domingo, 26 de agosto de 2012

La carne es fuerte para el pecado y débil para la oración

En Sueño Profético decían:

El no oír al Profeta, le da ventajas al demonio. La carne es fuerte para el pecado y débil para la oración. La oración del Profeta puede servir para curar espíritus. Esta oración es Amor y Obediencia. Esta Enseñanza dada por el mismo Profeta es fácil de aprender. Lo difícil es oír al Profeta. La oración del que ama a Dios, hay veces que no llega a un segundo, recibiendo éste los beneficios. Lo mismo que cuando insultas al Profeta, es como pelota que botas y el rebote le cae a otro. Esto es premio de Dios a la oración, y jugadas del demonio. El que cree al Profeta, ve bien y toma su consejo. Oyendo la Palabra directa de Dios, el que la oye se purifica; por eso el espíritu contrario se encarga de retirar a tantos como pueda del Profeta. Dios permite que el hombre retrase y quiera ocultar el Mensaje. Pero permitir no es querer.

Desperté, oí:

El hombre le impone: "Dios no quiere que se hable de Dios."

Si el hombre pensara que el Mensaje es Dios hablando, vería la barbaridad tan grande que dice mandando a Dios a callar.

Si amaras a Dios, tú Lo conocías, porque Él te hablaba.


***

Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 196-197

2 comentarios:

  1. La enseñanza del pecado es tan abundante que se nos impone sin querer. La Enseñanza dada por el Profeta es fácil de aprender, pero hay que querer escucharla. Dios permite y nosotros escogemos.

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  2. Cuando no se alimenta el espíritu con la Palabra de Dios, el mal tiene las puertas abiertas para hacer el mayor destrozo.Y es peor cuando se tiene la presencia viva de Dios en el Profeta porque el desprecio hacia él es a conciencia.

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