros Escritos que Dios mandó escribir, el hombre tiene que leerlos, viendo que es la misma Palabra: Evangelio que Dios dijo. Ahora Aquí comunica y mañana sigue esta misma Palabra Evangélica.

Dijo uno:

Es falta de tener conocimientos de este Dios, el no saber lo que es Palabra directa de Dios, o Palabra dicha por Dios y leída por el hombre. Este desconocimiento no es por Dios, es por el hombre. Dios siempre tendrá el Agua Divina de este Manantial, directa para el hombre que beberla quiera.

Desperté, oí:

Deja a los espíritus con Dios, que Dios, como Dueño, los mandará al que Amor al Cielo tenga.

Coge Enseñanza de aquel que al Prójimo vaya y venga.

No renueves lo de Dios, que ya en contra te pones.

Lee sólo el Evangelio, y busca al que Aquí viene.

Que no viene porque viene, que adoró y Dios ya lo coge.

La investigación del hombre, más veces a Dios ofende.

Ofende porque se olvida de la Fe, que sin Fe, Dios no te quiere.

Vive como Dios manda, y luego habla de su Gloria.

Que la Enseñanza de Dios es Prójimo el primer nombre, y ya, al segundo, llámale Misericordia.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C2

lunes, 24 de noviembre de 2014

Jerarquías y subordinados

En Sueño Profético hablaba Catalina de Siena y Domingo.

Decía Catalina:

Ella debe escribir a las jerarquías, normal. Estas jerarquías son para el hombre, para Dios no. Y como lo suyo no es del hombre, que es Dios el que lo dicta, ella mande su Dictado normal, y ya que ellos procedan. La jerarquía es la primera que debe saber cuándo Dios se comunica a un espíritu. Pues mayoría de veces no se habla con el dueño de la casa porque te lo prohíbe el que está en la puerta, prohibiendo éste sin que sepa el dueño, que ha prohibido. Ella que comunique normal a jerarquías y subordinados, y si el que puede decir “sí”, le da el “sí”, obedece a este Mando dicho hace quince años: “Que me ves, dilo, publícalo”. Y si te dicen “no”, no calles a este “no”, que este “no”, no te lo dice a ti.

Desperté, oí:

Dios no se inclina, con preferencia para que hablen de Él, por ninguno.

Todo el que ama, oye y no calla.

Pero para la divulgación del Mensaje, sí se inclina por los que tienen más posibilidades.

Dios no amenaza, porque entonces no sería Dios.

Dios es Amor, Perdón y Libertad.

Pero si este Dios no apartara, no sería Dios.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C3

domingo, 23 de noviembre de 2014

Frases de Aquí, no de la Tierra

En Sueño Profético hablaban de estas Enseñanzas dichas en la Gloria y dictadas en la misma Gloria.

Al leerlas, ves que son del Cielo para la Tierra; no hechas por el hombre para el Cielo. Que esto es grande diferencia.

Ya se han dictado estas Frases que hoy otra vez se nombran:

“El Credo está bien hecho, pero le supera el Te quiero”.

“Es mas alabanza decir en la Gloria: “Señor, Te quiero”, que decir: “Señor, yo creo en Ti”. Si estás en su Presencia es amarlo, no, creer”.

Tan sólo con estudiar estas Frases, ves que son dichas Aquí, no, hechas en la Tierra.

“Primer Sagrario de Dios”, tampoco es dicho del hombre. Es Madre, pero más Sagrario que Madre. “Sagrario” fue pensado por Dios Padre antes de que su Poder engendrara al mismo Dios hecho Hombre.

Tenía que haber un Sitio Sagrado donde la Palabra se hiciera Hombre. Éste fue el primer Sagrario de Dios.

Desperté, oí:

El Teólogo que quiera, ve pronto que son Frases de Aquí, no de la Tierra.

“Reina de todas las Madres”, en el Amor y en el sufrir, estas Frases te presentan:

El “Ruega por los pecadores” se sale del que lo dice.

Y a la Virgen Madre y Reina, por sus hermanos le pide.

“A ti Primer Sagrario de Dios y Reina de todas las Madres ruega por los pecadores”.

Al decirla, ya estás viendo que no es hecha por los hombres.


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 Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C2

viernes, 21 de noviembre de 2014

Espiga que el granero guarda

En Sueño Profético halaban de cosas distintas unas de otras, pero al final eran las mismas:

Amar a Dios, y sufrir y amarlo más, iban por caminos distintos, y al final decían igual.

Comparaban al sembrador con la espiga de trigo, para coger cosecha material o de espíritu.

Decían:

¿Habrá pasado el sembrador sufrimientos y trabajos! Antes de sembrar, cavando la tierra. Luego, después de que siembra, pensando en el tallo hasta que lo vea. Luego, deja el tallo, y ya pide agua, con una medida que vaya al sembrado. ¡Ya llegó la espiga!, que te paga todo el sufrir que has puesto. Pero ahora queda el sufrir mayor. Y miras al Cielo, y sin tú querer y más veces queriendo, dices estas frases: “Señor, que no llueva hasta que la espiga esté en el granero”. Que de este sufrimiento, ahora empieza el pago.

Si el hombre pensara, con el sufrimiento que a él le llegara, como el sembrador, cogería ganancia. Pero éste sufre, y si a Dios Lo llama, pocas veces es mandando alabanzas.

Desperté, oí:

Si el sufrimiento
el hombre lo llevara
sin ira, sin odio
y a Dios no culpara,
el final sería
de este sufrimiento
como espiga
que el granero guarda.
Que si dio sufrir,
Dios le dio ganancias.

Todo el sufrimiento,
si se aprovechara,
todo el sufrimiento
te daría ganancias.

Si el grano que siembras
te paga en espigas
y en costal de harina,
¿cómo pagará Dios
al que en el sufrir diga:
“Señor, que nunca me vaya
de tu compañía.
Quiero estar contigo
aquí en esta vida.
Si en ésta lo estoy,
ya estoy en la Otra
con los que quisieron,
estando aquí, Ésa”?

Este Dios te paga,
y ya el sufrimiento
lo achicas o lo apartas.

Hazte sembrador
en el sufrimiento
y ten tu mirada
siempre en este Cielo.


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Libro 19 - Dios Manda en su Gloria, que Enseñen - Tomo III - C4

jueves, 20 de noviembre de 2014

El que no cree, no ve

En Sueño Profético decían:

No podrá comprender el sufrimiento del Elegido, aquel que no crea que es Elegido por Dios.

El creer te hace ver las cosas de otra manera. Pues el que no cree, no ve.

El que creyó que Dios bajaría a la Tierra, no vio camino largo para ir a conocer a aquel Niño que anunciaron los Profetas.

El que no creyó, no se acercó a conocerlo cuando por su puerta pasó José y María.

Los que en la Tierra los vieron como padres de aquel Niño, que ya era el Único Dios, el que no creía, ¿cómo comprender dónde nació?; y luego, ¡la muerte que el hombre Le dio!

Para comprender esto, ¡tienes que creer en Dios!

Desperté, oí:

Sigue el camino de Dios,
y di amen a sus Palabras.

Que si ves lo que Él sufrió,
ya a nada le verás importancia.

El Elegido,
el sufrir siempre lo tuvo,
¡y lo lleva a grandes cargas!

Unas cosas se sabrán,
otras, ¡la Gloria las tapa!

Que se sufrieron ahí,
y Aquí mandó Dios ganancia.

Que luego es el repartir,
que reparte el que Dios manda
con las Palabras de Aquí,
que sirven para Enseñanza.

Si no crees, no comprendes
el grande sufrir que sufre
aquel que Dios manda
y Dios le habla.

Pero nunca le oirás:
“Señor, ¿por qué a mí me pasa?”.

Siempre ve el sufrir chico,
comparado con las ganancias.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C1

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Pocos cogieron la cruz

En Sueño Profético decían:

Dejó Libertad hasta para el que Lo quería, cuando dijo:

“El que quiera, coja la cruz y me siga”.

Aquí entraron todos los hombres que pisaban la Tierra. Él llevaba la Cruz. Pero al que Lo quería, a él le llegaba el peso y el sufrir que Él llevaba, por los martirios que el que no quería que fuera Dios mandaba que Le dieran.

Él ofrecía su Reino, a ningún cambio, tan sólo para que Lo amaran, porque sin amarlo, no podía dar la Gloria.

Él repetía mucho:

“Seguidme por donde Yo vaya pisando, que este camino es corto. Pedid a mi Padre que la duda de que no soy Dios nunca os llegue. Seguidme, que ya se acaba mi tiempo, y todos verán que soy Dios del Cielo, enviado del Padre para que quede testimonio en la Tierra de mi Existencia en mi Reino, para que veáis que resucitaré de entre los muertos. Publicad mi Doctrina para que todo hombre sepa, por siglos sin fin, que yo bajé del Cielo a vivir entre justos y pecadores. Que lo mismo al justo que al pecador, le ofrezco mi Reino. Pero tienen que seguirme a Mí, o seguir mis Palabras cuando no Me tengan a Mí con Cuerpo”.

Desperté, oí:

Pocos cogieron la cruz,
porque el sufrir tiene gran peso.

Pero si el Amor es grande,
sigues sus Pasos contento.

No hay satisfacción mayor,
que ayudar al sufrimiento.

Como los hombres aquellos
que ayudaron al Maestro.

Unos le quitaron piedras,
agachándose en el suelo.

Otros quisieron ayudarle,
levantándole el Madero.

Y otros pedían al Padre
que cortara el sufrimiento,
que los dejara sin vida,
a los que los clavos pusieron.

Era Pasión y Calvario,
hasta llegar a su Reino.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C1

martes, 18 de noviembre de 2014

Cristiano negando, va dando muy mal ejemplo

En Sueño Profético decían:

¿Qué quisiera ver el hombre para decir que Esto está dicho en la Gloria? ¿No será que está pidiendo que Dios al hombre responda?

Esto es querer que Dios quite la Misericordia que Dios le tiene puesta al hombre.

¡No están viendo en el Lugar, que en cada actuación que tiene se ve que va este Mandar?

Dijo uno:

Lo mismo “el cerca” que “el lejos”
pueden hacer comprobación,
una vez que Esto sepa,
que Aquí está hablando Dios.

“El cerca”, por su vivir;
y “el lejos”, por los Escritos.

Que “el lejos” también sabe su vivir,
como “el cerca” tiene Escritos.

Que Dios les mandó a los hombres
que tenían que cundir
conocerla por sus frutos.

Pues ya llegó este cundir
donde ha costado gran trabajo
por poner impedimentos
hombres que el Amor de Dios
lo hicieron como teatro:
que se acaba la función
y ya no se preocuparon.

Esta pregunta que en Gloria
le hacen a los cristianos,
es para que algo piensen
y se sientan fracasados.

¿Quién después de leer un Libro,
no ve que es Dios el que lo ha dictado
después de decirlo al espíritu?

¡Pues más de 30 años lleva dicho,
y se puede presentar
como Evangelio hoy dicho!

Desperté, oí:

Se ha nombrado a los cristianos
por venir muchos pasajes
de la Vida de Dios Hombre.

Que nació conociéndolo
por Jesús el Salvador.

Y murió dándole el hombre
muerte de Cruz,
y dejó el nombre
de Cristo Crucificado.

Por eso nombran en Gloria cristianos,
porque vivió con el hombre.
Aquí no cabe el engaño.

Los cristianos son los primeros
que deberían enterar,
al mundo, de este Evangelio.

Porque cristiano negando,
va dando muy mal ejemplo.

La Cabeza de la Iglesia
debe tener presente esto.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - C6

lunes, 17 de noviembre de 2014

Luego respetarán a lo que hoy dan desprecio

En Sueño Profético decían:

¡Luego respetarán a lo que hoy dan desprecio!

¡Luego querrán coger los puestos de los primeros!

¡Luego buscarán caminos que no quisieron cogerlos!

¡Luego se verán impotentes al hablar algo mal dicho en contra de la Grandeza que creerán!

¡Luego se echarán las culpas sabiendo que no se acepta disculpa!

Dijo uno:

Tiene que quitarle el sueño a tantos estas cargas de razones que Dios les dio al hombre en su tiempo. Tienen que cogerle pánico cuando se vean enfermos, el pago tan mal que dieron al que les fue suplicando: “Dios me habla en el Cielo y me manda que lo escriba y publique este Evangelio”. Todo aquel que Esto apartó, pisándolo en el pensamiento, cargas tiene que tener de negro remordimiento.

Hombres necios de la Tierra que sólo tienen cabeza para colocar sombrero. ¿De qué les sirve el estudio si lo de Dios no aprendieron? ¿Cómo dicen “soy Teólogo” sin saber Palabras que Dios dijo en el Antiguo y Nuevo Testamento?.

Desperté, oí:

Cierto que ya llega tarde el que quiera que ella dé explicación para salvarse.

No es ella, esto ya es Mando de Dios.

Ella obedece el sentir que Dios hace que a ella llegue para no escuchar ni oír.

La disculpa sea al Cielo, de donde sale este Mando que tú estas desmintiendo.

Grandes hombres de las ciencias y qué chicos Aquí se han quedado.

Qué dirán cuando Dios diga:

     - ¿Por qué habéis despreciado esta gran Literatura? No era ignorancia, era poner el no al sí que Yo aquí mandaba.

Cuando Dios mande del Cielo, la Tierra el Mando no hará.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

domingo, 16 de noviembre de 2014

Hace más el interés que el deber

En Sueño Profético hablaban del interés que en ti despierta aquello en lo que tú interés pones.

El interés lo manda el Amor o la conveniencia. En lo de Dios es el Amor, que no te cuesta trabajo hacer lo que tu interés te presenta. El interés se ve sin que des respuesta, tan sólo se ve con aceptar y caminar por la vereda a la que otros desprecio dan.

Dijo uno:

Hace más el interés que el deber. El deber tiene su raya, el interés no tiene límite. El interés puedes trabajarlo sentado, sin trabajarlo, tan sólo con que lo mandes cuando ya mandes el mando. Hay quien no usa el interés y si dijera a usarlo cuánto serviría de bien este interés ya mandado.

A los Elegidos siempre les falta que sean escuchados por personas a las que Dios les deja que gobierne con grandes cargos. Si éstos pusieran interés ¡qué servicio más completo tendrían puesto en la cuenta de la Libreta del Cielo! Pero aquí la mayoría encierran el interés, como en aquellos tiempos en los que a Jesús vieron nacer. Lo guardarán con los miles a los que Dios palabras les dé. Luego, quedará resonancia con los Libros que ellos hacen, pero mucho después de que falte la materia. Entonces se vuelve a saber. Como le pasó a Agustín, a Domingo, a Catalina de Siena. Pero esto no pasará aquí, en esta época, porque a este Elegido Dios le manda el escribir.

Desperté, oí:

Este Elegido ya deja lo que otros hombres tal vez claro no pusieran.

Es más vida coger la fruta cuando el árbol está con vida.

Si quitas peras del árbol cuando esté sin cortar puedes esperar otro año porque más peras echará.

Pero si no quieres peras porque el árbol vivo está y esperas que el árbol muera, poco interés tendrás.

Dios manda con grande fuerza y tiene que publicar, aunque el interés se duerma.

Pero sería mejor aceptar con reverencia.

Repasa bien tu libreta y verás la hoja en blanco porque el interés no se encuentra.

Si utilizas el interés en oír hablar de la Gloria no temas nunca en morir, porque vivo sigues en la Gloria.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo VII

sábado, 15 de noviembre de 2014

Vendaval y arboleda

En Sueño Profético decían:

“Dios manda sin Palabras, manda con Mando, que el que Lo ama entiende su Mando”. 

Apareció un vendaval con ruido y doblándose la arboleda, amparándose árbol con árbol.

Dijo uno:

“Dios va a dar Orden sin Palabras, para que pare el vendaval y aparezca la calma”.

Quedó la arboleda derecha y algunos árboles con sus defectos de torcedura quitados. Y dijo el mismo que Dios lo mandó explicar:

“Ni el vendaval ni la arboleda tienen oídos ni lengua para contestar lo que oídos oyeron, pero tienen la Obediencia del Mando de este Dios, Mando que tan sólo lo ve el que obedece ya amando. Dios visita la arboleda con su Presencia de Mando. Cualquiera puede pensar: “¿también puede amar el árbol?”. Árbol es naturaleza, que sólo Dios lo ha creado, lo creó, y ya después es sembrar y el crecimiento su Mando; ya se sale de la tierra para arriba, buscando a Dios con ansias de ser más alto. El árbol grande, derecho, sabe que Dios es su Amo, por eso cuando zumba el aire, se mueve con sus ramajes. Pero si el Mando de Dios hace su Presencia al árbol, quieto y firme quedará, sabia y ramaje esperando”.

Desperté, oí:

Hoy ha servido arboleda
para comparar el Mando
sin Palabras de esta Gloria.

Si el hombre amara a Dios
como la arboleda al Cielo,
antes de hacer los pecados
cogería camino derecho.

Es el Amor el que oye,
oír lo que está diciendo.

Es el Amor el que habla
en tus mismos pensamientos.

Para obedecer a Dios,
tienes primero que amar,
después irás ya creciendo
como la raíz del árbol
que su copa llega al Cielo.

Y obedece al vendaval,
quedando árbol derecho.

Presencia y Mando de Dios
los tiene todo el que quiera
vivir contacto de Dios.

La Tierra tiene contacto
porque tiene que esperar
que Dios le mande su Mando.

Que lo manda sin Palabras,
y tú no lo sabes cuando.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C3

viernes, 14 de noviembre de 2014

El sufrir y la pena son hermanos

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila. Contaba sufrimientos y alegrías, penas y contentos, verdades e hipocresías.

Dijo Teresa:

Aunque el sufrir y la pena son hermanos, es peor la pena que el sufrir. Y la alegría y el contento, muchas veces discutí por preferir alegría, porque la gran alegría te lleva como pluma en el aire. Y el sufrir, cuando es de Dios, es sufrir que no ve nadie, por darte Dios el sufrir y tú ser pluma en el aire. Yo veía a mis compañeras, a veces, con tanta pena, que mi sufrir se veía repique de castañuelas. Mi sufrir era de ver lo poco que a Dios amaban los que querían decir: “Teresa, debes guardar silencio. Teresa, ya se hablan hasta ofensas de ti. El convento pierde su recato cuando novicias te ven actuar. Hay grandes caballeros que te siguen por tu forma de vivir. Ama a Dios, pero piensa en el convento, en el sufrir que das a Dios”.

Desperté, oí:

¡Qué consejos más ruines
da el que a Dios no siente!

¡Qué pena yo les veía
cuando se ponían enfrente
de mi sufrir tan sufrir,
que sufrir daba a la gente!

Pero yo, ya con mi Dios,
me veía transparente,
y yo me dejaba ver
para que viera la gente
que sufrir estando Dios,
es el sufrir “pa” la gente.

“Pa” la gente que no ama,
que no entienden cuando ven
a Dios “reflejao” en tu cara.

Yo quiero grande sufrir,
del sufrir que Dios me manda.

Él me dice: “Ve, Teresa”.
Y el hombre: “Teresa, calla”.

Él me consuela con el Gozo
que a su Madre consolaba.

El hombre habla de mí,
y Dios del hombre se aparta.

A veces pido Perdón
porque no les tengo lástima.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

jueves, 13 de noviembre de 2014

El comportamiento del hombre con Dios

En Sueño Profético hablaban del comportamiento del hombre con Dios, sabiendo que Dios es Único y Poderoso.

Nombraban a hombres de la Tierra con cargo y mando, y a su mando se cuadraban y daban reverencia.

También nombraban a aquél que facilitó algo que tú no tenías y lo tenías en tu memoria puesto en primera fila.

Era querer y cumplir, dándole grande importancia a las cosas materiales, sin reconocer que lo de Dios debe ser lo primero, y hacer este pensar:

“¿Quién deja mi respirar para que viva mi cuerpo? ¿Quién me puede dar las fuerzas cuando llega el sufrimiento? ¿Quién pudo tenerme lástima cuando hice lo mal hecho y mis rodillas las doble pidiendo Perdón al Cielo?”.

Si esto pensara el hombre, pondría a Dios primero. Luego, que piense en la muerte de su cuerpo: ya no puede darle nada para su espíritu, para entrarlo en el Cielo.

Pues a pesar de todo esto, el hombre sigue valorando la Tierra y despreciando el Cielo.

Desperté, oí:

El hombre se pone enfermo,
enfermedad de cuidado,
y cuando ya lo ven bueno,
oye las palabras:
medicamento o cirujano.

Al hombre le extraña
que Dios su petición no conceda.

Y no le extraña
que el hombre a Dios no quiera.

El hombre, mayoría de veces,
hace con agrado la reverencia en la Tierra.

Y al que le da todo,
no mira ni reverencia.

El Nombre de Dios lo oyes,
casi siempre, pidiendo cuentas.

Si Dios no fuera Dios,
nada más que Poderoso,
el hombre Lo buscaría.

Dios es Amor, Caridad
y refugio de tu espíritu
para una Eternidad.

Si Dios se apartara el Dios
y su Poder a la Tierra mandara,
un segundo sería mucho
para que el mundo acabara.

Piensa si es creer en Dios
no obedecer sus Palabras.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C6

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El peso de la carga

En Sueño Profético decían:

La carga no pesa por el volumen que veas, y sí por peso que pese la carga.

Apareció un carro cargado de olivo y las ramas arrastraban. Apareció otro carro con cajas hasta el borde del carro, pero tenías que pararte y mirar para ver la carga. No salía nada del carro, y paso aprisa llevaba, porque el carrero trote al mulo le daba. No se ocupaba del peso, porque sabía que tiraba sin trabajo y sin esfuerzo. Pero no tiraba sólo el mulo, que le empujaba el carrero con sus ansias de llegar al sitio, dejar la carga, cobrar el dinero y dar al día el máximo esfuerzo para llevar a su casa lo que necesitaban dos hijos que tenía enfermos sin esperanza de que sanaran –por lo que decían los médicos–. Pero él cargaba el carro y trote al mulo le daba, y si el mulo renqueaba, decía mirando al Cielo: “¡Arre mulo!, que mi carga es más pesada aunque arriba voy subido, pero Dios va en mi compaña. Y ya, ¿quién dice que yo llevo más grande que tú mi carga?”.

Desperté, oí:

No se veía la carga,
ni en el carro ni al carrero.

Era Dios que no dejaba
sufrir solo al carrero.

Este hombre tenía Amor,
y Fe tenía en letreros.

Aquél que lo conocía,
siempre decía al verlo:

¡Cómo da tanto viajes,
aprisa y tan contento?

Él vivía en la confianza
de que Dios los pondría buenos.

Y con su Amor y su Fe
les llevaba el alimento.

La curación Dios la haría
porque Él tenía el remedio.

El carrero que llevaba
el carro de olivo lleno,
iba paso a paso el mulo,
y él vacío por dentro.

Le faltaba el confiar
en quien le quitara el peso.


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Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C6

martes, 11 de noviembre de 2014

El Mando que Dios manda es premio

En Sueño Profético decían:

Tú coge la decisión de Dios y deja el consejo del hombre. Que no pare este Mandar, pues caminando se llega donde hay que llegar, aunque cueste gran trabajo.

Dijo uno:

El mando que tú mandas y que no puedes hacer, es el mando que más trabajo y sufrir te cuesta, y pocos comprenderán que el mandar tú no quisieras.

Hay veces que uno siente la ansiedad de no mandar con miedo, y mandar con la autoridad que es agrado para el Cielo. Pero te entra el temor, por no poder comprenderlo el que el mando recibió. Por eso habrá opiniones más en contra que a favor, sin saber el sufrimiento que este mando te costó.

El que tiene buenos pies, si el mando no se lo hacen, se lo puede hacer él. Pero el que está paralítico tiene que esperar que le hagan el mando, que él no quisiera mandarlo, porque pasa más trabajo que el que le hace el trabajo.

Igual le pasa al Elegido: lo que es de su mando y no puede hacer él el trabajo, ya lo cansa más que si lo hace él. Pero tiene que cundir el Mensaje que Dios dé, y su Mando es de Fuerza.

¿Qué duda puede tener, pensar que más trabajo te cuesta el mandar lo que tú hacer no puedas?

Desperté, oí:

Es un sufrimiento más,
tener que mandar
lo que tú no puedes hacer.

Pero en las cosas de Dios,
tienes que quitar el freno,
sin pensar el que dirá
el que el mando te está oyendo.

Tienes que poner pensar:
“Cuando Dios bajó del Cielo,
¿cómo era su mandar?”.

Unos Le pedían Mando,
y era vida para ellos.

Otros, cuando les mandaba,
era disgusto por dentro.

Él no dejó de mandar
al que su Mando pedía,
o al que no le caía mal.

Pues el Mando que Dios manda
es premio, y no, mandar.  


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C2

lunes, 10 de noviembre de 2014

Amén delante

En Sueño Profético decían:

Si aquí no manda Dios, el hombre que ven como bueno, intenta decir que esto es mentira.

Si aquí no manda Dios, esta obra de Caridad no hay quien la siga.

Si aquí no manda Dios, al Instrumento lo asustan, pero dan con la muralla de este Mando, y el Instrumento jamás deja su línea.

Él obedece y manda con seguridad y firmeza, y si el Amor a Dios no te rebosa, no le das bien la respuesta.

Dijo uno:

El que quiere servir a Dios, ve que el Mando no es de ella. Ella lleva la medida con la que antes han medido a ella, con la grande diferencia de que ella lleva medida y sufrir porque no llegan a comprender el Mando que dan Aquí. El Mando tiene que ser recibido con Amén, como todo lo que no ha nacido y no ha crecido, o no se ve. Pero nombrando su nombre, tienes que decir Amén.

Esta frase es la más corta, y nunca te vas de Él: “Amén dijo la Virgen y Amén dijeron los pastores de Belén, Amén dijeron los Discípulos y Amén dice el que quiere seguir a Él”.

Desperté, oí:

¡Qué cierto que Amén delante
te acerca a Dios,
y te quita de que pienses
que siempre sea lo peor!

De que dudes los Evangelios,
que en ellos se ve a Dios.

El Amén es tan preciso
cuando te hablen de Dios,
como la vida a lo vivo
hasta que muerte llegó.

Si el Amén no está por dentro,
deja el camino de Dios.

Porque alabanzas conviertes
en dar sufrimiento a Dios.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C6

domingo, 9 de noviembre de 2014

Hombre listo temporal o espíritu con Sabiduría Eterna

En Sueño Profético decían:

El hombre quiere hacer con el Elegido que Dios enseña y manda, lo que él no hace con otro hombre que sus estudios o conocimientos de trabajo le hayan dado un cargo respetable.

Al decirle: “haz esto así, o mejor es que pongas este ejemplo”, ya estás desvalorizando. Que puedes llevar razón, porque el cargo elevado otro antes lo ocupó. Y si era algún trabajo que tus manos lo hicieran, piensa cuántos hubieron antes, y muchos más que hay en espera.

Pues a pesar de saber esto, no se ha oído que un practicante le quite el bisturí al médico y le diga: “¡ves, así se hace!”.

Has pensado hombre listo –que tú mismo te estás engañando–, la entrada de un director en una empresa pequeña o grande, y un empleado le dijera: “Hoy, lo que se va a hacer, lo vas a hacer con mi mando. Si tú eres director, yo soy portero y te mando”. Piensa con justicia: si este caso lo hicieran, ¿cómo serían los resultados?

Pues, ¿cómo se atreve el hombre a darle consejo a uno que Dios le entregue el Mando? Si al llegar el Elegido, una vez confirmado, la primera figura de la nación que sea, tiene que oír y él estar callado. Porque lo que el Elegido habla, es Dios el que al espíritu está enseñando.

Este Saber tiene que ser aprovechado; y donde esté el Elegido, todos sentirse párvulos. El que así no se sienta, que se dé por fracasado.

Desperté, oí:

Todo lo que sabe un hombre,
hay muchos que mejor saben.

Lo que sabe el Elegido,
es de Dios Único,
para enseñar y mandarle.

El que cree y ama a Dios,
no puede rectificarle.

Y en los momentos
que al Elegido tenga delante,
corto se le hará el tiempo
para saber y preguntarle.

Comparaban en la Gloria:
hombre listo temporal,
o espíritu con Sabiduría Eterna.

Este espíritu no puede callar
el Mando que de Aquí lleva.
Y su misión es enseñar.

Enseñar y propagar
lo que en el arrobo
Dios le ha hecho ver, sentir.

Y darle Fuerza para derrotar
a los espíritus satánicos
que apartan de este “Enseñar”.

¿Qué reacción tendría
un dueño con una tienda
y vendedores pagados,
si se llenara la tienda,
hablando de todo,
sin nombrar los artículos?

¿Cómo comprarlos si de ello
no se habla diciendo:
“Esto es lo mejor,
el artículo lo está diciendo”?

Se han puesto comparaciones
sencillas de comprender,
para que no haya disculpa
para el que no quiera entender.

El que más hable de Dios,
más Lo tiene que querer.

Porque el Amor ya te empuja
a preguntar y saber.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - C7

sábado, 8 de noviembre de 2014

Romper lo unido

En Sueño Profético decían:

Querer lo que Dios no te ha dado ya es vivir otras leyes que no son de Dios.

Querer matar al hijo, por no estar sano, es vivir otras leyes que no son de Dios.

Querer hacer el mal al que mal te hizo ya es vivir otras leyes que no son de Dios.

Querer no saber del Prójimo ya es vivir otras leyes que no son de Dios.

Dijo uno:

Querer romper lo que Dios une, cuando tú voluntariamente lo pediste, si lo rompes estás en contra de Dios. Sólo Dios puede hacer esta rotura Eterna y ya quedas para otra unión, sin irte de las Leyes de Dios.

El hombre al querer reformar las Leyes del Cielo, que es donde habita Dios en Espíritu y Cuerpo, ya Dios les veda el sentir de Gloria, ya quedan en oscuridad. Dios permite y no prohibe pero, lo mismo que permite y no prohibe, no reformó sus Mandamientos. Dios no puede oír al hombre cuando quiere que Dios diga sí al pecado. Unir lo que no es tuyo es pecado y separar lo que es tuyo es doble pecado, separar y unir, ya que unes sin Dios, porque Dios une y ya es un mismo cuerpo, aunque el hombre vea a dos andando. ¿Cómo va Dios a permitir que el hombre aquí quite su Mando? Esto es aún peor que, al nacer, cortar los brazos aunque ya viviera el hombre como animal arrastrado.

Desperté, oí:

Que el hombre reforme en la Tierra lo que al Cielo no llega.

Que reforme el edificio o cómo labrar la tierra.

Que se reforme la lengua, para dar facilidad, para que el hombre se entienda.

Que haga los barcos grandes y que se acaben las guerras.

Que críe moho la ira y así palabras no suenan.

Que reformen en Amor al que Libertad les deja pudiéndosela quitar.

Pero el romper lo unido que Dios mandó que se uniera, esto que quedara ahí unido mientras los dos pisen la Tierra.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V - C1

viernes, 7 de noviembre de 2014

Esta Gloria se gana sin sacrificios cuando se ama a Dios

En Sueño Profético me explicaban del espíritu y de la materia. Me decían, que esto, como no fuera vivido Aquí y explicado, no se podía enseñar. Si esto lo dejan para cuando suelten la materia, sigue ciega esta Enseñanza.

Cuando desperté, oí:

Ya es tiempo de que el hombre supiera de Aquí, como nosotros sabemos de ahí.

Dios continuamente está en el hombre.

El Profeta no falta para la enseñanza de la Inmensa Gloria de Dios.

Esta Gloria se gana sin sacrificios cuando se ama a Dios.

Esta Enseñanza, antes de enseñarla, tiene que haberla practicado el profesor, pero sin haber sabido que Dios lo moldeaba.

Cuando Dios se comunica en Sueños, es cuando al que se comunica tiene Enseñanza. Esto es que la materia se suelta, y el espíritu entonces es cuando vive en una normalidad con Dios.

Esto es espíritu arrobado con una fuerza inmensa para volver a la materia.

Esto en el hombre es conocido como la muerte, palabra no aceptada Aquí.

Esto no puede ocurrir nada más que en el arrobo.

Sencillo es de comprender, si piensas que se trata de Dios.

La ropa es el traje de la carne. Y la carne es el traje del espíritu.

Si cuelgas la ropa, anda la carne –pues ésta no necesita el traje–. Pero si sueltas la carne –que es el traje del espíritu–, el espíritu es rápido, veloz y sin deseos de volver jamás a la carne.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - C2

jueves, 6 de noviembre de 2014

El que no respete al Profeta, que no espere la unión con Dios

En Sueño Profético decían:

Hay quien busca a Dios por Amor, y hay quien Lo busca desafiándolo.

Si Dios no fuera Dios, se buscaría su Mensaje.

El que no respete al Profeta, que no espere la unión con Dios.

No se puede querer a Dios despreciando a sus Santos.

Hay quien quiere a Dios como decoración.

Dios es amigo del que pecó, no del que está pecando.

El Profeta comunica, enseña, apacienta; sus Palabras dejan imagen.

Dios elige para que su Palabra tenga continuación.

Oyendo al Elegido y abrazando el Mensaje, quedas libre de la condenación.

La Comunicación de Dios no es para la carne, es para el espíritu.

La persona que hace uso de la delicadeza, alaba a Dios.

La delicadeza no es para la carne, sino para el espíritu. Ésta, pocos saben emplearla en su momento.

Desperté, oí:

El que cree en el Profeta, cree en Dios.

El que en Dios sí y en el Profeta no, no cree en ninguno.

La Comunicación de Dios no puede faltarle al hombre.

Dios tiene que vivir entre el hombre.

Si así no fuera, no habría más de una docena de acuerdo.

El hombre nace y el hombre se deshace.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C4

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Para no pecar, tienes que amar

En este Sueño Profético hablaban del pecado. Decía uno:

Para no pecar, tienes que amar. Hay quien cree que ama, y peca. Y hay quien no está contento porque cree que no ama lo suficiente a Dios. Éste hace todo cuanto a Dios agrada, y su Amor y adoración a Dios le hacen querer amar más. El que cree que ama, sabe que no hace lo que Dios quiere que haga, pero él intenta engañar a Dios.

Dijo Teresa:

Cuando sientes el Amor de Dios, ya, aunque intentaran llevarte a pecar, pecar tú no podrías. Cuando amas, te ofreces a Dios, sólo a su Voluntad, Voluntad que tú ves siempre bien por ser Voluntad de Dios. Yo quise ser para mí sola, y en el claustro me encerré, y con mis oraciones y rezos, me comunicaba con Él. Pero Él, el Dios de todos, para mí sola no podía ser, quería que fuera diciendo todo lo que me hablaba Él, para que otros amaran, y Él hablarles también.

Desperté, oí:

Yo recibí con Amor
todo lo que venía de Dios.

No sólo lo que venía,
y también lo que permitía.

El trato que a mí me dieron,
Dios se lo permitió a ellos.

Se lo permitió materialmente,
y los juzgo espiritualmente.

Yo no hubiera sentido mis ofensas
si a Dios no hubieran llegado,
y al patíbulo me entrego,
y clavos y martillo pongo en las manos
de aquel que clavar quisiera
mis pies y mis propias manos,
si con esto,
el sufrimiento de mi Dios
hubiera quitado.

Si la Voluntad de Dios
es que yo Lo ame tanto,
¿por qué no lo voy a aceptar,
tanto en risa como en llanto?

Si dices que amas mucho,
no digas que más que yo,
porque Teresa de Ávila
vive y muere por Dios.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

martes, 4 de noviembre de 2014

El sufrir del Instrumento

En Sueño Profético decían:

Sufre tanto el que recibe el Mensaje, porque el que tenía que oírlo no lo oye, y el que lo oye, no llega a creerlo como es.

Si la moneda la ves y no la coges, es porque crees que es falsa.

¿Quién puede creer en Dios, y que digan “allí habla”, y continúe andando sin palabras y dando la espalda? Si creyendo, es la muerte la que ya te va diciendo: “tienes que estar preparado para el día que el Creador me dé el Mando de que dejes tu materia”.

Esto sería creer sólo. Ya, si hay Amor, latigazos que te dieran, los superaría el Amor, por tener estos Escritos que están dictados sin voz, de horas antes, que Dios en su Gloria los habló. Unas veces oyes decir: “Yo bajé a la Tierra y mi Padre dijo en Mí”. Y otras veces habla su Mando en espíritus de su Gloria.

Si quieres comprender, pronto ves que Esto no es de ahí, de la Tierra. Pues si no es de la Tierra, es de Aquí, del Cielo.

Ahora piensa en el sufrir que tendrá el Instrumento cuando vea esta Grandeza y el hombre dando desprecio.

Desperté, oí:

Te hace pensar el empiezo del Mensaje, que Aquí lo repiten a la materia:

“Sufre tanto el que recibe el Mensaje, porque el que tenía que oírlo no lo oye”, y el que lo oye no llega a creerlo como es”.

Esto pone silencio, y te llega el pensar:

“El día que llegue la muerte, qué disculpa voy a dar”.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C2

lunes, 3 de noviembre de 2014

El hombre conserva el cuerpo y deja enfermar el espíritu

En Sueño Profético decían:

Igual que el hombre manda, cuando ve la carne enferma, que busquen al médico, ¿por qué no manda que busquen a Dios y vivan sus Palabras los que vea que no las practican?

¿Por qué el hombre sigue siendo tan amigo del que tiene el espíritu enfermo, y esto demostrando que lo quiere? La respuesta es bien clara: ¡porque no cree!

¿Quién creería en la medicina y no llamaría al médico para cortar una hemoptisis? Todos los llamarían, porque todos los hombres creen que la carne enferma la cura el médico.

Dijo uno:

Si la misma creencia tuviera en Dios, ¿cómo podría estar en intimidad con el amigo o familiar, sin obligarle a curar su espíritu?

Si creyera en Dios como cree en la botica, no podría dormir ni comer, y ya no sería vida.

Si era menor de edad, de la mano lo cogería y a Dios iría a buscar, y le quitaría caprichos que el niño cree necesarios. Si esto no lo hace el hombre, la respuesta dan en Gloria: ¡porque el mayor no cree!

¡Qué sufrimiento sería ver que el niño muere por falta de querer medicinas, y el mayor siga abrazándolo hasta darle sepultura!

No sería sufrimiento si tú en nada creías y el cariño era poco.

Si tienes preocupación cuando veas fiebre, sufre mucho más cuando a Dios no nombren.

Desperté, oí:

Pídele a Dios que te dé
palabras y fuerzas
para curar el espíritu,
antes de aconsejar
que se cure la materia.

¡Qué cierto que el hombre
siempre está pendiente
del familiar o el amigo,
diciéndole estas palabras!:

“Debes ir al médico
antes de que llegue algo malo”.

¡De cumplir los Mandamientos
ni se preocupa siquiera!

Que debería no vivir
hasta ver que quisiera su cuerpo
a Dios recibir.

Y respetar las Palabras
que Aquí dicen
y escritas quedan ahí.

El hombre conserva el cuerpo
y deja enfermar el espíritu,
y ya no vive lo Eterno.

Di siempre: “Ese es mi amigo,
porque piensa como yo pienso:
hablar de Dios y cumplir sus Evangelios”.


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Libro 19 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo III - Preámbulo

domingo, 2 de noviembre de 2014

Las malas tentaciones

En Sueño Profético decían:

El que coja esta Enseñanza y la practique, tendrá sufrimiento cuando enferme el cuerpo, pero al espíritu no le podrá llegar sufrimiento, porque el espíritu está en la línea de Dios. El espíritu sufre cuando no respira sitio de Dios.

Las malas tentaciones vienen cuando el espíritu no está entregado a Dios. Cuando quiere entregarse, también vienen tentaciones para apartarte de Dios. Pero si estás enseñado, despides lamentación haciendo este cambio:

“Vete tentador demonio,
que aquí quedas fracasado.
Me pase lo que me pase,
a Dios Lo busco y Lo llamo.

Si mi fuerza te persigue
y te deja arrinconado,
vete donde te reciban,
si allí ya no haces daño”.

Esto lo puede practicar uno que esté enseñado, sabiendo que existe el mal por espíritus condenados.

Dijo uno:

A estos espíritus los premian los tiempos cambiados. Y enseñan que no hay nada malo, que hembra y varón pueden crecer juntos sin llegar pecado.

Se va a comparar cántaro y fuente, con hembra y varón:

Si pones el cántaro debajo de la fuente, sin dejar de caer agua, y el cántaro no se llena, es que el cántaro está roto, es que el cántaro tiene falta. Lo normal del cántaro es que rebose el agua.

Si tú no quisieras que esto llegara, no pongas el cántaro donde el agua caiga.

Desperté, oí:

Por mucho que grites
al cántaro y a la fuente,
no puedes evitar
que el cántaro se llene.

Ahora piensa:
¿quién tiene la culpa
de que esto llegue?

No la tiene el cántaro,
tampoco la fuente.

La tienen los hombres,
que quieren hacer
lo que no se puede.

Hacer que la vida
de los animales
la vivan los hombres.

Éstos se devoran
y en Tierra se quedan.

El hombre se viene
y deja en la Tierra
su traje de carne.

Aquí, ya el espíritu
presenta las cuentas
de todo lo malo
que hizo en la Tierra.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C4

sábado, 1 de noviembre de 2014

Amor amando

En Sueño Profético hablaban de la Caridad. Decían:

La caridad hecha por el hombre tiene muchas escalas; la que Dios manda, sólo una: querer al Prójimo como a ti mismo.

Dijo uno:

El hombre dice que hace lo que Dios quiere –esto lo dice el que “dice” que ama–. Si el hombre hiciera lo que Dios mandara, no habría Infierno. El hombre coge la Palabra de Dios para la mayoría de los casos que Dios no tiene mandados –que esto lo hace el que no ama– Amar a Dios es cumplir.

Esta pregunta que sale de Gloria es para que la medite el hombre y se haga la pregunta el mismo hombre, cuando haya despedido al día que Dios le dejó ver. Ésta es la pregunta: “Señor, ¿he cumplido tus Palabras?, ¿he practicado tus Mandamientos?”. El que esto diga, que tenga la seguridad de que responderá su conciencia. El que ame, más Amor sentirá. Y el farsante, no podrá hacer esta pregunta cuando esté él solo y su conciencia, porque oirá la Voz de Dios con estas Palabras: “¡Retírate Satanás, víbora sin descanso, que cuando estás sin morder, estás preparando veneno!”. Estas Palabras dichas por Dios a la conciencia del farsante, lo hacen sentirse Judas.

Otro dijo:

El que cree en Dios y Lo ama, no puede hacer nada que a Dios enfade. Esta era la despedida de los Discípulos cuando terminaban la jornada: “Maestro, si algo hemos hecho mal, rectificamos mañana”. Ya el Maestro echaba el Brazo en el hombro del que tuviera más cerca, y los despedía.

Desperté, oí:

¡Qué despedida de Dios, y qué Amor de los Discípulos!

¡Qué claridad y que Enseñanza te da leyendo el Dictado!

¡Cómo te aclara el Amor cuando no es Amor amando!

Y para final del Mensaje, Aquí te recuerdan un rezo:

“Señor, ¿he cumplido tus Palabras?, ¿he practicado tus Mandamientos?”.

Si esto lo dices amando, sientes a este Dios del Cielo.

Si creyeras hacer mal en algo que esté bien hecho, rectifica y sentirás despidiéndote el Maestro.


***

Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Pag. 194-195-196