miércoles, 3 de octubre de 2012

El hombre se hace Sabio cuando en todo a Dios llama

En Sueño Profético decían:

El hombre se hace Sabio cuando en todo a Dios llama.

El hombre se hace Sabio cuando en todos sus actos consulta con Dios, cuando sigue el camino que llega a encontrarse con Él, entonces a este hombre lo verá el hombre como un hombre Sabio.

Dice uno:

Un día yo vi a dos hombres que otro hombre les hacía esta pregunta –éste que preguntaba era un gran científico, y a los que preguntaba eran diferentes, con una grande diferencia: uno, en grande cultura. Y otro, tenía fama de Sabio, pero su vivir era de jornalero; empezaba su trabajo con el sol, y con el sol terminaba; manos callosas y ropa oliendo a jara, pero de unos sentimientos grandes y unos deseos siempre de servir, que tenías que quererlo; más de 40 no tenía–. Esta fue la pregunta:

¿Qué es la vida? –y se dirigió primero al de grande cultura.

Empezó éste poniendo ejemplo y palabras, todas bien dichas, medidas, de haberlas aprendido de grandes profesores; palabras encofradas, que él creía seguras, sujetando la firmeza de sus razones; él hablaba y ninguno comprendía.

Ya le pregunta al Sabio: ¿Qué es la vida?

Y da la contestación que pensaba no tenía. Mientras que el otro hablaba, él consultaba en el Cielo, y la respuesta le llega:

La vida es algo que Dios nos deja,
que esta vida viene de Él,
que como Dueño de ella
debemos siempre tener
a Dios en nuestra presencia.

Nadie es dueño de su vida,
ni sabe cuándo la entrega.
Ésta puede ser para el Dueño,
o el Dueño según la vea.

Si la ve sucia, de cieno,
Dios la tira y la desecha,
porque la Gloria de Dios
es el mismo Dios Vivienda.

Esto es lo que a mí, Dios,
me ha hecho que yo comprenda.

Desperté, oí:

Este hombre tenía siempre
la pregunta Aquí en el Cielo.

Todo lo veía engaño,
si a Dios no decía primero.

Señor, que yo, lo que haga,
no tema que me estés viendo.
   
Señor, que mi vida es tuya,
y yo bien poco merezco.

Que nunca manche la vida
con el pecado del cieno.

En cambio, el que los libros
había equivocado,
se veía tan seguro
como edificio encofrado.

Si éste de la cultura,
deja cultura a materia
y al espíritu le enseña
Sabiduría sin Tierra,
se hace un hombre Sabio,
con Cultura, pero Eterna.

El hombre se hace Sabio
cuando todo a Dios pregunta
y hace lo que contesta.

La gente comprende al Sabio,
porque Dios da la respuesta.


***

Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo I - Pag. 232-233-234

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