jueves, 14 de octubre de 2010

No hay que dejar tiempo al tiempo para escandalizar este Mando - Libro 53 - Te Habla el Profeta - Tomo VII - Pag. 208-209


En Sueño Profético decían:

Tu presencia no debe de faltar en un caso de dolencias, cuando el que te llame Esto crea. Que este bien es para el enfermo y para el médico. Que éste recibe Iluminación cuando da la receta, escrita o de palabras.

Dijo un espíritu de la Gloria que su cuerpo conoció a este Elegido:

Si el que conoce este Caso no sigue los pasos del Elegido, sería un sufrimiento grande, porque sería despreciar el bien que Dios le da para que lo vaya repartiendo, diciendo: “Señor, yo no curo, pero algo hago cuando con Fe Te pido”. Estos pensamientos los lleva el Elegido, pero los lleva en silencio para el cuerpo y con palabras para el espíritu. La Fe y la esperanza al cuerpo le hacen falta.

Desperté, oí:

Esta noche ha dormido contigo la petición de la curación del enfermo.

Con este pensar llegó el sueño:

No hay que dejar tiempo al tiempo para escandalizar este Mando que Dios está dando.

Esto, para creerlo, tienes que seguir estos pasos y ver lo lejos cerca y lo que está en silencio en escándalo.

El silencio aquí no lo quiere Dios. El silencio lo quieren los espíritus malos.


***

5 comentarios:

  1. La Fe y la esperanza curan cuerpo y espíritu

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  2. El silencio siempre lo quieren los espíritus malos para que no se extienda la Palabra de Dios, ésta Palabra cura los espíritus que son arrastrados por el mal.

    Es necesario que los cristianos publiquen lo que dice Dios y eso incumbe a todos los que creemos en Dios:
    los que conocemos este Caso, para que no haya día que enteremos a alguien nuevo; y los que no lo conocen, con las Palabras que Dios antes ha dejado escritas en el Evangelio.

    Pero no olvidemos que:
    "Evangelio es la Palabra de Dios sin medida y sin tiempos".
    (Ana García de Cuenca)

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  3. Claro dice el Mensaje, que no podemos estar, un solo día sin publicar estos BENDITOS LIBROS.

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  4. Que fuerza llevaba el Profeta cuando iba al enfermo, le dejaba una calma y una confianza que se veía en la cara y al cuerpo le podía, y en muchos casos veías milagros, que era el Poder de Dios que llevaba.

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  5. “Señor, yo no curo, pero algo hago cuando con Fe Te pido”. Esta frase la repetía tanto el Profeta pero si tienes fe en ella sabes que tu pedir te lo concede.

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