martes, 30 de abril de 2013

Es la vida trabajosa cuando te apartas de Dios

En Sueño Profético decían:

Es la vida trabajosa cuando te apartas de Dios.

Es la vida trabajosa cuando quieres que la vida conteste a tu petición, cuando crees que la vida es barro que tú moldeas, cuando has pensado en vida y nunca pensaste en muerte; cuando el dolor de la carne, que en otra carne vivía, no fuiste a socorrerle y te pudo hacer pensar: “puede que a mí un día me llegue el dolor de la carne, que en la vida está. Tengo que saber responder a lo que la vida deje.

Dijo uno:

La vida siempre es de paso en el cuerpo de los hombres. Hay que aprender a vivirla a sabiendas de que tienes que vivir lo que la vida te lleve.

Luego, ya se va la vida y queda la otra Vida, que es la que Aquí viene, que la reciben en Gloria o en sitio con otro nombre.

La vida, esa de paso, que tanto valora el hombre, si no es vida para Dios, Aquí le tienen su nombre:

“Vida que ha estado sorda, muda y ciega, viviendo en oscuridad, queriendo engañar a la Eterna”.

Desperté, oí:

Te hacen pensar en Gloria
que pongas la vida en ti
como cosa pasajera.

Primero, que la aprendas
a vivir recordando
cómo otros la vivieron,
en el plan malo, o en el bueno.

El bueno es el de Dios:
hacer siempre contento su Mando.

El sufrir que te llegó,
siempre ir achicándolo,
porque estás en la vida
y vida es siempre calvario.

Si ese calvario lo pasas
pensando: “Él lo pasó primero”,
no envidias al que diga:
“yo calvario no he subido”.

Aprende a vivir la vida
poniendo a Dios primero,
y ya no dices calvario.

Ya dices: “yo voy al Cielo”.

Porque la vida sin Dios
es trabajo sin provecho.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 130-131-132

lunes, 29 de abril de 2013

Todo nace del Amor que a Dios le tengas

En Sueño Profético decían:

Tapa más el Amor a Dios que la ropa. Con Amor a Dios cuidas y arropas, te viene la quietud, te aumenta la paciencia; que todo nace de él, del Amor que a Dios Le tengas.

Dijo uno:

A mí, esto me enseñaron
y siempre tenía en cuenta.

Cuando veía la acción,
ya sabía la cantidad de Amor
que allí hubiera.

Me enseñaron a observar
cuándo alguien daba la limosna
con Amor o con desprecio;
la forma en la que la madre
cuidaba al niño de pecho;
la forma de arreglar algo
que parecía sin remedio.

Pues con el Amor que Aquí llega,
aunque ahí estés viviendo,
ya Dios te manda su ayuda,
y tú crees que solo has hecho.
Pero te viene el pensar:
“gracias a Dios que tuvo arreglo”.
Que el arreglo siempre viene
por tu Amor y corregirte defectos.

El Amor a Dios,
el que lo tenga,
a todo le verá arreglo,
como el pájaro lo ve
cuando tiene el nido lleno
de cabecillas y “pío-pío”,
pidiendo el alimento.

Los padres lanzan el vuelo,
y nunca los verás lejos
del nido, para llevarles
en su pico el alimento.

Ellos se alejan y se alejan,
y Amor luego va con ellos,
y crecen los pajarillos
con Amor que manda el Cielo.

Es Amor el que aquí va
del árbol a los senderos.

Pero también me enseñaron
que lo hacían sin trabajo,
que hasta la loba más fiera,
si la observas en el campo,
entre cerros y maleza,
la verás si está criando,
echada con cinco o seis lobillos,
todos con fuerza tirando,
y ella quedará quieta
porque los está amamantando.

Ésta tiene amor al hijo,
que como animal que es,
nunca podrá descifrarlo.
Pero allí quedará muerta
antes de a ellos dejarlos.

Todo esto, yo era chico,
y mis padres me enseñaron,
que practicara el Amor,
el que Dios tenía mandado.

Desperté, oí:

Es el Amor a Dios
el que te vuelve a pensar:
si hago esto, no amo yo.

¡Cómo en este Mensaje
te recuerdan el Amor:
en el pobre, en el hijo,
y hasta en la fiera del monte,
y en el pájaro yendo al nido!

El Amor a Dios te da paciencia
y nunca llegas a la soberbia.

Te da virtudes y das arreglo
en lo que muchos le dan deshecho.

Con Amor y buen ejemplo
tienes que ir enseñando
lo que Dios manda en el Cielo.

Pero si falta este Amor,
todo lo harás ya mal hecho.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo II - Pág. 183-184

domingo, 28 de abril de 2013

Estaca, rosal y rosa

En Sueño Profético vi un jardín, y unos hombres sembraban estacas de rosales, todas a la misma altura, y su separación medían.

Se quitó aquella estampa que Dios hace para Enseñanza, y apareció el mismo jardín con los rosales ya con las rosas abiertas. Unas no podían abrir más; otras, el capullo sus pétalos sujetaba, como dándole más fuerza a la belleza, para que más días duraran y más disfrutaran de ellas. Tenían la misma altura, aunque el color distinto era.

Llegó un hombre al cuadro de las estacas, y dice con voz de pena:

“Estas estacas, el dueño, si ve que bien no se cuidan, te despide y da las cuentas. Todos los días hace medirlas, y si a una estaca le viera síntomas para secarse, es para él una tragedia”.

Cuando ya están como estos rosales –y otra vez se vieron las rosas–, llegarán manos manchadas cortando con grande fuerza, pisoteando rosales, y riendo de algo que se acordó, refiriendo al compañero que va pisando los pétalos, de los que el aire echó al suelo.

Desperté, oí:

Estaca, rosal y rosa,
es la vida del hombre
que Dios compara en su Gloria.

Estaca es niño que nace,
todos cuidan y dan castigo
a aquel que daño le hace.

Rosal y rosa, ya es hombre.

Que de chico lo cuidaron,
y de hombre lo mataron,
porque a la fuerza lo llevaron
a los campos de batalla.

¡Aquí ya no dicen lástima,
ni se condena al que mata!

Si la estaca del rosal
pudiera hablarles a los hombres,
estas frases les diría:

“¡Deja que me seque ahora,
y no me hagas crecer
para que me haga rosal
y me destroces las rosas!”.

Si esto dice la estaca del rosal,
¿qué diría niño que nace,
si naciera con habla
y pudiera razonar?

¡Hombres del mundo de paso,
que deberían renovar
los armamentos de guerra,
poniendo en su lugar:
“Recordad la Vida Eterna”!

El hombre le enseña al hombre,
que al niño hay que cuidarlo.

Para que no falten hombres
que tengan los 20 años.

¡Para darles el fusil
y maten a sus hermanos!

Si de niños los enseñaran
a llevar a Dios bien dentro,
no cogían el fusil.

Y el que fabrica armamentos,
se dedicaba a enseñar cómo vivir
y no aprender a cogerlos.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 105-106-107

sábado, 27 de abril de 2013

El comprender del que ama

En Sueño Profético hablaban de comprender, de aceptar y de desmentir. Decían:

Comprender está primero, y ya, de este comprender, sale aceptar o desmentir. Este comprender, si crees firmemente en Dios, en su Poder, en su Sabiduría, en su Gloria y en el permitir el Infierno, te dará justo: acepto o desmiento. Este comprender no puede ir en contra del Mando de Dios. Esto, el comprender del que cree en la Existencia de Dios.

Ahora, el comprender del que ama, no espera mucho rato al comprender. Este Amor sale al encuentro y pronto le da el sí. Esto, en lo Divino.

Dijo uno:

El Amor de Dios te empuja a que descubras al mentiroso y que aceptes al que Verdad está diciendo. Este Amor se retira cuando no ve actuaciones de Dios, cuando las palabras no igualan con los hechos, cuando su presencia descompone la Paz, cuando se visten de caridad y dan veneno sus palabras y su presencia alborota.

El que ama a Dios, si le dicen “Dios me lleva a su Gloria”, pronto los guardianes de la Gloria le están diciendo: “mira el fruto y habla del árbol”. Aquí te enseñan cómo aprender para no ser engañado. Pero no puedes aprender este “aprender” si tu espíritu no es con actuación de comprender cuando veas la fruta en el árbol, que esto puso Dios de ejemplo para los sabios más sabios.

Desperté, oí:

¡Qué ejemplo más sencillo,
puesto por el mismo Dios!

¡Qué personajes te busca:
la mentira, la razón
y el desmentir si no amas
lo que Aquí llevan de Dios!

Tuvo Dios que dar razones
con ejemplos comparando.

Todo era bien sencillo,
para chicos, para grandes.

Para hombres que sus vidas
las hacían mirando al río,
y el río los mantenía.

Luego, estos mismos ejemplos,
para los nobles servían.

Para los hombres de estudio,
que para cualquier razón
los veías coger el libro.

Dios, para explicar, decía:
“El que ame, que Me oiga,
porque mi Enseñanza es
a espíritu, no a memoria”.



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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 133-134-135

viernes, 26 de abril de 2013

Nunca podrás comparar el pino con el chaparro

En Sueño Profético decían:

No se puede comparar
el pino con el chaparro.

Querer dar aquí igualdad
nunca sería posible.

Al chaparro taparías,
pero a la altura del pino
no hay manta que lo tapara.

Al contrario,
que si quisieras taparlo,
más se veía era un pino.

Pues igual le pasa
al que representa a Cristo
y sigue por la vereda
que es lo mismo que camino,
si la vereda lo lleva
donde lo lleva el camino.

Que el camino lo vedó
uno que chaparro se hizo.
Y Dios le dio la vereda
y el crecimiento del pino,
con la gran diferencia
que le puso pies al pino
y le dio habla y Poder
y le dijo otro camino.

A Dios Le sirve
el que quiere ir diciendo:
“Dios es Vivo;
Dios quiere que se ame el hombre,
y que se vean en la vereda como hermanos,
y que éste sea el saludo:
“La Paz de Dios
sea contigo, hermano”.

Esto quiere Jesucristo.
Por eso, el que a Dios ama,
Dios ya lo convierte en pino
de altura y Poder en sus palabras,
y va dejando alegría
con el Mandar que Él le manda.

Desperté, oí:

Si todo el que habla de Dios,
la acción, a las palabras siguiera,
qué duda puede haber
que a todos, pinos Dios hiciera.

Y el mundo ya tendría
solamente una vereda
que te llevara al camino
donde Dios al hombre espera.

Todo el que vaya llevando
el Evangelio de Dios,
de palabras y practicando,
no puede decir mejor:
“¡Señor, lo hago porque Te amo!”. 

“Y mándame el mayor castigo
si yo me hiciera chaparro”.

“Quiero ser pino de altura
para ir de Ti hablando”.

Nunca podrás comparar
el pino con el chaparro.

Esto es Mando de Dios
y hombres querer callarlo.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 54-55-56

jueves, 25 de abril de 2013

El cuadrero

En Sueño Profético decían:

“No debes de preguntar lo que sin respuesta, respuesta tú ya estabas viendo”. Estas palabras y otras las oí yo de un cuadrero que estaba en la finca que yo trabajaba. Este hombre, cuando llegaba la aceituna u otra recolección de verano –cuando terminaban su destajo–, hacían corro al lado del cuadrero, que lo mismo echaba mano a encender lumbre, ir por leña, o ayudar a las matanzas, ya que  eran bastantes cochinos los que allí se mataban. Este hombre era de un pensar en Dios tan grande, que siempre estaba comparando lo Divino con la nada. Él decía mucho esta frase: “Nunca preguntes preguntas que respuestas tú ya sabes; y nunca te fíes de aquel que del bueno mal te hable, porque si habla del bueno, ¿de quién esperas que calle?

Yo nunca hice preguntas a nadie. Yo juntaba el decir con el hacer. “Yo creo en Dios”, muchos han dicho esto delante de mí; yo pensaba y observaba: ¿Cumple sus Leyes?, cree. ¿No cumple sus Leyes?, no cree. Y ya, si dice que ama, tiene que hacer oración de la noche a la mañana, visitando el hospital y yendo de cama en cama, diciendo: “Di lo que quieres, que yo pido y Dios me manda”.

¿Qué pregunta cabe aquí?, que la respuesta Dios manda. Hay cosas que se están viendo tan claras, que si hicieras la pregunta, seguro que molestabas. Esto lo piensa un cuadrero, que siempre estuvo en la cuadra, entre caballos y bestias, pero que Dios lo guiaba; sabía quién era el bueno, sin que respuesta escuchara.

Desperté, oí:

Sabía el que creía,
aunque a Dios no Lo amara.

Sabía, porque cumplía,
por temor, estas Palabras:
Los Mandamientos de Dios
cumplía, pero no amaba.     

También sabía sin pregunta
y sin respuesta escuchada,
al que iba al hospital
y la lepra le tocaba,
que amaba tanto a Dios,
que contagio no llegaba.

Este cuadrero decía,
y, bien, no se equivocaba,
que hay cosas tan a la vista,
que se saben sin palabras.

El que conocía al cuadrero,
sabía que a Dios amaba,
porque siempre hacía servicio
al que al cuadrero buscaba.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 238-239-240

miércoles, 24 de abril de 2013

Piensa un día en la muerte

En Sueño Profético decían:

No hay quien piense en la muerte cinco minutos al día y no reforme sus defectos y faltas.

No hay quien piense que la vida no es suya y la vida viva sin pensarla.

No hay quien piense que al llegar Aquí, la influencia le valga.

Aquí tienes que venir,
corregidas ya tus faltas,
que si amaste antes a Dios,
para Dios no fueron faltas.

Amando pudiste hacer algo
que el hombre le pone falta,
pero luego Dios repasa,
enmendándole la plana
al que a Dios puso la falta.

Que podía hacerle Dios
tan sólo una jugada,
y antes de decir el no,
la vida se le acababa.

¿Tampoco ha pensado el hombre
esto, un día a la semana?

Todo depende de pensar
que Dios vive Aquí, en su Casa,
y no te deja de ver
por la noche y la mañana.

Yo creo que el hombre piensa
que esa vida es suya y él la manda,
pero se olvida de Dios,
por falta de la Enseñanza

Hay quien le brota el Amor,
y en el brote va la rama,
y la rama la conoce
el que a Dios antes amaba.

Tiene el hombre que pensar
en que en su vida no manda,
y puede que un día el Dueño
no quiera oír su llamada.

Despierta, oí:

Si sabes que Dios te deja
tu vida en Libertad,
no hagas mal uso de ella,
que la tienes que entregar.

Es verdad, verdad tan grande,
que el que piensa de verdad
en la muerte un sólo día,
menos pecados hará.

Ya los Santos recomiendan
un rato el meditar.

El Místico no hace nada,
si a Dios no va a consultar.

Y el Profeta no hace nada
porque le deja el Lugar
a Dios, que es el que dice
de esta Gloria “pa” enseñar.

Piensa un día en la muerte,
y bien poco pecarás.

Pues Dios quiere que medites,
y en su Gloria vivas ya.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 246-247-248

martes, 23 de abril de 2013

Disculpa

En Sueño Profético decían:

Hay disculpas que afirmas el mal que has hecho queriéndote disculpar. Hay disculpas que son hechos que tú hiciste, que fueron tan repetidos que la disculpa no va.

Dijo uno:

La disculpa es nobleza el darla a tiempo y reconociendo el mal, bien por su poca importancia, bien por el sufrir que arrastró. Esta disculpa es de grandes caballeros y de nobleza interior, es de personas cristianas que practican lo de Dios, es pensar que no te deja hasta exponer la razón. Pero hay tanto mal hecho sin disculpa ni pretexto, que aquí es contestación hacer mal por mal hacerlo, romper cacharro que adorna que su servicio está haciendo, apalear al portero por no poder llegar al dueño, dar puntapiés a pared por corajes llevar dentro, cerrar los ojos y no ver por envidia y por desprecio. Aquí no iguala disculpa de tu mal comportamiento. La disculpa es de cristianos. Y al hacer mal y disculpa, Dios dio nombre: fariseo.

Desperté, oí:

¡Cómo ponen la palabra “disculpa”
en el sitio que Dios manda!

La hipocresía del hombre
pone disculpa en el mal,
que mal hace a sabiendas.

Esta disculpa es para el hombre,
para el hombre de la Tierra.

Para Dios no está el engaño,
por ser todo en Dios, presencia.

Pero hay hombres tan necios,
con su traje de soberbia,
que presentan la disculpa
porque remedio no queda.

Estos hombres son desecho
para Dios en Cielo y Tierra.

Y no merecen Perdón,
por sus cargas de soberbia.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 208-209

lunes, 22 de abril de 2013

No hay quien ame a Dios y no entienda sus Palabras

En Sueño Profético decían:

En amando, ya sabes lo que es de Dios, lo que es del hombre y lo que va en contra de Dios. En amando, el Amor te lleva a donde hay Amor, porque Amor espera.

Dijo Teresa de Ávila:

No hay quien ame a Dios y no entienda sus Palabras. No hay quien viva amando a Dios y no busque dónde Él habla. No hay quien sienta Amor de este Dios y desmienta lo que Él haga. No puede ser entender, y luego, al valorar, no sepas de este entender. Todo lo que bien se aprende, debes de aquello entender. Pero si el Amor te falta, ¿para qué quieres saber?

Yo daba valor al talento que conocía lo de Dios o lo del hombre. ¡Es tan distinto el vivir sin ofender, ni de hechos ni de palabras, a Dios, que todo está viendo! A vivir queriendo a Dios, porque tú lo estás diciendo y haciendo todo a su contra, diciendo lo malo es bueno, pisando al que Aquí trae el Dueño de todos los dueños.

A mí me entendió el que amaba y el que a Dios hacía servicios. A mí me buscó el que sabía que era Dios, porque me veía vivir un contento y un Amor en medio de mi sufrir. Que el contento era de Dios, y también era el sufrir, que yo lo sufría por Él.

Yo aguanté las razones que el hombre quiso poner. Yo aguanté los insultos, que bien dicho era Luzbel.

¡Cuántas veces el Amor en la capilla se hacía palabras! ¡Cuántas veces me sentía como de corcho mi cara, y mi lengua no podía servirme “pa” mis palabras! Mis manos, una con otra, de contento se apretaban, y mis rodillas en suelo como clavos que clavaran, para que no me moviera hasta que Dios lo mandara. Luego me hacía que viera la Gloria en la capilla, sin ver a mis compañeras.

Desperté, oí:

Si hay Amor a la Gloria,
que es sitio que habita Dios,
conoces lo que te digan,
dicho por el mismo Dios.

Si el Amor dices que sientes,
diciéndolo a sabiendas
de que tú engañas,
no conocerás Amor.

No conocerás Amor,
porque el Amor se retira
cumpliendo la Voz de Dios.

¡Ay Amor que das sufrir!
¡Ay Amor que robas sueño!
¡Ay Amor que el que te ama
no le llama sufrimiento!

El que ama, vive siempre
esperando tu llamada,
y buscando cerro arriba,
como el que cerro lo baja.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 171-172

domingo, 21 de abril de 2013

Dos en uno

En Sueño Profético hablaban de la elevación del espíritu, de la pesadez del cuerpo, de lo que quiere el espíritu, de lo que te obliga el cuerpo. Comparaban dos en uno. Decían:

¡Dios Poderoso, que recibes al que Te pida!

¡Dios Poderoso, que desprecian lo que envías! Que era para que lo recibieran –y es poco– de rodillas.

¡Dios Poderoso, que el hombre tu Presencia oculta! Sin pensar que sin tu Presencia, la vida ya no era vida.

¿Qué haría el Sol si Dios quitara la vida y al aire dejara sin movimiento, como al cuerpo cuando entierras en sitio que su nombre es cementerio; y las plantas, la arboleda, los mares quietos, en silencio, porque ya no hubiera vida?

¡Dios Poderoso, que das Vida donde ya no hay cuerpo!

Desperté, oí:

Tienes que amar a Dios
para comprender estas Palabras
que repiten a espíritu y materia.

¡Dios Poderoso,
que das Vida
donde ya no hay cuerpo!

¡Dios, que mandas que suba el agua
y luego la mandas del Cielo!

¡Mares con Vida de Dios,
que luego dan vida a cuerpos!

¡Y las olas se desamarran
y, con fuerza,
quieren acercarse al Cielo!

¡Cielo que cubre la Tierra
de lo malo y de lo bueno!

Lo bueno se trae Aquí.
Lo malo queda en la Tierra
sin poder Aquí subir.

Que no te extrañe el leer
que Dios no entra en su Gloria
a aquél que no quiera a Él.

Igual que da Libertad
para que Le des desprecio,
igual deja Libertad
para el que quiera el Infierno.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 158-159-160

sábado, 20 de abril de 2013

El barquillero de Dios

En Sueño Profético vi a un hombre rodeado de chiquillos. Unos le daban moneda, y otros cogían la mercancía sin dar nada.

Ya dijo uno:

Este barquillero quitó muchos llantos a chiquillos cuando oían al barquillero: “¡Acudid los niños! Al que no tenga dinero le doy los mismos barquillos, porque el que tenga dinero se sacará del bolsillo para pagarme el regalo que yo les hago a los niños. ¡Ya se encargan desde el Cielo de que otros paguen los barquillos!

Este vendedor, hice yo con él grande amistad, porque siempre que yo lo veía le pagaba para que le diera a una docena de niños los barquillos sin dinero. Ya, un día que la curiosidad me empujaba le pregunté que cómo se le ocurrió vender de esa manera. Dejó su barquillera en el suelo, que su correa montaba en el hombro, y antes de contestar sacó un pañuelo de su blusón y secó sus ojos antes de que yo viera lágrimas. Ya dijo: “Estaba deseando de contarle mi vida: me crié sin padres y nunca tuve un capricho propio de niño, que se lo da el que cariño le tiene, aunque dinero no tenga. Siempre oí con los que estaba: “el dinero hay que guardarlo”. Pasaban vendedores, y siempre me quedaba atrás cuando todos los chiquillos chupeteaban su golosina. Ya pasó un día un barquillero y se fijó en mi cara. Me llamó y me dio un buen cucurucho de barquillos y me dijo: “es muy poco valor para que sufra un niño”. Me preguntó con quién vivía, y comprendió que no tenía amor de mayor porque en Dios no creían. Fue retirarse el vendedor y oír estas palabras que sin duda eran del Cielo: “Tú serás vendedor de barquillos, pero mandado del Cielo”. Y mire, vivo tan bien, que no cambiaría de oficio ni de género. ¡Es tan bonito vender sin ajustarse a los precios que gastos puedan tener...! ¡Más me dan de lo que valen! Y luego, yo no los niego, y sin dinero mis barquillos doy de balde. No quiero que nadie llore lo que yo lloré de niño por no tener a mis padres.

Desperté, oí:

“El barquillero de Dios”,
fue dicho que conocieron.

Este cliente pagaba,
cuando veía al vendedor,
con creces la mercancía.

Lo siguió más de una vez,
y el vendedor repartía
los barquillos sin dinero
al que andrajoso veía.

Él se fijaba en sus caras,
y el deseo les leía.

Recordaba su niñez,
y al Cielo, para dar pedía.

Llegó a tener dinero,
cantidad día por día.

Pero jamás se quitó
de vender su mercancía.

La felicidad la daban
las caras que él veía.

Dios mandaba compradores
que pagaban y no cogían,
para que él fuera vendiendo
y regalando mercancía.

Al barquillero de Dios
le daba el que tenía.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria, Que Enseñen - Tomo II - Pág. 169-170-171

viernes, 19 de abril de 2013

A más alegría te manda el Cielo, mas se sublevan los espíritus del Infierno

En Sueño Profético decían:

A más alegría te manda el Cielo, mas se sublevan los espíritus del Infierno.

Es barro querer, con barro, quitar la mancha de donde está limpio y claro.

Lo que sí es sufrimiento es el ir enseñando a que comprendan: “esto es de Dios, y esto es del mismo diablo”. Éste coge palabras y las reviste para engaño, que sin terminar de decirlas, sabe dónde van a quedar, el que está por Dios enseñado y Dios lo manda a enseñar.

¡Es sufrimiento grande conocer y tener, en momentos, que callar!

Dijo uno:

Estos espíritus que están en contra de la Palabra de Dios, los conoce el que más está entregado al servicio de Dios.

Se conocen por el malestar que te dejan, aunque usen hipocresía. Estos hipócritas revolucionan, y el que no está entregado, ya forma la guerra.

Si habla el hipócrita, y el que oye está lleno, hay encuentro de discordia. Y si coge al que está cerca del Instrumento, para herir al Instrumento, más grande será la discordia.

Desperté, oí:

La discordia intenta siempre anclarla
el que no está con el Mando que Dios manda.

Y el que insulta al Profeta,
está insultando a Dios.

Jesús tuvo que decir:
“Vete de aquí Satanás”.

Les llamó manojo de víboras,
hipócritas y sepulcros blanqueados,
lobos con piel de cordero.

Todo esto y mucho más
oyeron de la Boca de Dios Hombre
los que Lo amaban y siguieron.

Los demonios lo oían,
pero guardaban silencio.

Sabían el mal que hacían,
y querían seguir haciéndolo.

Los Discípulos enseñaban
las Palabras del Maestro.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III- Pág. 191-192-193

jueves, 18 de abril de 2013

El “Sí” de Dios

En Sueño Profético decían:

Ni la siembra, ni el agua, ni la siega, llenan el granero, si Dios no manda el “Sí” del Alto Cielo. ¿Cómo pueden comprender este “Diciendo”? Pues que piense el hombre el “Sí” de Dios, el permitir o el no querer. Si te coges a estos “Síes” y a estos “Noes”, verás que el trigo nace por Mando de Dios, no por la siembra ni el agua. Puede haber abundancia de agua, y no ver el tallo. Y puede haber grande cosecha, y brazos enfermos que ven el trigo y allí lo dejan. Y sigue el granero vacío, y el campo con grande cosecha.

No es Dios el que necesita al hombre, es el hombre, que no piensa. Que no piensa, que no pensando en la muerte, eres alfalfa sin siega; que llegará tu momento y el “Sí” de Dios no hará cosecha. Es el “Sí” de Dios el que mantiene la Tierra y el Cielo. Es intocable, porque Allí el “Sí” de Dios abre las puertas. Todo es tan sólo un “Sí” del Cielo a Tierra, para ahí vivir el “Sí”. Y cuando es para Aquí, el “Sí” lo da en la Tierra, porque Dios no falta ahí:

“Donde dos hablen de Mí, Yo no niego mi Presencia”.

Desperté, oí:

Este dicho fue de Dios,
cuando se hace Hombre
y al hombre enseña.

¡Qué Mensaje manda Dios
para que el hombre comprenda
que un “Sí” de Dios
es el que manda cosecha!

¡Es el granero,
la siembra y la cosecha,
la que sin el “Sí” de Dios,
los costales Allí no entran!

¡Qué lástima que este “Sí”
el hombre no lo tuviera,
en imagen, en pensar,
o en sentir con grande fuerza!

Es grande que un “Sí”
te anule todas las letras.

Y ya ves que no eres tú
el que hace la cosecha.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 32-33

miércoles, 17 de abril de 2013

Los espíritus del mal, te retiran de lo bueno y te llevan al fracaso

En Sueño Profético decían:

Este Mensaje enseña, pero tienes que querer ser enseñado. Este Mensaje comprende mejor lo que en Gloria han hablado, el que tiene seguridad de que viven espíritus malos. ¡Que no sólo tienen vida aquellos que murieron santos!

Pues si crees en éstos, tienes que tener cuidado. Porque el poder de ellos hará que diga tu lengua lo que nunca habías pensado, y que tus manos lleguen a meterte encarcelado, y que en una obra de Dios digan ellos: “es del diablo”. Te hacen que tires oro, y plomo cojas a cambio. Te retiran de lo bueno y te llevan al fracaso. Y quieren condenación porque de allí van mandados.

Pues si esto hace el demonio –perseguir y hacer daño de Infierno–, ¿qué intentará hacer con el que Dios trae a su Reino? Cielo que viven los hombres y no necesitan cuerpo. Cielo que ya dice: Dios. Como Infierno: demonio.

Todo el que mire al Cielo y mande glorias, o sea, pidiendo, ya antes le dio su premio y oyó su eco, aunque este eco no había salido aún del cuerpo.

Desperté, oí:

Nadie podrá enseñarte mejor
del bien o del mal,
que el que Dios Aquí Él enseña.

Mirar al Cielo y mandar glorias
es de un bien que tú hiciste
y Dios te premia.

Y si la mirada fue para pedirle,
también te premia,
porque a Él fuiste.

Mira al Cielo,
y que acompañen palabras
que nadie sienta su eco.

Este consejo es de Gloria,
dicho en Arrobo.

Ahora aquí queda puesto:

“Señor, que yo no sea engañado
por espíritus del Infierno”.

“Que mi poder sea mayor
que el engañar que me dieron”.

“Hazme vasallo tuyo
aunque viva el sufrimiento”.

“Porque sólo eres Tú
el que me das el consuelo”.

¡Tienes que amar mucho a Dios
para esto comprenderlo!


***

Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 127-128-129

martes, 16 de abril de 2013

No hay nada más verdad que lo que el hombre llama mentira

En Sueño Profético decían:

No hay nada más verdad
que lo que el hombre llama mentira.

No hay nada más verdad
que la materia muera
y el espíritu Viva.

No hay nada más verdad
que la Enseñanza de Dios,
que lo que aprendes te dura
sin tener reformación.

Si tiene alguna reforma
es puesta por este Dios,
y la reforma que hace
es pedirte más Amor.

Dios no puede reformar,
por ser la Palabra en Dios.

Si Dios hiciera reforma,
el hombre buscaba a Dios,
haría lo que hace el hombre:
esto antes, ahora no;
inventar y destruir;
borrar lo que otro pintó;
valorizar él su invento,
aunque vaya en contra de Dios.

Esto es lo que hace el hombre,
lo contrario que hace Dios.

Dios, Palabra con tres caminos:
Dios, Camino que va a la Gloria.
Dios, quiero pedirte el Perdón.
Dios, cuando levanta su Mano
y deja en separación
a aquél que quiso reforma
viviendo en contra de Dios.

No hay más Verdad que Dios Vive,
y que es Dueño de “to”,
y podría reformar
hasta la Luna y el Sol.

Al Sol, dejarlo sin rayos,
como ascuas que hubo lumbre,
como asta que hubo trapo.

Todo depende de Dios,
y aún sigue sin reformarlo.

Desperté, oí:

Ten por seguro, cristiano,
que a Dios nunca Le verás reforma.

Dios es el mismo Camino
que mandó a escribir en la Historia.

Toda la reforma hecha,
es ampliando el camino del pecado.

Reforma que Dios permite,
hasta que sean juzgados.

Dios mandó ya su Palabra,
antes de bajar del Cielo.

Cuando bajó, siguió hablando
lo que hoy está diciendo.

Porque al tener reforma,
ya no era Dios del Cielo.

Tendría que quitar la Gloria,
o vivir tan sólo Infierno.

El hombre es el que reforma,
por no tener Sitio Eterno.

Dios te reforma el Amor,
cuando tú quieres su Cielo.

La reforma es el Perdón,
“pa” librarte del Infierno.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 234-235-236-237

lunes, 15 de abril de 2013

Los valores del Cielo y los valores de la Tierra

En Sueño Profético hablaban de los valores del Cielo y de los valores de la Tierra, de los dones del espíritu, de la capacidad con la que actúa la materia cuando es guiada por espíritus con contacto de Aquí.

Dijo uno:

La materia actúa como el espíritu le manda. La materia que es mandada por espíritus que no son de Dios, nada hará bien hecho, y lo que presente con aspecto de bueno, Aquí será rechazado, por ser bueno de hipocresía. El bueno de espíritu, con facilidad vive su materia como Dios tiene mandado. Para él sobran los guardias, los jueces y abogados, los cerrojos en las puertas y el vivir en el pecado. Esta materia se nota que a Dios Lo lleva a su lado, porque Dios nunca estará en el sitio del pecado. El crimen, el desnudismo y el Prójimo abandonado, tienen que irse bien lejos, sin decir: “yo a Dios Lo amo”. El que viva estas Palabras, cada vez que nombre a Dios, más grave será el pecado. A Dios tienes que nombrarlo en presencia de alabarlo, con pudor en tus palabras, con presencia de recato, con desvelo al afligido, en el Prójimo entregado. Aquí, si nombras a Dios, Lo sentirás a tu lado, y verás a Dios actuar, y oír: “esto es milagro, estos son dones del Cielo, que el que busca puede hallarlos”.

Desperté, oí:

Nada de estos valores
tiene valor para el hombre.

Y en cambio pone valor
a lo que dice: millones.

Venga ganado con trabajo
o con herencia que heredes,
¿qué valor tiene el millón
si tú no vives estos dones?

¡Si los valores de Tierra
son polvo en un vendaval,
que unas veces ves aquí,
y otras veces ves allá!

Hasta que el hombre no viva
pensando en este Cielo,
serán grandes los pecados
e irá llenando el Infierno.

El pecado es pecado
por reforma que dé el hombre
y el interés de achicarlo.

Tan sólo con pensar esto,
no puedes a Dios amarlo.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 203-204

domingo, 14 de abril de 2013

Lágrimas de Amor

En Sueño Profético vi a un hombre que sus lágrimas se limpiaba. Y dijo uno:

Hay lágrimas de arrepentimiento, de dolor y de alegría. También hay de sentimiento.

Una mujer le contesta:

Todo es lágrimas y llanto.
Pero lágrimas de Amor,
de querer a este Dios tanto,
no se pueden comparar
con lágrimas de otro llanto.

¡Cuántas veces me veían,
estando aún en el convento,
con mi cara entristecida,
con mi llanto y mi contento,
con mis lágrimas que corrían,
pero sin llegar al suelo,
que yo cogía en mis manos
si no daba tiempo al pañuelo!

Estas lágrimas salían,
pero siempre defendiendo
al que me hablaba a mí
para luego yo ir diciendo.

¿Cómo pueden desmentir
lo que en mí ya lo están viendo?,
si la cara tiene cambio
de lo que llevo por dentro,
de Palabras de este Dios,
que no quieren conocerlo,
que dejan para mañana
lo que hoy está diciendo.

Desperté, oí:

Yo estaba siempre dispuesta
a contar lo que sentía.

Yo quería decir a todos
cuándo Dios Aquí me traía.

El hombre me llamó loca,
sin saber lo que decía.
El hombre me llamó loca,
y esto a mi Dios ofendía.

Las lágrimas que tú echas
cuando te tratan de loca,
no son lágrimas de pena,
son lágrimas que te ahogan.

Lágrimas que separan
al hombre de lo Divino,
lágrimas que son culpables
por el que a Dios no ha querido.

Estas lágrimas se pierden
para aquel que amó mucho a Dios,
y estas mismas dan tormento
sin consuelo de este Dios.

Este Dios, cuando te habla,
te habla con tanto Amor,
que sufre cuando te trata
el hombre sin compasión.

¡Ay hombre que Dios quisiera
que conocieras a Él!
¡Ay hombre que Dios te llama
por no dejarte perder!

Si echas lágrimas de Amor,
de querer a este Dios tanto,
no se pueden comparar
con lágrimas de otro llanto.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 142-143

sábado, 13 de abril de 2013

Venero que quita la sed del pecado

En Sueño Profético hablaba Tomás de Aquino. Decía:

Hoy tiene facilidad el teólogo que de Aquí quiera saber. Una vez que los Libros sean publicados, tienen una fuente de Enseñanza, fuente que tendrá agua mientras ella esté con materia. Todos los que Dios se ha comunicado anterior a ella, han tenido ellos mismos esta pregunta: “Señor, ¿no te veré mañana?”. En ella no es pasada esta pregunta. Dios la tiene tan anclada con Él, que ella no siente duda.

Esta Teología y Literatura versificada, hará que se hable mucho de Dios. Y al hablar mucho de Dios, Él está en el hombre y Él enseña a que el hombre ame a Él, que este “Él” es Dios.

El teólogo que en sus manos tuviera estas Libretas, bebe agua fresca del mismo Venero, Venero que por ser Dios, el agua te quita la sed del pecado y te da apetito de esta Gloria.

   ―Sí, Tomás –contestó Agustín–. Esta Teología no puede estar más en silencio. Los tomistas tienen que decir: “Tomás sigue enseñando Teología aunque no viva con materia. Tomás lo manda Dios con su Espíritu y su Poder”.

El que sepa de los escritos de Tomás y de Agustín, aquí no tiene duda de que son ellos los que dictan. Yo, un espíritu de esta Gloria, no fui conocido ahí como Tomás y Agustín. Pero éstos que libros dejaron, continúan en lo mismo, en Mensajes enseñando.

Desperté, oí:

El día que en conferencias sea todo esto explicado, más de uno se dirá: “¿Cómo han tenido esto callado? ¿Cómo quiere el hombre callar lo que Dios gritando está?”.

Si el hombre manda callar al que Dios a su Gloria trae, éste no obedecerá aunque le pongan puñales que sus Palabras le paren.

Al que Dios lo trae Aquí, dejándole ahí su carne, ya lo trae para que diga: “Yo he visto muerta mi carne, sin que nadie la vea muerta hasta que Dios se lo mande”.

Que Dios se lo mandará, cuando el espíritu quede en esta Eternidad.


TOMÁS DE AQUINO y AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 49-50

viernes, 12 de abril de 2013

La Tierra te pone el peso y te roba el tiempo

En Sueño Profético decían:

El espíritu que quiere vivir con Dios tiene que tener grandes luchas.

El espíritu que quiere servir a Dios, tienen que salirle al paso impedimentos para que deje el Camino de Dios.

Pero si tú dices: “Señor, quiero y no puedo”, Dios te quita el “no puedo” y te deja el “quiero”.

Dios no obliga, pero espera que tú digas: “Señor, que los días y las horas sean cortas para mí. Y para Ti hazlas largas, que yo Te pueda servir. Dame fuerzas y alegría, que esto no es de la Tierra”.

Dijo uno:

La Tierra te pone el peso y te roba el tiempo cuando vas a hacer un servicio a Dios.

Hay más quitando que hagas el bien, que diciéndote que lo hagas.

Hacer el bien como Dios manda, te tienen que conocer los que reciben y los que no quieren que el bien hagas.

Desperté, oí:

El bueno,
sin practicar la Palabra de Dios,
va haciendo daño.
 
Esto debe saberlo el culto,
el intelectual y el del campo.

Bueno apartado de Dios,
es bueno de engaño.

No hay pecado mayor
que querer vivir
sin a Dios nombrarlo.

Si hablan de algún talento,
y en su vida estuvo de Dios apartado,
no pienses: “estará en el Cielo”.

Porque te apartas de Dios
y te acercas al diablo.

Cultura negando a Dios
y talento por el hombre premiado,
pide a Dios pedir limosna
antes de ser agasajado.

Va grande diferencia
del talento, al que pide limosna.
Éste nombra a Dios.
Al talento le molesta cuando Lo nombran.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 173-174

jueves, 11 de abril de 2013

El espíritu es el ave, y la pluma es el cuerpo

En Sueño Profético decían:

Todo lo que nace muere,
y todo lo que muere se termina.

El espíritu no nace,
el espíritu Dios lo envía.

Y al no nacer,
ni se muere ni termina,
queda en una eternidad.

Como el agua,
tiene vida el Sol.

Y la noche,
su vida es oscuridad.

El aire también tiene vida,
y vida da donde está.

Todo esto tiene vida
y tiene Eternidad.
Porque Eternidad
es donde hay vida
y jamás se acabará.

Dijo uno:

Cuando llega Aquí la vida
es cuando vivo se está.

Porque la vida del suelo
es la lucha terrenal.

Todo por querer quitar
las Leyes que hay en el Cielo.

Dios Creador aparta a uno,
de los cuatro,
que con Él intenta sublevación.

Desperté, oí:

En este Arrobo
era la palabra Tierra
la que estabas siempre oyendo.

Ponían comparaciones
para llenar un cuaderno.

Un cuaderno y disponer
de mucho tiempo para leerlo.

Porque cada frase
te hacía analfabeto.

¡En qué escala más ridícula
dejaba la Vida del espíritu
a la vida del cuerpo!

Era pluma que vuela sola,
o ave que lleva
la pluma en el cuerpo.

Toda la lucha del hombre
es no querer entender esto.

Que el espíritu es el ave,
y la pluma es el cuerpo.
 

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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pág. 174-175-176

miércoles, 10 de abril de 2013

Columna de mármol por su dureza y limpieza

En Sueño Profético hablaban del silencio que quieren ponerle a este Escándalo:

Es silencio de maldad y de no seguir los pasos al que cuente cosas sobrenaturales y sea columna de mármol por su dureza y limpieza, que todo va resbalando.

El que quiera ensuciarla o doblarla, diciendo “esto no es mármol”, cuando le llegue el Mando al espíritu para que abandone el cuerpo, aquí no llegará la oración del Instrumento.

Ya Dios le irá apartando al que persiguió este Hecho. Que pudo quitar calvario y él ganarse buen Premio. Éstos, no fue el daño que se hicieron, fue el daño que hicieron.

Tiene pecado grave el químico que viera la fuente correr y no dejara al sediento beber, y se muriera de sed por no analizar el agua. Esto sería estar a contra de la Palabra de Dios.

Él dice: “Dad de comer al hambriento y de beber al sediento”.

Pues aún es mucho peor darle a un espíritu sus Palabras, obligando al cuerpo que no calle, y que el “químico” de estas Palabras Divinas viva de espaldas a este Mando.

Desperté, oí:

Todavía habrá quien se escandalice
al leer este Mensaje.

El que más se escandalice,
más lejos está de Dios.

El que lo comprenda,
puede pedir el Perdón.

Y el que esté sufriendo
por está indiferencia,
alabanzas manda a Dios.

¡Hombres sin saber los momentos
que vida puede tener el cuerpo!

¡Hombres sin ganas de oír
lo que dice Dios en el Cielo!

Esa vida es tan corta,
que todo está Aquí en recuerdo.

Aquí está el cliché
de lo malo y de lo bueno.

¡Haz por comprender el Mensaje,
por si tuvieras remedio!


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 195-196

martes, 9 de abril de 2013

La Oración y la Caridad son centinelas que llevas

En Sueño Profético decían:

La Oración y la Caridad son centinelas que llevas, que te van avisando: esto es de Dios, esto es pecado, este consejo es de Dios, este consejo es de un espíritu endemoniado.

La Oración y la Caridad, Amor al Prójimo van llevando, y ya no puedes pecar porque conoces engaño del que quiere a Satanás agradar.

La Oración te da la Paz, y ya ves los oscuro, claro; y lo largo, corto.

Dijo uno:

El hombre de hoy, que piense que la Oración fue por Dios Hombre recomendada, y que Él siendo Dios Hijo, como vivía de Hombre, hizo Oración al Padre, y “haced Oración” dijo a los Discípulos.

Tú, prueba a hace Oración y notarás Paz en tu espíritu y conocerás a los buenos espíritus. Éstos nunca dan consejo para practicar pecados.

Desperté, oí:

Si el hombre siguiera
las Palabras que Dios dijo,
y hoy las sigue dictando,
el hombre conocería el mal
y lo iría despreciando.

El pecado llega al hombre,
mayoría de veces por engaño.

Por no practicar
lo que Dios tiene mandado.

La Oración siempre te avisa,
Espíritu bueno o malo.

Espíritu que pecó
y quiere ser perdonado.

O Espíritu tentador
que en la Oración
intenta que seas tentado.

Oración y Amor al Prójimo,
siempre conocen el mal
por el contacto.

Si al Prójimo no ayudas,
quitándolo de lo malo,
tu espíritu no es de Dios,
tu espíritu es endiablado.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 242-243-244

lunes, 8 de abril de 2013

El que quiere aquí silencio, ya lo tienen Aquí por muerto

En Sueño Profético decían:

Ya es tiempo de que estuviera el mundo enterado de este Contacto de Dios, con Mando a un espíritu que vive con materia. Y que el Contacto es Enseñanza: cómo vivir ahí, para cuando venga el espíritu Aquí.

Esto ya tiene para muchos su tiempo cumplido, que a Dios quieran darle disculpa por el abandono que han tenido a la “Palabra de Dios Diciendo”.

Si está mal el negarla, está peor el desprecio. Que esto es grande sufrir para el Instrumento. Dios le manda fuerzas porque en su actuación ya las va pidiendo.

¡Dios, Poder en Mando, aunque en Imagen no Lo estén viendo!

¡Dios, Poder en aire, aunque el aire esté quieto!

¡Dios, Poder en luz, aunque estrellas veas en el cielo!

¡Dios, Poder en los mares, aunque los mares veas quietos!

¡Dios, Poder en la Tierra para dejar quietud o dejar movimiento!

Si esto lo piensas, ¿qué supone el hombre para todo esto?

Desperté, oí:

Si todo lo que se ha dictado
no puede el hombre con ello,
¿cómo se atreve
a ponerle a Dios silencio
en lo que Dios quiere escándalo?

El que quiere aquí silencio,
ya lo tienen Aquí por muerto.

Al cundir y no callar,
tú vas cundiendo Obediencia.

Y dejando al descubierto
al que no quiere que esto sea.

¡Hombres necios con maldad,
que son los que el Poder de Dios niegan!

¡Hombres que si lo pensaran,
se morían de vergüenza
de ver cómo Dios trata al hombre
y el hombre cómo desprecia!

Si el hombre pensara en Dios,
ponía la mirada en el Cielo
y le salía el Perdón.

Unos oirían respuesta,
y la mayoría no.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 222-223-224

domingo, 7 de abril de 2013

Esclavo de la materia

En Sueño Profético decían:

Hay quien gana perdiendo el tiempo. Esto dice el que no ama: peder el tiempo, le llama, a vivir poco para lo material y no tener descanso en lo espiritual.

Hay quien vive sólo para lo material y está a la obediencia de lo innecesario. El que no esté entregado a Dios, vive a las órdenes de lo material. La materia hace esclavo al espíritu. El espíritu que practica la Palabra de Dios, con facilidad vive su materia. La materia enseñada por el espíritu, se nota en lo sencillo que te habla de todo lo material; importancia que para éste nada tiene, diciendo materia.

Hablaba uno, esclavo de la materia, con otro sin darle valor a nada que no fuera de Aquí.

Dijo el materializado:

   –Este año, mi amigo, diez fincas ha heredado, y con lo que ya tenía, un castillo y una finca, que la linde da al otro lado del río... ¡Esto es tener un amigo!

Un poco se contuvo el que ya vivía Aquí:

   –¿Ya has terminado con tu amigo el del castillo, las fincas y la linde pasando el río? Pues mi amigo no tiene nada más que a Dios, y cuando se queda solo, Dios le hace una Visión y le presenta la Gloria, y le da una explicación, que luego, él, nos lo cuenta, y ya nos sobra de “to”, pero nos faltan palabras para dar gracias a Dios, por mandarnos un amigo que en él oigamos su Voz. ¡Esto si que es un amigo! Y este amigo es para “tos”, “pa” el que pecó y no peca, “pa” el que no creyó y hoy cree, “pa” el que no quiso buscar donde estaría un pobre que hiciera él caridad, y una vez que la hiciera, ya tenía a Dios que amar. ¡Esto si que es un amigo! ¡Y este amigo es pa “tos”!

Desperté, oí:

El amigo que es amigo,
es el espiritual.

Y el que te manda a la Gloria,
es el que en él habla ya,
dando su Misericordia.

Éste no tiene ni duda,
que es el Rey de esta Gloria.

Cuando hables de un amigo,
nunca nombres su caudal,
pero sí te recomiendo,
que sea espiritual.

¿De qué te sirve el amigo
que a Dios no nombra “pa” “na”,
y alardea de millones
que Dios le quiere dejar?


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 197-198-199

sábado, 6 de abril de 2013

“Yo soy la Verdad y la Vida”

En Sueño Profético decían:

Este es mi Reino, el que el hombre destruir quiere.

Ésta es la Gloria de Dios Padre, la Gloria de Dios Hijo, y Yo soy el mismo Dios.

“Yo soy la Verdad y la Vida”. Esto fue dicho por mi Padre en Mí.

Mi Padre quiso bajar a la Tierra, se hizo Hombre, y ya enseñaba Dios Padre en Dios Hijo, que todo era el mismo Dios. Aunque mi Presencia era Materia, mis Palabras eran Dios.

El Hombre mata mi Carne y mi Padre le da la Resurrección, y hoy está la misma Carne con el Padre, que son Dos, pero que sólo un Dios hay.

Dios en Esencia soy Yo, Dios que me hice de Carne, y Dios Padre manda su Espíritu a que se comunique a la Carne.

Todo esto fue dicho por Mí, que Lo dijo en Mí, mi Padre.


Desperté, oí:

Hoy da Dios mismo su Nombre, aunque todo lo dicho es Dios.

Dios Saber, que el saber humano no sabe nada de este Saber.

Dios, Amor del que Lo quiere, y refugio del pecador.

Dios, Refugio del que el pecado lo aparta y ya sigue a Dios.

¿Por qué el hombre no abriga
las Palabras de este Dios?

¿Por qué no estudia las frases
que Él mismo las dictó?

Aunque siempre es el mismo Mando,
aunque oigas otra voz,
es Dios el que comunica,
Arrobo y Revelación.

Ya te pueden dar el nombre
de otro que ahí vivió,
que el que a éste comunica,
es tan sólo el mismo Dios.

Hoy ha dado la Palabra
y ha dado la Explicación,
Dios Hijo, que es Dios Padre,
aunque Aquí Viven los Dos.

Está claro para el que ama,
que Dios se hiciera Hijo y Hombre
para que todos se amaran.

El hombre no tiene Amor,
y con Matarlo, Amor paga.

Si estudias este Mensaje,
se te cambiará la cara.

Porque Dios dice en su Gloria
lo que hace el que no ama.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pag. 26-27-28

viernes, 5 de abril de 2013

Constante adoración

En Sueño Profético decían:

Si el hombre creyera en Dios, buscaba su Camino. Y si Lo amara, no podía pecar.

El Amor a Dios te obliga, sin obligar, a constante adoración.

Dijo uno:

Se adora cualquier objeto
que tuvo alguien que amaste,
algo de alguna familia
que como herencia tomaste,
algo que el dueño adoraba
y tú heredas el adorarle.

Pues figúrate si amas a este Dios,
cómo debes de adorarle,
y saber que Él te guarda
en su Gloria incomparable
a los que antes que tú
su Gloria Él quiso darles,
porque ellos la pidieron
en su forma de adorarle.

Éstos no hicieron pecados,
pecados de perdonarles.
Éstos, si hicieron intento,
pronto llamaron al Cielo
por el pecado tentarles;
pronto dijeron: “¡Dios mío!,
si peco, ya no Te amo;
si peco faltan raíces,
porque Amor con pecado
es un dice que no dice”.

Ya, el que dice que cree y no busca,
no cree.
Puede que escarbes buscando el tesoro y no esté,
pero no puede ser saber donde está
y no querer escarbar.

Desperté, oí:

Estos Dictados, al leerlos,
se nota que no son de Tierra,
donde va letra con punto y
punto “pa” que se entienda.

Se ve su Literatura
de una riqueza sin hombre.

Sin hombre con su cultura,
universidad y Premio Nóbel.

Estos Escritos dictados
con Mando de Aquí del Cielo,
los dictan hombres de Dios,
que Sabios sí fueron luego.

Hombres que fue amar primero,
buscando Sabiduría
que Dios mandara del Cielo.

Luego cogían el saber
de la cultura de libros
que Dios manda el aprender.

La grande Literatura
es la dictada del Cielo
que ahí fueron grandes hombres,
y en Gloria lo siguen siendo.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 168-169

jueves, 4 de abril de 2013

Antes muerta que callar mis palabras

En Sueño Profético decían:

No hay quien ame,
y amando, deje de amar.

No hay quien busque queriendo,
y ya que ha encontrado,
olvide el buscar.

No hay quien diga ¡Dios mío!,
queriendo engañar,
si ese ¡Dios mío!
sale de un gran amar.

¡Es tan sencillo el querer
cuando Amor habita ya!  

Es triste y causa pena,
que pocos quieran amar.

No hay quien quiera seguir a Dios,
y le canse este caminar.

No hay quien llore a Dios
arrepentido de su mal,
y Dios le nombre pasado
sin quererlo perdonar.

Yo pregonaba su Amor,
y daban ganas de amar,
pero el hombre perseguía
esta forma de enseñar.

Yo enseñaba sin libros
ni textos que el hombre hiciera.
Yo contaba lo que oía
que Dios me decía sin habla,
o lo que Dios me ponía
en Visión, que no había nada.
Ni había habla ni Visión
para aquel que a Dios no amara.

El que a Dios quería ver,
antes de oír mi habla,
me buscaba para decirme:
Teresa, ven a mi casa,
que mi familia te espera,
y llena tienes la casa
de buena gente que quiere
que enseñes a que Amor nazca.

Ya me entraba una alegría
y un fuerza en mis palabras,
que pararlas no podía,
y antes muerta que callarlas.

Estas Palabras de Dios,
que Dios te da para darlas,
si no las dieras serías
alma, pero endemoniada;
ya faltabas a la Obediencia,
y a Luzbel dabas compaña.

Desperté, oí:

Antes de no obedecer,
que Dios me mande martirios,
dejándome con Luzbel.

Yo no callaba el Amor
que dentro de mí vivía.
Yo no podía mandar
al que del Cielo venía,
y otras veces me llevaba
haciéndome compañía.

Cuando ya me despertaba
de aquel sueño sin dormirme,
era cuando notaba este Amor
y pensar el perseguirme.

¡Qué lástima que no busquen!
¡Qué lástima que no sientan!
¡Qué lástima que no sigan
persiguiendo a muchos hombres
por éxtasis que tuvieran!

¡Si el hombre se dedicara
a buscar como las fieras,
a este Amor, que a más lo busques,
más quiere Dios que Lo quieras!

Yo fui fiera en defender
las Palabras de mi Dios,
y a Dios nunca Lo enfadé.

Si callo por obediencia
al que con Dios hoy no está,
yo tampoco voy a la Gloria,
y hoy le sirvo a Satanás.

Yo tenía que ir gritando
el Mando de este Mandar.
Aquel que sienta este Amor,
imposible este callar.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 179-180-181-182

miércoles, 3 de abril de 2013

El hombre debería enseñar esta Enseñanza

En Sueño Profético vi mucha gente, y una voz dijo:

Estos cuerpos están muertos, pero el espíritu vivo. Éstos no quisieron muerte para el espíritu. Ponían el cuerpo después, y primero el espíritu.

Esto, si Aquí no se vive y se explica, nadie sabe del espíritu con estas aclaraciones que no admiten estudio para decir: “es verdad”.

Dijo uno:

Del espíritu no sabe el hombre, no habla y no enseña. Cuando debía ser la primera enseñanza que el niño tuviera.

Espíritu, nombrarlo con grande preferencia al cuerpo. Enseñar que Dios es Vida en espíritu y cuerpo, pero al cuerpo le retira la vida. Al espíritu no le retira la vida, pero al que no Lo quiso sí lo aparta de su Reino, y ya es espíritu muerto en el contacto de Dios.

Es vivo para ir en contra del Mando de Dios. Es vivo para llevar al cuerpo, mientras tiene vida, al pecado. Y es vivo para hacer servicio a Satanás. Este espíritu coge disfraz y acción de mil maneras.

Esto, a más practiques la Palabra de Dios, más notarás lo que es de Dios o lo que es engaño. Por eso, tanto se repite en Gloria que el hombre debería enseñar esta Enseñanza.

Desperté, oí:

Da descontento el pensar
que a hombres con mucho estudio
no les puedes del espíritu hablar.

Hablar lo que enseñan en Gloria
y que pueden comparar.

Que con los siglos que han pasado,
cuando el mundo Dios creó,
no puede tener reforma:
espíritus buenos, espíritus malos.

Cuerpo que rechaza bienes que tenga
cuando le llegue la muerte,
y su cuerpo quedará
como el que vivió miserias.

¡Ves cómo al cuerpo no le sirve
tanto cuido que le tengas!

Vive sólo para Dios
el tiempo que estés en la Tierra.

Que una vez que entierren el cuerpo,
no sirve dinero ni influencia.

Todo es mala enseñanza
que tiene el hombre en la Tierra.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 18-19-20

martes, 2 de abril de 2013

Las Leyes de Dios no son leyes, son “llamadas de Amor”

En Sueño Profético hablaban de las Leyes de Dios o las leyes de la Tierra. Decían:

Las Leyes de Dios, si no las cumples, son algo que a cumplir te lleva, son algo que sale de dentro, que tú llamas desde fuera. Las Leyes de Dios, si las cumples por miedo, no lo haces por Dios.

Dios se ofrece al hombre como Refugio, como Medicamento para el espíritu, como Bálsamo que suaviza la herida, que si tú eres constante, este Bálsamo te cura.

Las Leyes de Dios no son leyes, son “llamadas de Amor”. De un Amor que, viéndolo, ves a Dios. Y en las leyes del hombre te retiras de Dios.

Dios no puede aceptar las leyes del hombre. Dios permite, pero no acepta. Aceptar lo del hombre sería haber dos Dioses, y ya se discutirían las Leyes del espíritu, que son las que Dios tiene.

Desperté, oí:

Es poco comparar, gigante y enano:
Ley de Dios, ley del hombre.

El que cumple las Leyes de Dios,
si pone Amor delante,
a nada le ve trabajo,
y hasta el cumplir lo agranda.

El que cumple las del hombre,
les pone gran importancia
porque el miedo va delante.

Y una vez que no las cumpla,
puede algo grave pasarle.

Luego, estas mismas leyes
las quita otro que mande.

Dios Único y Poderoso,
sus Leyes son: mucho amarle.

Y en este amarle mucho,
Él siempre ya va delante.

Cumple las Leyes Divinas,
y no cumples, que es amarle.


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Libro 19 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 160-161-162

lunes, 1 de abril de 2013

Pídele a Dios que siempre sepas aceptar el sufrimiento que llegue

En Sueño Profético decían:

Hay sufrimientos tan grandes, que tienes que hacerlos chicos. Y así vas desatando aquello que hacías mayor con tu sufrir y tu llanto.

Que esto, casi siempre te enfrenta con Dios, pidiendo cuentas y queriendo enmendar los Caminos de Dios.

El sufrimiento recibido, pidiéndole a Dios ayuda, ayuda mandan del Cielo para pasar ese camino, que tiene que seguir a la vida mientras que esté vivo el cuerpo.

Dijo un espíritu de su Gloria:

El medicamento para el grande sufrimiento es llamar a Dios, de palabras o de acción.

Que ¿cómo es esta llamada?: mirando al Cielo y guardando la calma, no dejando que la Paz se vaya. Porque Paz con alboroto, la Paz allí no se queda. La Paz se queda contigo, por mucho sufrir que tengas, si tú dices:

Señor, ¿cómo llevo este sufrir?

Que yo no ofenda ni callando, cuando oiga: “Dios, ¿por qué lo has permitido?”. Que yo aquí dé la respuesta: “¿Tú has visto a una madre buena negar la comida al niño?”. Quien esto lo censurara, ni a Dios quería, ni sabía valorar la palabra hijo.

Desperté, oí:

Si la madre no niega la comida,
¿cómo Dios se va a negar
a no dar respuesta a tu petición?

Lo que pasa
es que tú no lo entenderías,
y lo que al niño no le pasa,
a ti te pasaría.

El niño, con su llanto,
más lo acunas.
Y él, al final,
duerme en tus brazos.

El que ya dejó de ser niño,
cuando llegan contrariedades,
estas palabras le oyes:

“Dios, ¿por qué lo has permitido?”.

Y te retiras de Él,
cogiendo otros caminos.

Y agrandas el sufrimiento.

Pídele a Dios,
en el día y en la noche,
que siempre sepas aceptar
el sufrimiento que llegue.

Que hay sufrimientos que llegan
para ver cómo respondes.

El pensamiento cogido
como niño acunando,
piensa que ya llega el día
que se marcha de tus brazos.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 173-174-175